lunes, 30 de octubre de 2023

Qué bonito y necesario es agradecer la medicina, la conciencia y la humanidad, "hablando de homeopatía"...La ocasión es perfecta, el Dr. José Ignacio Tores nos la pone en bandeja con este par de posts dedicados a la Ópera y al cuidado sabio de la salud: la verdadera medicina y auténtica ciencia. Hále, a disfrutar, querida familia!!!

 

Ópera y medicina: una oportunidad para aprender II

Los médicos y la ópera Como ha de haber gente para todo, tal y como decía aquel famoso matador de toros, conocido como El gallo; un médico del Hospital de La Princesa en Madrid, que curiosamente es mi hospital de referencia, ha llevado a cabo un interesante estudio sobre el tema y tras analizar casi[…]

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Ópera y medicina: una oportunidad para aprender (I)

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sábado, 14 de octubre de 2023

La doble moral es la mentira como hábito y modo de conducta normalizado y hasta "respetable".😱😱😰😰😰 Gracias, Torres López y Nueva Tribuna.

 

TRIBUNA DE OPINIÓN

Asquerosa doble moral

El 19 de octubre del año pasado, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, escribió (con toda la razón) el siguiente mensaje en la red X (antes Twitter): «Los ataques de Rusia contra infraestructura civil, especialmente eléctrica, son crímenes de guerra. Los cortes de agua, electricidad y calefacción cuando llega el invierno a hombres, mujeres y niños son actos de terror».

Sin embargo, cuando ahora Israel hace lo mismo, Von de Leyen no responde de la misma forma ni con semejante contundencia. Y no porque esté distinguiendo entre víctima y atacante. Cuando Israel ha estado invadiendo durante años a Palestina con actos de claro terrorismo, o cometiendo crímenes de guerra (tan deleznables como el último de Hamás), ni ella ni los demás dirigentes europeos reaccionaron como lo hicieron (con toda razón) cuando Rusia invadió a Ucrania.

Tal y como actúan, parece claro que a los dirigentes europeos sólo les preocupan y merecen su radical condena los crímenes de guerra que vengan de Rusia o Hamás (como los de la semana pasada) o de quienes no sean sus aliados militares o socios comerciales, como Israel. Y exactamente lo mismo puede decirse de los de Estados Unidos.

Es esa una doble vara de medir vergonzosa. Asquerosamente inmoral y rechazable por injusta, cruel e inhumana y porque de ella sólo puede brotar, sin remedio, cada vez más terror y violencia.

No se expresar mi opinión mejor que como lo ha hecho Santiago Alba en un artículo reciente publicado en Público.es, así que simplemente me permito tomar sus palabras y hacerlas mías:

«Lo siento, pero no se puede ser demócrata en Tel Aviv y supremacista colonial en Gaza y Cisjordania. Respecto de la UE y los EEUU cabe un razonamiento similar: lo siento, pero no se puede defender a la víctima en Ucrania y al ocupante en Palestina. No se puede defender el derecho de los ucranianos a combatir la invasión rusa y pasar por alto desde hace décadas la Ocupación israelí, la extensión de las colonias en territorio ocupado, los ataques deliberados a civiles, el asedio inhumano de Gaza. Mientras los israelíes no se vuelvan realmente demócratas y los europeos y estadounidenses no defiendan de verdad los derechos humanos que pomposamente enuncian y las resoluciones de la ONU que ellos mismos firman, mucha gente en el sur global acabará refugiándose en regímenes monstruosos, organizaciones terroristas y alegrías violentas y reaccionarias».

La doble moral de nuestros dirigentes, y el silencio cómplice de tanta gente, es lo que realmente viene alimentando la hoguera en la que se está convirtiendo nuestro mundo.

Y, por cierto, no puedo olvidar, cuando acuso de inmorales a los dirigentes occidentales, que esa misma doble vara de medir la utilizan también bastantes dirigentes de izquierdas. A quienes se debe aplicar lo mismo que he dicho de quienes sólo condenan a Rusia y Hamás.

Cuando nos acostumbramos a que la violencia sea el lenguaje y la imposición unilateral el modo de resolver los problemas que se dan entre desiguales, no estaremos sembrando sino más violencia y conflictos permanentes, odio y afán de venganza. Un mundo en llamas.

Decía Martin Luther King que nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda. Y llevaba razón. Nada de todo esto que está pasando se consentiría que ocurriera si no se mintiera tanto y si no se manipulara constantemente la información que difunden los medios. Unos medios cuyos propietarios son, precisamente, quienes se benefician con la violencia y la guerra, vendiendo armas y reconstruyendo lo que a cada paso destruyen. Sólo la educación, la información veraz y la comunicación en auténtica libertad nos podrán sacar del pozo ciego en el que estamos cayendo. Otra cosa es que sepamos cómo conseguirlo y que se tenga capacidad para hacerlo posible.

martes, 10 de octubre de 2023

Gracias, hermano Leonardo, por esta traducción en vivo y en directo de una realidad palpable : el Apocalipsis no fue una fantasía de Juan, el discípulo más despierto de Jesús, escrito en su refugio de Patmos, sino una profecía compeltísima, y también una fuente de esperanza para quienes escuchando y siguiendo las huellas profundas del Espíritu en el interior de cada conciencia, decidan asociarse en sorofraternidad, para construir el Bien Común, que es el Reino de los Cielos, ese territorio infinito y amoroso, repartidor de luz, compasión, paz y verdadera felicidad -el tesoro, el capital verdaderamente rentable- que como muy bien explicó y demostró Jesús y siglos más tarde, Francisco de Asís, "está dentro de nosotr@s", Gracias por escribir y compartir lo escrito

 

"La demencia sólo puede curarse reforzando la sabiduría" Los caballos del Apocalipsis han estallado: la guerra Hamás-Israel

Los jinetes del Apocalipsis
Los jinetes del Apocalipsis

En estos días de octubre, hemos asistido atónitos a la guerra que ha estallado entre el grupo terrorista Hamás en Palestina y el Estado de Israel, atacado por sorpresa, y a la feroz represalia de este último.

Dada la violencia empleada, de la que han sido víctimas centenares de personas de ambos bandos, sobre todo inocentes, parece que ha estallado el caballo del Apocalipsis, el de la guerra destructora (Ap 9,13-19).

Los cohetes, los misiles, los drones, los tanques, los bombarderos, los cazas, las bombas inteligentes y los propios soldados, convertidos en pequeñas máquinas de matar, parecen figuras sacadas directamente de las páginas del Apocalipsis. 

Todos los que venimos de una visión pacifista del mundo, de la ecología de la integración armónica de las oposiciones, del proceso evolutivo, concebido como abierto a formas de relación cada vez más complejas, elevadas y ordenadas, e incluso de las advertencias del Papa Francisco sobre la alarma ecológica, nos preguntamos angustiados: ¿cómo es posible que hayamos llegado a tales niveles de destrucción? ¿Cómo entender los fenómenos que acompañan a esta guerra, como la invasión de Israel por terroristas de Hamás, matando indiscriminadamente a civiles, secuestrando personas, niños, ancianos y militares, las fake news, la tergiversación planificada de los hechos y la manipulación de las creencias religiosas?

Es importante no olvidar los muchos años de dura dominación israelí sobre la región de Gaza y los palestinos en general. Esto ha provocado resentimiento  y mucho odio, que está en la raíz de los conflictos actuales en la región. Pero todo esto no acalla la pregunta: ¿qué somos los seres humanos capaces de tanta barbarie?

Y las guerras se han convertido cada vez más en guerras totales, que se cobran más víctimas entre la población civil que entre los combatientes. Max Born, Premio Nobel de Física (1954) denunció la prevalencia de la matanza de civiles en la guerra moderna. En la Primera Guerra Mundial sólo murió el 5% de los civiles; en la Segunda, el 50%; en las guerras de Corea y Vietnam, el 85%. Y las cifras recientes muestran que frente a Irak y la antigua Yugoslavia, en Ucrania el 98% de las víctimas son civiles. En la actual guerra entre el grupo Hamás e Israel, es probable que las cifras sean similares, según las amenazadoras palabras del primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu.

