domingo, 30 de junio de 2019

BWV 772 - 801: The 2 & 3 Part Inventions

La Tira de Manel Fontdevila no tiene desperdicio. La foto de familia de una Europa desalmada e impresentable, en la que seres como Carola Rackete son extraterrestres en el lado opuesto de Salvini y nuestro Peterpán Sánchez, tan obedientes y tan disciplinados guardianes del euroterritorio. Vigías de los derechos...del poder, de la banca y del club Biderberg

40 personas vivas

Así es; olvidar que el derecho a la libertad implica el deber de ponerle el límite de la igualdad y la justicia, es muy grave. Gravísimo. Y es que se debería haber apendido en la práctica y desde la escuela, la familia y el entorno, que la libertad, en democracia, limita con los derechos de nuestros semejantes. Pero sin ejemplos visibles de los que aprender en la práctica no es fácil, que por arte de magia, las sociedades humanas adquieran esa conciencia ética inseparable del propio sentido de la vida. Nada nos puede confundir ni embarullar a la hora de apostar por la vida y la dignidad de nuestros hermanos y hermanas, por encima de cualquier atropello legal convertido en precepto por intereses mercantile tiránicos, si desde pequeños hemos visto ejemplos de coherencia como cosa normal a nuestro alrededor. Mucho más que lo que nos cuentan, estudiamos o leemos, nos educa, para bien o para mal, lo que vemos y nos despierta por dentro con el toque de una entrañable cotidianidad fundamental, e igualmente sucede con la carencia de ese patrimonio humano desde la infancia. Gracias, poeta, por esas reflexiones que nacen de la experiencia. Quitar fronteras y crear conciencia es uno de los empeños más hermosos e imprescindibles de la poesía. Yo diría que es la función metabólica de su alma


Verso Libre

Fronteras entendidas como campos de exterminio

Publicada el 30/06/2019 
Infolibre

 
La libertad es una cuestión de límites. La historia nos ha enseñado que la avaricia, la crueldad, la intolerancia y la ambición no tienen límites. Por eso mismo la libertad, esa energía individual y social que sostiene la convivencia democrática, ha aprendido la importancia de los límites, la necesidad de normalizarse a través de las leyes.

Ahora que la economía y la unificación tecnológica del mundo desconocen los límites humanos, nos vemos condenados todos los días a mirar hacia las fronteras. Por mucho que la crueldad no tenga límites, la muerte sigue siendo algo serio. Nos conmueve que un padre y su hija mueran abrazados y ahogados en un río por querer cruzar la frontera entre la miseria y los EE.UU. Nos conmueve también que una marina alemana se arriesgue a pasar 10 años en la cárcel por romper la prohibición de entrar con su barco en el puerto de Lampedusa. Su barco quería salvar la vida de unas 48 personas condenadas por la autoridad italiana y el dinero a morir como cuerpos ilegales en el mar.

La dignidad de Carola Rackete, capitana del Sea-Watch 3, me ha recordado la historia del Stanbrook, el barco carbonero británico que atracó en el puerto de Alicante en marzo de 1939 para cargar naranjas y azafrán. Pero se encontró con la tragedia de los días finales de la Guerra Civil española. Más de 15.000 personas desesperadas se agolpaban en la ciudad; intentaban huir del asalto definitivo de las tropas fascistas. El capitán Dickson decidió desatender las órdenes, acoger a 2.638 vidas en una embarcación con capacidad para 24 tripulantes y poner rumbo a Orán. Hace 80 años de aquella decisión que ahora ha repetido, en otro contexto, pero con muchas semejanzas, la capitana Rackete. Los ejemplos de Dickson y Rackete nos permiten seguir confiando en el futuro.

Una frontera es el reconocimiento del límite territorial en el que un Estado ejerce su soberanía. Y la soberanía es la autoridad en la que reside el poder político. ¿La soberanía democrática tiene límites? No me refiero, claro, a los límites territoriales, sino a las fronteras éticas que sostienen la dignidad y la libertad humanas.

Estamos acostumbrados a vivir bajo el mandato deportivo de la ruptura de límites. Hay que batir récords, superar los límites de lo nunca pensado, dar rienda suelta a las ambiciones y a la cuenta de beneficios. Los ultraístas quisieron llevar la poesía al más allá de la vanguardia y estuvieron a punto de conseguirlo, pero acabando con la poesía. La vanguardia revolucionaria es hoy la oligarquía capitalista capaz de institucionalizar la ruptura con lo más sagrado. En la prisa de esta dinámica envenenada, creo que los demócratas partidarios de la igualdad, la libertad y la fraternidad tenemos la obligación de hacernos conservadores. O por lo menos de olvidar nuestra soberbia, porque lo más sagrado en un mundo de voluntad laica son los derechos humanos, algo que han olvidado grandes revolucionarios como Donald Trump, Matteo Salvini o Jair Messias Bolsonaro.

Conservar valores y poner límites es nuestra tarea decisiva para detener una avaricia revolucionaria que sin pudor está destruyendo el planeta, justificando la explotación salvaje y violando por sistema, y con la soberbia tecnológica propia de Twitter, los derechos humanos.

La dimensión social de la libertad supone una meditación sobre los límites. Los seres humanos vivieron su gran metamorfosis normativa y democrática al alcanzar una condición de ciudadanía que fijaba el marco de sus derechos y sus responsabilidades. El límite más importante en democracia es la obligación de evitar que la condición de ciudadanía se convierta en un valor que viole la dignidad humana y sus derechos, porque esa irracionalidad niega su propio sentido. Ahí se acaba cualquier razón de autoridad y soberanía. Esta dinámica es la peor perversión de los derechos nacidos como amparo de los hombres y las mujeres de un territorio.

Ya sé que las situaciones son complejas. Pero la tarea democrática no puede reducirse a hablar de soberanía y a cerrar fronteras como se viene haciendo desde hace años. La honestidad democrática naufraga y se ahoga cuando el concepto de ciudadanía sirve para humillar a los seres humanos. Urge ponerse a trabajar en otra hoja de ruta.

Escribo este artículo para participar en el día del orgullo de la cultura LGTBI. Su lucha de años ha vuelto a demostrar que la apuesta por la libertad es la voluntad de un amparo colectivo.

La Constitución como frontera: estrategia de la involución

La extrema derecha intenta justificar su programa reaccionario considerando la norma constitucional una trinchera o un muro y no un punto de partida


El grupo parlamentario de Vox en las Corts Valencianes.
El grupo parlamentario de Vox en las Corts Valencianes. EFE
"El artículo 14 de nuestra Constitución ya recoge la igualdad de todos los españoles, sin discriminación por nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social". Con este argumento se negó Vox a suscribir una declaración institucional de las Corts Valencianes que expresaba, con motivo del Día del Orgullo, la intención de impulsar las medidas necesarias para "erradicar la discriminación y la violencia" que sufre el colectivo LGTBI. La declaración estaba apoyada por el PSPV-PSOE, Compromís, Unides Podem-Esquerra Unida, PP y Ciudadanos, es decir, todo el resto de grupos parlamentarios.
No es ni mucho menos el único, pero hay pocos ejemplos más claros de la estrategia que la extrema derecha pretende desplegar en sus primeros compases como fuerza con representación parlamentaria: la Constitución como frontera, la democracia como límite y no como punto de partida. En 1978 no se redactó una norma a partir de la cual desarrollar derechos sociales e individuales, una convivencia más plural y una vida política más diversa y representativa. Lo que se hizo, según el imaginario de Vox, fue cavar una trinchera o levantar un muro.
La postura no deja de ser inconsistente, porque la extrema derecha impugna sin ambages las autonomías o las "nacionalidades", por citar dos conceptos explícitamente recogidos en el texto constitucional que supuestamente defiende. Pero se trata de contradicciones inevitables en quienes profesan, en el fondo, unos valores morales autoritarios y una ideología preconstitucional, nostálgica del orden, la unidad y el patriotismo con los que se revestía el franquismo. A sus ojos es perfectamente lógico alegar que sobran leyes contra la violencia machista y "chiringuitos" para proteger a las minorías porque la Constitución ya proclama la igualdad de todos (siempre que sean españoles).
Cuando el PP y Ciudadanos aceptan cerrar entidades o derogar normas en respuesta a las exigencias de Vox en Madrid, en Andalucía o en Murcia, contribuyen a una estrategia de involución cuyos objetivos van más allá de lo que formalmente se sostiene. La derecha española siempre ha tenido ese tic reaccionario. Ahora se ha convertido en el programa explícito de una fuerza parlamentaria que condiciona a todo el bloque derechista, y más allá.
Por otra parte, todos esos liberales más o menos sobrevenidos que se interrogan en artículos circunspectos sobre la identidad de España se deslizan por la misma pendiente, aunque nunca lo admitirán. Los excesos del independentismo catalán y las expresiones de fanatismo que induce, la aversión a los populismos desde un apego innegable a cierto statu quo y hasta las barbaridades de los ultras les sirven de motivos para replantear los términos del debate como si la evolución histórica del Estado que la Constitución ha propiciado fuera un accidente o un ensayo fallido y hubiera que volver a recuperar los elementos básicos de una nación que nunca ha funcionado en los términos de comodidad identitaria que desean.
"España tiene que encontrar su idea de nación", propugnan, como ya hicieron antes que ellos Madariaga, Ortega y tantos otros. Lo que ocurre es que modernamente vivimos en una estructura política federalista desarrollada desde la Transición a la democracia que trata de encajar con éxito relativo esas "españas" de las que hablaba Ernest Lluch, con su grado de autogobierno y sus propias identidades lingüísticas y nacionales.
Es una realidad conflictiva, desde luego, como lo son casi todas las fórmulas de convivencia en democracia. "Una mayoría de españoles quieren ser parte de una nación en la que puedan sentirse libres, iguales y orgullosos", sostiene uno de esos liberales. El problema son los que no quieren o quieren de otra forma, las minorías, su importancia territorial, sus derechos civiles y sus particularidades históricas, así como el hecho fundamental de que resulta difícil ser una nación y un estado plurinacional al mismo tiempo.
Dicho de otra manera, el problema del modelo no es el exceso de diversidad institucionalizada sino su déficit y escasa flexibilidad, la incapacidad de asumir esa diversidad en el terreno simbólico, como revela en el fondo el conflicto en Catalunya. La nostalgia de la nación, en España, conduce invariablemente por el camino de la involución hacia el agujero negro del pasado. Y la extrema derecha ha venido a la esfera pública a empujar en ese sentido.

