domingo, 31 de enero de 2021

Aquí están los problemas y agresiones inevitables de una tecnología desprovista de conciencia. Cuando estos son los efectos se deberían revisar y suprimir las causas que los provocan en vez de evitar inútilmente los efectos, que mientras las causas existan se seguirán produciencdo. No es tan difícil comprenderlo...¿o sí? 😰


“Mucha de la desinformación en esta pandemia la estamos pagando con dinero público”

  • Charlamos con Marcelino Madrigal, experto en tecnología y en seguir la pista de los grupos negacionistas o de desinformación en internet

Desde el comienzo de la pandemia hemos visto cómo las teorías negacionistas o la desinformación se asomaban cada vez más en diferentes espacios de Internet. Y en la calle, con convocatorias físicas de mayor o menor éxito. Además, la presencia de la extrema derecha en muchos de estos mensajes ha hecho saltar todas las alertas de varios expertos que se dedican al seguimiento de este tipo de grupos. Uno de los más activos es Marcelino Madrigal, un veterano de internet y experto en tecnologías que cuenta con  un blog y una cuenta en Twitter desde donde intenta hacer pedagogía sobre las consecuencias de lo que se cuece en la red. Hablamos con él en cuartopoder de todos estos temas.

-Has trabajado desde hace muchos con nuevas tecnologías. ¿Cómo empiezas a interesarte por luchar desde diferentes ámbitos contra la manipulación, desinformación o abusos en Internet?

-Históricamente he estado con ese tema. He intentado siempre ayudar en ese sentido porque lo único que tengo son conocimientos sobre tecnología, redes y demás. He intentado compartirlos con la gente, que es el antiguo espíritu de la red. La red la entendíamos así, al menos la gente que llevamos muchos años en esto. Lo que ocurrió fue que cuando empezamos con la pandemia, la mejor manera que tenía de arrimar el hombro era poner esos conocimientos al servicio de la ciudadanía. En el sentido de que ante el tsunami de desinformación y manipulación que tenemos desde el comienzo de todo este drama, darle a la gente herramientas y contarles cómo pueden contrastar información, que supieran quién les hablaba. Todo de una forma simple para que fuera accesible a todo el mundo. Esto ha derivado también en poner ejemplos concretos. He intentado hacer un seguimiento de cómo han ido evolucionando los temas de negacionismo, conspiraciones, etc. En definitiva, yo no me puedo ir a una UCI a tratar a nadie, ni puedo hacer otras cosas, pero lo que tenía a mano podía valer. Parece que por lo menos a algunas les ha servido, con lo que me congratulo.

-Has defendido siempre que las personas negacionistas, antivacunas o seguidoras de las conspiraciones no son personas que estén chaladas.

-No creo en eso. Siempre he dicho que estos temas hay que tratarlos con toda la seriedad del mundo. Considerar que son personas chaladas es un error mayúsculo. En todo este mundo siempre digo que hay por lo menos tres clases de personas. Unas son quienes están moviendo esto, otros quienes los apoyan y otros quienes se aprovechan. Y no tienen que ser las mismas personas. Habrá gente que crea que el 5G es malo pero no tienen que ser frikis.

Probablemente les han confundido o están mal informados. Hay una serie de mecanismos dentro de las conspiraciones que llevan a este tipo de explicaciones. Por muy absurdo y pintoresco que nos parezca, es un error juzgarlo de esa manera. Cuantitativamente habría que medirlo, si realmente es mucha gente o solo hacen mucho ruido, pero yo creo que las cosas hay que tomárselas en serio. Porque si obvias este tipo de problemas, te puedes encontrar con un problema más grande. No quiero decir que nos ocurra lo que ha pasado en EEUU con las conspiraciones, pero sí puede conducir a algo grave.

-¿Qué consecuencias pueden tener estos mensajes que se difunden por las redes sociales? Recuerdo que cuando estuviste en el programa Salvados preguntabas si una persona puede hacer daño mediante redes sociales a otra persona, a una empresa y a un país.

-En mi opinión es obvio, pero quizás la gente no reflexiona sobre eso. Hay gente que no ve las consecuencias de esto. Nosotros lo estamos sufriendo ya como país. Porque no genera nada bueno tener a la gente desinformada o con unos intereses peligrosos. El riesgo está ahí. No ha llegado la sangre al río todavía pero estamos viendo una serie de acciones que pueden desembocar en cosas mucho más graves. Por ejemplo, si tienes todo el día a gente calentando con el negacionismo y diciendo que a los abuelos los han asesinado en una residencia poniéndoles las vacunas de la gripe y una antena de 5G al lado, imagina las consecuencias que puede tener en alguien que esté trastornado, si se presenta en algún sitio y hace alguna locura.

-Siempre habéis defendido muchos expertos que hay una amalgama de gente muy diferente inmersa en este tipo de teorías y por ejemplo que la extrema derecha está aprovechando. En este sentido hace unos días alertabas por Twitter que se estaban empezando a difundir mensajes de grupos nazis llamando prácticamente a la lucha armada.

-Llamando prácticamente no, llamando. No es nuevo, lo llevo avisando meses. Cuantitativamente habría que ver cuánta gente es, porque el otro día en Madrid hubo una manifestación de 1.000 personas. Y había nazis allí. Lógicamente en los medios hemos visto a la gente más o menos pintoresca. Pero yo sí tengo constancia, porque conozco los grupos, de que había gente allí nazi. Hace unos meses ya había grupos nazis llamando a montar grupos de autodefensa. Porque en este tipo de teorías se mezclan mensajes de todo tipo, no es un negacionismo puro que se queda ahí sino que los mensajes que se meten en los canales son de todo tipo.

Esos grupos de autodefensa también azuzan con la inmigración. Hemos visto cómo se aprovecha lo que pasa en Canarias y solo falta que pase algo grave para que nos echemos las manos a la cabeza. Y aquí en Madrid lo hemos tenido también, ha habido determinados barrios donde se ha acusado a menores tutelados de todo tipo de actividades. Y todo va in crescendo. Ojo, yo siempre digo que hablo de la extrema derecha y la pandemia porque vivimos este momento así. Si hubiera gente de la CUP, de los CDR o de Podemos haciendo esto, lo diría igual. Porque en definitiva, quien sufre o paga el pato de todo esto somos los ciudadanos.

-Has dicho que una de las principales “cocinas” de este tipo de mensajes es Telegram.

-Sí, es una de ellas. Lo que postulo es que igual que hay decisiones que se toman en despachos, la desinformación no nace espontáneamente. Estos se organizan en sitios donde tienen que tener privacidad, empiezan en sitios muy pequeños y luego se va distribuyendo. Donde sí hay un cambio que a mí me parece significativo es en el hecho de que la desinformación ahora mismo está pasando de las redes sociales a la mensajería instantánea. Por una sencilla razón, que es más difícil trazar los orígenes. En las redes ahora nos enteramos de cosas de pasada, porque todo se hace más a través de Whatsapp y similares. Hablo de la difusión, no de lo que yo llamo la cocina. La cocina donde se genera todo este tipo de desinformación es en despachos cerrados. Son operaciones de manipulación muy claras.

Marcelino Madrigal

-Te preocupa también, según has dicho, que en manifestaciones y protestas legítimas como la de los hosteleros se están incrustando también personas negacionistas.

-En noviembre estuvimos viendo las manifestaciones que surgieron. Qué curioso que un montón de manifestaciones se presenten como espontáneas en los mismos días y de la misma que aparecen, desparecen. Tengo constancia de que algunas acciones, como cuando los hosteleros tiraron sangre  en Barcelona, se las han atribuido grupos de extrema derecha. Estos grupos se están aprovechando del dolor de muchos colectivos para meterse ahí. Hay grupos como Hogar Social que aprovechan algunas cosas, con los mismos esquemas de Amanecer Dorado y están por ahí incrustándose.

-¿Qué influencia tiene en España la teoría Qanon, surgida en EE.UU?

-Existe un paralelismo muy evidente de esquemas y mensajes de un sitio y otro. Para mí está claro que están conectados. Existen conexiones entre estos grupos. Pero difiero un poco de algunas lecturas. Porque en el tema de Qanon prefiero referirme a ellos no como una teoría de la conspiración sino como una forma de comunicación, que es lo realmente grave. El problema ha llegado para quedarse. Los más creyentes de Qanon están esperando un poco porque todavía tienen fe en que algo vaya a pasar en EEUU con la Presidencia. Esta forma de comunicación hay que combatirla y hemos visto algunas cosas que están presentes ahí, como lo del virus chino, hasta aparecer en el Congreso de los Diputados.

-¿Cómo se combaten estas formas de comunicación o cómo deben combatirlas las administraciones?

-Al menos ocuparse de ello, que no lo hacen. Hay mucho miedo sobre todo al tema de la red. Yo no digo que el Estado tenga que intervenir la red, siempre he pensado en la autorregulación de las personas que formamos la red como los que deberíamos parar esto como afectados. Pero tiene muy mal arreglo porque se ha delegado mucho poder en algunas empresas, especialmente en EEUU. Hay una serie de ingredientes que se deberían aplicar, y no solo para las redes sociales sino para mejorar la sociedad. Por ejemplo, algo como la transparencia.