"Max Born, Premio Nobel de Física (1954) denunció la prevalencia de la matanza de civiles en la guerra moderna. En la Primera Guerra Mundial sólo murió el 5% de los civiles; en la Segunda, el 50%; en las guerras de Corea y Vietnam, el 85%. Y las cifras recientes muestran que frente a Irak y la antigua Yugoslavia, en Ucrania el 98% de las víctimas son civiles"

Según el historiador Alfred Weber, hermano de Max Weber, de los 3.400 años de historia de la humanidad que podemos datar documentalmente, 3.166 fueron guerras. Los 234 restantes no fueron ciertamente de paz, sino de tregua y preparación para otra guerra.

Ante este drama aterrador, surge una pregunta radical: ¿cuál es el sentido del ser, de la vida y de la historia? ¿Cómo iluminar este antifenómeno?

No tenemos otra categoría para iluminar este enigma que reconocer que es la explosión y la implosión de la demencia, inscritas en el ser humano tal como lo conocemos. También somos seres de demencia, de exceso, de deseo de dominar, estrangular y asesinar. Esto quedó ampliamente ilustrado en las guerras del siglo XX, que condujeron a la matanza de 200 millones de personas, y en los actos espectaculares perpetrados por el terrorismo y el fundamentalismo islámico, como la destrucción de las Torres Gemini en Estados Unidos, y actualmente por el sorprendente y terrible ataque del grupo terrorista Hamás (partido rechazado por los palestinos) contra el Estado de Israel.

Lo enigmático es que esta demencia siempre viene de la mano de la sabiduría. La sabiduría es nuestra capacidad de amar, de cuidar, de embelesarnos y de abrirnos al Infinito. Todos somos, sin excepción, sapiens y demens al mismo tiempo, es decir, seres humanos sapientes y dementes.

El paradigma dominante de nuestra cultura, basado en la voluntad de poder y dominación, ha creado las condiciones para que nuestra demencia colectiva se manifieste poderosamente y predomine. Este espíritu de guerra está presente en la economía de mercado financiarizada, en la guerra por el trigo, el maíz, los coches, los ordenadores, los teléfonos móviles, los grupos religiosos e incluso los centros de investigación.

Por otra parte, nuestra dimensión sabia no ha dejado de aparecer en ningún momento. Las plazas de todo el mundo se llenan de multitudes que claman por la paz y no más guerra, cada vez que se plantea la amenaza del conflicto como forma de resolver los problemas. Líderes políticos, intelectuales y religiosos alzan la voz y alimentan el lado luminoso y pacífico del ser humano y no nos dejan desesperar. Jesús, San Francisco de Asís, M. Gandhi, Luther King Jr, Dom Helder Câmara, entre otros, se han convertido en referencias contra la violencia y en paladines de la paz.

¿Qué solución encontraremos a este problema de dimensiones metafísicas? Aún no lo sabemos con exactitud.

La salida más realista y sabia parece ser la expresada en la Oración por la Paz de San Francisco de Asís, hermano universal de la naturaleza, de los animales, de las montañas y de las estrellas. En esta oración, ampliamente divulgada y convertida en credo común por el macroecumenismo, es decir, por el ecumenismo entre religiones e iglesias, encontramos una clave esclarecedora.

Los términos de la oración dejan clara la conciencia de la naturaleza contradictoria de la condición humana, hecha de amor y odio, sabiduría y demencia. Parte de esta contradicción, pero afirma con confianza el polo positivo con la certeza de que limitará e integrará el polo negativo.

La lección que encierra la oración de San Francisco es la siguiente: la demencia sólo puede curarse reforzando la sabiduría. Por eso, en sus palabras: "Donde haya odio, que yo lleve amor; donde haya discordia, que yo lleve unidad; donde haya desesperación, que yo lleve esperanza; donde haya oscuridad, que yo lleve luz". Y es importante "amar más que ser amado, comprender más que ser comprendido, perdonar más que ser perdonado, porque es dando como se recibe y es muriendo como se vive para la vida eterna".

En esta sabiduría de los sencillos reside quizá el secreto para vencer la voluntad de quienes quieren la violencia y la guerra como forma de resolver conflictos o de imponer los intereses de unos contra otros, como está ocurriendo en la actual guerra entre Hamás e Israel.

El camino hacia la paz, enseñaba Gandhi, es la paz misma. Sólo los medios pacíficos producen la paz. La paz es a la vez meta y método, fin y medio. Esperemos que este espíritu acabe triunfando sobre la brutal violencia en la actual guerra, profundamente asimétrica, entre el pequeño y violento grupo Hamás y el también pequeño pero poderoso Estado de Israel.

Leonardo Boff escribió: La búsqueda de la medida justa (I y II), Vozes 2023; La oración de San Francisco: un mensaje de paz para el mundo de hoy, Vozes 2014; Fundamentalismo, terrorismo, religión y paz, Vozes 2009.

Himno a la alegría

En pleno Armagedón: ¿Palestina o Israel? ¿Israel o Palestina?

                80 Imágenes de paz, amor, libertad, respeto y no violencia- Frases

 

 Las dos valen igual como partes sorofraternas de la humanidad, que es la Casa Común de toda la misma especie, sin duda. Y, paradójicamente, al mismo tiempo, ninguna de las dos, aporta vida, energía ni equilibrio, como destructoras de esa misma humanidad que destrozan sin parar desde una violencia fanática y demoledora interminable, con la que se destruyen a sí mismas culpando "al enemigo", que en realidad es la misma violencia y el mismo odio demoledor en ambos estados. Con la única diferencia de que unos son los ricos y los otros los pobres. Pues los ricos cuentan con la ayuda de las potencias económicas y "salvadoras" y los pobres sólo cuentan con el abandono, el olvido, el destierro, la rabia, el dolor y la venganza suicida.

¿Es justo y digno de apoyo que un movimiento de supuesta liberación, como Hamas haga papilla a su propio pueblo, provocando el estallido de una guerra en la que los mismos nazis que mataron a los judíos en el siglo XX se han convertido, a base odio, en judíos nazis, que esta vez tienen todo el poder militar destructivo de su parte? Y todo ello sin tener en cuenta que ni mucho menos todos los israelíes son nazis, sino también millones de víctimas civiles de la misma atrocidad que los civiles palestinos. No son Palestina e Israel declarándose la guerra, es el poder fanático de unas minorías palestinas e israelíes obsesionadas por mandar y triunfar sobre los más débiles, sobre los pueblos indefensos y olvidados por los gerifaltes de ambos lados. 

Según demuestran, la humanidad más salvaje no aprende de sus errores garrafales y horribles y sigue, siglo tras siglo, "civilización", tras civilización(¿?) poniendo en los altares su animalismo terrorífico e "inteligente", dejando que esa ¡inteligencia? sea dominada e impulsada por sus instintos, pulsiones locas y emociones carentes de sentimientos, y así, olvidando al Maestro del Corazón, que es en realidad el que con su aporte de energía hace posible que el cerebro funcione, y cuando esa energía se atasca o desaparece, el cerebro y la mente ya no pueden hacer nada sin ella, y ahí acaba su función y su vida.  Ese proceso ciego y brutal es la clave de toda la basura violenta y absurda que nos impide crecer de verdad, no sólo en número ni en riquezas materiales y ocurrencias devastadoras, que con la supuesta evolución involutiva  está acabando con todo utilizando las herramientas de una "inteligencia" cada vez más terrorífica. 

Los Hamas no son Palestina aunque formen parte de la población, como los de ETA no eran Euskadi ni los nazis eran Alemania, ni los manejantes de Wall Street, del trumpismo y la Casa Blanca son Norteamérica, ni la UE es Europa, ni España era el trío  terminator  en el des-concierto de la dictadura con Franco, la Falange y la Iglesia católica. 

