lunes, 7 de julio de 2025

The Way Old Friends Do - ABBA / Sub. en español

Gracias, Nueva Tribuna y al autor de este relato, José Antonio Gamero Romero. Una de las mejores crónicas directas del momento presente...Sin duda alguna, la Palabra se hace carne y habita entre nosotr@s, y si así lo queremos, puede transformar, profunda y sencillamente, la enfermedad en salud y la locura en equilibrio y armonía...Eso depende de cada un@ unid@s por el alma y la conciencia presentes en la Casa enorme del Nosotr@s, donde nadie está excluido, si así lo quiere, lo vive y lo trabaja desde dentro para poder compartirlo en el fuera, algo que, en realidad, no sería posible sin contar con los adentros sanos y preciosos de los que tod@s somos arte y parte! El Bien Común es la felicidad del equilibrio y la Justicia del Amor Infinito e Incondicional, nunca lo olvidemos, por muy duro y horrible que nos lo pinten la ignorancia y las mentiras que la hacen posible...¡Gracias por este regalo tan necesario, a Nueva Tribuna y al hermano José Antonio Gamero Romero😍😍😍😍🙌🙌🙌🙌🙏🙏🙏🙏 !!!!

 

RELATO | PURA COINCIDENCIA

La familia que olvidó poner en su puerta la señal contra el ángel exterminador

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En el idílico y resplandeciente país de X —donde los desayunos se sirven con tres tipos de aguacate y la policía fiscal viste de Prada— vivía la familia Del Prado del Montequinto y Algo Más. Eran el epítome de la perfección social: mansión con columnas dóricas, coches tan grandes que tenían matrícula propia para el capó, y un árbol genealógico tan pulido que lo regaban con champagne rosado.

Don Patricio y Doña Marisa, ya ancianos pero vigorosos como yogures con probióticos, habían convocado a su descendencia para una cena familiar. Sus dos hijos, Ignacio y Mariana, llegaron puntuales con sus respectivas familias, niños hiperactivos, niñeras discretas y regalos caros. Todo eran sonrisas, postín y conversaciones sobre fondos indexados, hasta que, sin invitación y con olor a gasolina, apareció Tito Eustaquio.

Nadie recordaba muy bien cómo se emparentaban con Tito, pero alguien dijo "primo segundo por parte de tía Leandra la de los conejos" y eso fue suficiente para dejarlo pasar... por ahora.

Tito tenía la textura de un zapato viejo, una camiseta de AC/DC versión fosilizada y un aliento que podía matar helechos. Le ofrecieron una cerveza sin gluten esperando que se fuera después del primer eructo. No funcionó.

Justo entonces, la televisión —ese oráculo moderno que nunca miente— anunció con voz dramática:

“¡Alerta! Una plaga de caimanes ha emergido de las alcantarillas. No salgan de sus casas. Repetimos: no salgan de sus casas”.

La mansión se atrincheró. Las puertas se cerraron, las ventanas se sellaron con cinta americana de diseñador y, sin saberlo, olvidaron poner el símbolo de protección contra el ángel exterminador en el marco de la puerta. Un pequeño detalle, cómo olvidar poner sal en una sopa... de ácido clorhídrico.

El fin de semana prometía ser largo. Y fue entonces cuando surgieron las verdaderas amenazas: el resentimiento social y las finanzas.

Durante una partida de Risk que degeneró en debate bursátil, se supo que todos en la familia habían perdido fortunas en la bolsa. Todos... menos Tito.

—Yo guardo mis billetes debajo del colchón, al lado del serrucho y de una lata de melocotones del '97 —dijo con media sonrisa y olor a whisky barato.

Descubrieron que Tito vivía de alquiler con contrato antiguo y trabajaba de camionero nocturno. Mariana, horrorizada, comentó que eso era casi medieval.

—¿Y sin diversificar activos? —gimió Ignacio, agarrando su copa de vino como un crucifijo.

Esa misma noche, algo entró en la casa. No fue Tito (él ya estaba dentro comiendo galletas sin permiso). Fue el ángel exterminador.

Nadie lo vio, pero se sintió: ansiedad difusa, suspiros largos, miradas evitadas. Las habitaciones, una a una, comenzaron a tragarse a los ocupantes. Cada miembro de la familia se encerró en su cuarto, alegando "cansancio", "meditación", o "ya basta de escuchar a Tito hablar del poder del vinagre para desinfectar el alma".