Todo este tipo de información no es espontánea y está financiada. Alguien está pagando para que haya determinados contenidos. Probablemente se parte de fundaciones o asociaciones que tienen más o menos vínculos con determinados partidos dentro del propio Congreso y fuera. Y con lobbys y grupos de interés. Pero eso no lo conocemos porque falta transparencia. Yo apostaría a que mucha de esta desinformación la estamos pagando con dinero público. Si aplicamos la receta de la transparencia y vemos cómo se financian los partidos y sus fundaciones, igual encontramos algunas sorpresas y podemos empezar a limpiar esto un poco. Creo que soy bastante explícito.

-Cambiando de tema, me gustaría también comentar el tema de los abusos sexuales a la infancia en la red. Has trabajado mucho en este y colaborado en investigaciones para desmontar unas actividades delictivas que en la red están al alcance de mucha gente.

-A un clic de distancia, sí. Encontrar abusos de menores en una red social o en buscador de internet tardas un segundo y medio. Es un problema endémico que lleva tiempo así. Yo estuve en 2013 en el Congreso, en una subcomisión de Interior referente a los problemas de los menores en las redes sociales. He llamado a todos los sitios y alertando de lo que pasaba. Con reivindicaciones muy básicas que la gente lo notifique a la Policía o Guardia Civil. A mí me dieron hostias por un tubo durante años pero los últimos datos que hay, públicos, hablan de que en las redes sociales en 2019 hubo 16.900.000 casos de este tipo. Y digo más, con origen en España hubo 48.000 casos. Cuando empecé con esto, hubo una explosión de casos y se tomaron medidas. Pero se tomaron medidas para proteger los derechos de autor, para perseguir a tuiteros con chistes. Se aprobó la Ley Mordaza. En 2019, Twitter ha reportado 1 millón de casos. Cuando yo lo denuncié hace tiempo me llamaron de todo. Incluso me dijeron que yo era un pedófilo que me dedicaba a buscar eso.

El procedimiento no funciona. La base de datos de EEUU tiene 280 millones de imágenes de abusos. De esos tenían identificados 15.000 víctimas, y parece que no importa.

Reflexiones bien claras sobre dos realidades inseparables; para que sea posible una cultura cívica y duradera, ética y solidaria, hay una ecuación imprescindible: memoria + democracia = inteligencia colectiva + bien común. Las mejores semillas en una tierra fértil y buenos cuidados compartidos dan las mejores cosechas. ¡Gracias, hermano poeta!

Verso Libre

Memoria y democracia

Publicada el 31/01/2021 a las 06:00

El valor decisivo de la memoria colectiva se ha unido casi siempre en los debates españoles a las reivindicaciones de la izquierda. Se trata de una dinámica lógica porque durante muchos años la dictadura de Franco legitimó su poder en el olvido y en la manipulación de los hechos. Luchar contra el silencio suponía una hermandad imprescindible entre el conocimiento, las libertades y el homenaje a las víctimas.

Que los restos del dictador permaneciesen más de 40 años en un monumento nacional para recibir las devociones de sus deudos y nostálgicos, ejemplifica bien la extraña relación de la democracia española con la memoria. Que esa anormalidad se haya solucionado por fin, puede ejemplificar también que las cosas cambian, deben y pueden cambiar para el bien de la nación que compartimos.

Creo que una de las tareas fundamentales que la memoria política tiene ahora por delante es la de ayudar a consolidar una necesaria derecha democrática. La extensión de los irracionalismos y el descrédito de las instituciones son enfermedades que afectan a las democracias más importantes del mundo. Los procesos comparten muchos códigos que van desde la demagogia mediática del expresidente Trump hasta el resurgimiento neonazi en Alemania o las otras mareas racistas que se extienden por Europa. Pero dentro de los códigos compartidos cobran valor las historias particulares, y España tiene la suya.

Me preocupa, por ejemplo, que los nuevos discursos antidemocráticos coincidan en España con la pérdida inevitable de la memoria viva de lo que fue la dictadura franquista. Han pasado muchos años y tenemos ya muchos inviernos encima los que experimentamos aquella realidad. Con frecuencia se cae en la trampa de comparar acontecimientos como si nada hubiese cambiado. Cuando se dice que en la democracia hay la misma corrupción que en la dictadura, cuando se confunde un error judicial con una justicia dictatorial o cuando se define como fascista a alguien que defiende ideas de derechas que caben en una democracia, se mezclan realidades que tienen muy poco que ver. La otra cara de la moneda es el consabido estalinismo-comunista-socialista-bolivariano de toda persona empeñada en no separar mucho los valores de la igualdad y la libertad.

Creo que, a la hora de caer en los discursos del odio y las identidades cerradas, son hoy más peligrosos para la democracia española los que ya no pueden tener memoria viva de lo que supone en realidad una dictadura que los melancólicos atrapados en la nebulosa de sus recuerdos y sus hazañas bélicas.

La política española le debe a Adolfo Suárez la creación imprescindible de una derecha democrática. Más grave para la democracia que la personalidad de Trump ha sido la descomposición del Partido Republicano. La derecha política española debería ser consciente de que hay dinámicas corrosivas. La obligación de ejercer una oposición legítima a un gobierno de izquierdas no puede confundirse con un vértigo de desestabilización que ponga en peligro los intereses nacionales y nuestro crédito internacional. Lo pagamos todos desde un punto de vista social; pero desde una perspectiva política, lo acaba pagando en primer lugar la propia derecha democrática, desbordada por dinámicas de radicalización incompatibles con la convivencia y el intercambio de ideas.

Aquí la memoria democrática tiene mucho que recordar. Cuando en las cortes republicanas los ámbitos más conservadores se movilizaron contra Azaña identificándose con Gil Robles, facilitaron un estallido golpista que acabó con la República y con el propio Gil Robles. Años después, al principio de nuestra democracia, Adolfo Suárez tuvo que dimitir para evitar un golpe de Estado, sintiéndose muy solo, porque nadie de su alrededor, y nadie es nadie, fue capaz de analizar, al margen de sus intereses más egoístas, lo que ocurría en España.

Ahora no existe peligro ninguno de golpe de Estado. Pero hay una dinámica de descrédito de la democracia y la política que está deslegitimando las instituciones y confundiendo la diversidad ideológica con una pulsión desquiciada. Tampoco viene mal aquí el recuerdo de otra lección de la memoria política: el derecho al voto es una exigencia de los demócratas, pero no una garantía de que un país sea gobernado por valores democráticos. En las urnas cabe todo. Así que la prudencia debe formar parte del equipaje de una democracia.

Si la memoria histórica sirve para recordar los campos de exterminio o las barbaries fascistas, debe servirnos también para aprender y recordar los errores de los demócratas. En este sentido, todos tenemos mucha tarea por delante.

Erik Satie: Gymnopédies & Gnossiennes (Full Album)

Victor Manuel - Esto No Es una Canción (En Directo)

👍Una noticia positiva: el valor y la necesidad del sentido común y de la mediación inteligente y por ello bien compartida, entendida y asumida. Gracias a los mediadores y a las y los manifestantes. Un ejemplo verdaderamente democrático: el bien común por encima del interés parcial👍

 La Comunitat Valenciana registra 3.933 nuevos casos de coronavirus y 95 muertos en 24 horas

La policía disuelve una concentración en el parque deportivo de la Fonteta

El Servicio de Mediación aborta la reunión callejera antes de empezar y evita tener que imponer multas

El momento de la mediación

El momento de la mediación

El servicio de Mediación de la Policía Local de València y entidades sociales como la Plataforma Intercultural ACUDE y ACSI lograron evitar este sábado que se reuniesen 30 personas en las canchas de la calle Bombero Ramón Duart donde recientemente se ha produjo una concentración numerosa de personas. Es uno de los espacios deportivos municipales abiertos, lugar habitual para la práctica deportiva o para la celebracion de botellones, casi de forma indistinta, junto a la avenida Hermanos Maristas, enfrente del pabellón de la Fuente de San Luis. En este caso se trataba de una reunión vespertina, habitual los sábados por la tarde pero no en tiempos de Estado de Alarma y menos aún con las actuales restricciones.

Representantes del servicio de Mediación de la Policía Local y las entidades sociales mencionadas se reunieron con los jóvenes que tenían intención de congregarse en este espacio deportivo para trasladarles las consecuencias legales y sanitarias que les podía ocasionar congregarse allí.

Las 30 personas decidieron abandonar tranquilamente el lugar donde también ha acudido un médico para informar de las consecuencias sanitarias que pueden tener contactos sociales y la situación epidemiológica así como informar de la prohibición de utilizar pistas deportivas y concentrarse. Al lugar también han acudido dos vehículos de la 2ª Unidad de Distrito Ruzafa y un vehículo de Policía Nacional de forma discrecional.