Todo ello sólo es una caja de herramientas para funcionar y/o disfuncionar, pero no es el pueblo, el démos, el alma ni la conciencia colectiva de la humanidad que trabaja, sufre, padece y soporta el dichoso sistem im failure del ppoder, porque esas minorías manejantas las han manipulado desde siempre para que los obedezcan, y en vez de ser la caja de herramientas necesaria para realizar funciones coordinadoras y concretas al servicio del bien común, acaben siendo en la praxis, las ingenieras ideológicas y elitistas que no usan las herramientas estatales para trabajar al servicio de quienes les pagan, porque, para remate, viven de los impuestos que l@s verdader@s trabajador@s pagan por obedecer a quienes les machacan sin parar y medran política y económicamente, a su costa. Una prueba evidente: ¿Cuántos gerifaltes mueren en las guerras que provocan? ¿Quienes mueren en los atentados de Hamas?: la ciudadanía indefensa camino de la escuela, del trabajo, de la compra, del hospital, de casa...Palestinos e israelíes son hermanos de humanidad y no están en este mundo para matarse mutuamente, sino para aprender a quererse, a respetarse y a compartir un territorio que ya compartían desde siempre: el Planeta Tierra y la franja de Palestina, Líbano, Jordania, Judea, Galilea y Samaria. Ni Yaveh ni Alláh, les va premiar por hacerse papilla unos a otros, asesinando inocentes o provocando que los asesine "el enemigo" que ante el amor, el perdón y la compasión de ese mismo "dios" con distintos nombres, también son hijos e hijas de la misma familia humana, igualmente creada y querida por su padremadre etern@, que no está encerrad@ en ningún nombre ni en ningún ritual. Porque es la vida, la verdadera energía inagotable y el infinito amor sin fronteras. ¿Cuáles son los signos de su presencia y acción en sus hij@s, en su familia humana? La paz. El equilibrio. La armonía. La pluralidad unificadora del  Espíritu. El perdón. La comprensión. La humildad y la acogida. O sea, las antípodas de tantas  devociones exhibicionistas desnortadas y perdidas en su propia nada de nada.

La vida, la libertad, los DDHH, la verdadera justicia, la igualdad y el bien común, la felicidad verdadera, nunca jamás pueden lograrse a base de arruinar, castigar  y matar a nuestros semejantes, a nuestra familia universal, sólo porque 'molestan' con su diversidad, que en realidad es una riqueza de oportunidades evolutivas que nos hacen más abiert@s, comprensiv@s, tolerantes  y cooperativ@s. ¿Sabéis por qué? Porque quien  mata a su prójimo o manda matarlo, al mismo tiempo  mata lo mejor de sí mism@ y se empobrece en valores y en inteligencia, aunque en dinero se haga millonari@ es miseria total, con el agravante de que por su propia elección no tiene conciencia ni alma para comprender que es sólo un zombi autopropulsado, un desecho putrefacto, un muerto mecánico que ni siquiera lo sabe, porque carece de conciencia y de vínculo cósmico con el infinito, aunque "religiosamente" se cuente cuentos devotos para no ver la realidad en la que malvive. Eso es el Hamas idéntico al peor Israel. Eso es el peor Israel idéntico al Hamas. Un terrorismo desalmado e inhumano, que coloca por encima de la vida de sus semejantes, sus propios intereses y sus fanatismos ideológicos, religiosos y económicos, mucho más propios de animales feroces y rabiosos que de humanos sanos, inteligentes y equilibrados. 

Sólo la no-violencia, la paz, la escucha, la luz, el perdón mutuo y el diálogo respetuoso, pueden acabar con las "guerras necesarias" y las malditas "luchas" convertidas en "derechos  libertades", con la crueldad y el salvajismo tan asesina como suicida, sustituyendo  a la verdadera inteligencia, cuando se olvida asumir y potenciar los deberes básicos y fundamentales que hacen posible la existencia y el sentido social y humano de los derechos verdaderos, que sin sus inseparables deberes éticos y amorosos, dejan de ser Derechos para degradarse en retorcidas, animalescas y abusivas aberraciones y locuras sin sentido alguno. Ainsss!!!!

lunes, 9 de octubre de 2023

Hay Que Vivir

Roberto Carlos - El Progreso (1976)

Juan Torres López y Nueva Tribuna nos dejan esta valiosa e imprescindible información. Nadie mejor que un ingeniero especialista, personal y profesionalmente implicado en salvar el Planeta del ecocidio, para explicar con todo detalle la realidad que él afronta cada día en su trabajo y las posibilidades de frenar la hecatombe climática. Gracias, muchas gracias, así que vámos al deslío de la información en primera línea y del compromiso responsable, ya ineludible, no sólo para los gobiernos del Planeta, sino también para la ciudadanía, para cada un@ de nosotr@s, revisando y corrigiendo nuestros propios hábitos consumistas en el día a día, si queremos que esto mejore y cambie de rumbo, antes de que no haya más salida que la autoextinción de Naturaleza y (des)Humanidad a velocidad exponencial. ¿Contaminarían tanto las industrias y sus negocios si nosotr@s dejásemos de viajar como locos, de comprar y consumir objetos y productos innecesarios, contaminates, y redujésemos ese consumismo a simple consumo estricto de lo que de verdad es necesario y preciso para vivir sanamente mientras vamos curando y recuperando la salud de la Tierra que nos sostiene y nos alimenta mientras la destrozamos completita: aire, agua, tierra, vegetación, clima, geología, zoología, botánica y biología...por los suelos ya convertidos en rascascielos, ¿tal vez las nuevas pirámides mortuorias de nuestra inteligentísima especie? Una sociedad tan mecanizada, irresponsable y sin conciencia ecológica ni ética y tecnológicamente desalmada, en un mundo a la deriva contaminante, consecuencia de sus propios abusos, es el principal y único enemigo mortal de sí misma. Y para confirmar el marrón ecológico completito, ahí tenemos a Ucrania y a Rusia, a Israel y a Palestina, a los USA y a todos sus secuaces planetarios...El Apocalipsis se ha quedado corto.

 

LIBROS | JOSÉ ESQUINAS

Rumbo al ecocidio

El título de este comentario es el del libro que acaba de publicar en Editorial Espasa, José Esquinas Alcázar. Un título que lleva una segunda parte esclarecedora: Cómo frenar la amenaza a nuestra supervivencia.

El autor es ingeniero, doctor por la universidad de California y ha sido profesor universitario e investigador durante varios años, pero creo que su trayectoria destaca, sobre todo, por su labor en el seno de la FAO, la organización de las Naciones Unidas para abordar los problemas de la alimentación y la agricultura.

Durante más de 30 años ha contemplado desde cerca -visitando casi 130 países- y analizado el problema de la desnutrición, y ha sido el principal impulsor de un acuerdo internacional cuyo cumplimiento es fundamental para garantizar la vida en el planeta, el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura.

El libro que ahora ha publicado es un documento a mi juicio de extraordinaria utilidad para conocer la realidad de lo que está ocurriendo en nuestro mundo.

El hambre no es, ni mucho menos, una desgracia inevitable o el resultado inexorable de la escasez

Por un lado, explica claramente por qué el hambre no es, ni mucho menos, una desgracia inevitable o el resultado inexorable de la escasez. Con datos y gracias a su experiencia directa y sobre el terreno, Esquinas muestra que el hambre es, en realidad, la consecuencia de que no haya voluntad política para atajarla porque se deja que predomine el interés comercial de las grandes compañías y bancos que controlan los recursos fundamentales para la vida en nuestro planeta. En el libro se demuestra que no sólo no faltan recursos, sino que, por el contrario, se produce mucho más de lo que se necesita, pero de un modo tan irracional, en aras de ganar dinero, que se desperdicia, provocando además enfermedades y gastos de todo tipo que suponen finalmente una factura mucho más elevada que la necesaria para garantizar la supervivencia de las 35.000 personas que mueren cada día de hambre en todo el mundo.

En el libro se analiza también la estrecha relación que el hambre tiene con modos de producir y consumir que atentan contra la diversidad natural que es la base de la vida y se explica, a través de numerosos ejemplos y experiencias, de qué forma se han transformado los recursos comunes en mercancías, provocando derroche y escasez al mismo tiempo.

Esquinas muestra también con minuciosidad y desde primera línea las enormes dificultades a las que se enfrentan los organismos internacionales, las presiones e incluso las amenazas que sufren quienes día a día tratan de salvar al planeta.