La fiebre atacó primero a los primogénitos. Un niño de cada pareja. Tenían los ojos vidriosos, la frente ardiendo y un vago olor a plástico derretido. Los padres, atrapados en su mundo de protocolos y miedo al caimán, decidieron esperar. “Ya mañana llamamos al médico. Total, ¿qué puede pasar en una noche?”

Pasó que la fiebre subió. Y con ella, la desesperación.

Llamaron finalmente al médico, que recetó antibióticos comunes que ya tenían en casa. Pero no funcionaron.

“La bacteria ha desarrollado resistencia. Es común por el abuso de antibióticos en casos leves —explicó el doctor por videollamada, mientras jugaba con un cubo Rubik—. Su sistema inmune no responde. Han vivido tan protegidos que ahora no saben qué hacer ante lo real.”

Todos asintieron en silencio.

Sí: estaban desarmados ante el ángel exterminador, y no por falta de medios, sino por una vida entera de sobreprotección emocional y aislamiento del sufrimiento. Siempre habían tenido algo que los cuidaba: asistentes, seguros, coaches de vida, el algoritmo. Pero nada los preparó para el miedo sin manual.

Fue entonces cuando Tito se levantó del sofá, eructó con solemnidad y salió al patio. Tomó un bote de pintura roja olvidado junto al cortacésped. Se acercó al marco de la puerta principal y, sin decir nada, dibujó un símbolo antiguo que había visto una vez en un camión estacionado frente a una iglesia evangélica.

Después, se acercó a los niños.

—Yo he tenido infecciones peores. Una vez por un tatuaje mal hecho de Bob Marley —dijo mientras rebuscaba en su mochila.

Sacó otro antibiótico, de una familia distinta, que usaba cuando tenía infecciones de garganta cada invierno. Lo administró con naturalidad de quien nunca tuvo seguro médico.

Milagrosamente, funcionó.

El ángel exterminador, al ver el símbolo rojo y notar la disolución del conflicto, salió de la casa en silencio. La ansiedad se esfumó como un perfume caro en una boda de pueblo.

De repente, nadie estaba enfadado. Mariana abrazó a Tito. Ignacio le ofreció una ducha y un café. Los niños se sentaron en el salón a ver dibujos. Don Patricio y Doña Marisa respiraron en paz.

Tito salió por la puerta y vio la calle despejada.

No había caimanes.

No había peligro.

Solo silencio. Y, quizá, un leve olor a pintura fresca y reconciliación.

—Voy a comprar otra cerveza —murmuró Tito, con su andar torcido pero digno.

Y esta vez, nadie intentó impedirlo.

sábado, 5 de julio de 2025

Atahualpa Yupanqui - Viento, viento

  

Por si hay dudas acerca de la conexión entre materia y energía, quiero compartir lo que estoy experimentando ahora mismo. Esta tarde miraba al cielo y a la tierra mientras el calor se desparramaba sin compasión  sobre todo y sobre tod@s. Soplaba el viento a ráfagas alternas entre el calor asfixiante y algún intento de frescura. Los aires acondicionados soplaban su fuego insoportable sobre las calles, los muros, los suelos de las azoteas, el asfalto, los tejados, las fachadas. No sé por qué me venía sin parar a la mente esta canción del compositor argentino Atahualpa Yupanqui y la empecé a tararear, como una oración musical, cargada por el peso de una realidad climática demoledora..."viento, viento, traeme aguacero, viento, viento, traeme canción..."

 

Viento, viento 

Viento, viento,
tráeme aguacero.
Viento, viento,
tráeme canción.
Triste está la tierra,
que cultivo yo.
¡ Cómo quema el fuego,
de mi corazón!.
El indio marcha pensando así,
entre las quebradas.

El indio marcha pensando así,
entre las quebradas.

El Guazamayo suspira, ¡ ay ¡,
desde sus entrañas.

El Guazamayo suspira, ¡ ay ¡,
desde sus entrañas.