“Este es un ejemplo claro de la eficacia que tiene la prevención” ha señalado Aarón Cano, concejal de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de València que ha manifestado que la sanción “siempre debe ser el último recurso, el objetivo principal de la Policía Local es evitar un comportamiento que puede comprometer la salud pública en un momento como este” ha precisado el responsable del área de seguridad municipal.

Charla "Claves del mercado eléctrico. Entenderlo para actuar (parte 1)" ...Pisando tierra y asfalto. Mucho más que ideología: información verdadera, conciencia humana mucho más que de "clase", y conocimiento de la realidad. Gracias, IU, sin vosotras y vuestro trabajo fundamental, es imposible que la sociedad funcione

  

 
:calling: Canal de Izquierda Unida: t.me/iunida

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Primera conferencia del ciclo organizado por la Red de Energía de Izquierda Unida, con la participación de Sira Rego, Irene Calvé y Jorge Martínez.

sábado, 30 de enero de 2021

Byrd - Complete Consort Music - Ensamble de Viols

Ivan Brull - Propietats medicinals (Propietats medicinals, 2017)

Muchas gracias, Juan Torres López, por estas necesarias aclaraciones, en un tiempo tan caótico como turbio, mediante una transparencia informativa y una base real que solo verdaderos expertos comprometidos con el conocimiento limpio de intereses espurios y por la verdad pueden aportar a una sociedad tan maltratada como engañada

 

La tramoya

Los culpables no son las farmacéuticas, sino la Comisión, el Parlamento y los gobiernos europeos

Voy a comenzar este artículo por lo que había pensado que fuese mi conclusión final:

- Un informe de la Cámara Internacional de Comercio (aquí) estima que si los países continúan aplicando un enfoque descoordinado para la distribución de vacunas y los gobiernos no garantizan el acceso de las economías en desarrollo a las vacunas covid-19, el mundo corre el riesgo de pérdidas del PIB mundial solo en 2021 de hasta 9,2 billones de dólares.

- Dicho informe calcula que la financiación que faltaría poner para proporcionar una vacuna a toda la población del mundo que la necesita sería de unos 27.200 millones de dólares. Es decir, 338 veces menos del daño que produciría no hacerlo.

- Por cada uno de los 27.200 millones de dólares necesarios, las economías podrían recibir un retorno de 166 dólares.

- Esos 27.200 millones de dólares representan el 3% de los 750.000 millones de euros que la Unión Europea tiene previsto dedicar a combatir la pandemia y sus efectos económicos.

A la vista de estos datos, que la Comisión Europea se empeñe en mantener la estrategia de mercado que está siguiendo, que el Parlamento Europeo no se levante y reclame sensatez y que los gobiernos sigan poniendo en peligro a su población y arruinando a sus economías a mí no parece que sea insensato sino criminal. Y ahora, explicaré por qué me lo parece.

El proceso de vacunación está siendo un desastre en la Unión Europea y la Comisión se empeña ahora en hacernos creer que la culpa es de un laboratorio que incumple los contratos.

No voy a defender aquí a AstraZeneca, cuya historia está plagada de fraudes, incumplimientos y malas prácticas asociadas a su posición cuasi monopolista en los mercados (aquí información detallada). Solo quiero señalar que, a mi juicio, los responsables del desastre en el que se hallan los países europeos no son los laboratorios sino las instituciones europeas que han planteado mal, desde el principio, la lucha contra una pandemia que va a terminar provocando, como se sabía que iba a ocurrir, la crisis económica más grave de la historia contemporánea.

La Unión Europea en su conjunto no ha sabido o no ha querido asumir que la pandemia de la covid-19 es un problema mundial y que como tal debería haberse enfrentado. Se ha sumado al "sálvese quien pueda" de los países más ricos, en lugar de entender que una emergencia planetaria como la que vivimos requiere medidas de cooperación global y que solo con eficacia, cooperación, solidaridad y equidad se puede combatir realmente a un virus que no entiende de fronteras.

La Unión Europea ha actuado desde el inicio de la pandemia anteponiendo los intereses financieros a los sanitarios y permitiendo que la respuesta viniera de empresas que, legítimamente, se deben a sus accionistas y al cumplimiento de sus objetivos comerciales.

Tratando equivocadamente de ahorrar recursos, la Comisión Europea se hizo cargo del aprovisionamiento de las vacunas y ahí ha cometido también errores garrafales que al final provocarán despilfarro, retraso en la respuesta sanitaria y mayores costes en vidas y en dinero a todas las economías europeas. Aunque, en realidad, ni siquiera se respetó ese principio y se dejó que grandes países, como Alemania, mantuvieran estrategias particulares de compra. No se supo gestionar la adopción de acuerdos con celeridad y eficacia y su burocracia retrasó la aprobación y la compra de las vacunas. Sin llegar a los 450 millones de habitantes, los propios responsables de la Comisión afirman haber confirmado la compra de unas 2.300 millones de dosis y, sin embargo, ahora no hay disponibles para seguir con el proceso, a diferencia de lo que ocurre en otros países.

A la Unión Europea, como a otros pocos países ricos, se le ha llenado el ojo antes que la tripa y ahora resulta que solo diez de ellos disponen del 75% de la producción de las vacunas. Un completo sinsentido que dará lugar a que la pandemia y sus tremendos efectos económicos se sigan extendiendo.

La Unión Europea ha procedido con oscurantismo a la hora de contratar. Salvo en un solo caso, no se han hecho públicos los contratos a pesar de suscribirlos con dinero público; y solo por error o filtraciones se saben los precios de las vacunas o que se ha renunciado a exigir responsabilidad a las empresas. Una auténtica barbaridad cuando, al mismo tiempo, se ha permitido que el proceso de obtención de las vacunas haya sido irregular y en muchas ocasiones dictado por los intereses financieros de los laboratorios.

Se ha tomado el pelo a la ciudadanía, como hizo la comisaria de Salud en el Parlamento Europeo cuando afirmó que "la Comisión está legalmente imposibilitada para desvelar la información que contienen estos contratos debido a la naturaleza altamente competitiva de este mercado" (aquí). Una mentira vergonzosa porque el mercado en el que se producen y distribuyen las vacunas contra la covid-19 es justamente lo contrario, muy poco competitivo. Es, en realidad, oligopolista e incluso monopolista en algunos casos o desde ciertos puntos de vista. Por tanto, lo inteligente, lo razonable, lo más justo, lo incluso menos costoso y, por supuesto, lo más seguro para la vida de las personas, hubiera sido corregir a ese mercado no competitivo, domeñarlo, someter a las fuerzas que no actúan con la auténtica competencia que hace eficientes a los mercados, y no aceptar las condiciones ineficientes y peligrosas para la salud que imponen quienes se están saltando a la torera las leyes que se supone que deben guiar el funcionamiento de los mercados para que estos funcionen adecuadamente.

Las autoridades de la Unión Europea ha dado por bueno que empresas como Pfizer vayan a tener unos márgenes de beneficio de entre el 60% y el 80% con su vacuna (aquí) y, en general, que todas ellas hagan el mayor negocio de su historia gracias a la investigación básica que han realizado instituciones públicas (aquí) y con el dinero de los gobiernos que ahora no les reclaman el valor generado por sus inversiones (aquí). Sencillamente hablando, es una falsedad que las vacunas contra la covid-19 solo hayan sido posibles gracias al esfuerzo inversor de los laboratorios farmacéuticos y al monopolio que les conceden las patentes. Como expliqué hace unos meses (La covid-19 y la propiedad de las vacunas y medicamentos) el régimen de propiedad y las condiciones de los mercados actuales no facilita la innovación, ni mejora la cobertura de la salud en el mundo sino que las empeora, entre otras razones, porque las empresas dedican más recursos a obtener rentabilidad financiera que a innovar: en 2017, 2018 y 2019 dedicaron 28.600 millones de dólares a recompras de acciones y 10.000 millones a I+D (aquí).

Las autoridades de la Unión Europea han renunciado a considerar la solución de la pandemia, las vacunas, como lo que debería ser, un bien público al que debieran acceder de modo gratuito y equitativo todas las personas del mundo, puesto que la Covid-19 es un mal global. Por el contrario, han permitido que se conviertan en una mercancía más, impidiendo así su uso generalizado, eficiente, menos costoso, y seguro.

La Unión Europea, es decir, la Comisión que tomó decisiones ejecutivas erróneas, el Parlamento que no fue capaz de imponer principios morales y medidas políticas alternativas, y los gobiernos de todos los países que no han sabido coordinarse con eficacia, ni anteponer los intereses generales y el cuidado de la salud a los mercantiles de las grandes empresas, son los responsables de lo que está sucediendo en Europa.

La Unión Europea ha renunciado a actuar como un motor de progreso y ha sucumbido una vez más -cuando la enfermedad y la muerte de millones de personas y una gigantesca crisis económica reclaman más que nunca una política para el bien común- a las lógicas del capitalismo financiarizado, especulativo y monopolista de nuestro tiempo. Es una vergüenza y una ignominia que, en lugar de estar preocupadas por adoptar soluciones inmediatas, eficaces, seguras y justas en Europa y de contribuir a que ocurra lo mismo en el resto del mundo, las autoridades europeas no den tregua y estén más dedicadas a recordar los recortes en bienestar, pensiones, cuidados, educación o salud que deberán hacer los gobiernos cuando todo esto concluya.