Genial, Elisa, este artículo y la cita de Wilde. Nuestro mundo es tan miserable y torpe en tantas aspectos, que hasta el orgullo, el brote más tonto y "sobrao" de la soberbia, se ha convertido en heterónimo de la dignidad y de los derechos inalienables de todas y todos los seres humanos. Es el colmo estar orgullosos de cualquier orgullo inmersos en un mundo de mierda.El narcisismo no tiene fronteras...Vaya tela!


Orgullo de mierda



La bandera arcoíris, en un lateral de la fachada del Ayuntamiento tras la colocación de la bandera española en el centro La bandera arcoíris, en un lateral de la fachada del Ayuntamiento tras la colocación de la bandera española en el centro

"Lo único capaz de compensar a un hombre por las estupideces que hace es el orgullo que le produce hacerlas"
Oscar Wilde


Coincidiendo con la fiesta reivindicativa y gozosa de la libertad que es el Orgullo Gay aparece en el horizonte la anti fiesta del orgullo herido, de la exhibición supremacista, de la mentira como forma de vida. No alcanzo a saber cómo se ha de ser para que el éxito de la pelea por la libertad y la igualdad y la tolerancia y el respeto de otros se te atragante. La naturalidad con la que la sociedad española vive ya las diversas expresiones sexuales de sus miembros colisiona de forma frontal con el agravio comparativo que quieren sembrar los de siempre: los del pecado, los de la represión, los de la rígida norma. 
No es nada nuevo. Es lo de siempre. La imposición y la represión. Ahora no les buscan como vagos o maleantes, o siquiera como pecadores nefandos, ahora el marketing de la neoinquisición utiliza las más adveradas armas de manipulación para revestir sus fobias de siempre. Primero niegan tener algún problema respecto a los diferentes. No, no es eso lo que les molesta. Ellos son tolerantes y modernos. El problema es que son un lobby -el mal en forma de mercadotécnica- un lobby, un grupo de presión, una asociación para el mal que no defiende la libertad individual de vivir y amar como cada uno desee sino que quiere imponer su visión del mundo convirtiéndonos a todos en homosexuales de las formas más torticeras imaginables. Un peligro para la especie y para la libertad. La infame ideología gay pretende mediante la abducción mental, alterar las naturales inclinaciones de nuestros niños y niñas para convertirlos en homosexuales que no procreen y que alteren así el natural orden de las cosas hasta acabar con la raza tal y como dios, la patria y la naturaleza la desean. Y dando por punto de partida semejante sarta de estupideces, ya tienes servida la necesidad de luchar contra un movimiento de lucha por la igualdad de una minoría que ha sido insultada, execrada, encarcelada, condenada, torturada y hasta ejecutada por el simple hecho de amar. 
Otra de las distorsiones que practican es la de obviar la existencia de tal represión infame y cruenta y la de la existencia de una movimiento de lucha pacífica por los derechos civiles de esta minoría. Una vez olvidado eso, ya se puede censurar sin más motivo que el revanchismo y la ceguera, las banderolas encargadas por el anterior consistorio de Madrid. Es peligroso reconocer que el Pride encarna la alegría y el jolgorio por la consecución, a base de lucha y de reivindicación, de la aceptación social de la minoría gay por la mayoría heterosexual. Si se reconoce eso, a lo mejor se abre la puerta a que otras minorías o mayorías discriminadas, perseveren en su trabajo y en su pelea por sus libertades y por la igualdad. Quizá se les represente el fantasma de un futuro Orgullo Femenino, en el que las mujeres desbordemos las calles no pidiendo o exigiendo la igualdad sino en una orgía de alegría por haberla logrado al fin. 
El Orgullo Hetero y el Orgullo Blanco -que se llama nazismo o KKK- y el Orgullo Macho como si su supremacía estuviera en cuestión, como si las minorías hubieran logrado algo más que ganar el derecho a su parcela de libertad y a la tolerancia y el respeto de todos los que no son como ellos. El Orgullo de Mierda de querer pisotear todo lo que no te gusta, lo que aborreces porque temes, lo que no comprendes, lo que te supera en libertad y en tolerancia y en ganas de vivir una vida sin ataduras y sin complejos. Todo ello sin ningún miedo a hacer el más absoluto de los ridículos. Así, vigente una norma de banderas, que marca en qué lugar del Ayuntamiento deben ondear las enseñas oficiales -y esto ya nos costó otra guerra en su día- los revolucionarios del patrioterismo pretenden que el lugar de la española no es su mástil sino lucir colgada como pabellón de cortesía, que ese era el papel que tenía la arco iris en la Plaza de Cibeles. Ya saben que los barcos llevan en popa su bandera e izan en los obenques las banderas de los lugares por los que pasan. Así los balcones de los edificios públicos sirven para dar la bienvenida a aquellos a los que se abren los brazos: ya sean los gays, los refugiados o los presos preventivos. ¿Qué temen estos personajes? ¿Que alejan de ellos lo que no quieren ver o lo que no les gustaría ser? Somos humanos. Todos. Iguales en dignidad. ¿Es eso lo que no entienden, lo que temen, lo que inconscientemente les abruma?
Las mujeres también. Las mujeres que reivindican, las mujeres que exigen su espacio, las mujeres que pelean y no aceptan ni el lugar, ni el espacio, ni el volumen ni el tempo que quieren adjudicarles. Esas mujeres también son un lobby del demonio y, tal y como los gays no son verdaderos hombres, nosotras no somos verdaderas mujeres. De las lesbianas ya ni hablamos. No existen. Ni las mujeres y los hombres trans. Quita, quita, que no nos caben más aberraciones en esa sopa de letras infame con la que quieren pervertir a nuestros pobres niños. Que no vean nada, que no sepan nada que no queramos que sepan, que crezcan entre nuestras ideas rígidas e inamovibles y los consejos y dirección de esos benditos sacerdotes que sí piensan como nosotros. Pero si los sacerdotes...¡calla, calla, no seas lobby, no seas chusma, no seas!
Ahí los tienes. Están orgullosos. Orgullosos de vivir de espaldas a la sociedad a la que pretenden defender y representar. Orgullos de mantener la herencia de las peores represiones que se han practicado contra ciudadanos indefensos y pacíficos. Orgullosos de no tolerar al diferente. Orgullosos de ser los que han estado en el machito siempre y orgullosos de defender que nadie se lo arrebate. 
Es un orgullo de mierda. 

sábado, 29 de junio de 2019

Ni ola de calor ni gaitas: Madrid ha salido a la calle, mucho más preocupado por las decisiones matarifes del finiquito medioambiental del okupa municipal al que no ha votado nadie que se les se ha colado por el rondón de los pactos trifas fashion. El pueblo jodido no puede ser vendido, además, a los chanchullos descerebrados, por hacer lo contrario que Carmena, xd!. Será que la corrupción también es contaminación...Va a ser eso..,.. que por donde pasan pringan y ponen todo perdido, ay, qué triste es ser fachonguis en activo ¿verdad?


Miles de personas, este sábado en la manifestación en Madrid Central en la calle de Alcalá. Miles de personas, este sábado en la manifestación en Madrid Central en la calle de Alcalá.
Miles de personas se están manifestando este sábado en la capital de España en defensa de Madrid Central, la zona restringida al tráfico para reducir las emisiones contaminantes creada por el Ayuntamiento de Manuela Carmena —uno de los proyectos estrella del anterior mandato—. La marcha ha comenzado poco después de las 19.00 y ha reunido a 10.000 personas, según la Policía Nacional. Los organizadores han elevado la asistencia a 60.000 manifestantes. Estos están protestando contra la moratoria de multas aprobada esta semana por el nuevo gobierno municipal, compuesto por PP y Cs, que permite acceder sin penalización al área de tráfico restringido desde el próximo 1 de julio hasta al menos el 30 de septiembre. La manifestación ha salido de la plaza de Callao y recorre un trayecto de algo más de un kilómetro hasta alcanzar la plaza de Cibeles, donde tiene su sede el Ayuntamiento. Ana Martín, que vive en Malasaña, ha ido con sus hijas a la protesta: "No puede ser que quiten una medida que funciona porque cambie el partido que gobierna". La marcha cuenta con el apoyo de más de 70 organizaciones, reunidas en la Plataforma en Defensa de Madrid Central, y parte de los comerciantes de una zona que ocupa 470 hectáreas del corazón de Madrid. Además, en el último mes se han superado las 220.000 firmas en el portal reivindicativo change.org para exigir al gobierno municipal el mantenimiento de esta área restringida al tráfico y más de 5.000 personas han confirmado su asistencia en Facebook a la concentración. Siga aquí la actualidad de la protesta en directo.