Mis cuatro corderos,
mis siete vacunos,
¡ ay ¡ ¿ dónde iremos a parar!
Mi llamitas güenas,
mi vertiente clara,
¡ ay ¡ ¿ dónde iremos a parar ?
La sed traicionera nos quiere matar.
La sed traicionera nos quiere matar.

Viento, viento,
rejunta las nubes,
viento, viento,
que los cerros lloren.
Escucha los ruegos,
del pobre pastor.
Viento de los valles,
dame tu frescor.

Mi chacrita y mi cebada, ¡ ay ¡,
se mueren sin agua.

Mi chacrita y mi cebada, ¡ ay ¡,
se mueren sin agua.

El pajonal de las cumbres, ¡ ay ¡,
se muere sin agua.
El pajonal de las cumbres, ¡ ay ¡,
se muere sin agua.

Mis cuatro corderos,
mis siete vacunos,
¡ ay ¡ ¿ dónde iremos a parar ¿.
Mi llamitas güenas,
mi vertiente clara,
¡ ay ¡ ¿ dónde iremos a parar?
La sed traicionera nos quiere matar.

La sed traicionera nos quiere matar.

Viento, viento,
rejunta las nubes,
viento, viento,
que los cielos lloren.
Escucha los ruegos,
del pobre pastor.
Viento de los valles,
dame tu fresco
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
 
Y mientras  cantaba, el cielo azul se ha ido llenando con soplos de nubes grises, que en unos minutos han cubierto a toda velocidad el panorama celeste,  truenos y chispazos de rayos en cadena se han apoderado del paisaje mientras  la lluvia ha brotado de repente mezclada con el arrebato de las ventoleras. La temperatura ha bajado de repente y un fresquito delicioso ha llenado la terraza que era un horno,  con el nuevo aire, las gotas de agua, el espacio de las ventanas abiertas, la calle, las hojas y ramas de los árboles y ha hecho que las palomas se refugien en el suelo, junto a los contenedores de basura, en los rincones de las azoteas y de las puertas, bajo las tejas de los áticos y bajo los coches aparcados en la calle...
 
Nada está desconectado, todo fluye y se comunica en el TODO, más allá del tiempo y del espacio, desde la Supraconsciencia. La música y la poesía son la oración que no falla. No importa quien las escriba y las componga. Lo que cuenta es la creación que modifica lo mejor y lo peor que nace del ser humano, entre el "yo" y el Nosotr@s. La misma energía que puede hacer milagros, puede también hacer destrozos. Por eso es fundamental el contenido espiritual responsable, ético y sensible  de nuestras almas y consciencias iluminando y guiando las emociones y los pensamientos hasta convertirlos sanamente y con toda naturalidad sin "magias" ni tonterías, en sentimientos modificadores de la negatividad, de la tristeza, del agobio, del cansancio, de la rabia, del enfado, de la violencia y del orgullo egocéntrico. Instintos destructivos y basuras reciclables que debemos convertir en abono para el cultivo de la nueva tierra con la ayuda inseparable del nuevo cielo. 
Si una canción nacida del alma y la conciencia puede hacer estos milagros, como Jesús hacía mientras anduvo por aquí, no dudemos de que esa energía sigue en activo y forma parte de nuestra esencia individual y colectiva; no lo olvidemos nunca. Recordemos la participación en el milagro de los panes y los peces, de l@s herman@s que ofrecieron lo poquito que tenían para que el milagro se hiciese realidad material, multiplicándose por sí mismo. 
 
La música, la poesía y el milagro nacid@s del alma y de la consciencia, son la puerta abierta del cielo en la tierra. No importan tiempos ni espacios cuando la luz y el abrazo del Amor Infinito son la nueva realidad  que decide los cómos, los dóndes y los cuándos, los porqués y los paraqués. 