La Unión Europea es responsable de lo que está sucediendo con la pandemia en Europa y en concreto del fracaso en la estrategia de vacunación porque renunció a lo que podría haber hecho y que está contemplado y asumido por la Organización Mundial de la Salud, la expropiación de las patentes cuyo monopolio afecta a la covid-19. Como vienen solicitando cientos de autoridades, premios Nobel, científicos y organizaciones de todo tipo (aquí), para combatir la pandemia se necesitaba la puesta en común de todas las patentes, datos, conocimientos y tecnologías disponibles en el planeta; un plan de producción y distribución global con transparencia y a precios reales; y la garantía de que la vacuna se proporcionaría gratuitamente a todas las personas y dando prioridad a quienes están más expuestas, a las más vulnerables y a los países con menos capacidad para salvar vidas.

La Unión Europea es responsable y ahora no puede culpabilizar a terceros, porque se sabía de sobra que una estrategia de mercado como la que adoptaron sus dirigentes iba a tener las consecuencias que estamos sufriendo.

Hasta uno de los más grandes defensores del mercado, Milton Friedman, reconocía que "por supuesto, la existencia de un mercado libre no elimina la necesidad de un gobierno. Por el contrario, el gobierno es esencial como foro para determinar las reglas del juego y como árbitro para aplicar las reglas que se decidan". El problema de la Unión Europea es que se empeña en que esas reglas no sean otras que la que desean, precisamente, los oligopolios y monopolios que dominan los mercados, y los convierten en fuentes de ineficiencia, inseguridad, inmoralidad y injusticia que matan a la gente.

Me parece muy interesante el contraste entre este artículo de Jesús Maraña y el de Juan Torres López, que le precede, creo que la lectura y los datos que aportan ambos trabajos ayudan a ver mejor desde dos perspectivas muy distintas el problema de las vacunas entre la UE y AstraZeneca, en cuya narrativa argumental los medios informativos tienen en realidad una gran responsabilidad y un poder evidente (no exento de intereses en la mayoría de los casos) Por ejemplo, en el periódico francés Mediapart es imposible leer un artículo sobre cualquier tema sin pagar un euro por ello, un negociete que España ya está copiando con mucha aplicación. Parece que la cosa no se limita solo a las grandes farmacéuticas, el modelo del capital salvaje con la misma disposición para todo, no va a dejar títere con cabeza en la sociedad, para que los pobres no se informen si no se pueden pagar las suscripciones. De poco sirve denunciar la injusticia de los millonarios si quienes los critican actúan igual a la hora de las desigualdades. El capitalismo no se basa solo en la cantidad de pasta que se acumula y se maneja, sino sobre todo en la carencia de valores éticos y de conciencia con que se trabaja, se informa, se gestiona, se denuncia y se coopera o se pone por delante de esos valores el interés especulativo y depredador, como valor primordial, con todo el drecho del mundo, caiga quien caiga, claro...Es gravísimo, sin duda, el crimen de las vacunas en el Tercer Mundo, donde se suelen experimentar y crear epidemias terribles para hacer negocio con la enfermedad, pero es igualmente injusto y cruel no tener en cuenta a los pobres del primer mundo y abandonarles en el ghetto de la desinformación porque no se la pueden pagar, en eso hay que agradecer la disposición generosa de diarios como Público, Cuarto Poder y Nueva Tribuna, por ejemplo. Quizás se trate de descubrir con honestidad y discernimiento, desde una praxis de coherencia ética, que el capitalismo deshumanizado y "normalizado" es la verdadera pandemia demolítica que está liquidando a la humanidad . No creo que soluciones de este tipo: como el hecho de que unos jóvenes informáticos que viven del videojuego" #WallStreetBets, han causado en los últimos días pérdidas millonarias a fondos de alto riesgo que habían decidido devorar a una empresa de venta física de vídeojuegos", como informa el artículo de J. Maraña. La solución nunca puede ser Curro Giménez o El Tempranillo fashion, comportarse como lo que se pretende erradicar, como venganza y que el dinero solo cambie de manos sin que las cerdadas se corrijan y se penalicen socialmente, que robar a un ladrón puede que tenga cien años de perdón en el refranero, pero también degrada, corrompe y convierte en basura moral y cívica al castigador, como en convierte en asesina a la ley que mata asesinos. Es un círculo vicioso de siglos: exterminar los imperios para colocarse en su lugar y hacer lo mismo que ellos, pero de "buen rollito" en plan "poli bueno", como los que se largan a Andorra para no pagar en Hacienda por el pastón que les aporta el ingenio surrealista de sus chascarrillos, así también se crea pobreza y miseria de todo tipo. Así no se cambia nada, al contrario, se empeora exponencialmente lo de siempre, y todos acaban pringados en la basura de la misma inmadurez avariciosa que cambiando solo de caras y gestos, genera la misma situación for ever. Gacias, Jesús Maraña, con la denuncia de la hipocresía has dado en el clavo una vez más. Cuánto cuesta depertarse, aun con mil despertadores sonando a la vez ...Ains!

Buzón de Voz

La vacuna, el 'Gran Farma' y nuestra hipocresía

Publicada el 30/01/2021 a las 06:00

“El mundo de las multinacionales farmacéuticas me atrapó al entrar en él, y ya no pude dejarlo. El 'Gran Farma', como se le conoce, tenía de todo: las esperanzas y los sueños que depositamos en él; su enorme potencial en parte llevado a la práctica de hacer el bien, y su lado más oscuro, alimentado por inmensas cantidades de dinero, una hipocresía rampante, corrupción y avaricia”.


John Le Carré (18 de febrero de 2001)

Este viernes por fin hemos conocido (es un decir) el contrato firmado por la Unión Europea con la farmacéutica AstraZeneca para el suministro de su vacuna contra el covid. Lo ha hecho público la Comisión Europea tras varios días de alta tensión con la multinacional anglo-sueca después de que esta comunicara una reducción de hasta un 60% de las entregas comprometidas para el primer trimestre. Lo que podemos leer del contrato (ver aquí) desmiente como mínimo dos patrañas que el laboratorio se había inventado para justificar el incumplimiento de su compromiso: 1) Las plantas de producción del Reino Unido se consideran expresamente en el territorio de la UE "a los efectos de esta disposición" (apartado 5.4). Y 2) En el apartado 13.1 del acuerdo, AstraZeneca "garantiza" que "no tiene ninguna obligación, contractual o de otro tipo, con ninguna persona o tercero respecto a las dosis iniciales" pactadas con la UE. De modo que no se sostiene por ningún lado la excusa de que Reino Unido tenía un acuerdo previo que le daría prioridad a la hora de hacerse con la producción de la vacuna.

El documento publicado aparece con insistentes (y cutres) tachaduras, que ocultan al menos dos datos fundamentales del contrato: el precio por dosis y el calendario concreto de entregas y su volumen. Para escribirlo pronto y sin rodeos: es inadmisible que una empresa privada imponga a la Unión Europea la opacidad en un contrato que es fruto en buena parte de la inversión pública de la propia UE y de los Estados miembros para facilitar la investigación, producción y distribución de esa vacuna. Es más, una de las pocas cuestiones que están claras, respecto a AstraZeneca y las demás grandes farmacéuticas competidoras en la carrera por hallar un remedio preventivo contra la actual pandemia, es que la propia UE ha asumido los principales riesgos económicos que pudieran derivarse de la aceleración de todos los procesos para obtener las vacunas. Las razones aducidas para intentar justificar el velo de la censura (cuestiones de seguridad o información confidencial, ver aquí) ofenden a la inteligencia: ni los precios de cada dosis ni los plazos acordados para su entrega tienen absolutamente nada que ver con la seguridad o la confidencialidad protegidas por las leyes vigentes. Según Der Spiegel, el coste para la UE del citado y semicensurado contrato es de 870 millones de euros que incluyen "todos los gastos directos e indirectos" incurridos por AstraZeneca en la producción y distribución de la vacuna (ver aquí). O sea que si el laboratorio tuviera pérdidas, aquí estaremos todos para cubrirlas. Ya saben. Es costumbre neoliberal instaladísima. (Aquí detalla nuestro socio editorial Mediapart la burla a la UE ejercida por grandes laboratorios, lo cual merece una severa autocrítica también por parte de los negociadores de la Comisión Europea).

De modo que una vez semidesvelado el contrato, quedan aún más abonadas las sospechas sobre intereses políticos de AstraZeneca en favor del Reino Unido e intereses puramente crematísticos en favor de Israel (el país más avanzado del mundo en la vacunación contra el covid), pero sobre todo a beneficio puro y duro del propio laboratorio (ver aquí un retrato empresarial de la farmacéutica anglo-sueca).