El autor señala con rigor y valentía la naturaleza del principal problema que tenemos hoy día los casi 7.900 millones de seres humanos que poblamos la Tierra, la comisión de un auténtico ecocidio, un delito de lesa humanidad que deberías ser considerado y perseguido como tal por los tribunales internacionales.

José Esquinas no es ingenuo al respecto. En los dos capítulos finales de su libro ofrece respuestas posibles para evitar la desaparición de la vida humana en el planeta a causa de la propia acción humana pero lo hace señalando que eso es algo que no cabe esperar que se produzca si la población no toma conciencia de la amenaza. Solo se podrá garantizar su supervivencia si la gente decide actuar, reclamando medidas, leyes e intervenciones y también convirtiéndose en operadores activos de esa reclamación, convirtiendo -dice Esquinas- su carro de la compra en un carro de combate contra la destrucción de la casa común de la especie humana.

Se trata de un libro de muy fácil y atractiva lectura y que cualquier persona culta debería leer, sin distinción ninguna, salvo la de no querer ser ignorante. No plantea un combate de izquierdas o de ideologías; se trata, sencillamente, de saber qué nos está ocurriendo y qué se puede hacer para salvar a todos los seres humanos, si es que no queremos que perezcamos juntos, como también señala con toda la razón en su libro.

Lea el libro y difúndalo.

Muchas gracias, querido hermano Baltasar, por estas reflexiones tan necesarias como imprescindibles. Y también, como siempre, gracias a InfoLibre por regalar estas primicias, a quienes no pueden pagar suscripciones porque las pensiones casi invisibles, no dan para más. 🤩🤩🤩✍️✍️✍️✍️🙏🙏🙏🙏🙏!!!!

 

 “La palabra es un poderoso soberano; con un cuerpo pequeñísimo y del todo invisible, ejecuta las obras más divinas: quitar el miedo, desvanecer el dolor, infundir alegría y aumentar la compasión” (Gorgias, filósofo griego, 460a.C- 380a.C).

Les pido disculpas de antemano por hacer un poco de historia, necesaria para llegar a la conclusión de lo ridícula que resulta la contienda de quienes, en España, desde la intolerancia o, mejor dicho, la simpleza, pelean contra el uso de las lenguas vernáculas cooficiales junto al castellano en el Congreso de los Diputados.

Antes de la llegada de los romanos, en nuestra península vivían diferentes pueblos. Tradicionalmente se les ha clasificado por criterios lingüísticos y esto llevó a definir cinco grandes colectivos. Los iberos en Levante y sureste; al suroeste tartésicos y turdetanos; los celtas residiendo en áreas del norte y oeste pero también en la zona interior. Luego encontramos a los protoceltas en el oeste y noreste y ya al este de la cordillera Cantábrica y al oeste de los Pirineos, campaban aquitanos o protovascos, divididos entre los de procedencia indoeuropea y los que no tenían tal influencia. Pero esto es una simplificación, pues luego cada grupo se dividía en tribus. Comerciaban con griegos, fenicios y cartagineses, y de ahí alguna influencia se produjo en los lenguajes múltiples que sonaban por la piel de toro.

En el siglo III antes de Cristo, con las huestes venidas de Roma, el latín empezó a absorber todas las lenguas existentes. Hago excepción de los vascos, que se resistieron al invasor y consiguieron mantener su lengua. De hecho, el origen del euskera sigue siendo enigmático. Me sorprendió saber que, a miles de kilómetros de Euskadi, en Georgia, existe una universidad de euskera en base a vocablos comunes –al parecer no más de 300– de los primitivos idiomas georgiano y vascuence. Una muestra de los milenarios lazos comunes que sólo el lenguaje es capaz de proporcionar.

El común latín

El latín de la romanización nos abdujo en una acepción vulgar, pues quienes arramplaron con los idiomas vigentes e impusieron el suyo eran legionarios y familias que llegaron a establecerse en los nuevos territorios y que, probablemente, hablarían en distintos dialectos. Entre estos colonos, también se asentaron en Hispania familias de la nobleza. Aquí nacerían famosos emperadores; recuerden a Trajano, Adriano y Teodosio I, o pensadores como el filósofo Séneca. El latín en Hispania evolucionó y dio lugar a otras variantes, de manera que el castellano, el portugués, el gallego y el catalán, con su primo hermano el valenciano, son las cuatro lenguas románicas fruto de aquella incursión que llegó a la península Ibérica desde Italia y se mantuvo hasta el siglo V. Fue entonces cuando cayó el imperio romano y arribaron los visigodos, que se impusieron sobre alanos, suevos y vándalos y que, aunque traían ya un barniz latino, también aportaron algo de su idiosincrasia lingüística. Después, en el siglo VIII, (año 711), los musulmanes se aposentaron en Al Andalus y dominaron tres cuartas partes del territorio hispano hasta que, casi 800 años después, fueron expulsados por los católicos, al igual que hicieron con los judíos, todos tan hispanos como ellos. La etapa previa a este hecho fue un tiempo de convivencia entre lenguas de la que quedan restos sefardíes y unas cuatro mil palabras que proceden del árabe por la necesidad de nombrar objetos y calificar trabajos y que se quedaron aquí para siempre.

La Reconquista y el castellano

La llamada Reconquista se inició en las montañas del Norte. Y resultó que un dialecto del latín que se hablaba en un territorio fronterizo llamado Castilla, dio paso al castellano (lengua romance) que comenzó su auge, como todas las lenguas, cuando pasó del ámbito familiar a las demás áreas de la ciencia, de la jurisprudencia o la literatura. Los avances militares de Castilla y la conquista de otros territorios provocaron que el castellano fuera haciéndose con otros dialectos también procedentes del latín, y se extendiera hacia el sur. A partir de ahí, ya saben: Alfonso X el Sabio en el siglo XIII regularizó la ortografía y sustituyó el latín en favor de la nueva lengua común impulsando la traducción de obras clásicas. Después, en 1492, la primera gramática castellana de Antonio de Nebrija viajó con Cristóbal Colón rumbo a las Indias, por decisión de la reina Isabel I de Castilla. La epopeya colombina derivó en el “descubrimiento” europeo de un “nuevo” mundo que, sin embargo, tenía una tradición y cultura milenarias, y allí el castellano, lengua imperial, se impuso y, después, se enriqueció con palabras de los diferentes idiomas nativos. La Real Academia de la Lengua surgió en 1713 y sigue a día de hoy estableciendo qué vocablos merecen integrarse en el acervo del idioma; luego, a finales del siglo XX, se creó el Instituto Cervantes, cuyo objetivo es impulsar la cultura hispana y su idioma principal por todo el mundo.

Las palabras unen y separan

Como ven, la historia de las lenguas en España es intensa y  se ha visto sometida a los vaivenes de quienes nos fueron dominando por la fuerza o políticamente, en cada momento. Pero el idioma ha servido tanto para unir como para dividir. En nuestro país está reconocido el derecho a utilizar la lengua materna. De ese modo, el gallego, el catalán y el euskera son idiomas cooficiales en sus respectivas comunidades, incluyendo el valenciano o el balear, junto con el castellano.

Evidentemente, no estamos en la etapa del franquismo, que de inicio puso trabas y reprobaciones a la utilización de los idiomas hablados en España, ajenos al castellano, hasta que en los años 40 y con el ojo puesto en la ONU, abrió la mano a que, por ejemplo, el catalán se utilizara de manera corriente, aunque no de manera oficial. Pero el resto del Estado es testigo en los últimos años de los tira y afloja por la enseñanza de las lenguas cooficiales, en particular en Cataluña y en Euskadi, o, más recientemente, por los catastrofistas comentarios del PP y VOX ante el hecho de haberse acordado mayoritariamente que las tres lenguas existentes en España se utilicen en el Congreso de los Diputados, tanto desde la tribuna como para la presentación y registro de documentos, entre otros trámites. 