Buenas propuestas

Gentrificación: la desintegración de los barrios y su ciudadanía

  • La gentrificación es el efecto por el cual un barrio obrero tradicional y bien situado empieza a recibir inversión privada, que provoca un alza de precios
  • La sustitución de la población autóctona por turistas convierte a la ciudad en un parque temático para la diversión y las compras “low cost”; es decir, turismo de baja calidad

Comisión Permanente de Izquierda Socialista de Madrid
El término “gentrificación hace referencia al efecto por el cual un barrio obrero tradicional y bien situado empieza a recibir inversión privada, que provoca un alza de precios en los inmuebles y una posterior expulsión de sus habitantes tradicionales. 
Este fenómeno se repite en las grandes ciudades y parece tener como principal responsable la aparición de nuevas realidades que surgieron como una interesante apuesta de economía colaborativa y han degenerado su intención inicial, para transformarla en una nueva variante del capitalismo de siempre. Un capitalismo disfrazado y cool, cuyo resultado es atentar contra el modelo de “ciudad para vivir”, así como contra el trabajo digno en el sector de los servicios.
En ciudades desindustrializadas y sin producción significativa fuera de los circuitos financiero-administrativos o comerciales, entre las cuales podemos considerar Madrid, tan del gusto de los gobiernos de la derecha, se han implantado sus políticas neoliberales a lo largo de este último tercio de siglo, por lo que no es de extrañar que procesos como la gentrificación cuajen. 
El proceso se centra en zonas de bajos precios,  muy bien localizadas, con una buena accesibilidad, y, en la mayoría de los casos, con un patrimonio urbanístico de gran valor. Todas estas características determinan la existencia de un alto potencial de crecimiento. Sus bajos precios, su situación de deterioro y su declive radica en la decisión política de abandonar las inversiones públicas en el mantenimiento de las mismas, no en una evolución natural de éstas. 
En el fondo hablamos de modelos de ciudad. El modelo de ciudad neoliberal apuesta por el individualismo. La mera existencia de barrios integrados donde se crea ciudadanía, cuya manifestación es la convivencia, la participación y la integración social, representa un problema y una amenaza para el capitalismo. Su alternativa son barriadas de baja densidad de población, donde las personas apenas se conocen. Su consecuencia es imposibilitar el desarrollo del comercio de proximidad, pues esta baja densidad de población hace inviable económicamente a los pequeños comercios. Como alternativa potencia las macro áreas comerciales, donde el anonimato, el consumo y las malas condiciones laborales y el subempleo de todo el personal que allí trabaja son la norma. Su objetivo son los grandes beneficios para los propietarios de las cadenas empresariales del sector servicios.
Cuando este modelo de ciudad fija su vista en uno de los barrios que antes indicábamos, la lógica del proceso comienza. El barrio, hasta entonces deprimido y abandonado, recibe inversión para su rehabilitación. Ello se traduce en una mejora en la calidad de vida de la zona. Esta mejora tiene como efecto la revalorización del capital inmobiliario existente y la consecuente atracción de nuevos grupos de población, con un nivel económico suficiente para soportar los nuevos precios de la vivienda. El efecto final es la expulsión de los antiguos moradores y comercios.
Los espacios públicos son ocupados por una nueva población de mayor nivel económico, mientras la preexistente es desplazada a la periferia, donde en ocasiones se generan guetos. De esta forma, las diferencias sociales se acrecientan y enquistan, lo que termina por transformar el espacio público de convivencia en uno de conflicto.
Estos desplazamientos además generan otros problemas que incrementan la vulnerabilidad de los desplazados: desde la distancia al trabajo o escuela (y los problemas añadidos de movilidad) hasta la atención de menores y dependientes cuando, precisamente por causa de esos desplazamientos, se amplía el tiempo de ausencia del hogar.
Los defensores de estos procesos hablan de “gentrificación positiva” en el sentido de que el fenómeno vendría a corregir aquel abandono del que hablábamos en la protección pública de la zona, por lo que la reinversión en la zona deteriorada va a revalorizar no sólo los inmuebles adyacentes, sino el resto del barrio. No obstante, observamos que el efecto principal del ciclo de abandono y posterior reinversión provoca el desplazamiento progresivo de los más vulnerables hasta el límite que marque la dinámica del mercado; es decir, a más revalorización mayor índice de desplazamiento.
Hay otra corriente que defiende la gentrificación al estimar que, a través de la llegada de esos nuevos habitantes de mayor poder adquisitivo, se puede obtener una mejor y mayor mezcla social y que esta mezcla es preferible a la segregación de la población en barrios socioeconómicamente homogéneos, porque contribuye a una mayor interconexión entre los diferentes.
Es aceptable el supuesto de la necesidad de cohesión como vía de convivencia entre los distintos, pero esto no termina ocurriendo así. Cuando las empresas privadas realizan inversión para rehabilitar un edificio o para incrementar las alturas del mismo, lo primero que se produce es una revalorización de lo construido a través del alza de alquiler, o de los precios de compra-venta. Esta generación de plusvalía es el objetivo por el que una empresa privada participa en el proceso. Lo hemos visto en Madrid con la venta del patrimonio público de vivienda por los gobiernos del PP a fondos buitres, los cuales han expulsado a sus inquilinos a través del acoso y de incrementos insoportables de los alquileres para la obtención de un beneficio rápido.
Este es el motivo por el que las organizaciones de vecinos defienden el derecho al arraigo, el cual protege a la población desfavorecida frente a las presiones que encuentra para mal vender y marcharse, en base a que no es justo exponer a los más vulnerables a la presión del mercado para abandonar sus redes sociales, sus apoyos y sus casas por necesidad. Debemos tener en cuenta que la mayoría de las clases populares genera sus redes en un espacio cercano a su propia vivienda, mientras para aquellas con mayores ingresos, la cercanía geográfica no es un valor tan relevante. Para la izquierda, la mejora de las condiciones de vida de la población más desfavorecida a través de la redistribución de la riqueza, debe ser la máxima prioridad y la gentrificación opera precisamente en el sentido contrario.
En Madrid, por poner un ejemplo, el primer barrio gentrificado fue el de Chueca, que pasó de ser un barrio deprimido a ser una de las zonas más caras de la ciudad. Igual suerte sufrió el barrio de Malasaña, dónde empiezan los primeros movimientos en contra. El objetivo ahora está puesto en Lavapiés, que de momento resiste sobre todo gracias al tejido social y asociativo creado en el barrio. Situaciones similares se dan en otras muchas ciudades.
Como decíamos al principio, los fenómenos de gentrificación no son fenómenos aislados sino que se encuentran insertos en  las lógicas de la globalización neoliberal. Una de las claves que más ha abierto el debate en este tema es la relación de la industria turística con los procesos de gentrificación, a través del auge de los llamados pisos turísticos. 
De hecho, uno de los principales problemas no es la sustitución de una población por otra, sino la sustitución de población por turistas. En este sentido los hoteles no serían tan problemáticos porque generan puestos de trabajo y pagan impuestos, producen unos beneficios sociales que no se dan en el caso de los apartamentos. La sustitución de la población autóctona por turistas convierte a la ciudad en un parque temático para la diversión y las compras low cost; es decir, turismo de baja calidad, lo que en los años 70 se llamaba “turismo de lata de sardinas”.
La actuación del poder público es fundamental. Las autoridades tienen que ser conscientes de su papel en la redistribución de la riqueza y de los efectos que estos procesos generan. Lo público debe proceder de forma rigurosa ordenando las inversiones, la planificación, etc, para que este tipo de fenómenos se paren. 
La expulsión de la población autóctona no es inane. Termina destruyendo el concepto mismo de ciudad, y con ello, minusvalorando gravemente el de ciudadanía. La destrucción de las redes sociales clásicas, el aislamiento y la incapacidad para la acción política fueron ya descritos por Hannah Arendt como las semillas de los regímenes totalitarios y podrían explicar el auge de los movimientos populistas
Entre las diversas soluciones que se están proponiendo, nos parecen las más eficaces las siguientes:
  • Tomar la iniciativa pública en la rehabilitación de barrios deprimidos para evitar que lo haga la inversión privada.
  • Vivienda y locales  de promoción pública en alquiler. Asignarla en propiedad lleva a que los propietarios se puedan convertir en agentes gentrificadores.
  • Implementar política de vivienda inclusiva: forzar la reserva de vivienda asequible en cada proyecto urbanístico privado, además de contribuir directamente a la construcción de vivienda social. 
  • Promover vivienda asequible y ayudar a los residentes que han sido desplazados. Por ejemplo, en Estados Unidos se usa el fideicomiso comunitario del suelo (Comunity Land Trust) con terrenos que siendo públicos, son gestionados por organizaciones sin fines de lucro o por vecinos.
  • Potenciar el modelo de hoteles como alojamiento turístico básico, ya que permite un control fiscal más sencillo, generan empleo y dificultan el fraude.
  • Moratoria de pisos turísticos. Los apartamentos turísticos deben estar totalmente regulados.. La posibilidad de que las viviendas se puedan convertir en apartamentos turísticos es una de las principales causas del alza de precios en el alquiler; así como una fuente de fraude fiscal y un reclamo para el turismo de baja calidad. 
  • Crear un fondo de inversión público destinado a la financiación de la rehabilitación  que permita el acceso a financiación barata a población vulnerable para la rehabilitación de sus viviendas.