¡Buenas noches, querida familia universal! Y en el refugio del sueño y del silencio  de la madrugada,  descansad en el lecho acogedor del Amor Infinito que nos cuida y nos acompaña SIEMPRE, en el canto y la danza inagotable de la eterna creación, nuestra Casa Común y verdadera.

viernes, 4 de julio de 2025

Aquí nos llega un nuevo regalo Hablando de Homeopatía, esta vez por medio del Dr. José Ignacio Torres. En este tiempo de clima alterado, cuando los cambios de las temperaturas, tormentas, polvaredas, huracanes, etc, ect, nos llevan de coronilla , es fundamental que tengamos a mano los preparados homeopáticos que nos recomienda en este artículo nuestro amigo y maestro José Ignacio. Es un regalo del Universo poder tener a mano las más acertadas, sanas e inofensivas recomendaciones medicinales, como lo es la Homeopatía , totalmente homeoterapéutica. Un abrazo a toda la familia humana, caminando junta hacia la Casa Infinita, en la que, en realidad, ya estamos integrad@s, aunque no lo parezca con tanto jaleo y tanto despiste dormilón...Ains!!!!

 

 
 

La homeopatía en las enfermedades alérgicas

Frecuente problema de salud

Las enfermedades alérgicas son muy frecuentes en la actualidad y su prevalencia en los países desarrollados va en aumento en los últimos años.

En nuestro país, el 7-10% de los niños tiene asma y el 15-20% rinitis y conjuntivitis alérgica, siendo las cifras variables según el área geográfica.

La rinitis, conjuntivitis, dermatitis y asma alérgico constituyen uno de los principales problemas de salud por su frecuencia, persistencia a lo largo de la vida y empeoramiento de la calidad de vida.

Aunque los alergenos ambientales o Aero alérgenos (sustancias que provocan los síntomas) pueden provenir de los ácaros (presentes en el polvo de casa), los mohos y el pelo de animales, lo más habitual en primavera es que su origen sea el polen de las plantas, arbustos y árboles, sobre todo los de la familia de las gramíneas.

Nuevos factores condicionantes de las alergias ambientales

Cada vez es más frecuente también, que la intolerancia al gluten y a los lácteos y los alergenos alimentarios (glutamato, la tartrazina o colorante amarillo) pueden ser causar asma y otras manifestaciones alérgicas como la dermatitis y la rinitis.

Después de la pandemia se ha observado como determinadas vacunas y el COVID han venido a agravar cuadros de alergia en pacientes que las tenían, o a desencadenarlos en pacientes que no las padecían previamente.

Es en las áreas urbanas donde la combinación de polen y contaminación hacen más posible la aparición de los síntomas de la alergia primaveral.

Síntomas de la alergia primaveral

Los síntomas son el fruto de una reacción inmunológica exagerada ya que por alguna causa que todavía desconocemos, el sistema inmunitario de algunas personas reconocerá elementos inofensivos como invasores o peligrosos provocando inflamación en las mucosas y en la piel, de manera que el niño presentará:

  • Rinitis: estornudos, mucosidad nasal, picor y taponamiento.
  • Conjuntivitis: irritación, enrojecimiento, picor y lagrimeo.
  • Asma: tos y dificultad para respirar.
  • Dermatitis atópica, urticaria, angioedema y eccema.

Recomendaciones para prevenir las enfermedades alérgicas

Disminuir los factores de riesgo de enfermedad alérgica evitando el tabaquismo pasivo (reconocido factor desencadenantes de asma y alergia) en el embarazo y en el hogar, la exposición a contaminantes ambientales, el estrés y todos aquellos factores favorecedores de la inflamación.

Consejos para disminuir los síntomas de la alergia

Lo primero que debemos hacer es evitar la exposición a los pólenes y para ello se recomienda:

  • Evitar salidas al campo y parques en días de alta intensidad de polen en el ambiente.
  • Uso de gafas de sol para la conjuntivitis
  • Cerrar las ventanas durante el día y mantener un ambiente húmedo en casa.
  • Evitar hacer ejercicio al aire libre.
  • Conducir con las ventanillas bajadas.
  • Evitar tender la ropa al aire libre.
  • Usar filtros de polen y purificadores de aire.
  • Empleo de mascarillas
  • Tener en cuenta que los días soleados y con viento son peores que los fríos, húmedos y lluviosos, en los que la mayor parte del polen cae al suelo por el agua.

Tratamiento convencional de las alergias primaverales

Los tratamientos farmacológicos actuales son de dos tipos; sintomáticos para contrarrestar la inflamación y etiológicos dirigidos a disminuir la sensibilidad al alergeno.

Entre los primeros están los antihistamínicos orales y tópicos (oculares y nasales), el cromoglicato sódico, los corticoides orales y tópicos (oculares, nasales, bronquiales) y antagonistas de los leucotrienos como montelukast.