“Esto no es avanzar hacia la unidad y la igualdad”, manifestó histriónico el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en una entrevista. Por su parte, sus socios de la ultraderecha, el día en que el Congreso aprobó la medida, arrojaron con desprecio los pinganillos que facilitaban la traducción sobre el escaño del presidente del Gobierno en funciones. Y durante el debate de investidura, ninguno de esos partidos atendió a quienes hicieron uso de sus lenguas propias en sus alegatos, lo cual es especialmente grave en el caso del que fuera aspirante a la investidura porque no pudo rebatir los argumentos de vascos y catalanes (a menos que, como Aznar,  Núñez Feijóo hable el catalán o el euskera en la intimidad).

Al igual que todos estos temas que sirven de propaganda política a la oposición, a los pocos días el gran “escándalo” ya se había olvidado y quien desea intervenir en el Parlamento en su propia lengua lo hace o utiliza el castellano, en función de si se dirige a un público local a le interesa que le entienda la ciudadanía en general. Baste con decir que en el Senado esta fórmula está aprobada desde 2015, y nadie se rasga las vestiduras ni se echa ceniza en la cabeza en señal de duelo.

¿A qué tanta manipulación? En la dinámica que mantiene la derecha que abraza ya sin disimulo y con entusiasmo los postulados de la ultraderecha, cualquier iniciativa vale para desprestigiar, para difamar y perturbar. Sobre todo, si se trata de los diputados catalanes o vascos. ¿Importa que los ciudadanos de Cataluña hablen preferentemente la lengua en que Ramón Llull dejó por escrito sus conocimientos científicos y filosóficos, o en la lengua de Gabriel Aresti, poeta y escritor vasco, o en el galego de Rosalía de Castro? No. El catalán, el euskera o el galego, para estos rancios diputados, no debe tener más categoría que la de dialectos, como el franquismo los consideró.

Democracia y respeto al idioma

Soy andaluz y, por ello, hablo castellano. El 25 de septiembre pasado, el Instituto Cervantes celebró el Día Europeo de las Lenguas. Se leyó el poema Grito a Roma, de Federico García Lorca, alegato cumbre del poeta contra el fascismo, en euskera, catalán, gallego y castellano. Eso es. "Se puede ser español sin saber todas las lenguas, pero lo que no tiene sentido es pensar que solo tenemos una, borrando todas las demás", resaltó al cierre del acto el presidente en funciones, Pedro Sánchez. “…Proteger una lengua es también una decisión política, al igual que lo es censurarla. Hay quien tiene la tentación de caricaturizar esta medida, creando batallas donde solo hay normalidad. A quienes así razonan, les diré que el tiempo dará razón a la democracia, como siempre: en lugar del ruido transitorio del presente, la esperanza del mañana…”, dijo el político socialista. Acierta Sánchez en la vinculación entre la lengua y la democracia. 

“Las cuestiones lingüísticas deberían ser centrales para todos los teóricos interesados en el incremento de la participación y la extensión de la democracia”, afirma el profesor de Filosofía Eerik Lagerpetz, de la Universidad de Jyväskylä, en Finlandia.  

Otra cosa es cómo algunas de estas comunidades en particular han planteado la reivindicación sobre la lengua como punto de partida para otros escenarios. No es infrecuente, pero tampoco hay que tomarlo como una tragedia. El propio Lagerpetz subraya en su artículo Sobre los derechos lingüísticos : “El reconocimiento de los derechos lingüísticos de un grupo no debe estar vinculado con la cuestión de si se concibe a sí mismo como una nación en un sentido pleno, o si satisfacen algunos otros criterios (digamos, historia y tradiciones comunes). (…) El derecho puede ser implementado sin dar a todos los grupos lingüísticos un derecho exclusivo sobre algún territorio; puede haber más de una lengua oficial en el mismo Estado, pero no docenas de ellas. Un “Estado nación” no tiene que ser un Estado de una única nación; puede ser el Estado de algunas naciones. Tampoco hay ninguna necesidad de garantizar la realización del derecho creando nuevos Estados soberanos; pueden bastar el federalismo y la autonomía local”.

La derecha, no obstante, siempre va más allá en sus suspicacias, empezando por temer la sumisión de lo que consideran la lengua del Imperio, a otras sobre las que exhiben su menosprecio. O utilizando el idioma como instrumento para golpear al de enfrente, sin considerar que pocas cosas hay que unan más que el habla materna, su acento, sus dejes, la cultura que conlleva, la capacidad de hacer que, con sus tonos, con sus inflexiones, nos sintamos en casa solo con escuchar hablar al otro en la voz familiar que está marcada casi en nuestros genes. Somos una mezcla ecléctica y difícil de diferenciar de miles de lenguajes que han desembocado en el nuestro. En el que hablamos todos y en el que hablan en distintos lugares. Quizás deberíamos escuchar más, estar más atentos a lo que el otro nos transmite, aprender de quien tenemos enfrente a compartir el mismo idioma del respeto y la comprensión.

Sigamos el camino que indica el poema de Pablo Neruda.

Ahora contaremos doce

y nos quedamos todos quietos.

Por una vez sobre la tierra

no hablemos en ningún idioma,

por un segundo detengámonos…

(…)

… tal vez un gran silencio pueda

interrumpir esta tristeza,

este no entendernos jamás…

 (A callarse. Pablo Neruda)

_______________________

Baltasar Garzón es jurista y autor, entre otros libros, del ensayo 'Los disfraces del fascismo (Planeta). 

 

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Comentario del blog:

Debería darnos mucha materia reflexiva el mismo hecho de que nuestra especie sea la única en el Planeta, que ha conseguido ponerle contenido psicoemocional con  palabras y letras a su propia existencia, a sus percepciones, a sus pensamientos, a su alma y a su consciencia.  Realmente es una pena que desde la infancia no se nos eduque en esa dimensión y el lenguaje se arrincone en el trastero de la banalidad y que así nos perdamos en las selvas de la barbarie  amontonada, del barullo y esa pérdida constante de energía que produce lo meramente superficial y transitorio, eso que calificamos de "necesario", más por inducción manipuladora que por experiencia  comprobable, tanto individual como colectiva. 

Juan de Patmos en el prólogo de su evangelio, de su buena noticia,  afirma que 

 

"Al principio ya existía la Palabra, 

la Palabra se dirigía a Dios, 

y la Palabra también era Dios (y lo sigue siendo).

Mediante ella se hizo todo

y sin ella nada de lo hecho

habría sido posible.

Ella contenía la vida

y esa vida era la luz del mundo,

es la luz que brilla en las tinieblas.

Pero las tinieblas no la han comprendido.

En el mundo estuvo (y sigue estando)

y aunque el mundo se hizo mediante ella,

el mundo no la reconoció 

( en ello sigue este mundo erre que erre

 y así nos va)

Vino a su casa pero lo suyos no la reconocieron

(y siguen sin reconocerla😱!, cuanto más

religiosamente atados están)

pero a los que la reconocieron

les hizo comprender que son hijos de Dios

Y así la Palabra se hizo carne, se hizo hombre

(y mujer),

y habitó (y sigue habitando) entre nosotr@s

porque de su plenitud todos nosotr@s 

recibimos ante todo, un amor

que responde a su amor".


¿Cabe una explicación más acertada, hermosa y verdadera cuando una vez despiert@s, sin ataduras de por medio, ni dogmas ni leyes, podemos comprobar vis a vis, como individuos y comunidad humana, la realidad de esta sencilla y portentosa explicación de Juanito de Patmos, alias 'Evangelista' o sea, buen noticiero en el mejor periodismo imaginable? Pero, es obvio que, para ello, previamente,  hay que abrir la puerta al cocinero que está llamando desde siempre con la comida  a portata di mano, guardada en el tupper del Amor Infinito, y así invitarle a la mesa y dejar que nos regale el menú..eso sí ¡para tod@s!, porque este chef sin recetarios previos es una sorpresa constante e imprevisible, no tiene predilectos ni enchufados, al contrario, se vuelca con los que jamás tienen enchufes ni trepan como locos en los rocódromos y en los estadios de Egolandia. Más bien todo lo contrario, se detiene y se va parando con los que no pueden más, con los que de verdad, le necesitan y ya no tienen ni ganas, ni fuerzas ni tiempo para dilapidar su propio Ser aún sin estrenar por estos mundos de mucho Dios en los altares pero de ningún padrecit@madrecit@  amoros@, caminante con sandalias, alpargatas, zapatillas de segunda mano, y tantas veces descalz@, de patera en patera, compasiv@, inagotable, a quien le encantan las minúsculas y hasta se agobia con el colocón y el empacho de tanta mayúscula...