Menos confabularse y más despertarse. Quienes siguen repitiendo lo mismo para arreglar lo que constantemente destrozan, no pueden ni deben seguir como líderes de algo que les desborda y les supera. Un gobierno con esos apoyos no duraría dos telediarios. Habría que volver a las urnas más pronto que tarde, por la imposibildad de acuerdos, presiones y cambalaches. Eso les encanta a los estrategas del ajedrez político, frikis de las tácticas, pero a España la harían más papilla aun, porque la abstención esta vez sería escandalosa. ¡Volvería a ganar una minoría de derechas, que solo es mayoría por abstención y hartazgo de la izquierda social, que es la base de la gobernabilidad: ese 15M que ahora quieren volver a "seducir" tras haberlo devorado. Ya está bien de carnavales, xd!


El grupo de Unidas Podemos se confabula ante las presiones que recibirán hasta la investidura

  • La consigna en el grupo confederal es el cierre de filas con Iglesias

El tira y afloja entre PSOE y Unidas Podemos de cara a la investidura de Pedro Sánchez continúa y va subiendo la tensión. Pablo Iglesias, el pasado miércoles, en la inauguración de unas jornadas con trabajadores de servicios públicos en el Congreso, aseguraba que «el gobierno de coalición está más cerca que nunca», dando por hecho que los números así lo atestiguan, una vez que Albert Rivera parece enrocado en su «no es no» a Sánchez.
Iglesias pedía «confianza y paciencia» a «toda la gente que espera que haya por fin un Gobierno que se atreva a hacer las cosas que se prometen en la campaña». «Al final ocurrirá, aunque sea más tarde de lo que nos gustaría», preveía el líder de Podemos. Desde el grupo confederal lanzan un relato que va calando, acompañado en distintos actos con organizaciones de la sociedad civil, como ya pasó esta semana con los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, y con organizaciones ecologistas. Hay programadas reuniones también con pensionistas, colectivos de memoria histórica y con aquellos que trabajan por los derechos de las personas migrantes y refugiadas.
El relato que intentan que cale es que no hay alternativa a ese gobierno progresista de PSOE y Unidas Podemos y que si no sale en la primera vuelta de una investidura, saldrá en la segunda, en septiembre. Y que, por otro lado, el que más se juega en el precipicio de una nueva convocatoria electoral es el PSOE, que podría perder el Gobierno, por lo que, cuanto más se tensen las negociaciones y se dilaten en el tiempo, mayores podrán ser las exigencias de los de Iglesias.
Por ese motivo, frente a los exabruptos del PSOE, que ha llegado a decir que si no se consigue la investidura en julio, se irá directamente a elecciones, pese a que hay quien piensa que el rey otorgará el mandato constitucional a Sánchez, de nuevo, en septiembre, para evitar unos nuevos comicios, la estrategia de Unidas Podemos es generar el ambiente propicio para que la investidura de Sánchez, previo acuerdo con el grupo confederal, parezca inevitable.
Iglesias se juega también mucho. Las encuestas hablan de que el PSOE mejoraría en una repetición electoral, así como el PP. El bipartidismo se reforzaría en un momento en el que la suma de los dos grandes partidos en el Congreso es menor que nunca. Fuentes de Unidas Podemos aseguran que los sondeos señalan que no les iría mal en una repetición, pero hay divergencia de opiniones al respecto. Iglesias, si no consigue que Unidas Podemos esté representado en el ejecutivo del Estado, pasaría por un mal momento. Es un todo o nada, consideran algunas voces del grupo confederal. Por ello, están convencidos de que irá hasta el final.
La presión es enorme sobre la coalición izquierdista y sus 42 diputados. Mediática y social. La sociedad no ve con buenos ojos tener que volver a las urnas por la incapacidad de los dirigentes políticos de llegar a acuerdos. Por otro lado, un repunte del bipartidismo podría hacer que muchos votos en provincias medianas y pequeñas volvieran al PP, fortaleciendo a los de Pablo Casado y otorgando al bloque de las derechas y ultraderechas un mayor número de escaños en el Congreso. Este bloque fue penalizado por la ley electoral por la dispersión del voto entre tres fuerzas políticas en estas circunscripciones. Además, la alta movilización del electorado de abril es difícil que se vuelva a repetir.
Sin embargo, Iglesias se siente arropado por los suyos. Tras una legislatura, la pasada, en la que las divergencias en el seno de la formación morada y en el grupo parlamentario y las peleas internas fueron una constante, el actual grupo es más compacto, sin voces disonantes. La dirección morada convocó primarias para los candidatos de las generales, ante la posibilidad de un adelanto de Sánchez, el pasado mes de diciembre, con poco tiempo para que las corrientes críticas pudieran optar a presentarse a las mismas.
La jugada fue perfecta, Sánchez adelantó las elecciones a abril y Podemos, en este sentido, tuvo «los deberes hechos». En plena campaña de las andaluzas, la corriente anticapitalista, dominante en Podemos Andalucía, estaba volcada en la campaña de Teresa Rodríguez y Adelante Andalucía para la Junta. El sector afín a Errejón miraba exclusivamente para su proyecto en la Comunidad de Madrid, por aquel entonces, todavía, dentro de Podemos. Luego, Más Madrid.
Irene Montero, portavoz en el Congreso de Unidas Podemos, ya advertía de esto a los diputados en la primera reunión del grupo cuando se constituyó el Congreso el mes pasado. El mensaje fue rotundo, Unidas Podemos debía entrar en un Gobierno conjunto del PSOE, tal y como se había prometido en campaña, para hacer valer los más de tres millones y medio de votos y asegurar que el ejecutivo cumple con un acuerdo programático de carácter social. Advertía a los diputados que las presiones serían enormes y que había que hacer piña.
«Cerrar filas», esta es la frase que repiten diputados de IU. Los de Alberto Garzón apoyan sin fisuras a Iglesias ante sus negociaciones con Sánchez. Distinto es que IU quiera entrar en un gobierno de coalición. Tendría que someter a referéndum entre las bases esta opción y está reciente la experiencia de cogobierno en Andalucía con Susana Díaz hace dos legislaturas. Podemos también tendría que someter a referéndum interno la opción de entrar en el ejecutivo, aunque de momento, no tienen fecha planteada por la consulta, pues «no hay ninguna propuesta concreta del PSOE» para preguntar a los inscritos sobre ella».
Las confluencias catalana y gallega tienen ritmos distintos. La dirección de Catalunya En Comú Podem plantea hacer un referéndum interno propio si Podemos celebrara el suyo en el ámbito estatal. Algo que, como se ha dicho, está parado. Por último, En Común, cuenta como portavoz con Yolanda Díaz, una de las diputadas más críticas con que el PSOE no cumpliera, en la pasada legislatura, parte de lo firmado en el acuerdo presupuestario.
Cierre de filas, por tanto, en el grupo confederal con Iglesias. Las presiones mediáticas y sociales irán aumentando conforme se acerque la fecha del debate de investidura en julio. Y, si cala el mensaje de que un fracaso de la misma desembocará en una repetición electoral, aumentará sobremanera la tensión. Iglesias está convencido de que los suyos le arroparán durante el camino. Unidas Podemos se confabula ante la presión que ya ha llegado y que ha de venir.

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Lo siento muchísimo, pero me repugna este mejunje interesado y por decencia no debo ni quiero callar y decir amén a lo que estoy segura sería un desastre anunciado. O sea, que como Iglesias la ha cagado de arriba a abajo, como hizo en 2015-16 y ve peligrar lo suyo, ahora tira del miedo a la derechona para salirse con la suya, pillar a los sindicatos por los que Podemos no ha hecho nada, y doblegar al Psoe -que está en el mismo plan, pero menos desesperado-, y engatusando otra vez al 15M (a buenas horas, después de haberlo triturado a base de empoderamientos de aparato iglesista) seguir en las mismas. Pero ya va a ser muy difícil que la realidad que hemos vivido y seguimos soportando no se tenga en cuenta. Hay una cantidad infinita de votantes de Unidas Podemos, que tienen muy clara la condición para seguir esperando algo de  esa formación: con Iglesias y peña afín, no. Ellos no son el 15M, son un montaje, una prótesis añadida por interseses ad hoc, que han pasado por ser lo que no son. Lo han demostrado y siguen en ello, con verdadera desesperación...Eso debería darnos que pensar. ¿Por qué solo se han puesto en modo apisonadora, cuando les va fatal e interesa a su negocio y no a la hora de organizarse adecuadamente para servir al pueblo,mientras pudieron hacerlo y no lo hicieron?
No tener en cuenta ese detalle nos va a asalir carísimo a todas y a todos. Menos confabularse y más transparencia, ética y democracia en la formación, que de seguir como está, no solo no va a mejorar nada, es que obstaculizará lo que no le venga bien a su tinglado, que h apasado de ser una "herramienta" a ser el motor de todos sus intereses y dinámicas.
No necesitamos "representantes" sofistas, sino portavoces que escuchen y no manipulen lo escuchado para sacar tajada y pillar poder, que es lo único que quieren para seguir viviendo a nuestra costa, usando nuestros problemas y sufrimientos individuales y colectivos como moneda de cambio para el salario asegurado, que tantas trabajadoras no tienen. Obras son amores y no vanos sermones. Cuando se hace lo contrario de lo que se dice, es de idiotas aceptar como "modelos"a quienes viven de ello y lo demuestran con una falta total de conciencia y respeto por el mismo compromiso que no saben, no quieren o no atinan a  cumplir.
El estado no es una guardería para niños viejos, ni un laboratorio para experimentos frikis. Ya basta, por favor. Unidas Podemos sí, claro que sí. Pero es evidente que con Iglesias, Errejones y especímenes semejantes como Casados, Abascales y Riveras y al parecer, también Sáncheces, eso es imposible. Lo llevan demostrando desde 2015. Y estamos en 2019. ¿Qué más tiene que suceder para que se abran ojos y mentes?
Gobernar en el plan que pretenden, ya sea con, Iglesias o Rivera, sería como la rana y el escorpión, porque quienes no tienen como objetivo el bien común por delante de los cuadros de mando y el poder más aplastante, jamás cederán en nada que no benefice sus intereses. Se han tomado la política como una subasta, como una transacción, y en esa actitud, lo último es el pueblo y la ética, que evidentemente para ellos es solo una palabra  vacía de sentido.Y a veces, incluso, una estúpida línea roja innecesaria.