Desde que el recientemente fallecido John Le Carré escribió El jardinero fiel y publicó el impagable artículo del que se extrae la cita que encabeza estas líneas (ver aquí), han pasado veinte años. Sería injusto ocultar que se han dado pasos importantes para frenar la codicia insaciable de la industria farmacéutica y las prácticas de corrupción que empleaba en todo el mundo, y que ingresaban en el territorio de lo criminal en lo que se refiere a experimentación y expolio en los países más pobres. Pero también sería ingenuo creer que el poder del llamado big pharma y su capacidad de influir en los gobiernos han disminuido cuando su labor comercial sigue marcada por la opacidad y cuando siguen gozando de enormes privilegios en la explotación de sus productos gracias al sistema de patentes (ver aquí).

Ya en febrero de 2001 se preguntaba Le Carré: "¿Qué es lo que oigo? ¿La vieja y manida excusa de las farmacéuticas de que necesitan tener grandes beneficios con un fármaco para poder financiar la investigación y el desarrollo de otros? Entonces, que alguien me diga, por favor, ¿cómo es que invierten el doble en comercialización que en investigación y desarrollo?". No han perdido vigencia esas preguntas, especialmente respecto a las vacunas contra el covid, cuya aceleración y éxito son mérito de la ciencia bajo financiación, protección y asunción de riesgos de las arcas públicas. Es decir, con el dinero de todos y cada uno de nosotros y nosotras. Debería ser sencillo entender que una pandemia en la que los Estados vuelcan todo su potencial, armados con nuestra caja común y nuestro endeudamiento futuro, no puede admitir que ningún particular, sea un empresario audaz o una multinacional, establezca prioridades a beneficio privado de sus ejecutivos y accionistas.

La UE se juega mucho, y la Comisión Europea está obligada a demostrar que no ha sido engañada por un vulgar trilero. Pero más allá de esta (grave) crisis provocada por AstraZeneca, convendría que aprendiéramos algo de todo esto. ¿Qué tal si nos ponemos en la piel de los pueblos de África, de Asia o de Latinoamérica? Porque, una vez que pasen los latigazos de esta tercera ola y se superen las artimañas de algunas farmacéuticas, lo cierto es que en España y en el resto de Europa recibiremos, seguro, las vacunas que frenarán veremos cuándo la pandemia. Porque pertenecemos al club de los privilegiados que concentrarán la recepción de más del 90% de las dosis disponibles en los próximos meses. Millones de ciudadanos del Tercer Mundo no tendrán esa suerte. Allí se les requiere más a menudo para ensayos clínicos de nuevos medicamentos mientras se les ponen mil obstáculos para fabricar genéricos que les permitan acceder a ellos. De modo que no seamos hipócritas: lo que hoy exigimos a AstraZeneca para nosotros es lo que desde siempre reclaman con toda justicia 'los nadies' del resto del mundo. Lo ha expresado con absoluta claridad el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS): "Tengo que ser franco. El mundo está al borde de un catastrófico fracaso moral, y el precio de ese fracaso se pagará en vidas y medios de subsistencia en los países más pobres del mundo" (ver aquí).

Hace dos décadas quizás aún fuera posible poner nombres y apellidos a los desaprensivos del Gran Farma. Hoy es más complicado. Como ocurre en tantos otros sectores de la economía globalizada, la propiedad se concentra en manos de fondos de inversión cuyos tentáculos suelen perderse en paraísos fiscales, infiernos más bien para el interés común. Lo cual no quiere decir que debamos caer en la "impotencia democrática" (con permiso de Ignacio Sánchez Cuenca). Entre los muchos escombros que asoman a la superficie con el cenagal de la pandemia, uno de los más evidentes es el poder incontrolado de las grandes corporaciones que se burlan por distintos cauces de la autoridad democrática. Ni una broma más. Cada euro público destinado a una empresa particular (sea de una familia aristócrata o de un fondo buitre) exige absoluta transparencia. El pulso con AstraZeneca, o con cualquier otro socio del club de las farmacéuticas, sólo puede y debe ganarlo la UE que nos representa a todos. Y a partir de ahí, cuando pase lo peor, deberemos resetear todo eso de las patentes y las regulaciones de la investigación científica, empezando por nuestro presupuesto. Como decía en estas mismas páginas el virólogo Mariano Esteban, investigador de la muy esperanzadora vacuna española: "No somos los primeros porque no tenemos los mismos recursos". Si se los traspasamos vía UE a una multinacional, lo mínimo es exigir que cumplan lo firmado y no nos tomen por idiotas.

 

P.D. Hay muy diferentes vías para frenar la codicia de los artistas del capitalismo global. Lo han demostrado los miles de jóvenes de #WallStreetBets, que han causado en los últimos días pérdidas millonarias a fondos de alto riesgo que habían decidido devorar a una empresa de venta física de vídeojuegos (ver aquí). Si se quiere, se puede.

  

 

Txarango - Les coses senzilles (Audio Oficial)

Los tesoros y las joyas más valiosas no están en las cajas fuertes de los millonetis, sino en las entrañas maternales de la Naturaleza y son gratis, están ahí para todas y todos, para ser disfrutados y compartidos. La provincia de Castellón es una caja de sorpresas, del mar a la montaña pasando por valles y bosques increíbles, más silenciosa, discreta y recogida que València y Alicante, desde las alturas de la Sierra de Espadà a las del Penyagolosa, de las cuevas navegables de La Vall d'Uixò a los abrigos de la Valltorta, de Sant Mateu a Sant Jordi, de Segorbe a Catì, de Aín a Fredes, de Orpesa a Algimia de Almonacid, de Montanejos a La Vila Vella, de Tales a Penyìscola, tierras de silencio rumoroso, refugios de piedra seca, aromas multicolores en una sinestesia desbordante y siempre delicada, aun en medio de lo más cortante y abrupto, en fin, que la mejor terapia para estos males de hoy siempre es y será la Naturaleza. Por eso cuidar de ella es cuidarnos simultáneamente como sociedad y como seres individuales, sin cuya conciencia despierta es imposible conseguir una conciencia colectiva sanadora, imprescindible ya para sobrevivir a estas alturas enloquecidas e irresponables de una evolución que depende más que nunca de nosotrxs y de nuestros hábitos, ideas, emociones y comportamientos sobre todo lo demás...


Pavías, en las alturas de la Sierra de Espadán

Pavías, en las alturas de la Sierra de Espadán

Pavías, en las alturas de la Sierra de Espadán

Pavías es un pueblo de la sierra de Espadán, situado por lo tanto entre las cuencas hidrográficas de los ríos Palancia y Mijares. Es un municipio castellonense integrado en la comarca del Alto Palancia. Con una orografía accidentada con cimas entre 800 y 1.000 metros, posee la singularidad de ser el municipio más elevado del Parque Natural de la Sierra de Espadán. Su término municipal se extiende por 14,4 kilómetros cuadrados, el cual destaca por su enorme riqueza natural y paisajística. Limita con los municipios de Higueras, Caudiel, Gaudiel, Torralba del Pinar, Villamalur y Matet, todos ellos pueblos que se enfrentan a la despoblación, todos ellos con valores paisajísticos amenazados por el despoblamiento.

En el corazón del Parque Natural de Espadán

La totalidad de su término municipal se integra en el Parque Natural de la Sierra de Espadán, cuya superficie se extiende por unas 31.180 hectáreas. Se caracteriza por un clima mediterráneo influenciado por la altitud. Pavías se encuentra a 738 metros sobre el nivel del mar, por lo que sus inviernos son fríos y los veranos secos y calurosos. El medio físico ha sido tradicionalmente un condicionante para sus actividades económicas. También hoy.

El paisaje de Pavías se completa con los campos de secano, en los cuales tradicionalmente se ha cultivado olivos, almendros y cerezas, base de la economía del municipio. Un municipio con apenas 61 habitantes que ha ido reduciendo su población al igual que su superficie agraria útil desde principios de siglo XX cuando residían en Pavías alrededor de 500 habitantes. El éxodo rural ha sido una continua sangría, de manera que hoy es el segundo pueblo con menos habitantes de la comarca por detrás de la vecina Higueras.

El municipio aprovecha el auge del turismo rural, para lo cual cuenta con su patrimonio natural de gran valor, representado por el propio Parque Natural, así como de elementos patrimoniales de su historia.

Pavías, en las alturas de la Sierra de Espadán

Pavías, en las alturas de la Sierra de Espadán

Pavías, historia y patrimonio cultural

Las primeras referencias de Pavías se sitúan en el siglo XI, relacionado con el Castillo de Almonecir, aunque no se conserva ningún vestigio de esta época. Tras la reconquista cristiana por Jaime I en 1238, los musulmanes que vivían en el territorio bajo jurisdicción de dicho Castillo (Algiminia de Almonacid, Matet, Pavías y Vall de Almonacid) formaron la comunidad de la Aljama regida por leyes cristianas e islámicas.