La inmunoterapia que coloquialmente se conoce como las “vacunas” constituye el tratamiento etiológico o de la causa de la alergia. Consiste en administrar dosis variables de las proteínas del alérgeno para conseguir una protección inmunológica que concluya en una tolerancia al mismo.

Aunque la eficacia de las vacunas es baja, pueden ser de ayuda en ocasiones cuando los tratamientos no funcionan y el alergeno es único o existe uno principal responsable de los síntomas.

Medicamentos homeopáticos

Los medicamentos homeopáticos pueden ser de utilidad en la prevención y tratamiento de la alergia primaveral desde tres puntos de vista:

1. Desensibilización inespecífica mediante el empleo de medicamentos como Apis mellifica y Poumon histaminae cuyo objetivo es la disminución de la respuesta alérgica global.

2. Desensibilización específica. Contamos con medicamentos homeopáticos obtenidos a partir de las propias sustancias que producen la alergia, como los pólenes, que van a contribuir a disminuir la sensibilidad del paciente a esas sustancias.

3. Control de los síntomas

Medicamentos homeopáticos como Allium Cepa, Nux vómica, Euphrasia o Sabadilla son de gran ayuda para aliviar o eliminar los síntomas alérgicos oculares y nasales.

 4. Modulación del terreno

Cada persona es y tiene un terreno que, en homeopatía,  viene definido por la constitución física, las tendencias patológicas o dolencias que todos sufrimos en alguna medida y los aspectos mentales, emocionales y de comportamiento particulares de cada uno de nosotros. Su estudio permite la prescripción de medicamentos que equilibren física y emocionalmente la salud del niño.

martes, 1 de julio de 2025

Nuestro hermano Leonardo Boff nos regala este artículo de lectura y reflexión imprescindibles. Buen equipaje para empezar el mes de julio en un verano recién inaugurado con temperaturas devastadoras que confirman un cambio climático demoledor, si no nos hacemos responsables y conscientes de la situación irreversible en la que estamos inmers@s, pero que puede mejorar, sin duda, si nos abrimos ya al cambio milagroso de energías, almas, mentes y conciencias, antes de que la locura egópata acabe con todo y con tod@s, mientras la Casa Común abre las puertas al camino liberador de la Supraconsciencia Infinita. Gracias, Leonardo, por ayudar al cambio!

 

"La gravedad de la situación de la Tierra y la humanidad hace imprescindible cambios en las mentes" La urgencia de un pacto social planetario

El Impacto de la mano del hombre  en el planeta
El Impacto de la mano del hombre en el planeta Kyle Glenn

Reina demasiada inconsciencia y profundo negacionismo en el mundo, tan graves que pueden costarnos la vida en este planeta. El hecho es que estamos en una nueva fase de la Tierra y de la humanidad: la fase de la irrupción de la Casa Común. La Covid-19 nos dio una lección que todavía no hemos aprendido: no respetó los límites ni las soberanías de las naciones. Mostró que hay una única Casa Común y que toda ella puede verse afectada, pero no hemos sacado ninguna lección de este hecho. Bien dijo el italiano Antonio Gramsci, el gran teórico de la política: la historia nos da lecciones, pero casi no tiene alumnos. Poquísimos han asistido a esta escuela y los que menos la frecuentaron han sido y son los poderosos de este mundo, que piensan más en sus economías que en salvar la vida humana y la de la naturaleza.

Venimos de un tiempo ya pasado y obsoleto, el del Tratado de Westfalia de 1648 que creó la soberanía de los Estados. Después de él, la Tierra y la humanidad cambiaron considerablemente. Los pueblos dispersos por los continentes están volviendo de su exilio milenario y creando la Casa Común, en la cual todos caben dentro (con sus mundos culturales particulares). Gran parte de las tensiones y guerras actuales se hacen dentro de este marco superado de las soberanías nacionales. No hemos despertado al nuevo tiempo de la unificación del mundo y de la especie humana junto con la naturaleza para que podamos salvarnos.