El pueblo tiene que recuperar su responsabilidad institucional, su municipalismo federalista natural, sus mareas, sus plataformas, sus iniciativas, sus asambleas constituyentes,  y no dejarse embaucar una vez y otra por los mismos que le han traicionado desde siempre con un cinismo apabullante, que al parecer es lo único que les mantiene en pie. Mil veces mejor un pacto con los nacionalismos decentes e integradores de otra concepción mucho más abierta y evolucionada del estado, que un pacto fatal, hueco de contenidos vitales y a años luz de la realidad de la base social, entre  cantamañanas profesionales , como el que se pretende ahora.
Pedro Sánchez tampoco da la talla, como tampoco la dan sus asesores y "directores espirituales" en plan coach, no se trata de considerarse por encima ni de ejercer un poder estúpido de "ganador" ni aun ganando por mayoría absoluta, sino de tener la humildad lúcida de quienes están para servir a la comunidad y no para mangonearla a su aire. Para romper tabúes de verdad, no para dar el cante y luego estar a la misma altura de lo que se critica y se rechaza.
Lo que hizo Sánchez con el Aquarius es lo mismo que los principios éticos de Podemos: postureo y lavado de gato. O maduran, espabilan  y cambian o esto se va al carajo sin más.

Lo de "cierre de filas con Iglesias" es una barbaridad. Ya no estamos en el Neolítico con los caudillos totalitarios y sus juramentados. Ni con Curro Jiménez en la ficción , ni con el Cid y sus mesnadas, ni con Lenin frente a los mencheviques, xd! Estamos con quienes se preocupen y sirvan a al bien común sin líneas rojas "estratégicas" al servicio de ideologías. Las ideologías nunca  deben gobernar el bien común, porque entonces ese bien deja de ser común para hacerse grupal y particular, el sentido de la ideología solo debe ser  orientativo para las conciencias de sus devotos y afiliados, pero nunca puede apoderarse del bien común ni imponerse como forma de gobierno que excluiría automáticamente a quienes no comparten ideología con los que gestionan los gobiernos,  porque ese bien colectivo que es la base de todos los derechos, se destruye con los bandos y grupos en perpetua oposición y carentes de diálogo y debates limpios de intereses partidistas, una rutina aceptada como "normalidad" que hace de la política un peso muerto, un mamotreto ineficaz y tantas veces inútil e insano, como corrupto por fata de ventilación y salubridad democrática y por ello, transparente. Estoy segura de que diputados como Bustinduy, Domènec, Alegre,  o Espinar, entre otros y otras muchas, se fueron de Podemos porque no encontraron en la práctica esos valores, como se están yendo en tromba los de C's por el mismo motivo.
En una verdadera democracia no hay hegemonías ni sectas políticas, y si las hay debemos plantearnos cuanto antes que esto no es democracia, no se puede aceptar por desesperación inducida lo que nunca aceptaríamos sin presiones ni temores inoculados por los mismos que provocan con su ineptitud las peores situaciones.  Menos camelo y más inteligencia, menos tontuna y más visión política de verdad. Menos seducción ilusoria y más entendederas. El que quiera tener votantes que se los gane durante las legislaturas, con entrega total a la causa de la que es portavoz, y eso significa ser impecable en el compromiso ético que es lo único que puede transformar la política, dignificarla, haciéndola creíble y respetable. Y por ello, sin duda, eficaz de verdad. No la polític fake que tiene la desfachatez de jugar a la manipulación hasta con un referendum intra muros que justifique fallos éticos apabullantes, por devoción y lealtad a un lider insustituible, super locuaz y dispuesto a lo que sea con tal de mandar sobre todas las cosas, y sin el que "todo podría ser mucho peor".

¿Es que no veis que  nos llevan al borde del precipicio para que ante el pánico que nos inoculan, les consideremos indispensables,  y nuestro único recurso para evitar una caída colosal? Hemos llegado hasta ahí, exactamente, por creerles y seguirles ciega e irresponsablemente, sin plantearnos ni plantearles nuestras prioridades, sin exigirles garantías ni dimisiones cuando ha sido necesario hacerlo, ni pedirles responsabilidades, al contrario, como les creímos, abandonamos la resistencia y el compromiso cívico que nos había congregado en las plazas y asambleas durante cuatro años, consiguiendo sensibilizar a la sociedad que cada vez estaba más implicada,  organizándonos y abriéndoles la puerta, sin sospechar quienes eran ni lo que pretendían bajo la apariencia de jóvenes comprometidos y políticamente sanos...Los guías equivocados nos han conducido al peligro con que ahora tratan de presionarnos. Despertemos ya. O lo lamentaremos aun más.

¡Salud mental, emocional y República, camaradas! Y a los líderes que no den la talla moral, política y sensata, ni agua. Tenemos que decirles bien clara y rotunda la verdad de lo que hay: no son capaces de ganarse el sueldo altísimo y los complementos que se les pagan. Muy pocos españoles ganan lo que ellos. En cualquier empresa, con semejante incompetencia y desastrosos resultados, estarían ya en la calle. Y quién sabe, si hasta denunciados por estafa y malversación de recursos puestos a su disposición para trabajar, no para forrarse a costa de sus contratadores, que, paradójicamente,  somos nosotras, por supuesto  y no por sus puestos...claro.

Que se mueran las feas, porque feos no hay, hale! Y eso lo dice ese Dalai Lama, un bellezón que no necesita maquillarse, pura belleza natural...Sí, señor, eso es criterio y sanos principios.O sea, que gerifalte budista puede ser cualquier hombre excelso en espíritu, sin que su apariencia tenga que ser atractiva, pero una mujer, para ser una dalailamisa digna además de excepcional en espíritu tiene que ser "tia buena" físicamente, en plan Hollywood, con el maletín de belleza de la Señorita Pepis o Barbi Pagoda, toma castaña, qué nivelazo, don Dalai. Si esto es lo que se alcanza con tanto dharma, tanto mantra, tanto mandala y tanta meditación, estamos apañadas...Nada que envidiar a la iglesia católica, en la que los papas también son guapísimos, blancos y radiantes, y ya cuando se ponen además de la tiara unos zapatitos rojos como Ratzinger-Zeta, son el delirio de las masas. Me encantaría ver por un agujerico las caras de Buda y de Jesús, que dimitieron del tinglado de la apariencia y les importaba un bledo el maquillaje, porque preferían la sustancia...A veces puede ayudar a comprender mejor leer La Bella y la Bestia, que repetir como loros unos tochos rituales y palabras huecas que no tienen sentido si no son vida, solo fósiles irrelevantes si la conciencia no está presente. Y que esto se lo tenga que decir una mujer normalita, de apariencia neutra, ya es el colmo, su dalaidad...Diohmmio, Diohmmío ¿por qué los has abandonado? Y Diohmmío responde: porque ya no los aguanto ni yo con toda mi santa paciencia, todo lo vuelven del revés, lo complican y lo retuercen, que les den! Y en ese plan, así nos va. Ains!, digo, ¡Ommmmm!

