domingo, 26 de octubre de 2025

Tal cual, querido Dr. Manzano Callejo y Nueva Tribuna. No son los órganos corparales los que marcan en exclusiva las pautas de nuestra salud, sino nuestro modo de entender la salud, de entender el cuerpo físico y sus funciones inseparables del sistema vital que pone los puntos sobre las íes en el cuerpo físico, en el cuerpo racionalemotivo, descubriendo al mismo tiempo las funciones imprescindibles del alma y de la conciencia, grandes y fundamentales energías sostenedoras de la vida y su equlibrio. Los organos son las máquinas, y el alma, la conciencia y el Espíritu son la energía inteligente y experimental que hace posible las funciones mecánico/biológicas de la mejor manera posible, o sea, desde una verdadera salud en todos los aspectos. Si no se despierta desde dentro, la salud sólo dependerá de alivios y mejorías externas, de modo que cuando no las hay o no se encuentran, la enfermedad se 'normaliza' y la salud se convierte en utopía...El estilo de vida, como la salud, dependen del nivel más despierto o más dormido de cada ser humano. Ahí está la clave. "Gnothi seautòn"= conócete a ti mismo, en los templos/hospital de la antigua Grecia era, y sigue siendo en este mundo, la receta más acertada y de mejores resultados. Hipócrates lo sabía por su propia experiencia. No en vano todos los médicos llevan consigo el juaramento hipocrático. Muchas gracias por compartir las luces y la experiencia, querido Dr. Manzano Callejo y Nueva Tribuna🙏🙏🙏🙏🙌🙌🙌🙌😍😍😍😍!!!!

 

PSICOECOLOGÍA | HÁBITOS SALUDABLES Y ENVEJECIMIENTO CEREBRAL

Tu estilo de vida escribe la edad de tu cerebro

Tu cerebro envejece según cómo vives: hábitos, sueño y emociones pueden mantenerlo joven.
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Pixabay

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El envejecimiento es un proceso natural de la vida, y el cerebro no es la excepción. A medida que pasan los años, es normal experimentar algunos cambios en la memoria y en la velocidad de procesamiento de la información. Sin embargo, la manera en que envejecemos cognitivamente no está completamente determinada por la genética. La ciencia ha demostrado que el estilo de vida juega un papel crucial en la salud cerebral y que es posible retrasar el deterioro cognitivo mediante hábitos saludables.

El envejecimiento cerebral es un proceso complejo que depende de múltiples factores. Algunos de ellos no se pueden cambiar, pero muchos otros están bajo nuestro control. Así, tenemos:

Factores biológicos y genéticos

  • Herencia genética: Si hay antecedentes familiares de enfermedades como Alzheimer o Parkinson, el riesgo puede ser mayor.
  • Inflamación crónica: Está relacionada con el envejecimiento acelerado del cerebro y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
  • Estrés oxidativo: La acumulación de radicales libres en las células cerebrales puede dañar las neuronas y acelerar el deterioro cognitivo.

Factores de estilo de vida

  • Alimentación: Una dieta alta en grasas saturadas y azúcares puede afectar la salud cerebral, mientras que una dieta rica en antioxidantes y ácidos grasos omega-3 protege el cerebro.
  • Ejercicio físico: La actividad física regula mejora la circulación sanguínea en el cerebro y fomenta la producción de nuevas neuronas.
  • Calidad del sueño: Dormir mal afecta la consolidación de la memoria y aumenta el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
  • Socialización y estimulación mental: Mantenerse mental y socialmente activo protege contra el deterioro cognitivo.

Nuestra edad cronológica puede decir 65 años, pero su cerebro podría estar actuando una década más joven, o mayor, dependiendo de sus experiencias de vida”.

Ese es el mensaje de un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Florida, que encontraron que el optimismo, el buen sueño, el apoyo social y otros factores positivos estaban fuertemente relacionados con cerebros más saludables. Los hallazgos sugieren que la forma en que las personas viven y lidian con el estrés puede influir de manera medible en el ritmo del envejecimiento cerebral, incluso en aquellos que viven con dolor crónico.

El estudio ha sido publicado en septiembre de 2025 en la revista Brain Communications. Esta investigación siguió a 128 adultos de mediana edad y mayores, la mayoría con dolor musculoesquelético crónico asociado o en riesgo de osteoartritis de rodilla, durante dos años. Usando resonancias magnéticas analizadas por un sistema de aprendizaje automático, el equipo estimó la "edad cerebral" de cada participante y la comparó con su edad cronológica real. Esta diferencia de edad cerebral entre los dos sirvió como una medida de la salud de todo el cerebro.

Los factores estresantes como el dolor crónico, los bajos ingresos, la menor educación y otros riesgos sociales se asociaron con cerebros de aspecto más viejo. Esos vínculos parecieron causar menos impresión con el tiempo. Lo que se destacó más claramente fueron los elementos protectores, cosas como tener un sueño reparador, mantener un peso saludable, controlar el estrés, evitar el tabaco y tener relaciones de apoyo.

Los científicos saben desde hace mucho tiempo que los cerebros más viejos son más vulnerables a problemas como la pérdida de memoria, la demencia y la enfermedad de Alzheimer

Los científicos saben desde hace mucho tiempo que los cerebros más viejos son más vulnerables a problemas como la pérdida de memoria, la demencia y la enfermedad de Alzheimer. Tradicionalmente, la investigación del cerebro se ha centrado en regiones individuales. Pero dado que el dolor, el estrés y las experiencias de la vida afectan muchas partes del cerebro a la vez, la diferencia de edad del cerebro, la diferencia entre la edad de una persona y la edad de su cerebro en los escáneres cerebrales proporciona una instantánea única de todo el cerebro que captura esas complejidades.

