No
han pasado ni 30 horas desde que Pedro Sánchez presentara 15 medidas
contra la corrupción en el Congreso y ya nadie habla de ellas. Puede que
ya hayan cumplido su función: amortiguar el golpe de un debate duro,
hacer algo de pegamento con Sumar, mostrar al resto voluntad de
arrepentimiento y cambio. Pero de aquí a que las veamos aprobadas, no sé
cuánto vamos a hablar de ellas.
Porque
lo que realmente interesa es otra cosa: los medios se han lanzado a
publicar cualquier detalle sobre los protagonistas de la trama. Da igual
si es algo relevante o son unas anodinas fotos desde dentro de la
cárcel. Da igual si está confirmado o es una especulación. Quedan
semanas, meses, de goteo diario. Cada día tiene su Cerdán.
Y
sobre Ábalos, más de lo mismo. Cualquier detalle sospechoso, aunque sea
confuso, nos dará para muchas horas, para muchos titulares. El de ayer:
que el juez del Supremo ha ordenado investigar las nóminas de José Luis Ábalos
como diputado del Congreso así como las donaciones que como militante
del PSOE hizo al partido. Lo hace a requerimiento de la Guardia Civil,
que dice que analizando las cuentas bancarias de Ábalos, las cifras no
coinciden con lo que declara a Hacienda. Esta “falta de sintonía” ha
hecho salivar a los que están deseando que se demuestre que parte del
dinero de la trama iba a financiar al PSOE. Hay titulares para todos los gustos.
Pero
esto puede ser una pista o un desliz de la UCO. Porque el PSOE asegura
que la Guardia Civil está mirando mal las cuentas: Ábalos, como el resto
de diputados del PSOE, no cobra directamente del Congreso sino del
grupo parlamentario socialista, que es el que recibe el presupuesto
según los escaños que tenga. De esa nómina, el partido le retrae las
donaciones habituales de sus militantes. Visto así, dice el PSOE, todo
cuadra perfectamente. Ya veremos cuando se aclare.
Pero
en realidad el rigor da un poco lo mismo, porque Feijóo ya ha entrado
en ‘modo destituyente’ y de ahí no se va a bajar. Su campaña electoral
empezó el miércoles en el Congreso y ya sabemos que piensa usar
cualquier cosa, sea verdad o no. También ha decidido usar material de
las cloacas para construir bulos: el Gobierno de Rajoy encargó en 2014 a
Villarejo espiar al padre de Begoña Gómez para “matar políticamente a
Sánchez”. Puedes recordar aquella grabación aquí,
en la que se basó Feijóo el otro día para decir que Sánchez era, nada
menos, que beneficiario a título lucrativo de la prostitución. Que no sé si es un terreno en el que le interese mucho entrar,
porque por ese mismo camino llegamos a los viajes de Feijóo pagados por
Marcial Dorado o al ático donde vive Isabel Díaz Ayuso.
- Impuestos catalanes. Mientras tanto, los
equilibrios de poder que dejaron las últimas elecciones siguen
exprimiendo a Moncloa. Pedro Sánchez y Salvador Illa han acordado con
ERC que Catalunya recaude todos los impuestos que se paguen allí. Esto
es muy trascendente. Detalles.
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