El Dalai Lama, sobre su sucesión: "Si es una mujer, debería ser atractiva"

El Dalai Lama se ha reafirmado en unas declaraciones machistas realizadas en 2015 en una entrevista para la BBC





La incertidumbre del futuro del exilio tibetano sin el dalái lama Imagen de archivo del Dalai Lama. EFE 

viernes, 28 de junio de 2019

Ajde Jano - Nigel Kennedy & Natasha Atlas

Inés Sabanés: “Cuando la ecología política está más presente, quieren involución”

  • Entrevista con la anterior responsable de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid
  • Mañana, decenas de colectivos celebrarán una manifestación a favor de Madrid Central

Los 19 concejales de Más Madrid se mudan a los despachos destinados para grupos políticos en la calle Mayor 71. Después de un mes de las elecciones municipales, tras haber sido la fuerza más votada, el acuerdo entre las derechas y ultraderechas de PP, Ciudadanos y Vox para hacer a José Luis Martínez-Almeida alcalde les lleva a liderar la oposición. El que fuera concejal de Economía y Hacienda durante los últimos años de mandato, Jorge García Castaño, comparte habitáculo con la ex de Medio Ambiente, Inés Sabanés
Con Sabanés (Cubells, Lleida, 1953), hablamos para tratar temas de actualidad política. Mañana sábado, a las 19 horas desde Callao a Cibeles, tendrá lugar una manifestación convocada por más de 40 colectivos ecologistas, vecinales, de comerciantes o de enfermeras y médicos, entre otros. La llegada de las derechas y ultraderechas al gobierno de la capital amenaza con terminar con una de lsa medidas estrella del mandato de Manuela Carmena. Una medida que ha conseguido mejorar la calidad del aire de manera efectiva.
– ¿Qué motivos tiene la ciudadanía madrileña para manifestarse este sábado?
– La gente tiene claro que Madrid Central y otras medidas han permitido, a fecha de hoy, que los datos de contaminación estén en una serie histórica, permiten alcanzar niveles de la Unión Europea. Esto, a pesar de un año con difíciles condiciones climáticas y de la manipulación interesada que algunos han hecho de los datos. Salimos a las calles en defensa de un uso racional de la ciudad y de la salud, porque son medidas que hay que incrementar y no reducir. No queremos involución, obviamente.
– ¿Es un símbolo Madrid Central? ¿Puede suponer un punto de partida de movilizaciones contra el gobierno de las derechas?
– Ha habido un amplísimo debate y el tema de cambio y emergencia climática, de contaminación, ha entrado con fuerza en la opinión pública. Además, es un tema de interés para la ciudadanía. Esta involución va mucho más hacia atrás de lo avanzado por otros gobiernos del PP y la gente no lo acepta. Esto sería ir a contracorriente, mientras la gente dice que hay que actuar, cuando la ecología política está más presente en la conciencia de la gente, quieren meter elementos de distorsión e involución.
La gente va a plantar cara a esta especie de revancha de la derecha que estamos viendo al inicio de la legislatura. No solo en este tema, en otros como las banderas del orgullo. Esto no tiene más explicación que el sectarismo.
– Los polémicos semáforos de la A5. ¿Explicaron bien esta medida?

«Los vecinos llevan 30 años sufriendo contaminación»

– Era un proyecto por fases. La primera fase buscaba reducir la velocidad. Los semáforos eran de incorporación para garantizar la seguridad vial y facilitar el transporte público. Era una medida que tenía que ir aplicándose sucesivamente, ha sido fácil hacer una caricatura de un tema que no estaba terminado. Es esencialmente urgente actuar. Yo puedo ser solidaria con todos los ayuntamientos y gente que quiere acceder a la capital todas las mañanas. No obstante, si la ciudadanía madrileña está haciendo un esfuerzo por cumplir los criterios, por desplazarse de otra manera, tiene que haber una óptica metropolitana.
Fue una medida polémica porque se manipuló de forma interesada diciendo que se perjudicaba a poblaciones de la zona. Los que están perjudicado son los vecinos de esta zona de la ciudad, que llevan 30 años sufriendo contaminación, ruidos y una penosidad enorme. No es comparable el sufrimiento de los vecinos de Batán con que se interprete que puede hacer un efecto en el acceso a la ciudad.
– Parece que las derechas atacan primero a las medidas sobre medio ambiente, feminismo y derechos de las personas LGTBI, precisamente las señas de identidad de su gobierno.
– Son los puntos claros, globales y locales, de transformación. Hay un elemento de transformación que está muy vinculado al espacio de la ecología política. También las batallas por los derechos de las personas LGTBI y de las mujeres son batallas globales y locales. Aquí y en otros muchos lugares las quieren echar para atrás.
– ¿Cómo valora la campaña de descrédito de las derechas y ultraderechas contra Madrid Central?

«Había temas que eran patrimonio de la ciudad y no ningún partido»

– Yo pensé que en temas de tal impacto ciudadano primaría la responsabilidad frente a la manipulación y la revancha de este PP. Digo este PP, porque en otras épocas había temas de criterio común que eran patrimonio de la ciudad y no de ningún partido. Ya no estamos en campaña y, por tanto, un gobierno y un alcalde tienen que tirar de los elementos que son los que garantizan la seguridad de todas las actuaciones no inventadas, reales
Aquí hay tres elementos básicos. Una Comisión de Seguimiento de Madrid Central donde están representadas todas las partes, no una parte que se autodefine afectados de Madrid Central. Todos. Representantes de la salud, de movilidad, vecinales, comerciales, de carga y descarga… También hay otra dos herramientas que ni siquiera se han molestado en utilizar. El Grupo Técnico de Calidad del Aire, donde está el CSIC, los mejores especialistas en la lucha contra la contaminación de aire, y una Comisión de Calidad de Aire donde están incluidos los partidos políticos.
Cuando se reúnan estos órganos y corroboren los verdaderos datos de las estaciones de medición del aire, todas las falsedades quedarán destapadas. Siguen haciendo campaña estando en el gobierno y eso es una irresponsabilidad además de un abuso. También un complejo, cuando entras a gobernar, lo que más debería primar son tus propios proyectos, cuando toda su furia está en arremeter contra proyectos del anterior equipo de gobierno evidencia una tremenda inseguridad y falta de proyecto. ¿Cuál es su proyecto frente al Plan A de calidad de aire? ¿Van a dar subvenciones a los coches y atacar calderas, que son competencias autonómicas y del Estado? ¿Van a hacer carriles Bus Vao, que es competencia del Estado y se lleva 30 años pidiéndolo? No tienen proyecto.
Pediré la reunión de la Comisión de Seguimiento, la herramienta de la que nos dotamos. Las otras dos herramientas son estructuras estables y les preguntaremos. Todos los informes que hemos mandado a Europa hasta el mes pasado han sido muy bien recibidos.
– Después de un mes de las elecciones, ¿han hecho autocrítica en Más Madrid? ¿Por qué no han revalidado el Ayuntamiento?
– Nos ha costado transmitir la urgente necesidad de dar continuidad a proyectos de transformación que no se pueden hacer en cuatro años. No se puede cambiar la movilidad, la política de residuos o contra la contaminación, ni la intervención en la ciudad en solo cuatro años. No hemos explicado esto convenientemente.
En segundo lugar, veo la facilidad con la que aparentemente están saliendo algunas decisiones y lo que a nosotros nos costaba. No calculamos que había un efecto de resistencia a la aplicación de los proyectos en determinados sectores. En tercer lugar, aunque se dice que han podido afectar las discrepancias, divisiones o tensiones internas, yo no lo creo. Los resultados electorales marcan que realmente no tuvo una gran afectación.
– ¿Qué opina del simulacro de batalla de Ciudadanos y Vox en la Comunidad?

«El cordón sanitario hay que ponérselo a la ultraderecha»

– Es todo teatrillo para hacer invisible o matizar que la realidad era menos realidad. La realidad es que hay un acuerdo entre la derecha o la ultraderecha para arrebatar el poder a los progresistas. La actitud de Ciudadanos es obvia, prefiere un gobierno de derecha y ultraderecha que un gobierno de progreso en la ciudad. Eso es obvio, irresponsable y mienten más que hablan. A la postre, se producen quiebras y escaramuzas, pero la Alcaldía y el reparto de poder ya está hecho.
Desearía que Gabilondo se presentara y la gente se tuviera que retratar ante lo que está diciendo Vox. Es que el cordón sanitario hay que ponerlo a la ultraderecha, es una obviedad. La resultante de programa de esos acuerdos es rebajar las leyes LGTBI y condiciones de involución clara. Todo el mundo tiene que dar un paso al frente y resituarse. Si la estrategia de la ultraderecha es arrasar con derechos conquistados, todo el mundo tendrá que hacer como los países de nuestro entorno y situar el cordón sanitario a la ultraderecha.
– ¿Ciudadanos en la manifestación del orgullo?

«No se le puede poner alfombra roja a la ultraderecha»

– Uno puede defender una cosa y la contraria hasta un límite. La política tiene que tener un punto de ejemplaridad y coherencia. Si optan, por acción o por omisión, por avalar o permitir capacidad de actuación a la ultraderecha, no pueden pretender ponerse en la pancarta de los derechos que tus aliados están combatiendo. Han de tomar una decisión de si por acción o por omisión permiten la entrada de la ultraderecha también en la Comunidad. Esto tiene muchos riesgos, más allá de lo que le pase a Ciudadanos está lo que nos pase a todos como país. Como país deberíamos tener una determinación clara de que no se le puede poner alfombra roja a los herederos del franquismo para entrar en las instituciones. Esta es la realidad, han puesto a la ultraderecha alfombra roja, es su responsabilidad.
– Por último, ¿debe Más Madrid convertirse en una fuerza política de ámbito estatal?
– Cometemos el error de ir más deprisa de lo que las propias construcciones permiten. Ya nos hemos equivocado anticipándonos anteriormente. Lo que tiene que hacer Más Madrid es consolidarse, trabajar en Madrid, mantener la estructura de apoyo y activismo de la campaña. A partir de ahí, ir viendo. Paso a paso.

jueves, 27 de junio de 2019

Así se explica con claridad meridiana que la homeopatía sea el gran problema de tantos médicos y también en las facultades de Medicina que la ningunean y calumnian. Poner la ciencia en venta es mucho más rentable para los desalmados que dotarla de conciencia. Va a resultar que la peor y más destructiva enfermedad del género humano es el pacto entre el engaño, el cinismo, la estupidez y la avaricia. Evidentemente el Estado y la "justicia" de esto ni se coscan, ¿por qué será? "Piensa, piensa, Salvatore" que apuntaba Umberto Eco en "El Nombre de la rosa"...Ains! Y c's haciendo campaña con Montoro para proteger el negociete...En fin...como la Consti no dice nada de estos detallejos, todo vale, coleguitas. Para esto no hay 155 que valga, se arrambla a saco y yastá, luego los malos y delincuentes son los de Bildu y los catalanes...que apoyan mociones de censura para dar golpes de estado y así, van a la cárcel por tener la osadía de votar ad libitum...of course!!! Toma ya, democracia, pardilla y bocazas, a ver si te enteras de una vez de quién manda aquí, xd!