Es urgentísimo que hagamos un pacto social mundial planetario, así como hicimos el pacto social de nuestras sociedades y el de Westfalia: un pacto cuyo fin es la salvaguarda de la vida y de la biosfera, amenazadísimas por la razón enloquecida, pues ha creado los instrumentos para su propia destrucción. Es imperativo un centro plural, democrático, que represente a los pueblos de la Tierra para administrar los problemas planetarios y de la naturaleza y encontrar, democráticamente, una solución para nosotros y para la naturaleza.

Tierra y humanidad son parte de un vasto universo en evolución y tienen el mismo destino. La Tierra forma con la humanidad una única entidad compleja y sagrada, que se ve claramente cuando es observada desde el espacio exterior, como han testimoniado los astronautas. Además, la Tierra está viva y se comporta como un único sistema autorregulado formado por componentes físicos, químicos, biológicos y humanos que la hacen propicia a la producción y reproducción de la vida y por eso es nuestra Gran Madre y nuestro Hogar Común.

La Madre Tierra
La Madre Tierra

La ciencia nos ha mostrado que la Madre Tierra está compuesta por un conjunto de ecosistemas en los cuales ha generado una multiplicidad magnífica de formas de vida, todas ellas interdependientes y complementarias, formando la gran comunidad de la vida. Existe un lazo de parentesco entre todos los seres vivos porque todos somos portadores del mismo código genético de base que funda la unidad compleja de la vida en sus múltiples formas. Por tanto, reina una real hermandad entre todos los seres, especialmente entre los humanos, cosa bellamente descrita por el Papa Francisco en  su encíclica Fratelli tutti (2025): todos, naturaleza y seres humanos como hermanos y hermanas. La humanidad como un todo es parte de la comunidad de vida y el momento de conciencia y de inteligencia de la propia Tierra, haciendo que a través del ser humano, hombre y mujer, ella contemple el universo y nosotros seamos la propia Tierra que habla, piensa, siente, ama, cuida y venera.

Es importante, sin embargo, observar que elcontrato social actual ha adquirido un papel inflacionario y exclusivista. Ha propiciado el antropocentrismo, denunciado por la encíclica Laudato sí del Papa Francisco. Ha instaurado estrategias de apropiación y de dominación de la naturaleza y de la Madre Tierra creando una inmensa riqueza para pocos y una humillante pobreza para la mayoría. El modo de producción vigente en los últimos siglos, actualmente globalizado, ha escindido a la humanidad entre los que tienen y comen y los que no tienen y no comen, es decir, no ha conseguido responder a las demandas vitales de los pueblos, dividiendo en dos a la humanidad. Este es un motivo más para establecer un contrato social planetario que englobe a todos, permitiéndoles una vida decente y rica en virtualidades creativas.

Una llamada de atención sobre el futuro del planeta
Una llamada de atención sobre el futuro del planeta Pixabay

La conciencia de la gravedad de la situación crítica de la Tierra y de la humanidad hace imprescindible cambios en las mentes (cuidar de la Tierra como Gaia) y en los corazones (establecer un lazo afectuoso y cordial con todos los seres) y la forja de una coalición de fuerzas en torno a valores comunes y principios inspiradores que sirvan de fundamento ético y de estímulo para prácticas que busquen un modo de vida sostenible. Con este objeto se elaboró La Carta de la Tierra, bajo la coordinación de M. Gorbachov y un grupo de cerca de 20 personas de distintos saberes, en la cual tuve el honor de participar.

Durante años se realizó una consulta en todos los estratos sociales para definir tales principios y valores. Resultó un documento de gran belleza y profundidad que puede ser leído en internet. Asumida por la UNESCO en 2003 se propone, además de otros fines pedagógicos, crear las bases de un contrato social planetario. Hoy está siendo divulgada y estudiada en no pocos países, creando un nuevo espíritu con respecto a la Tierra y a la vida. Llegará el día en que podrá ser el fundamento de lo que estamos buscando urgentemente: un contrato social planetario que garantice a todos un buen vivir y convivir dentro de la Casa Común.

Consulte: https://cartadaterrainternacional.org; véasetambién El Bien Común de la Tierra y de la Humanidad, elaborado por Miguel d’Escoto Brockmann, cuando era Presidente de la Asamblea de la ONU 2008-2009, y Leonardo Boff en: https://mst.org.br, como base para una nueva configuración de la ONU.

Inspiración

Contradicción