martes, 25 de junio de 2019


Traición a nuestra palabra

VÍDEO: ROBERTO CUADRADO


Rivera es muy dueño de decidir su estrategia para llegar al poder. El tiempo dirá se acierta. Pero cuando alude a los pactos de la infamia con Bildu, que Sánchez no ha suscrito, y que lo extiende a la simple aceptación pasiva de su abstención en la investidura, que por cierto Ciudadanos podría hacer innecesaria, me resulta inevitable volver la vista atrás.
No sabría decir cuántas veces se mi vida profesional he dedicado a martillear ante estos micrófonos de la Ser la idea de que la democracia acogería a quienes se apartaran de la violencia y defendían sus ideas a través de la política, pero desde luego fueron muchas menos que las que dedicaron a la difusión de esa misma idea los representantes de nuestros partidos, desde los líderes supremos a los portavoces nacionales, autonómicos y locales. Y cuando digo nuestros partidos quiero decir: todos nuestros partidos, desde la derecha hasta la izquierda.
En el terreno mediático, ni yo ni esta emisora ni esta empresa constituíamos la menor excepción porque este argumento era casi un lugar común, se incluía, como los gritos de ordenanza, en cada comentario sobre el terrorismo en todos los medios, de una esquina a otra del espectro ideológico. Parafraseando a Mayor Oreja, ¿eran promesas trampa?
Cuando oigo decir que aceptar una abstención de Bildu es traicionar a los muertos o que su presencia en la Mesa del Parlamento Navarro, en la que por cierto lleva mucho tiempo estando, es regalar la Comunidad Foral a ETA, me preguntó qué esperanzas de normalidad en la convivencia podemos alimentar o si, en una comunidad en la que existe una dualidad identitaria, una de ellas ha de renunciar a ejercer sus derechos democráticos en nombre de la democracia. Las actitudes que niegan esos derechos sí constituyen una traición, para empezar, una traición a nuestra palabra.

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La paradoja derechil española es que los zombis tengan credibilidad política para personas sensatas. La derecha española es un oxímoron total. Un eterno silogismo en modo tollendo ponens y ponendo tollens .Vociferan la unidad de la patria, pero la hacen imposible e incompatible con los mismos valores y principios básicos de la democracia que permite a la derecha ser un actor político a pesar de su sangriento y nazifascista historial, algo que jamás esa derecha haría con la izquierda si la Constitución le dejase el menor resquicio. Ya que paradójicamente ellos se proclaman  los constitucionalistas fetén, tanto como para darle la vuelta a la misma Consti y hacer lo contrario, como encarcelar catalanes que intentan expresar lo que sienten y desean como tejido estatal o imponer leyes mordaza y reformas laborales que destrozan los Derechos y las libertades de los trabajadores, mientras conceden bula total a los millonetis, a los compinches y a bancos y empresas que les benefician y les hacen inmunes a cualquier remordimiento o culpabilidad por corromperse, prevaricarse y cohecharse en comandita.

 Por fortuna la izquierda de verdad cree firmemente en la capacidad de los seres humanos para evolucionar, regenerarse e integrarse en la realidad de la convivencia, es decir, en la rehabilitación.
 En las iglesias católicas a las que la derecha es tan devota, se habla constantemente del perdón, pero a la hora de la verdad, ni las iglesias ni sus fans derechines perdonan a nadie, y es que el rencor les sale muy rentable como  rampa política, fomentando la rabia y el poder de la ley como venganza en los más primitivos, ignorantes, fanáticos y violentos. 
Poco importa, para los amantes de las conquistas, reconquistas y expolios adjuntos,  que ETA no exista desde hace una década, gracias, precisamente a Rubalcaba, al que sus medios afines han puesto a bajar de un burro hasta en su funeral. Poco importa que Otegi y Bildu sean un ejemplo de capacidad para evolucionar, de servicio al pueblo, de civismo integrador, de capacidad parlamentaria para cooperar al bien común, y con una honestidad arrepentida y más que demostrada de las viejas barbaries, poco importa que ese proceso sea una victoria y un ejemplo pedagógico de la democracia y la noviolencia, por ambas partes del ya lejano y superado conflicto. Ellos, los trifachitos, hubiesen preferido "pacificar" Euskal Herría a bombazos, penas de muerte y cadenas perpetuas, como han intentado descoyuntar la democracia en Catalunya a base de 155, palos, porras, cárcel y y un procès vergonzoso para la misma Justicia, pero la maldita democracia y la maldita ética les arruinó el enésimo plan de subdesarrollo, y ellos mismos se destrozan a mordiscos, mentiras, traiciones y vendidas de cabra. Y eso no lo pueden perdonar jamás. Porque todo, todito, todo lo que les pasa ahora, es culpa del separatismo terrorista, hále! Vasco, catalán y de todo el que les lleve la contraria. O sea, todo mindundi que defienda la igualdad, la justicia sin trampas, la noviolencia, el fin de la violencia de género, y la discriminación de las mujeres, la acogida a los migrantes y refugiados, la protección social y estatal de las libertades y el respeto a la diversidad, la educación pública de calidad, la laicidad del estado que la Constitución reconoce como condición sine qua non de un estado democrático, como el derecho a la sanidad pública, o a las pensiones de los jubilados, -que si se ahorrase en derroches como los sueldos, las dietas y los taxis de tanto parlamentario y senador inútiles, como explica Teresa Rodríguez, pidiendo que le rebajen un sueldo exorbitante en el Parlamento andaluz- y ahorrando en enjuagues corruptos como las tramas innumerables del pp demuestran sin parar, y no solo del pp, que los todavía naranjas y verdes sin estrenar, ya llevan por adelantado un curriculum tremendo, tanto en chanchullos como en mordidas. Pero claro, eso no es nada al lado de una buena bandera, un himno, una corona, una semana santa bien llorada y saeteada, la tortura de los toros convertida en fiesta nacional, las pirañas subiendo alquileres a la estratosfera con permiso del estado, cuyos gerifaltes se enriquecen a base de concesiones de ese tipo a las inmobiliarias o particulares, o los tíos matando mujeres disculpados porque solo se trata de asuntos domésticos, claro, que no es cosa de meter las narices en la vida de nadie, eso solo se hace en las cloacas para bien de la patria, faltaría más...a quien se lo ocurre pensar que un marido, un novio, un parejo o un padre, va a matar queriendo y no por accidente o un arrebato, que las tías son muy suyas y hay que atarlas corto, xd!
La derecha, verdaderamente ultra,  nunca es malpensada, qué va, ella es virtuosa a tope y está convencida de que todo el mundo es bueno, menos la izquierda, claro...Que como cualquier ministra roja, es una p... que solo hace putadas, según afirma un destacado picatoste voxciferante, que para nada ha escrito esa p con mala intención de ofender a una ex-ministra de Justicia, nada más y nada menos. 

Con tal panorama, querido Iñaki, lo raro es que aun Pedro Sánchez esté ahí y Pablo Iglesias en Galapagar celebrando el solsticio de verano y la pérdida irreparable de escaños junto al mogollón de dimisiones, que mira por donde, hasta en eso les imita c's...Es lo que tiene llegar a la política como herramientas al rurrun del poder, como las moscas a la miel, y no al servicio del bien común. Al final la misma vida coloca a cada cual en su lugar. A eso le llaman karma en Oriente. En Occidente, calamidad merecida. O justicia condicional en perifrástica con finiquito en diferido. Que el lenguaje como el karma, tiene para todos.

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