Las empresas farmacéuticas incrementaron los pagos que realizan a los médicos españoles el año pasado. El dinero que destinaron a abonar cursos, patrocinar congresos, cubrir honorarios o financiar ensayos clínicos llegó a los 597 millones de euros en 2018. En 2015 fueron 496 millones. Han crecido todos los capítulos sobre los que informa la patronal Farmaindustria.
Los pagos desde la industria a los profesionales reciben el nombre de "transferencias de valor". En los últimos cuatro años –empezaron a publicarse en 2016– el volumen total de recursos que las empresas han destinado a los profesionales médicos (ya sea individualmente o sus asociaciones o sociedades) ha pasado de los 496 reconocidos para 2015 a los 597 recopilados para 2018. Un 20% más. Cada curso ha habido un incremento ya que en 2016 fueron 501 millones y 564 en 2017. Farmaindustria explica que el mayor aumento ha sido en las partidas para proyectos de investigación. Estos contratos "hacen referencia a colaboraciones para el diseño o ejecución de estudios preclínicos, ensayos clínicos y estudios de postautorización", explica la patronal.


Las farmacéuticas distribuyen esta información por acuerdo voluntario en el seno de la patronal. Se trata de una autorregulación, no de un mandato legal. No todas las sociedades se comportan igual ni ofrecen la misma transparencia. Entre las grandes corporaciones que vienen liderando este ránking (10 grupos acaparan casi la mitad del volumen total), algunas, como Bayer y Roche, informan sobre el total anual, y de cada apartado además de publicar el listado individualizado de a quienes han aportado cantidades. Otras, como Novartis, publican esos listados de beneficiados, pero no cuánto suman en cada categoría: los médicos, las organizaciones...etc. 
Sin embargo, los pagos para asistir u organizar cursos y congresos o los honorarios a profesionales por servicios prestados también han crecido. Si en 2015 esos capítulos sumaron 306 millones de euros, dos años después fueron 313 millones. En 2018 llegaron a 338 millones. La mayoría corresponde a la parte específica para matrículas, desplazamientos o patrocinios de eventos y que ya venía creciendo en esta secuencia: 185, 193, 205,5 y 216,5 millones de euros cada año. 

Cambio de distribución.

Lo que sí ha cambiado es la distribución de los fondos. Al tiempo que descendía el dinero que iba directamente a médicos para asistir a congresos o cursos, ha ascendido el que ingresaban las organizaciones profesionales (asociaciones médicas, sociedades científicas...) para organizar esos encuentros. De los 66 millones en 2015 se ha pasado a 98,5 en 2018, un 50% más. La patronal explica que "los congresos científicos son esenciales para que los facultativos puedan mantener actualizados sus conocimientos sobre su especialidad". En el otro extremo, el uso de fondos arroja dudas sobre las recomendaciones de ciertos productos por parte de asociaciones médicas o algunos profesionales que son financiados por farmaceúticas. 

El caso más reciente es la polémica sobre la vacuna de la meningitis b, rechazada para el calendario público por el Ministerio de Sanidad. 

La transparencia sobre los pagos para sufragar viajes, alojamiento y asistencias a congresos provocaron una revuelta de médicos y un enfrentamiento con el Ministerio de Hacienda en 2017. El Gobierno explicó entonces que esas cantidades deberían aparecer en la declaración de la renta y tributar. Nunca antes había suscitado polémica al no constar en ningún registro esas transferencias. Quedaba en la voluntad de cada profesional informar al Fisco. España es el primer país europeo con un modelo para "publicar el total de los datos de manera individualizada", subrayan las empresas.
Pero, al comenzar la publicación de los pagos y llegar la fase en la que los listados de las empresas incluirían los beneficiados con nombre y apellido, los médicos se movilizaron para protestar. Y ganaron. Finalmente, el ministro del PP, Cristóbal Montoro dio su brazo a torcer en mayo de 2017, el mes previo a la rendición de cuentas anuales de los laboratorios, y preparó una modificación del reglamento para que los sanitarios no tuvieran que tuvieran que pagar IRPF por esos pagos. La campaña había sido apoyada por el grupo parlamentario de Ciudadanos.

Sedajazz Kids band "Growin Up" - I Can’t Give You Anything But Love




Sedajazz, ese 'musicultiu' que hace a Valencia bailar y despertar por dentro

La música, compañera imprescindible, combustible y oxígeno fundamental para nuestro viaje en el tiempo

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PALAU DE LA MÚSICA
23 Festival de Jazz de València

23 Festival de Jazz de València 
FECHA: Del 26 de junio al 7 de septiembre de 2019.

LUGAR: Palau de la Música, Jardines del Palau y en el Centre Cultural La Nau.

PRECIO: De 3 a 40 euros.

El XXIII Festival de Jazz del Palau de la Música se celebrará durando todo el verano con una programación que combina la presencia de grandes figuras del panorama internacional y español, junto a nombres emergentes, y destacadas muestras del jazz valenciano.
Se ha buscado ofrecer una programación marcada por la variedad y la calidad, con una amplia representación de géneros para todos los públicos. Como novedad de esta edición, los escenarios de Jazz en els barris i pobles se desarrollarán también durante el mes de agosto, con conciertos espectaculares.

MÁS INFORMACIÓN en la web del Palau de la Música.

Una vez más, gracias a J.A. Pérez Tapias. Es imprescindible que las voces lúcidas de la ética no se callen. Y la suya lo es.

JOSÉ ANTONIO PÉREZ TAPIAS / AUTOR DE ‘EUROPA DESALMADA’

“El nuevo fascismo responde a la situación creada por el euro”