Así se hace carne la Palabra y habita también entre nosotr@s, mientras con toda dulzura y cariño regenerador quita legañas y dioptrías, y con toda su paciencia infinita nos va dando la vuelta como a un calcetín...

Un abrazo enorme, querido Juez Garzón y muchas gracias por esta delicia de artículo sobre La Palabra y el divino plural de sus lenguas repartidas como las flores y las plantas tan lindas  como medicinales, en el jardín del Cosmos terráqueo. ¡Nada más y nada menos! Un regalazo. 


                 Cómo realizar la siembra de hortalizas - Agromática 

                 Las lenguas y La Palabra, el cultivo alimenticio de La Vida.

       

Blanca Núñez - Dar y recibir

domingo, 8 de octubre de 2023

Qué buena entrevista a Yanis Varoufakis, una conciencia y una ética que deberían estar mucho más presentes en los medios de comunicación, está clarísimo que no interesa su presencia, remueve demasiado la realidad y da en el blanco irrebatible en la diana del acierto- Gracias, hermano Yanis por seguir en la brecha de la lucidez y de la coherencia. Necesitamos leerte y escucharte con más frecuencia...


Yanis Varoufakis: “El capitalismo está muerto. El nuevo orden es una economía tecno-feudal” 👍👍👏👏😍😍🙏🙏

Yanis Varoufakis (Atenas, 1961) enciende el portátil que arranca el Zoom que ilumina la cámara del estudio de su casa de Atenas. Uno de los economistas más conocidos e influyentes del mundo saluda, amable, al otro lado. Por primera vez en muchos años —se lo había prometido a su mujer, Danae— se ha tomado unos días de vacaciones en agosto en el Egeo. Pero un mes después está, puntual, el día acordado. “He vuelto a coger las herramientas”. “Vamos allá”, lanza. Comencemos por la memoria.

Varoufakis estudió en el colegio privado Moraitis, y después cursó dos posgrados en Matemáticas y Economía en las universidades de Essex y Birmingham. Ha enseñado en Australia, Estados Unidos, y desde 2000 imparte clases de Economía en la Universidad de Atenas. Pero su vida, y por qué no, su “mito”, procede de la política. Fue ministro de Finanzas griego entre enero y julio de 2015. Días de piedra —su enfrentamiento con Wolfgang Schäuble, exministro de Finanzas de la antigua canciller Angela Merkel, se cuenta ya en los libros de historia económica y se contempla en la película Comportarse como adultos (2019), del director Costa-Gavras—, meses interminables de la crisis soberana griega. Cuando la Troika (Banco Central Europeo, BCE, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea) exprimió, con sus condiciones para el rescate, hasta el último euro del pueblo griego. Los ciudadanos votaron en contra de un sufrimiento social —denominado austeridad— que duraría años. Varoufakis dimitió a los cinco meses del cargo.

En febrero de 2016 creó Democracy in Europe Movement 2025 (DiEM25) y en mazo de 2018 —como antiguo miembro del partido de izquierdas Syriza— funda MeRA25, la “rama política” del movimiento. Regresa al parlamento heleno. Desde entonces, este “marxista libertario” —así se define, con evidente sentido de la provocación— ha encadenado, también, éxitos en los anaqueles de las librerías. Adults in the Room (Comportarse como adultos, editorial Deusto) y And the Weak Suffer What They Must? (¿Y los pobres sufren lo que deben?, Deusto) fueron superventas. Y también ha dado a la imprenta Talking to My Daughter: A Brief History of Capitalism, The Global Minotaur (El minotauro global, editorial Capitan Swing) o Technofeudalism. What Killed Capitalism (acaba de publicarse en inglés por Random House y en España lo publicará Deusto en febrero de 2024 con el título de Tecnofeudalismo. El sigiloso sucesor del capitalismo).

Brillante con los títulos, uno de sus últimos artículos se titula: Dejemos arder los bancos. También ha acuñado términos para una época: “Capitalismo en la nube”, “colonialismo moderno”, “desdolarización”, “austeridad global”, “riesgo moral”, “modificación de la conducta” o “tecnofeudalismo”. Pese a que no lo pretenda, se impregna algo, en muchos de sus párrafos, del pesimismo del filósofo Emil Cioran (1911-1955) y su tentación de existir: “Escribir es una cuestión de vida o muerte”.

Sin duda, su último libro también posee el horizonte de cierta tristeza. Nace de una conversación, hace muchos años, en 1993, en la casa de Paleo Faliro, con su padre, comunista, Giorgios. Estaba intentando conectarle a internet. “¿Ahora que las computadoras hablan unas con otras, esta Red hará imposible derrocar al capitalismo?”, “¿o finalmente revelará su talón de Aquiles?”.

Pregunta. ¿O lo ha mostrado ya?

Respuesta. Alexa, de Amazon, por ejemplo, no es nada más que un portal detrás del cual hay un sistema totalitario centralizado creado para satisfacer a su dueño, Jeff Bezos. Hace cuatro cosas al mismo tiempo. Nos entrena para que le dictemos lo que queremos. Nos vende de manera directa lo que sabemos que “queremos”, prescindiendo de cualquier mercado real. Logra que reproduzcamos su capital en la nube (es decir, es una máquina inmensa de modificación del comportamiento), porque con nuestro trabajo, sin remunerar, publica reseñas o valora productos. Y, finalmente, amasa enormes rentas de los capitalistas que están dentro de esta red, generalmente el 40% del precio de venta. Esto no es capitalismo ¡Bienvenidos al tecnofeudalismo!

P. ¿Cuál es su hipótesis?

R. El capitalismo ahora está muerto. Ha sido reemplazado por la economía tecno-feudal y un nuevo orden. En el fondo de mi tesis existe una ironía que puede sonar al principio confusa, pero que queda clara en el libro: lo que está matando al capitalismo… es el propio capitalismo. No el capital que conocíamos desde el amanecer de la era industrial. Sino una nueva forma, una mutación, que ha ido creciendo en las dos últimas décadas. Mucho más poderoso que su predecesor que, como un virus estúpido y demasiado entusiasta, ha matado a su huésped. ¿Por qué se ha producido esto? Debido a dos causas principales: la privatización de internet por Estados Unidos, pero también las grandes tecnológicas chinas. Junto a la manera en la cual los gobiernos occidentales y los bancos centrales respondieron a la gran crisis de 2008.

El último libro de Varoufakis advierte de la imposibilidad hoy de la socialdemocracia o de esa falsa promesa que es el mundo cripto. “Detrás de la criptoaristocracia, los únicos verdaderos beneficiarios de estas tecnologías han sido las mismas instituciones que estos criptoevangelistas se suponía querían derrocar: Wall Street y el conglomerado de las grandes tecnológicas. Por ejemplo, “JP Morgan y Microsoft recientemente han unido fuerzas para dirigir un “consorcio de cadenas de bloques”, basado en los centros de datos de Microsoft, con el objetivo de aumentar su poder en los servicios financieros”, escribe el exministro en Tecnofeudalismo.

P. Vamos camino de los 600 días desde que empezó la guerra en Ucrania. ¿Qué piensa y qué impacto tiene en la economía?

R. Mis pensamientos son los mismos que el primer día que Putin invadió Ucrania. Es una guerra que acabará rápidamente si hay un acuerdo de paz, de lo contrario puede durar décadas. Si continúa no habrá ganadores, solo perdedores. Cientos de miles de ucranios muertos, cientos de miles de rusos muertos. Empobrecerá a Europa y hará más miserable a África. Occidente debe ofrecer al mandatario ruso un acuerdo muy sencillo. Volver a donde estaba antes de febrero de 2022. A cambio, Ucrania nunca será miembro de la OTAN. Es la solución austriaca —forma parte de Europa, tiene Ejército, es una democracia liberal—, pero no de la Organización. Es la única posibilidad que coincide con los intereses ucranios, y evita el sacrificio y el empobrecimiento.

