Botiquín homeopático familiar para el otoño
El otoño, como la primavera, es una período de transición hacia las estaciones más claramente definidas del año, el invierno y el verano. Aparecen las primeras inestabilidades climáticas previas al invierno, con cambios bruscos de las temperaturas y la aparición de las primeras lluvias.
En cuanto aparecen los primeros catarros, acuden a nuestra memoria los recuerdos de un eventual invierno anterior a trompicones en cuanto a procesos respiratorios, bronquitis, gastroenteritis, procesos gripales, etcétera, en muchas ocasiones contagiados de nuestros hijos. Nos asalta la alerta de cómo podríamos evitar tomar tanto medicamento y cómo podríamos prevenir las recaídas tanto por nosotros como por nuestros hijos.
Resulta muy útil tener un pequeño botiquín de medicamentos homeopáticos tanto para tratar esos cuadros menores, como para prevenirlos. Medicamentos que podremos utilizar con seguridad en cualquier miembro de la familia con independencia de su estado previo de salud (incluso en embarazadas) o toma de medicamentos y sin esperar efectos secundarios importantes. Veámoslos por separado:
Rinofaringitis. Laringitis. Traqueítis.
Varios son los factores que influyen en qué padezcamos más enfermedades respiratorias en otoño-invierno
- El virus del resfriado común (rinovirus) del que puede haber algunos 1000 tipos distintos yprincipal responsable de los resfriados, se reproduce mucho mejor con las temperaturas más frías que hay dentro de la nariz que en la temperatura corporal. Multitud de estudios clínicos al respecto han concluido, que tanto el virus de la gripe como los virus de los catarros, se ven beneficiados con las temperaturas más frescas.
- También está demostrado científicamente que cuando las temperaturas bajan, nuestro sistema inmunitario se vuelve menos eficaz. En ambientes cálidos, si un virus intenta invadir células sanas estas responden inmediatamente produciendo proteínas (interferones) que avisan a las células sanas y al sistema inmunitario, de que deben ponerse a la defensiva y nuestras defensas actúan deteniendo la invasión. Ante las temperaturas frías, las células nasales ya no producen tanto interferón y a los rinovirus les es mucho más fácil penetrar en nuestro organismo.
- En otoño tanto los niños como los adultos pasamos más tiempo en lugares cerrados en las estaciones frías pasamos mucho más tiempo congregados en lugares cerrados como guarderías, colegios, domicilios familiares, lugar de trabajo etc.… La escasa ventilación y la sequedad del aire por la calefacción en interiores favorecen el contagio y la propagación de los resfriados.
- Por último y al margen de los factores ya señalados, las enfermedades que dañan el sistema inmunitario, enfermedades de base como por ejemplo la diabetes, los bebes prematuros o las personas mayores, suponen una mayor predisposición a los procesos respiratorios de vías altas.
En general se trata de cuadros leves, pero en otras ocasiones afectan a las vías respiratorias bajas siendo el proceso más prolongado y predominando una tos más intensa como es el caso de las laringitis y traqueítis.
En los procesos catarrales, los fármacos convencionales -meramente sintomáticos- no suelen estar a la altura de las expectativas del enfermo en más ocasiones de las deseables. Los pacientes, con frecuencia, confunden los efectos de analgésicos, antiinflamatorios, antitérmicos, antitusígenos y mucolíticos para tratar estos procesos, guiándose muchas veces por el nombre comercial siendo frecuente la automedicación. Por último, los descongestivos, no están exentos de efectos secundarios como somnolencia o excitación.
En concreto, la tos de laringe o tráquea es de mal abordaje con medicamentos convencionales dado que los jarabes antitusígenos no suelen ser útiles, teniendo que recurrir a corticoides y broncodilatadores lo que excede bastante el tratamiento respecto de la importancia de la enfermedad.
Podemos tratar con homeopatía tanto los episodios agudos como intentar evitar que se repitan.
En el caso de las laringitis, laringotraqueítiso bronquitis, HEPAR SULFUR, PHOSPHORUS, MANGANUM, SAMBUCUIS NIGRA, TUBERCULINUM, PSORINUM, AVIAIRE y otros, resultan muy eficaces unos con carácter curativo y otros son útiles para plantear una prevención de estos procesos.
ALLIUM CEPA COMPOSE será de gran ayuda en el tratamiento de los catarros oculo-nasales actuando con eficacia sobre la mucosidad y el lagrimeo.
Jarabes homeopáticos para las toses en general e IPECA COMPOSE para las bronquitis pueden ser útiles para cualquier miembro de la familia.
Gastroenteritis
Los colegios y guarderías son con frecuencia el punto de partida para una fácil propagación de los numerosos virus de gastroenteritis (generalmente Rotavirus) que afectan a la infancia.
Las manos, utensilios escolares, y el contacto más íntimo de los individuos propio de la infancia favorecen el contagio entre ellos y con frecuencia acaban contagiando a los adultos en el entorno familiar., asistiendo en ocasiones a auténticos brotes de gastroenteritis. En la actualidad, el tratamiento de la gastroenteritis se limita a dieta astringente y probióticos, pero en ocasiones los síntomas se prolongan y son muy molestos para el enfermo: dolor, diarrea, nauseas… ALOE COMPOSE administrado con la frecuencia que los síntomas nos indiquen es una buena opción para disminuir o hacer desaparecer los síntomas que acompañan a la gastroenteritis.
Picaduras de mosquitos
Aunque este tema parezca fuera de lugar en el otoño no lo es tanto. En las zonas en las que el frio invernal tarda en aparecer y se mantienen temperaturas templadas al principio del otoño, como ocurre en la mitad sur de España, la aparición de las primeras lluvias favorece la presencia del mosquito tigre cuya picadura produces fuertes reacciones en la piel e incluso.
¿Por qué no prevenir entonces la picadura de mosquitos con LEDUM PALUSTRE? A cualquier edad, eficaz y seguro
Es el momento de iniciar la prevención invernal
El inicio del otoño es el mejor momento para plantear la prevención de las enfermedades propias del invierno tanto en niños como en personas de edad o con patologías crónicas o de repetición.
En el niño con tendencia a enfermar en invierno, podemos potenciar su capacidad defensiva de manera general con medicamentos como ANAS BARBARIE, THYMULINE o ECHINACEA.
Si el niño tiende a repetir la misma enfermedad, por ejemplo, amigdalitis, otitis, laringitis o bronquitis podremos con medicamentos homeopáticos plantear una prevención específica e individualizada para la enfermedad en concreto. Tal es el caso de AVIAIRE, SULFUR IODATUM, LYCOPODIUM, NATRUM MURIATICUM o CALCAREA CARBÓNICA como algunas de las posibilidades.
En el enfermo con problemas pulmonares crónicos podremos reducir o evitar las sobreinfecciones, las cuales producen un deterioro del pulmón y provocan que el enfermo tenga que tomar medicación adicional con excesiva frecuencia. No se trata solo de prevenir la gripe vacunándose, hay otras posibilidades que sumadas producen una mayor cobertura inmunológica. SILICEA o HEPAR SULFUR son un ejemplo de ellos
Resumiendo, el otoño es por tanto un buen momento para conocer los medicamentos homeopáticos y comprobar que su utilidad preventiva y curativa va más allá del mero tratamiento sintomático siendo un importante instrumento al servicio del médico para evitar la recaída de las enfermedades, complementar el tratamiento en aquellas que sean crónicas o en aquellas que no podamos aplicar el tratamiento convencional.
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