martes, 1 de julio de 2025

Reflexiones básicas que nos pueden ayudar a dar el salto, si queremos, claro!

 

 Cada día me hago esta pregunta al observar nuestras reacciones ante las diversas facetas de la realidad individual y colectiva: ¿Sabemos qué significa lo que decimos cuando hablamos? Tal vez las emisoras estatales de radio y de televisión deberían utilizar la pedagogía del lenguaje para aclarar las ideas, pensamientos, emociones , sentimientos y actitudes, que se concretan en acciones de la población humana, para evitar conscientemente las manipulaciones que están en la base de todo tipo de confusión, fanatismos, obsesiones hereditarias y dogmáticas que tantas veces derivan en  corrupción demoledora que pueden llegar a convertirse hasta en enrarecidas, confusas  y tóxicas "devociones, ideologismos, "magias", libertades y derechos". 

Sería magnífico que cada semana, por ejemplo, hubiese en T.V.E. un programa de verdadera Revuelta, que convocase a lingüistas, filólogos, profesores, investigadores, psicólogos y ciudadan@s que deseen participar en el programa para exponer sus experiencias personales en el uso de la palabra como vehículo del concepto y verdadero encuentro inevitable  en el Nosotr@s.

Analicemos sencillamente, por ejemplo, un término como orgullo, que en estos días está ejerciendo una verdadera invasión, más mediática que espontánea, sin duda alguna. Esa palabra es un término heredado del idioma franco (origen  del francés, aunque nuestras vecinas Las Galias aún no habían descubierto el latín), en un tiempo anterior al Imperio Romano. Esa lengua llegó en las Edades Antigua y Media a la actual Catalunya, atravesando los Pirineos, y dejó la huella lingüística del término "urgull", que no significaba nada de lo que ahora se le atribuye, sino conceptos como "soberbia", "vanidad exagerada","exceso de autovaloración",que en latín se fue denominando como superbia,insolentia,arrogantia,supercillum... O sea, la ostentación pura y dura del ego, ese impulso primario basado mucho más en las necesidades animales elevadas e instintivas a nivel emocional sin alcanzar ni llegar a la razón ni al sentimiento que es la fusión evolutiva y consciente entre el cuerpo emocional y el mental. 

Es muy triste que la valoración de las vías diversas del género humano se haya conectado filológica y equivocadamente con el demoledor "urgull" en galo/franco/catalán. Es algo así como estar content@s y "orgullosos"  por ser éticamente Neandertales y trogloditas en el siglo XXI. Cosa que, por desgracia, se puede también descubrir en personajes como "los amos del mundo mundial" en plan Donald Trump, Netanjahu, Milei, Abascal, Feijóo, Rajoy, Aznar, González, Putin o Zelenski y toda la colección pseudosocialista que, personalizada en Ábalos, Koldo y Santos(¡?) Cerdán ...🙈🙉🙊,  la han liado parda usando la máscara del PSOE como llevan haciendo con el PP sus fundadores aprovechateguis desde siempre. También en el fondo de la corrupción y de la manipulación está está la estupidez demoledora de un orgullo que impide descubrir la propia realidad, las propias carencias, el propio vacío de consciencia y de alma, de sensibilidad humana y valores que nada tienen que ver con la pasta, con el poder ni con la mentira constante como base del negocio.

Por favor, familia querida, despierta de una vez, y deja de colocar la desgracia del orgullo como atributo a nuestr@s herman@s LGTBI. Haber nacido con un cuerpo opuesto a la sensibilidad  energética, profunda e íntima, no merece esa respuesta conductual, sino todo lo contrario, un autorrespeto y una autoaceptación de la propia esencia experimental y evolutiva, que no necesita la chulería, ni exhibicionismo ni darle al ego el poder que no sabe ni puede gestionar, porque es como atribuir  a los cubiertos y a los manteles de la mesa el valor y las capacidades del chef y su cocina.  

Y tengamos en cuenta, a la hora de enseñar y educar a las nuevas generaciones, la utilidad del lenguaje para poder traducir y transportar a la materia la energía del espíritu, sin la cual nunca podremos como especie ni como individu@s alcanzar el equilibrio, la serenidad, y el entusiasmo verdadero de la Dignidad (mucho más cosa de virtud y sabia humildad práctica, que sólo de apariencia, pomposo, inútil y vacío figureo) que está en las antípodas del agotador insaciable, cegato y miserable orgullo.

 

P.D.

Para completar la reflexión me acabo de encontrar este post en Religión Digital: 

Joseba Kamiruaga

Joseba Kamiruaga Mieza, cmf

"El amor es siempre heterosexual si es que entendemos seriamente la heterosexualidad como amor 'por el Otro'"

 

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 Comentario del blog: 

Querido hermano, no olvides que el Amor nunca debe confundirse con el sexo, porque su esencia no tiene género ni número, no separa ni juzga, no encadena, une, integra, comprende, deshace las barreras,  y da todo sin pedir nada a cambio. El Amor es mucho más que un 'dios' y que una religión al uso y abuso a su servicio, para 'ganarse el cielo', porque aún no se ha descubierto que el cielo lo llevamos dentro. Es la esencia del Ser que da sentido a todo y transforma las mecánicas corporales en esencia espiritual encarnada en la materia y en la energía, algo que no es lo mismo que ser "religios@s". Por eso jamás discrimina ni elige a un@s por encima de otr@s, ni los juzga ni condena porque no son hetersosexuales. Son sus hij@s, ¿qué padre o madre de verdad, en este mundo pueden rechazar a su hija o a su hijo porque no identifica su condición sexual con su género fisiológico? No descubrir esa Esencia confunde a la humanidad y la convierte en dependiente del deseo, del apego, del instinto y del ego sin evolucionar que sostiene el tenderete en la feria de lo aparente confundido con lo Real. Ni homos, ni heteros: sino familia infinita del Nosotr@s. 

Quizás un repasito al "Cantico  delle creature" escrito por Francisco de Asís, ayude a este mundo a entender la hermosura de la Unidad y del no juicio, y así, por fin, liberarse de las ataduras egópatas que no permiten al Ser Humano descubrir que también es Divino, obsesionado al confundir el instinto reproductor de la especie, nada menos que con el Amor que la crea y la hace posible constantemente. El AMOR no es homo ni hetero porque ES DE VERDAD y no de película. 

Hay que despertar ya mismo. Quizás el capítulo 13 de la Primera Carta a los corintios de Pablo de Tarso, ayude a entenderlo con el Maestro del Corazón...😍🙌🙏!!!!!  


                    Dimensión espiritual

“Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retañe.

Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.

Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.

El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas.

Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto.

Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí.

En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor”.

Carta de San Pablo a los Corintios 13, 1-13  

 

 

 

 

 


 



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