 

Queridos herman@s de Más País, ¡esto sí que es haber entendido lo que significa Sumar en un frente amplio! Gracias por esa inteligencia tan bien empleada, que, sin duda, será un gran logro renovador multiplicando lo Sumado...por el bien de tod@s!

 Yolanda Díaz, y el líder de Más País, Íñigo Errejón, conversan durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados.

Más País inicia un proceso para integrar sus territorios excepto Madrid en el partido de Yolanda Díaz

Daniel Cela / Alberto Ortiz

eldiario.es 

Somos (con Joan Manuel Serrat y Luis Eduardo Aute)

Meditaciones in situ para distinguir la ilusión de la realidad, el sueño de la vigilia y el dormir del despertar. Calderón de la Barca fue un profeta, sin duda, que supo leer en su presente, el futuro de su país, que sería una constante repetición del pasado...Leer "La vida es sueño" y comprenderla, puede ser hoy en día un verdadero despertador personal ,social y político, empezando por la propia Casa (i)Real

 

SS.MM. los Reyes y S.A.R. la Princesa de Asturias

Acto de Jura de Bandera de Su Alteza Real la Princesa de Asturias

Academia General Militar. Zaragoza, 10.7.2023Defensa 
 
(Casa de su Majestad el Rey)

Sus Majestades los Reyes han presidido, en la Academia General Militar, el acto de Jura de Bandera de Su Alteza Real la Princesa de Asturias.

Su Alteza Real la Princesa de Asturias Jura Bandera en la Academia General Militar

Su Alteza Real la Princesa de Asturias Jura Bandera en la Academia General Militar

© Casa de S.M. el Rey

D​on Felipe y Doña Letizia han presidido el acto en el que Su Alteza Real la Princesa de Asturias ha Jurado Bandera, como lo hizo Su Majestad el Rey en 1985, y una nueva promoción de cadetes de la Academia General Militar.

A su llegada a la Academia General Militar los Reyes, han sido recibidos, por el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Antonio Azcón Navarro; la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles Fernández; el jefe de Estado Mayor de la Defensa, Teodoro López Calderón; el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, Amador Fernando Enseñat y Berea; y por el director de la Academia General Militar, Manuel Pérez López.

Tras recibir honores militares, con salvas de artillería, Don Felipe ha pasado revista a la Fuerza. A continuación, ha dado comienzo la ceremonia de Juramento, en la que Su Alteza Real la Princesa de Asturias ha realizado el acto de refrendo del juramento ante la Bandera, seguido del resto de compañeros.

Posteriormente, ha tenido lugar la alocución del General Director de la Academia y de Su Majestad el Rey que ha pronunciado unas palabras en las que ha dirigido a los alumnos diciéndoles que “Habéis jurado o prometido cumplir fielmente vuestras obligaciones militares, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, obedecer y respetar al Rey y a vuestros jefes, no abandonarlos nunca y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España… No hay un compromiso de entrega mayor”.

También, Don Felipe les ha dicho que “Habéis prestado juramento ante la bandera que habéis besado, símbolo que os une a todos; que nos une a todos los españoles. Representa el legado de una Nación construida con el esfuerzo de generaciones y generaciones. Un patrimonio de inmenso valor, de siglos de historia compartida, repleta de desafíos, ilusiones y sacrificios de millones de personas”. 

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Posiblemente los miembros más inteligentes y sanos de una dinastía cualquiera, sientan en su interior lo mismo que el Príncipe Segismundo en LA VIDA ES SUEÑO


        LA VIDA ES SUEÑO

           Primer monólogo

¡Ay mísero de mí! ¡Y ay infelice!
Apurar, cielos, pretendo
ya que me tratáis así,
qué delito cometí contra vosotros naciendo;
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido.
Bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor;
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.

Sólo quisiera saber,
para apurar mis desvelos
(dejando a una parte, cielos,
el delito de nacer),
¿qué más os pude ofender,
para castigarme más?
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás nacieron,
¿qué privilegios tuvieron
que yo no gocé jamás?

Nace el ave, y con las galas
que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma,
o ramillete con alas
cuando las etéreas salas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que deja en calma:
¿y teniendo yo más alma,
tengo menos libertad?

Nace el bruto, y con la piel
que dibujan manchas bellas,
apenas signo es de estrellas,
gracias al docto pincel,
cuando, atrevida y cruel,
la humana necesidad
le enseña a tener crueldad,
monstruo de su laberinto:
¿y yo con mejor distinto
tengo menos libertad?

Nace el pez, que no respira,
aborto de ovas y lamas,
y apenas bajel de escamas
sobre las ondas se mira,
cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad
de tanta capacidad
como le da el centro frío:
¿y yo con más albedrío
tengo menos libertad?

Nace el arroyo, culebra
que entre flores se desata,
y apenas, sierpe de plata,
entre las flores se quiebra,
cuando músico celebra
de las flores la piedad
que le dan la majestad
el campo abierto a su huída:
¿y teniendo yo más vida
tengo menos libertad?

En llegando a esta pasión
un volcán, un Etna hecho,
quisiera arrancar del pecho
pedazos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón
negar a los hombres sabe
privilegio tan suave,
y excepción tan principal,
que Dios le ha dado a un cristal,
a un pez, a un bruto y a un ave?

         Segundo monólogo

Es verdad; pues reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición
por si alguna vez soñamos.
Y así haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña
que el hombre que vive sueña
lo que es hasta despertar.

Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!);
¿que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende;
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí
de estas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que todo en la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

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Confieso que no he podido evitar esta evocación calderoniana al ver ayer las noticias en la Academia Militar de Zaragoza. Ni tampoco el rechazo del disparate, ni la compasión por unos seres humanos destinados por su nacimiento "privilegiado"(¡?) a no poder elegir en libertad el camino ni la orientación profesional de sus vidas y a convertir en "vocación" obligatoria una barbaridad sistémica, eso sí, acatada por todo un país incapaz de preguntarse el porqué de semejante atrocidad que no permite a sus "beneficiados"(¿!) descubrir quiénes y cómo son en realidad y no en realeza. Creo, que como seres humanos sufren un atentado existencial que los aparta de la humanidad que no comparten, que los aísla desde que nacen e incluso los traumatiza y disminuye sus posibilidades de experimentar, aprender, crecer, compartir, elegir e integrarse sanamente en el género humano al que pertenecen como un ser más, les guste o no, sin estar por encima ni por debajo de nada ni de nadie, porque su conciencia despierta les ha vacunado de cualquier patología endiosadora, desde un nacimiento normal, como el de tod@s, y que el elitismo patológico ha querido convertir para ell@s en una aberrante e insensata anormalidad revestida de protocolos y banalidades elevadas a la enésima potencia. 

 Y me pregunto por qué la OMS y la UNESCO no toman conciencia de estas desigualdades patológicas normalizadísimas e incluso las asumen con toda "normalidad", dejando que el poder de la inercia, del dinero, del poder, de la 'tradición' y los enjuagues indecentes, como lo fue por parte del dictador Franco y los padres del emérito Juan Carlos, acordar el secuestro de un niño de ocho años teórico heredero de un trono más vapuleado que un felpudo, por una dictadura terrible, para poder convertirlo años más tarde en la testa coronada de una dinastía desastrosa como la española, y en despensa para la misma dictadura almacenada que la ha vuelto a hacer posible, en plan cutre/chantajista : "virgencita, virgencita, que nos quedemos como estamos, que podríamos estar peor". No es nada extraño que el demérito haya acabado de un modo tan degradante con la historia que le ha tocado vivir. Pobre hombre, sin duda alguna. Ningún Emirato, ni todos los millones del mundo podrán jamás darle lo que ni siquiera sabe que existe. ¿Debería haber llegado a Jefe del Estado un hombre que a los 18 años, acoplado en la misma Academia de Zaragoza, mató de un tiro, jugando, a su hermanito de 13?

