Bartolinitis y homeopatía
¿Qué es la glándula de Bartolino y qué función tiene?
Las glándulas de Bartolino son dos y se encuentran a ambos lados de la entrada vaginal, en la zona externa de los genitales femeninos, y su función es secretar un líquido mucoso que humedece y lubrica la vagina, fundamentalmente durante las relaciones sexuales.
En condiciones normales, estas glándulas tienen el tamaño de un guisante y no suelen ser visibles ni palpables.
A veces puede ocurrir que los conductos por lo que se segrega ese fluido mucoso y lubricante se obstruyen y esto da lugar a los dos problemas más frecuentes que encontramos en estas glándulas que son el quiste de Bartolino y el absceso de la glándula de Bartolino.
Quiste de Bartolino
Cuando el orificio de salida de estas glándulas se obstruye, toda esa mucosidad acaba quedando retenida en su interior produciendo lo que conocemos como un quiste.
Estos quistes se producen preferentemente durante el periodo fértil de la mujer. Son muy raros en las niñas ya que las glándulas de Bartolino comienzan a funcionar a partir de la pubertad y también son muy raros después de la menopausia pues estas glándulas tienden a atrofiarse y van perdiendo su función.
Síntomas
Cuando el quiste es pequeño, menor de 1 centímetro, puede pasar desapercibido ya que en la mayoría de los casos suele ser indoloro. Además, no son las únicas glándulas que segregan lubricación a la zona vaginal durante las relaciones sexuales, por lo que la ausencia de sus secreciones pueden no dificultar las relaciones sexuales de la mujer.
Cuando el quiste crece más allá de 1 centímetro puede ya notarse un pequeño bulto en la zona de los labios menores, pero lo habitual es que, en un principio, aún sea indoloro.
Cuando los quistes llegan a superar los 3 centímetros es frecuente que ya sí causen molestias al tacto y, sobre todo, durante las relaciones sexuales. Y si ya son más grandes pueden producir molestias incluso al caminar o sentarse.
Tratamiento
Si es pequeño y no causa síntomas, no requiere tratamiento. Tan solo será necesario mantener una buena higiene de la zona para evitar que se infecte. Suelen ser muy recomendables los baños de asiento con agua tibia. En la mayoría de los casos, la glándula se desobstruye y el quiste desaparece en pocos días.
Cuando el quiste crece demasiado y da molestias de algún tipo, puede estar indicado su drenaje quirúrgico.
Absceso de la glándula de Bartolino
El absceso es la complicación más frecuente y aparece cuando el líquido atrapado dentro del quiste de Bartolino sufre una contaminación bacteriana. Este proceso también suele denominarse Bartolinitis, haciendo referencia a la inflamación intensa que sufre la glándula.
La bacteria que con mayor frecuencia infecta estas glándulas suele ser la Escherichia coli, la responsable también de la mayoría de las infecciones de orina. Otras bacterias que habitan habitualmente en nuestra piel, como el Staphylococcus aureus y el Streptococcus, o bacterias causantes de enfermedades de transmisión sexual (ETS), como la gonorrea, también pueden ser las responsables de estos abscesos.
Síntomas
A diferencia del quiste, el absceso sí que suele provocar síntomas intensos que pueden, incluso, acompañarse de fiebre y afectación del estado general, aunque esto no es lo más frecuente.
El absceso, normalmente, ya sí es visible y palpable y los síntomas que lo acompañan suelen ser hinchazón y enrojecimiento de la zona, acompañado de dolor intenso a la palpación, durante las relaciones sexuales, al caminar o al sentarse. Puede aparecer también un flujo amarillento o verdoso.
Tratamiento
Si bien el quiste suele ser asintomático, por lo que no suele requerir tratamiento médico, en el caso del absceso éste sí es necesario aunque, en algunas ocasiones, el absceso pueda llegar a drenarse espontáneamente y desapareciendo todos los síntomas.
Los baños de asiento con agua tibia, durante 10-15 minutos y repetidos 3-4 veces al día, pueden ser suficiente para provocar el drenaje del absceso cuando estos son pequeños y poco dolorosos. Y siempre mejorarán la sintomatología, incluso cuando sea necesario implementar otras medidas de tratamiento.
En caso de que el absceso no drene espontáneamente será necesario su drenaje quirúrgico a través de una pequeña incisión en la glándula. Si no hay fiebre u otros síntomas generales y el pus se ha drenado satisfactoriamente, el uso de antibióticos no es necesario.
Pero si la causa del absceso de la glándula de Bartolino fue una ETS, siempre será necesario el tratamiento antibiótico para erradicar la enfermedad, más allá de que el absceso se haya resuelto espontáneamente o con la ayuda de un drenaje quirúrgico.
Si los quistes o los abscesos reaparecen con frecuencia, puede hacerse lo que se denomina un procedimiento de marsupialización que consiste en crear quirúrgicamente una apertura permanente de la glándula, de unos 5-6 milímetros, hacia la zona vaginal, con lo que se hace casi imposible que esta salida se obstruya.
En último caso, si nada de esto funciona y la mujer sigue sufriendo de estos procesos repetidamente, se suele indicar la extirpación de toda la glándula.
Homeopatía y bartolinitis
Los medicamentos homeopáticos pueden ser de gran utilidad tanto en el tratamiento como en la prevención de las recidivas de esta dolencia. Y podremos usarlos solos o combinados con otros medicamentos, según se considere necesario. Además, son totalmente seguros en cualquier persona, incluso en las mujeres embarazadas o que estén dando pecho a sus bebés.
En el contexto de la prevención de la repetición de estos procesos, que es algo que les ocurre a muchas mujeres, será fundamental centrarnos en el medicamento de terreno de cada persona. Es decir, cada mujer según sus características físicas, mentales, emocionales y comportamentales necesitará el medicamento homeopático que se adapte a su naturaleza y que pueda reequilibrar su organismo. Así, en Homeopatía una misma enfermedad puede necesitar diferentes medicamentos según sea la persona que la sufre.
Medicamentos homeopáticos como BELLADONNA, SILICEA, HEPAR SULFUR, ARSENICUM ALBUM, PYROGENIUM, MYRISTICA o LACHESIS, entre otros, serán algunos de los medicamentos homeopáticos más utilizados a la hora de tratar los procesos inflamatorios y supurativos de estas glándulas. La elección de unos u otros también tendrá que ver con la forma particular en la que cada mujer esté expresando su proceso; cómo es el dolor, características de la supuración , qué le alivia los síntomas y qué le agrava, si hay fiebre u otros síntomas generales o, incluso, cómo le está afectando emocionalmente.
Ya comentábamos que, en el caso de infección y de la formación de un absceso en la glándula de Bartolino, las bacterias responsables más frecuentes eran la escherichia coli, el estreptococo y el estafilococo. Cuando este sea el caso, medicamentos como COLIBACILLINUM, STREPTOCOCCINUM y STAPHYLOCOCCINUM nos serán de gran utilidad para mejorar la respuesta inmune de nuestras defensas frente a esos microorganismos en concreto.
Y no debemos olvidar la utilidad de la Homeopatía en el acompañamiento de cualquier intervención quirúrgica, mejorando la cicatrización, disminuyendo el sangrado, aliviando el dolor, minimiando el riesgo de infección y también ayudando con los sentimientos de miedo y ansiedad que muchas mujeres pueden presentar ante estos procedimientos médicos.
Como siempre decimos en este blog; la Homeopatía y sus medicamentos ayudando a mejorar la atención médica y el cuidado de la salud de todas las personas.
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