<p>José Antonio Pérez Tapias.</p>
José Antonio Pérez Tapias.
ROBERTO DURÁN
 
26 de Junio de 2019 -Público
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José Antonio Pérez Tapias (Sevilla, 1955) publica nuevo libro dentro de la Colección Contextos –que presenta el jueves 27 en la redacción de CTXT–, editado por esta revista junto a Lengua de Trapo. Bajo el título de Europa desalmada, el decano de la Facultad de Filosofía y Letras de Granada lanza un mensaje de socorro por la Unión Europea, sumida en una deriva política y social de la que cada vez parece más complicado salir. Nos recibe en su despacho, en plena temporada de exámenes en la Universidad de Granada. Y seguimos la conversación, casi casi, por donde la dejamos.
Hace dos años y medio desde la última vez que hablamos. ¿Cómo diría que ha cambiado Europa en este tiempo?
La situación de Europa en conjunto ha empeorado, cada vez es más crítica y delicada. Prueba de ello es la incertidumbre constante que está viviendo el Reino Unido con el brexit; una situación laberíntica que no responde sólo al Reino Unido, sino también a Europa. El brexit es sintomático por cómo se planteó el referéndum por parte de quienes tenían que haber defendido la permanencia en la Unión Europea. El mismo referéndum tampoco se tomó con la suficiente seriedad. Y eso también explica los resultados. Es verdad que ha habido reacciones en el Reino Unido, incluso manifestaciones pidiendo un nuevo referéndum, pero también se han acentuado los planteamientos de quienes defienden el brexit y siguen pensando que hay que salir a señalar un síntoma que, sí, responde a la trayectoria del Reino Unido, pero también es muy indicativo de que el proyecto de Unión Europea no ofrece suficientes alicientes como en otro momento para permanecer en él.
Su nuevo libro, Europa desalmada, ofrece una visión arraigada en el pesimismo. Llega a describir un proyecto fracasado, apenas sustentado por la moneda común.
El proyecto de la Unión Europea como tal está muerto. No tiene impulso suficiente como para seguir con una vida política capaz de articular la pluralidad de Europa, de las realidades sociales de Europa, e incluso de ubicar a Europa con credibilidad política suficiente en el panorama global. La situación, crítica, se mantiene por el vínculo del euro, que a su vez limita nuestra capacidad de respuesta ante situaciones de crisis, tal y como se evidenció en la crisis de 2008. Por eso el propio título del libro es crítico y habla de una Europa desalmada, de una Europa que ha perdido su alma, en una clara alusión a ese pasaje bíblico neotestamentario que reza “¿de qué sirve ganar el mundo si pierdes tu alma?”. ¿De qué sirve que Europa salve el euro si pierde su alma? Además, si pierde su alma, llegará un momento en que el euro tampoco será un aglutinante suficiente.
Prueba de ello son también los planteamientos xenófobos que se extienden como una mancha de aceite por distintos países europeos. El partido de Le Pen en Francia, La Liga en Italia, la presencia de Vox en la política española o lo que sucede en Hungría y Polonia. Señales de alarma de un fascismo que ha emergido de nuevo con características que, a su vez, lo diferencian del fascismo de épocas anteriores. Esa denominación de un nuevo fascismo responde a un denominador común de la Unión Europea que es el euro, una moneda diseñada desde los parámetros neoliberales de las grandes corporaciones cuyo alcance ahora se demuestra muy limitado.
¿Hasta qué punto la Unión Europea puede ser hoy algo más que una moneda común?
La Unión Europea tenía sentido como proyecto metanacional y puede tenerlo si somos capaces de reconducirlo. Europa ha entrado en los últimos tiempos en una especie de autonegación: hace años hablábamos de un déficit democrático en Europa y ahora hemos visto cómo Europa lleva a cabo prácticas no solo deficitarias desde el punto de vista democrático, sino antidemocráticas. Ejemplos como las políticas de austeridad impuestas a Grecia después del referéndum que convocó el Gobierno de Tsipras o el tipo de tratados de libre comercio internacionales que se han fomentado desde el Parlamento Europeo son manifestaciones de esa autonegación, de ese carácter antidemocrático que se extiende a muchas prácticas políticas en Europa. 
También las cuestiones migratorias, esa “alergia al otro” de la que hablaba el filósofo Lévinas y que se ha instalado en Europa. Pero no es sólo alergia al diferente, sino también una negación de lo que ha sido la historia europea como un proceso de hibridación, de mestizaje, de intercambio en múltiples direcciones. La historia de una Europa que tampoco asume su responsabilidad en lo que han sido procesos en los que fue protagonista en un pasado más remoto colonial e imperialista, situaciones más recientes en el norte de África y Medio Oriente o en otras latitudes donde Europa ha pecado por acción o por omisión.
¿Qué respuesta cabe esperar hacia los refugiados por parte de un proyecto político capaz de hacer lo que hizo con Grecia?
Cabe esperar que la propia fuerza de los hechos, a poco que seamos conscientes de dónde nos sitúan, sea un factor que pueda inducir cambios en una dirección positiva. Es una esperanza que cabe albergar, si bien no cabe mantener respecto a ello una espera pasiva: o se provocan esos cambios o no hay manera de ir en esa dirección y, entonces, Europa fracasará como proyecto de Unión Europea y además se verá ninguneada en el panorama mundial actual. La posición de Europa en los conflictos actuales está fuera de juego, no tiene capacidad de hacer oír una voz distinta y constructiva y está a expensas de lo que deciden otros, sea China, Estados Unidos o Rusia.
Europa es incapaz de mirar a las nuevas realidades y sigue manteniendo una mirada colonialista, como ha sucedido respecto a la situación que se vive en Venezuela. Todos recordamos hace unos meses cómo se le exigía a Venezuela, incluso por el presidente español, que se convocaran elecciones en ocho días. Por muy deseable que sea que haya procesos de democratización efectiva en Venezuela, esa manera de plantear las cosas no deja de estar afectada por una mentalidad colonialista que es insostenible; es imposible generar cauces de diálogo imponiendo. Europa tiene que reubicarse en el mundo y replantearse respecto a sí misma cómo quiere ser.
¿Qué papel juega ahí la izquierda? ¿Existe falta de contundencia en el discurso socialdemócrata a nivel europeo?
La izquierda en Europa está en una posición muy a la defensiva, salvando los trastos al poder. De vez en cuando hay noticias que suponen un alivio generalizado, como es el resultado del PSOE en las últimas Elecciones Generales o la situación de Portugal, referente como gobierno de izquierdas con suficiente apoyo parlamentario y con políticas que se están mostrando viables. Más allá de eso, el panorama de la izquierda no es muy alentador. Otras victorias electorales de la socialdemocracia, como es el caso de Dinamarca, no dejan de verse contaminadas por elementos que vienen de contextos neoliberales o, a veces, muy presionados por esos planteamientos xenófobos que se instalan en la opinión pública.
La socialdemocracia aún no ha hecho una puesta al día suficiente. Es cierto que, en cuestión de derechos civiles, en España ha sido claro el impulso que se ha dado hacia la socialdemocracia y que el PSOE ha sabido llevar a nivel legislativo y a otros campos el impulso que supone el movimiento feminista. Pero hace falta que esa socialdemocracia se ponga al día en planteamientos económicos y política internacional para revisar un proyecto que ya no cuenta con lo que en su momento lo hizo viable y exitoso.
En el pasado habló de una “operación de Estado” contra Pedro Sánchez. Ahora, con Podemos en horas bajas, ¿podría decirse que el líder del PSOE ha recogido el testigo de la izquierda en España?
Ese diagnóstico en términos generales es acertado. Hay un electorado desencantado por las políticas y titubeos del PSOE ante las crisis y concesiones del partido (por ejemplo, con aquella reforma del 135) cuyo voto desencantado va a Podemos; ahora, de la misma deriva de Podemos se produce un viaje de vuelta por parte de muchos al PSOE. Es importante decir que el voto ya no guarda la fidelidad de antaño: ya no existen esos vínculos que antes ataban a un partido. Ahora se hacen evaluaciones en un contexto más complejo y el voto hay que ganárselo. Dicho esto, en ese momento había una parálisis de propuestas en el PSOE que hoy sigue dándose. Es verdad que el Partido Socialista tiene una disposición para el diálogo sin duda mayor que la del Partido Popular, y tiene una capacidad para conectar con ciertos sectores del catalanismo que el PP ni tenía ni quiso tener. Pero aun así el PSOE se pone a sí mismo unas líneas intraspasables que no permiten buscar soluciones, porque el diálogo sigue siendo algo muy coartado. Es ahí donde influyen factores de Estado que impiden hacer una reforma constitucional del calado que requiere la crisis actual en España.
No deja de ser paradójica la idea de que Pedro Sánchez haya regenerado el PSOE.
Pedro Sánchez ha sabido impulsar una situación en el PSOE que había llegado a un callejón sin salida. Estando todavía en el PSOE, supo encauzar esa demanda de democracia interna y, al mismo tiempo, dar respuesta a ese anhelo de presentar un proyecto socialista que, de alguna manera, apuntara a una reconstrucción del mismo en base a las demandas sociales, el movimiento feminista, los pensionistas o la capacidad de situar a España de una manera más proactiva en el contexto europeo. Ahora bien, ese logro hay que mantenerlo con credibilidad y generando la confianza suficiente. Y es ahí donde hay un desafío de cara al futuro. El PSOE tendría que andar muy ágil y con una gran inteligencia política para no fallar a esa cita en la que el propio electorado y otros sectores de izquierda mantienen ciertas reservas. Para muestra, el previo a una sesión de investidura en la que el PSOE está demostrando dificultades enormes para formar un pacto de gobierno, evidenciando cómo no se superan esas reticencias a dar ciertos pasos con mayor decisión hacia la izquierda.
¿Qué papel le toca jugar ahora a Podemos en la política nacional?
En Podemos también tienen una situación complicada a diferentes bandas. Con sus divisiones para pactar y lograr posiciones de gobierno en Madrid se ha evidenciado que los diversos proyectos que estaban conviviendo en Podemos no han sido capaces de mantener la articulación de su propia pluralidad. Lamentablemente, visto desde fuera y con todo respeto, sorprende la poca capacidad de interlocución entre los protagonistas de esas diferentes posiciones políticas. Lo deseable es que hubiera capacidad de resituarse, lo cual requiere un trabajo ímprobo de elaboración discursiva, de nuevas formas de organización y de eliminar vicios de la vieja política que se han visto reproducidos muy pronto en los nuevos partidos. También es imperioso renovar los liderazgos y la forma de ejercerlos. Si entramos en una fase de mayor sosiego político en la que las citas electorales se vean un poco más espaciadas, quizá haya oportunidad para todo ello.
Con Merkel fuera de juego y Macron acechando el liderazgo, ¿debe España mover ficha para asumir un rol de importancia en la Unión Europea?
Es cierto que se mira a Francia y que la figura de Macron ha cobrado relieve incluso cuando ha visto su imagen muy erosionada, pero no veo que sea una estrategia adecuada confiar todo al presidente francés; como decía antes, las situaciones de apoyo pueden ser muy efímeras. Creo que hay que seguir trabajando en el seno de la Unión Europea, articulando la izquierda y evitando sufrir esos equívocos en los que nos podemos ver atrapados. Las reformas no se pueden acometer desde un solo país y España, con la entrada de Pedro Sánchez en el salón europeo de mano de un amplio respaldo electoral, está en su mejor momento para incidir en la búsqueda de alianzas por la izquierda capaces de romper esas relaciones neocoloniales que se dan en Europa. A veces parece imposible que la Unión Europea pueda dar el salto a una situación distinta; más democrática, más solidaria, más inclusiva. Pero es necesario si Europa quiere mantenerse como entidad supranacional con peso suficiente en el contexto global. Algo, por otra parte, aplicable al futuro de España como Estado federal plurinacional.
¿Es posible articular desde el españolismo tal forma de Estado?
¿Cómo convencemos de que un planteamiento federalista plurinacional no es el problema, sino que es la solución? Es la cuestión que tenemos que resolver. Aquí los hechos son tozudos. Espero que alguna vez la derecha españolista se dé cuenta de que con ese españolismo centralista, que lo sigue siendo a pesar del Estado de las autonomías, con ese españolismo a ultranza, con esa visión neoimperialista que trata de poner otra vez en juego Vox y que se tragan PP y Ciudadanos en el Gobierno andaluz a raíz de los presupuestos, no vamos a ninguna parte. Por ahí es que no se salva ni el Estado español. Por lo tanto, hay que atender a situaciones que de facto están ya presentes de manera ineludible, y cabe esperar que aparezca la suficiente inteligencia política en España en su conjunto para que todo esto se pueda ir resolviendo. Si no, nos veremos abocados a situaciones muy complicadas.