El núcleo urbano de Pavías se asienta en un valle angosto, a los pies de los montes Morrón, Serretilla, Grana y Atalaya, junto a la rambla de Pavías-Artea, rodeado por una gran masa de bosque. Su paisaje urbano es el típico de un pueblo de la montaña mediterránea, con un callejero estrecho que apenas ha evolucionado en décadas. Si accedemos por la carretera de Caudiel hallamos un interesante conjunto hidráulico compuesto por el lavadero municipal, en el que destacan sus arcos de medio punto y su buen estado de conservación; un abrevadero; y La Fuente, del año 1957, la fuente del pueblo. En la parte alta de la fuente hallamos la capilla dedicada a la Virgen de la Cueva Santa, que guarda un vistoso retablo cerámico con la imagen de la Virgen. En el pueblo se halla la Iglesia de Santa Catalina, un edificio del siglo XVIII que combina estilos barroco y neoclásico, con fábrica de mampostería y esquinas reforzadas con sillar. En él se hallan unas pinturas rehabilitadas descubiertas en 1995.

Próximo a la iglesia y al ayuntamiento localizamos el Horno moruno. Restaurado recientemente, se trata de uno de los pocos hornos de este tipo que se observan por la zona. Se trata de un antiguo edifico medieval del siglo XV construido con mampostería careada que desde el año 1787 se convirtió en horno municipal. En la actualidad sirve para albergar exposiciones. Junto al él se localiza el Museo Etnológico, inaugurado en el año 1982 y colección museográfica desde 2017, está ubicado en el antiguo calabozo del pueblo. Constituye una parada recomendada para el visitante, pues en él se recogen detalles de la vida de antaño (objetos, herramientas, utensilios) y paneles informativos. La colección permanente está integrada por más de 500 piezas arqueológicas, etnológicas y culturales de gran valor histórico.

Próximo a su casco urbano se halla el antiguo molino del siglo XVIII, hoy en desuso. Un testimonio arquitectónico del patrimonio hidráulico de Pavías, en estado de deterioro y que todavía mantiene el arco de medio punto que sustenta el canal que servía para dirigir el agua procedente de la balsa existente en el lavadero municipal.

Esta atractiva carga histórica y cultural que posee el municipio se completa con los vestigios hallados en las cuevas Moma y de la Peseta, donde se obtuvieron abundantes materiales de la Edad del Bronce y fragmentos cerámicos de la época medieval.

Rutas turísticas en Pavías

El senderismo es una práctica deportiva habitual en este territorio montano. La proximidad de los centros metropolitanos de Valencia y Castellón, así como las posibilidades que alberga su término hacen que el visitante pueda disfrutar de este magnífico espacio natural en el que destacan especies como el pino carrasco, el alcornoque, así como sabinas, acebos, arces y tejos. Es por ello que Pavías dispone de cinco rutas señalizadas que permiten recorrer su término y alrededores: El Corral de las Suertes, la Peña Morrón, la Balsa del Lobo, la Cueva Moma, y Los Covarchos. Además de la posibilidad de visitar alguna de sus fuentes de gran valor medioambiental, como la Fuente de Juncosa, la Fuente de Artea y la Fuente del Pozo, situada ésta a la salida del pueblo. Se cuenta además con el sendero PR CV 63.5, que une Pavías con Higueras. 

La verdad nos hace libres. La mentira, indignos


Pues amarga la verdad,/quiero echarla de la boca/y si al alma su hiel toca,/esconderla es necedad.  Francisco de Quevedo.
Harry G. Frankfurt
Harry G. Frankfurt

Llevamos los últimos años de nuestras vidas soportando, cabreados, la mentira como argumento y corremos el riesgo de irnos al otro barrio de esa guisa. Aguantando a personajes miserables mentirnos descaradamente. Y ellos lo saben, lo cual es un insulto a nuestra dignidad como seres humanos racionales.

Debido a la amplitud del desarrollo que ha tenido esta práctica durante los últimos años por parte de personajes de todos los ámbitos, y a su contumacia, se ha ido construyendo una filosofía de la mentira o de lo que llaman eufemísticamente la post-verdad (Diccionario Oxford). El conocido especialista en comunicación Noam Chomsky nos aclara que “La gente ya no cree hoy en los hechos”. Las patologías visuales han contribuido a ello al calor de los efectos especiales del cine y la fotografía; y a ello se une una sociedad en la que se trabaja,  desde los poderes establecidos, planificando masivamente el entretenimiento despreocupado, que facilite la evasión de la dura realidad de la vida cotidiana. Una realidad edulcorada favorece la pasividad. Difuminar completamente las fronteras entre verdad y mentira, fundirlas en un producto de consumo nuevo, da resultados

El gasto de nuestra energía, tanto la física como la mental –que aunque no lo parezca es limitada-, se nos extrae vampíricamente hasta su agotamiento para la obtención de plusvalía, y una vez exhaustos nos colocan ante una reconfortante realidad virtual. Discernir si esa realidad es verdadera o falsa, o hasta que punto lo es o no, supone un esfuerzo que nuestro agotamiento no nos permite.

El reality show, inventado, al parecer, por un periodista comunista de la RAI, como un producto de consumo comunicativo de ocio ha tenido un éxito de masas. Las expectativas de expansión en el consumo de este producto y sus derivados son, por ahora, ilimitadas. Tal es su éxito, que se ha pasado a utilizar en las secciones de información serias. Nos han conducido de la información para la formación a la información para el entretenimiento. El fin ya no es formar. El objetivo es entretener, distraer. La primera definición de distraer  de la RAE es divertir. Otra es apartar la atención de alguien del objeto a que la aplicaba o a que debía aplicarla. Se han incorporado técnicas teatrales, un lenguaje impreciso y ambiguo y un comportamiento efímero. Lo que ayer parecía ser,  hoy no lo es en absoluto. Lo que ayer se atacaba con agresividad hoy se defiende con vehemencia. Todo lo cual aboca a una profunda desconfianza de la sociedad respecto a las organizaciones, los dirigentes y sobre todo respecto a los principios y valores.

Si cohonestamos el agotamiento diario, físico y mental, del trabajador con la oferta de un atractivo preparado de papilla sin grumos y bien condimentada, disimulando con los adecuados conservantes, estabilizantes, edulcorantes, aromatizantes, los sabores más que sospechosos, tenemos una carta variada de cocina con-fusión. Al principio puede producir algunas molestias gastrointestinales: regurgimientos,  rumiación, timpanismo, pero, una vez adaptada nuestra microbiota intestinal, podemos digerir los nuevos alimentos y la nueva forma de cocinarlos. Sólo los estómagos delicados rechazarán la nueva cocina y serán pasto de variadas enfermedades psicosomáticas con el consiguiente apartamiento.

Los amantes de la verdad nos hemos vuelto muy conservadores y algunos nos espetan que “la verdad es un concepto muy sobrevalorado”. Pero la búsqueda de la verdad tiene un largo y trabajoso recorrido histórico en la lucha contra la mentira, el esoterismo y la irracionalidad. Es una guerra larga y sangrienta. No es, como lo es la post-verdad, un concepto de última hora. Al igual que no lo es la mentira, el engaño, la inmoralidad. Caín, miente. Balmes defiende la verdad, como punto de partida y el Criterio para conseguirla. La Ciencia de la Edad Moderna la busca para lograr el conocimiento objetivo. La Inquisición la persigue para quemarla.

Harry G. Frankfurt[1], filósofo estadounidense, nos aclara que el mentiroso se preocupa por la verdad e intenta ocultarla, mientras que al que dice sandeces no le preocupa si lo que dice es verdadero o falso, sino que más bien se preocupa sólo de si su oyente queda convencido. Yo añadiría un tercero más moderno aquel al que no le importa ni una cosa ni otra.

Probablemente una de las causas de esa amoralidad se ha ido construyendo por la reiterada impunidad del perjurio en nuestra vida judicial. Mentir ha pasado a tener un estatus legítimo y desde luego plenamente legal para el acusado. A este último se le reconoce el derecho a mentir y por extensión se va aceptando para el resto de los implicados. En este país hemos pasado rápidamente, sin despeinarnos, de la tortura para conseguir la “confesión”, a la mentira  descarada sobre mentira, ante pruebas evidentes, sin consecuencias. 

