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Israel ha violado el acuerdo de alto el fuego en Gaza.
Ayer bombardeó entre otras la ciudad de Rafah, al sur de la Franja. Han
muerto al menos 36 personas. No ha sido un error, era una orden.
Netanyahu decide cuándo vale y cuándo no vale matarse. Ayer dijo que
actuó contra “objetivos terroristas” en Gaza, como siempre. Y cuando
había terminado la operación, ya de noche, anunció se retomaba el alto
el fuego.
En 11 días desde la firma de la tregua, Israel la ha roto en 47 ocasiones. Es lo que en realidad Olga Rodríguez llama “la fase 2 del genocidio”.
Además, está empezando a señalizar como si fuera una frontera la línea a
la que ha replegado a su Ejército dentro de Gaza, lo que significa que
sus tropas siguen ocupando militarmente más del 50% del territorio de la
Franja.
¿Y
de todo esto qué dice Trump, ese hombre que se supone que quiere ser el
garante de la paz allí? Pues nada, qué va a decir. Benjamin Netanyahu,
al que él llama Bibi, es su amigo y además él está ya entretenido con
otras cosas: abriéndose una crisis con Colombia, difundiendo vídeos de inteligencia artificial donde se lanzan excrementos desde un avión a los manifestantes… ¿Qué manifestantes? Me alegra que me hagas esa pregunta.
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