¿No debería esa situación dar a l@s hereder@s, nada reales, sino patológicamente dormid@s y no despiert@s, una visión más sana, evolucionada y lúcida de su disparatada existencia? ¿No deberían las leyes más justas, equilibradas y civilizadas, dejar de considerar justo y normal que sólo el linaje y los genes sean los  factores que elijan a los jefes de estado en las monarquías, aunque no sepan distinguir un roto de un descosido o necesiten tratamientos psiquiátricos o un modo de vida guiado por psicólogos y educadores especiales? Y sobre todo, no consentir que  haya un previo destino trazado desde hace siglos  y así  impedir que la "realeza" destroce hereditariamente la conciencia personal y el libre albedrío de quienes cuando llegan a este mundo ya están teledirigidos desde la cuna, aunque estén tarados por la propia genética, cuando tal vez, si eligiesen en libertad su propio destino, podrían ser más felices, más decentes, más autónomos, más lúcidos,  más responsables de sí mismos, y sobre todo ¡NOR-MA-LES!, algo a lo que tienen todo el derecho y todo el deber, que ningún estúpido y paleolítico ritual familiar ni estatal, debería arrebatarles desde antes de nacer...sobre todo en un mundo donde se pretende que la democracia (el poder colectivo) sea el sistema regulador de la sociedad y por ello, el concepto "monarquía"( el poder de uno solo) no tiene el menor sentido por mucho que se le disfrace de lo que no puede ser y además es imposible, como dijo un torero en los años 20 del siglo pasado. 

Las monarquías no son sólo una patología del pasado, son por eso mismo, un lastre tóxico social y un peso muerto, una caterva de zombis políticos, que no tiene futuro ni explicación ni razón ética e  histórica en el siglo XXI, sobre todo teniendo en cuenta que las dictaduras son también y etimológicamente, monarquías...el poder de una  sola idea egopólica por encima de todo y de tod@s. Ya deberíamos aprender a distinguir un elefante de una bicicleta, ¿no?

Ains!!!! 

 

P.D.

¿No deberíamos ir quitando brillo y esplendor a los ejércitos e ir fomentando la jura de entrega personal a la bandera de la paz en vez de a la guerra, con la que hay montada en el mundo? Habría sido mucho más positivo que la Princesa de Asturias, se hubiese negado a ingresar en una Academia Militar y se hubiese ido a hacer el Camino de Santiago, por ejemplo, o a Canarias para acoger refugiados y ofrecer el Palacio de El Pardo y el de Oriente, el de Aranjuez o el de La Granja, como casas de acogida para los hermanos que llegan en las últimas a las costas españolas, mientras ella, por obligación dinástica y de espaldas a la realidad que le toca vivir y afrontar, jura su devoción a las armas, al poderío y al combate guerrero. Ahí queda eso! 

Quizás si Leonor fuese libre y no una muñeca teledirigida, pobrecica nuestra, no habría ido jamás a una academia militar, sino a cualquier ONG, a jurar la bandera de la Vida y del Amor Sorofraterno, que jamás mata nada ni a nadie. Y tal vez convirtiéndose ella misma en ONG, ¿por qué no? Una verdadera revolución pacífica y maravillosa, ejemplar, que que sería un puntazo  para la evolución de nuestra especie en este mundo. Pues eso mismo. Ahí queda el reto, querida Leo!

           Camino sinodal: caminar con otros - Podcast



sábado, 7 de octubre de 2023

NO ME RENDIRÉ (acústico) - Óscar Santos ft. Juan Morales

Tal cual. Ahora echemos un vistazo a Israel y a Palestina. Dos pueblos cuyas religiones y crencias, como el cristianismo, tienen el mismo origen bíblico. ¿Cómo es posible que unas religiones tan "santas" den lugar a estas carnicerías, que a lo largo de la historia se han calificado de "guerras santas", "cruzadas", "santa inquisición" "santo terrorismo" a bombazo ejemplar, dos guerras mundiales y bombas atómicas...y todo ello partiendo de ese Occidente supuestamente cristiano, católico, evangélico y ortodoxo...Qué espanto! "La lucha" de cualquier tipo, es lo más opuesto y ajeno que se pueda imaginar, a eso que llaman "dios" con una ignorancia de las mismas dimensiones que un cinismo depredador. En el fondo de todas esas hecatombes volentas y religiosas -religadoras- subyace el fanatismo unido a la injusticia, a la violencia, a la ambición, al odio y a la venganza...Ese invento es el revés total del PadreMadre Infinit@ que nos ama, nos hace posibles y nos sostiene, ¡a toda la humanidad por igual!, esos esperpentos crueles, sólo son ídolos que imitan a "dios"pésimamente , para ponerse en su lugar y dominar la tierra y controlar a la especie humana. El viejo y manipiulado trampantojo religioso y fanático impide ver y reconecer al Espíritu que no necesita religiones, porque ya está dentro de lo más sano, limpio, inteligente y hermoso, del Ser humano, de verdad. Es el momento de volver a Casa y de abandonar el destierro de nuestra ceguera inhumana, que no para de dar señales cada vez más crudas y evidentes. De Ser y de comprender para perdonar y poder reiniciar una vida nueva en niveles completamente distintos y regeneradores. y ecológicos de verdad, no en plan negocio putrefacto, como afirma el título de este artículo del hermano Enric González en eldiario.es.


La putrefacción 😱😱😭😭...🧐...🙃🤗🤩🙏🏾🙏🏿🙏🏽🙏🏼🙏🏻


Un cohete lanzado desde Gaza a Israel este sábado.

3

Ninguna sociedad puede soportar décadas y décadas de guerra sin pudrirse. Ni el bando que gana todas las batallas ni el bando que las pierde todas se libran de una degeneración profunda. Da igual que el conjunto de Israel sea mucho más (y por supuesto mejor) que sus colonos asesinos en Cisjordania, como da igual que los palestinos sean mucho más que el terror de Hamás: en una guerra importa matar, mortificar, humillar y atemorizar al enemigo, y ahí es donde luce lo peor de cada bando.

Lo que ocurre ahora no es una nueva guerra. Es la misma de siempre. Y en los últimos años no ha hecho más que agravarse, no tanto por la intensidad de la violencia (que en estos momentos alcanza un nivel elevadísimo) como por la concentración de odio y la progresiva renuncia de ambas partes a la más mínima posibilidad de convivencia.

Benyamin Netanyahu, un oportunista sin escrúpulos, ha convertido el gobierno de Israel en un refugio de fanáticos ultraderechistas que degradan lo que fue, y técnicamente es aún, una democracia (el proyecto de liquidar la independencia judicial constituye un buen ejemplo de hacia dónde se dirigen) y hablan abiertamente de anexión y exterminio, mientras utilizan su ejército para garantizar la impunidad de los colonos en las cotidianas razzias contra los palestinos. Eso es terror.

Como es terror lo que aplica Hamás sobre la propia población de Gaza, una gran cárcel a cielo abierto, y sobre los israelíes. Acerca del supuesto gobierno autónomo de Cisjordania, ya una simple entelequia, la aplicación sistemática del apartheid israelí, el crecimiento exponencial de los asentamientos en su territorio (ilegalmente ocupado, recordemos) y la alegría con que fluyen hacia bolsillos particulares los fondos europeos presuntamente destinados a causas humanitarias, han hecho de Ramala una capital tan corrupta como sombría y desesperanzada.

Este nuevo fogonazo de horror dejará víctimas y avivará las llamas del odio. Pero no sabemos hasta dónde llegarán sus consecuencias. En Jerusalén hay un gobierno que ha renunciado a cualquier tipo de autocontrol, por lo que cabe temer una matanza en Gaza (hay quienes proponen una reocupación a sangre y fuego del minúsculo territorio) y un incremento de la locura en Cisjordania.

El precario statu quo mantenido durante años, con la franja de Gaza como territorio palestino “liberado” (insisto, una gran prisión vigilada desde fuera tanto por Israel como por Egipto), con Cisjordania como un tablero en el que los colonos van ocupando una casilla tras otra, y con un gobierno israelí cada día más teocrático, nacionalista y belicoso, puede estallar en un instante.

Militarmente, vencerá de nuevo Israel. De eso no cabe duda. Las consecuencias de esa victoria militar las pagarán igualmente los israelíes y los palestinos, porque el terror seguirá. Y porque los dirigentes de ambos bandos serán aún más execrables que hasta la fecha.