[1] HARRY G., Frankfurt. On Bullshit: sobre la manipulación de la verdad. Ed. Paidós Ibérica. 2006.

viernes, 29 de enero de 2021

"...Pero no he podido yo contravenir el orden de Naturaleza, que en ella cada cosa engendra su semejante.Y así ¿qué podrá engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco, avellanado, antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno, bien como quién se engendró en una cárcel, donde toda incomodidad tien su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación?" (Miguel de Cervantes.Prólogo de El Quijote)


Constelaciones familiares: una pseudoterapia sin ningún aval científico

 

Marta Chavarrías

eldiario.es 


Comentario del blogg

Hablar descalificando y ex cathedra de lo que no se conoce ni se ha comprobado, ya sea mal o bien, es un fraude y un insulto a la propia inteligencia. Considerar científico solo lo que se puede ver y tocar no es serio porque se excluyen bases fundamentales de la ciencia, como son la intuición y la idea previa que luego se comprueba en la praxis con una metodología ad hoc y no por comentarios sin fundamento, precisamente científico, como sucede en el caso de lo que han dado en llamar pseudociencias solo porque hay gente que no conoce la realidad de la que habla o le hablan. ¿Acaso no hay científicos que se equivocan garrafalmente? ¿Acaso no acaban de morir en una residencia de Madrid 11 ancianos vacunados en la primera dosis con la vacuna  Pfizer (lo dice El País de hoy) y eso no debería hacer que se revisen  las vacunas y se sea mucho más prudentes, porque las vacunas también fallan, como los humanos que las fabrican, y acaso por ello deberíamos llamar a la vacunación pseudociencia?Pues fíjate tú, que se lo llaman a las Constelaciones Familiares o a la Homeopatía -hermana gemela de la vacuna y mucho menos agresiva-  que no han matado nunca a nadie Al contrario, si no hubiese sido por Jenner y su atrevido experimento sin laboratorios ni "sabios" negacionistas controladores teóricos de su ocurrente terapia preventiva desconocida para todos hasta el momento, la humanidad se habría visto atacada por todas partes sin solución, por pandemias constantes e imparables. Pero, ¿tiene la ciencia la total garantía de infalibilidad como si fuese un papa? ¿Acaso se puede ver el oxígeno, el hidrógeno, el helio o el argón? ¿Alguien ha visto andando por la calle a los pensamientos y a las emociones y puede determinar en una probeta su peso y densidad? ¿Alguien conoce la razón científica por la que nace el amor o la intuición previa acerca de la existencia de algo que aún no existe, que nadie ha visto, pero que alguien intuye y puede crear? ¿Qué pensarían los "expertos" de la Edad Media acerca del teléfono, la radio, la tele o la thermomix, el rumba o sobre la posibilidad de volar en aviones o en naves espaciales, o acerca de la relatividad y de la Física Cuántica, de los transplantes de órganos o del plástico o de los ordenadores? ¿Qué le pasó a Galileo por decir que la Tierra gira alrededor del Sol? ¿Y a Miguel Servet por descubrir que hay una circulación arterial y otra venosa? Pues lo mismo andan los expertos y expertas por los medios de comunicación filocientíficos y excluyentes de todo lo que no comprenden aun, que solo consideran ciencia creíble a la mano que les paga para que les haga propaganda tirando por tierra cualquier argumento que descubra caminos nuevos que esa "ciencia" no controla y tantas veces porque ni siquiera las neuronas le dan para más a sus mecenas. A veces se tiene la sensación de que lo que molesta y fastidia es que los problemas de salud se resuelvan sin pasar por quirófanos y UCIs y que la enfermedad deje de ser negocio a tutiplén si los seres humanos aprenden a descubrir en sí mismos la medicina y el origen de sus debilidades, sobre todo si hay médicos que les ayudan a caminar por esa vía de la integración que une materia y energía, cuerpo y espíritu.

Las constelaciones familiares derivan de la experiencia del psicoanálisis, y van más allá, es lógico en la evolución, tienen bases psicológicas en las que sustentarse, son completamente inofensivas, no como las quimio y radioterapias que matan tantas veces, y que nadie critica en la prensa "experta" y también hay un porcentaje muy alto de personas que se han armonizado y equilibrado al descubrir una vinculación liberadora con planos más sutiles de conciencia. Más espirituales, no místicos ni ocultistas, sino en escalones más altos de la misma ciencia. 

No toda la población del Planeta está al mismo nivel evolutivo, como no se está en coeficiente intelectual, en madurez o en armonización psicoemocional de la experiencia vital, en eso se centran la psiquiatría y la medicina que cura, lo mismo que las terapias alternativas que no son pseudoterapias sino apoyos terapéuticos integradores que completan y amplían niveles médicos, sin por ello devaluarlos ni descalificarlos. Es como si en la escuela los maestros de ofendiesen porque los alumnos cuando salen van por su cuenta a clases de ruso, de pintura o de pilates, conocimientos prácticos que no hay en la escuela habitual. 

Todos los seres humanos son iguales en derechos y deberes, pero distintos, únicos e irrepetibles en la idiosincrasia personal y libres para elegir lo que les interesa y les ayuda a mejorar o a empeorar sus vidas. Por eso unos son alcohólicos y otros abstemios, unos son de letras y otros de ciencias, unos deportistas y otros se agotan al menor esfuerzo, unos son dependientes y otros autónomos por tendencia natural, unos tienen salud de hierro y otros son frágiles y se pillan todo lo que infecta con mucha facilidad. Es un error fatal para el que lo hace, condenar sin conocer, sobre todo porque demuestra lo poco que se conoce a sí mismo. Está claro que quien escribe malamente sobre algo solo por lo que le han contado y no ha entendido, ni visto  ni experimentado, -si así fuera denunciaría a la ofensa o el timo, y nunca haría el ridículo demostrando su propia ignorancia- solo consigue perder credibilidad ante los lectores que sí hayan experimentado y se hayan beneficiado de lo que el escribiente pone a parir sin tener ni idea pero a cambio de algún beneficio, sin duda. 

M.Chavarrías, y todos/as las que actúan de ese modo, debería formarse deontológicamente a fondo antes de escribir cualquier infundio en los medios de comunicación, y luego informarse para informar , estaría bien ahondar en Freud y en Jung, investigar seriamente, invitar a los terapeutas y afectados a una entrevista en la que expliquen en primera persona la realidad que han vivido y viven en las terapias alternativas y para nada "pseudo", qué hacen y por qué, y  cuando a cualquier periodista le ofrezcan dinero por enlodar lo que o bien  desconoce, o peor aun, tal vez es incapaz de entender, porque si entendiera a ese nivel seguro que jamás cobraría por hacer algo tan vil, rechazar una oferta que tiene la misma altura ética que la difamación emprendida contra las Constelaciones Familiares o contra la Homeopatíal la Terapia Neuroligüística o contra cualquier iniciativa que no goce del beneplácito certificado del encefalograma plano profesionalizado.

Quizás no les  vendría mal una buena terapia de constelación familiar, aunque tal vez sería demasiado para su nivel evolutivo, como entender la ley de la gravedad lo sería para Don Pelayo o la radioactividad para Isabel la Católica. Es posible que simplemente con que hiciesen una terapia cognitiva para descubrir la ética y sus valores aplicada a la vida y a la profesión, sería suficiente para arreglar el entuerto.

Lo que de verdad impacta es que este tipo de pseudo-opinión inducida por intereses determinados sea la única que eldiario.es permite leer sin cobrar por ello. Mal andamos mi señor Don Quijote..."-Importa poco eso - respondió Don Quijote-; que Haldudos puede haber caballeros; cuanto más, que cada uno es hijo de sus obras".  Pues eso mismo nos vale, si aun estamos éticamente a la misma altura que en el siglo XVI. 

Muy mal están los tiempos en que la moral personal y común, y el bien compartido -dos valores inseparables- se ahogan en intereses y fraudes constantes, haciendo que las mentiras se conviertan en verdugos de la verdad y haya que pagar, para remate, por asistir a su exterminio. Mejor la ignorancia de novedades falaces que el empacho de toxinas desinformativas.

Aisn!


Reflexiones básicas e imprescindibles para el momento presente, desde Cuarto Poder


¿Un Bildu catalán?

  • "En Catalunya, hoy, no se puede construir un proyecto político de izquierdas que interpele a mayorías sociales sin un papel central del soberanismo"
  • "Ahora mismo se dan condiciones objetivas para articular un gran frente democrático y social que pueda liderar una salida por la izquierda a las múltiples crisis"
  • "Podemos (y debemos) extraer valiosas lecciones sobre Bildu que sí sirven en la construcción de un frente democrático y social en Catalunya"


Héctor Sánchez, Secretario General de Comunistes de Catalunya

Las elecciones al Parlament de Catalunya, que en el momento de escribir estas líneas parece que se van a celebrar el 14 de febrero, se desarrollan en un escenario marcado por la confusión y una creciente sensación de caos. Sin duda la pandemia condiciona, pero lo que no fue un problema en Galicia o Euskadi se convierte en batalla campal en el embarrado campo de juego catalán.

Cada vez resulta más evidente la enorme irresponsabilidad de Quim Torra al no convocar elecciones antes de su inhabilitación. La inhabilitación no fue más que un eslabón en la larga cadena de despropósitos judiciales que atenazan la política catalana desde hace años, y precisamente por ello Torra debió proteger a las instituciones catalanas del lamentable espectáculo en el que nos encontramos hoy. La legislatura agoniza; la dio por muerta él mismo hace un año, tras aprobarse el presupuesto 2020. Pero eso no significa que se vaya a abrir un nuevo ciclo político en Catalunya.

Nos encontramos en un momento de cierre, en la fase final de lo que Xavier Domènech bautizó como ciclo del 15-M y el 1-O. Agotadas las energías, los sujetos políticos se repliegan en un movimiento que suele ser identitario. Resulta difícil ahora mismo ver una propuesta de “proyecto de país” que dibuje un horizonte claro. Es más, la sensación es de descomposición, de que el interregno se va a alargar; y ya se sabe que es en ese claroscuro donde surgen los monstruos.

Nos encontramos ante el último episodio de la judicialización de la política catalana, con unas elecciones lanzadas en medio de la tercera ola de la pandemia a expensas de que el TSJC resuelva su aplazamiento o no a pocos días de votar y a mitad de campaña. Un observador suspicaz podría pensar que las encuestas de los próximos días pueden incidir en la decisión del tribunal. Es una nueva muestra de la situación de excepcionalidad en la que nos encontramos instalados, y de la que no se va a salir por la vía de imposiciones judiciales.

Las lecciones más caras para el movimiento independentista del otoño de 2017 fueron, primero, que no era posible una ruptura “de la ley a la ley” con el Estado y, segundo, que no había una mayoría suficientemente rotunda en favor de la independencia de Catalunya. Así el debate sobre la unilateralidad me parece tramposo, pues está claro que esta podría darse (como se da en muchos aspectos de la confrontación política) si obedeciera a una correlación de fuerzas muy favorable. Pero del mismo modo que el movimiento independentista se equivoca centrándose en ese debate, se equivoca tanto o más quien crea que se puede, hoy en día, gobernar Catalunya contra el independentismo o un nuevo tripartito “de izquierdas”.

Parece que todos los resortes del Estado se han activado para acabar con la mayoría independentista en el Parlament de Catalunya; veremos si no logran el efecto contrario, es decir, movilizar un electorado que empezaba a dar síntomas de agotamiento. Del mismo modo, está por ver lo que sucedería en caso de que las fuerzas independentistas quedaran por debajo de los 68 diputados: una hipotética investidura del ministro-candidato Illa requeriría de los apoyos tanto de VOX, C’s y PP (que ya han corrido a ofrecerlos “gratis”), como de ECP. Nada es descartable ya en el escenario catalán, pero una operación de este estilo tendría las patas muy cortas, probablemente más cortas que la Lehendakaritza del socialista Patxi López (alcanzada tras otra operación de Estado, que en ese caso supuso la ilegalización de Batasuna).

Y es que no se puede olvidar que el PSOE es lo que es: sin duda, el partido más funcional al régimen del ‘78. Pretender articular un proyecto transformador desde la subordinación al PSOE (o en este caso al PSC, cada vez más indistinguible) es un planteamiento que desde la izquierda que se reclama heredera del 15-M sólo puede responder a la ingenuidad (en el caso de las bases) o a la falta de honestidad y al cinismo (en el caso de las cúpulas). Y pretender, además, sumar a ERC a esa subordinación es no haber entendido nada de cómo ha cambiado Catalunya en los últimos diez años.

En Catalunya, hoy, no se puede construir un proyecto político de izquierdas que interpele a mayorías sociales sin un papel central del soberanismo. El proceso independentista catalán es también una expresión de la lucha de clases y es un grave error calificarlo como maniobra de la “burguesía catalana”. En rigor, la burguesía radicada en Catalunya nunca ha sido independentista, como muestran las repetidas declaraciones de Foment o el Cercle d’Economia a lo largo de estos años (aunque no es objeto de este artículo profundizar en este tema que merecería, sin duda, larga discusión). En efecto, que un proyecto de izquierdas sólo podría interpelar a mayorías sociales desde el soberanismo fue una de las tesis fundacionales sobre las que se construyeron los Comuns en Catalunya (tesis abandonada por la dirección actual si atendemos a sus hechos y no a sus palabras).

Insisto, no se puede construir un proyecto político de mayorías desde la izquierda sin el soberanismo, que es sin lugar a dudas el espacio político más movilizado y con potencial transformador en Catalunya, y más en un momento de reflujo de la movilización social. Y construir esa mayoría política de izquierdas es imprescindible. Catalunya afronta enormes retos: una crisis económica y social, que la pandemia no ha hecho más que acelerar, y una situación de excepcionalidad democrática en un choque con el Estado que se encuentra en un callejón sin salida por ambas partes. Dadas las circunstancias, se antoja muy difícil que el escenario resultante de las próximas elecciones al Parlament (ya sean en febrero o en mayo), pueda suponer un cambio significativo.

Me atrevo a afirmar que ahora mismo se dan condiciones objetivas para articular un gran frente democrático y social que pueda liderar una salida por la izquierda a las múltiples crisis que vivimos. Esta propuesta de frente democrático y social no debe entenderse como un nuevo partido (fruto de la unión de distintas fuerzas políticas) o como una mera coalición electoral. Hablo de un frente que pueda tener una expresión electoral concreta en un momento de gran excepcionalidad como es el actual, pero que vaya mucho más allá, articulado entorno a la defensa de los derechos sociales, la amnistía de todas las personas represaliadas y la consecución efectiva del derecho a la autodeterminación.

En el debate abierto en Catalunya respecto a cómo sumar, cómo construir herramientas más útiles para la clase trabajadora desde el soberanismo de izquierdas, ha aparecido la idea del “Bildu Catalán”. Creo que es una idea que tiene fuerza comunicativa, que puede expresar muchas cosas, si bien no se debe entender de manera literal, pues no son situaciones extrapolables y la simplificación no ayuda en un escenario tan complejo.

EH Bildu es una realidad fruto de un contexto político muy determinado. Es un sujeto político bien definido y asentado que ha sabido preservar la identidad propia de los distintos componentes que le dieron vida y que se ha ido construyendo a lo largo de un largo proceso de maduración. Todo esto es singular y no se corresponde con la realidad catalana, pero podemos (y debemos) extraer valiosas lecciones sobre Bildu que sí sirven en la construcción de un frente democrático y social en Catalunya.

EH Bildu es, sin duda, la fuerza política que más inteligentemente está interpretando el momento político en el Estado. Ha sabido encontrar su papel en la política institucional española, utilizando su fuerza para incidir y condicionar el escenario, sin hacerlo contradictorio o contrapuesto a su proyecto político de independencia para Euskal Herria. Ha sido capaz de mostrarse como la izquierda útil también para aquellas personas que, no siendo independentistas o soberanistas, han visto en EH Bildu una propuesta de país que interpela al conjunto de la izquierda vasca.

Las distintas fuerzas del soberanismo de izquierdas en Catalunya deberemos dibujar nuestro propio camino y no será sencillo porque, como decía antes, se dan condiciones objetivas para acometer esta tarea pero, desgraciadamente, no se dan las condiciones subjetivas. En un momento de cierre de ciclo, es lógico que los distintos sujetos políticos se replieguen, busquen consolidar y proteger su espacio y actúen de forma conservadora.

ERC tiene un papel central en la articulación de este frente, pero antes debe culminar su batalla por la hegemonía del proceso independentista contra el mundo postconvergente. En algún momento, ERC deberá decidir si sigue los pasos del Scottish National Party (que ejerce una fuerte influencia en los republicanos, así como también en EH Bildu), es decir acumular fuerzas y legitimidad en base a un gobierno más cercano, más eficiente y más social que la metrópolis, e interpelar al electorado históricamente de izquierdas aunque no independentista, pero que encuentra en esa propuesta la más útil para la clase trabajadora.

Por otro lado, la CUP se encuentra en un debate interno complejo, como demuestra la reunión de su consejo político del pasado sábado. La necesidad de apertura, de suma, es difícil de conjugar con una concepción de la propia CUP como eje central de cualquier propuesta de confluencia, y más aún si esta se circunscribe exclusivamente en términos de independencia de los "països catalans".

Así, pese a que no se dan por ahora condiciones subjetivas, más pronto que tarde, el estancamiento de la situación y las múltiples crisis llevarán el debate sobre el frente democrático y social a primer término.

Sólo hay dos salidas posibles a la crisis de régimen del Estado español. Una es en clave conservadora, de centralización, de recortes de derechos y libertades. Y para que haya una salida progresista, esta tiene que ser republicana; de Repúblicas, en plural. Para la superación progresista de la crisis de régimen es imprescindible un momento constituyente en el que los distintos pueblos del Estado realicen sus propios procesos de autodeterminación y decidan, luego, cómo se relacionan entre ellos, en un horizonte de confederalidad.

Este es el horizonte para mi, una República Catalana libremente (con)federada con el resto de pueblos del Estado. Por supuesto, no es el proyecto de la mayoría de soberanistas hoy en Catalunya. Pero eso no me impide sumar esfuerzos con el objetivo compartido de acabar con el régimen del ‘78 y avanzar en la conquista de derechos para la clase trabajadora catalana, incluido por supuesto el derecho a la autodeterminación. Una autodeterminación que tardaremos en poder hacer efectiva (desterremos las jugadas maestras y las falsas promesas de victorias rápidas y sencillas) y que solo será posible mediante un referéndum efectivo impulsado por actores políticos muy diversos, que puedan defender posiciones distintas. La izquierda estatal deberá entenderlo lo antes posible y contribuir de forma activa a que así sea, si quiere algún día liderar un proyecto transformador para el conjunto del estado.