Aunque el estudio se centró en personas que viven con dolor crónico, es probable que factores como un menor estrés, el apoyo social y la calidad del sueño también sirvan para retrasar el envejecimiento cerebral en otras poblaciones.

"Literalmente, por cada factor promotor saludable adicional, hay alguna evidencia de beneficio neurobiológico. Nuestros hallazgos respaldan el creciente cuerpo de evidencia de que el estilo de vida es medicina", refieren los autores.

Finalmente, diez recomendaciones de neurólogos para el envejecimiento cerebral saludable:

1. Uso del casco

  • La protección de la cabeza figura como la medida más directa para resguardar la integridad cerebral. Los especialistas advierten que golpes recurrentes, caídas y traumas pueden originar lesiones permanentes como la encefalopatía traumática crónica, con secuelas que abarcan desde el deterioro cognitivo progresivo hasta la demencia.
  • El casco no solo es imprescindible al conducir bicicletas, motocicletas o practicar deportes de riesgo, sino que su uso debería extenderse a cualquier actividad donde exista riesgo de accidente.

2. Salud auditiva

  • La relación entre la audición y la función cerebral es profunda. La pérdida auditiva en personas mayores se asocia con un aumento significativo en la probabilidad de desarrollar demencia. Los expertos recomiendan el empleo constante de protección auditiva —como tapones o auriculares especiales— frente a ruidos intensos, como los de herramientas o maquinaria.
  • Las revisiones periódicas a partir de los 50 años o antes, si hay exposición frecuente a ruidos fuertes, permiten detectar posibles pérdidas antes de que generen impacto cognitivo. Además, el uso diario de audífonos favorece la estimulación cerebral, incluso si la persona se encuentra sola.

3. Exámenes de la vista

  • Numerosas investigaciones encuentran un vínculo entre la pérdida visual y el declive mental. La revisión regular de la vista, el uso de anteojos o el acceso a correcciones quirúrgicas, cuando son necesarias, disminuyen el riesgo de un deterioro cerebral acelerado.
  • Estimular continuamente los sentidos potencia la plasticidad cerebral y ayuda a mantener en forma los circuitos encargados de interpretar la información visual.

4. Movimiento diario y reducción del sedentarismo

  • Caminar medio kilómetro al día mejora el funcionamiento del cerebro y la salud general (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • El flujo sanguíneo adecuado en el cerebro es fundamental para su funcionamiento. Por eso, la actividad física, incluso en dosis reducidas como medio kilómetro diario de caminata, marca una diferencia apreciable.
  • Levantarse, cambiar de postura o usar asientos que requieran activar la musculatura central ayuda a disminuir el tiempo de inactividad. Transformar el entorno cotidiano para alejarse de sillas totalmente apoyadas favorece estas pequeñas pero constantes activaciones físicas.

5. Colesterol controlado

  • Los niveles elevados de colesterol LDL, asociados a una dieta rica en carnes rojas, lácteos enteros y bebidas azucaradas, comprometen los vasos sanguíneos del cerebro, elevando el riesgo de accidentes cerebrovasculares y deterioro mental.
  • Para evitarlo, los neurólogos aconsejan priorizar alimentos integrales, frutas, legumbres y verduras, además del ejercicio regular y el eventual uso de medicamentos específicos según indicación médica. Las evaluaciones periódicas son clave en pacientes con antecedentes o factores de riesgo cardiovascular.

6. Higiene bucodental en la prevención neurológica

  • La relación entre las infecciones bucales y la salud cerebral está respaldada por investigaciones que relacionan la enfermedad de las encías con el desarrollo de demencia. El mantenimiento de una rutina de cepillado y uso de hilo dental, junto con visitas frecuentes al odontólogo, ayuda a prevenir infecciones que pueden desencadenar episodios inflamatorios y complicaciones en el sistema nervioso central.
  • El cepillado y el uso de hilo dental son claves para evitar complicaciones neurológicas (Imagen Ilustrativa Infobae)

7. Vida social activa y el rol protector del entorno

  • Participar de actividades sociales regulares forma parte de un escudo natural contra la depresión y el aislamiento, factores que pueden acelerar el deterioro cognitivo. Grupos de lectura, jardinería o incluso reuniones sociales programadas potencian el apoyo emocional y mantienen al cerebro en estado de alerta y adaptación.

8. Protección ante la contaminación ambiental

  • Expertos recomiendan mascarillas y filtros para reducir los riesgos de la polución en días de alta contaminación (Imagen ilustrativa Infobae)
  • La exposición al aire contaminado guarda cada vez más relación con cambios químicos adversos en el cerebro. En días de alta polución o presencia de humo, los expertos sugieren el uso de mascarillas especializadas y la instalación de filtros en espacios interiores. No todas las partículas pueden evitarse, pero reducir la exposición ayuda a minimizar riesgos.

9. Cuidado del cuello

  • El cuello juega un papel indispensable en la irrigación sanguínea cerebral. Lesiones por movimientos bruscos, masajes intensos o accidentes pueden restringir el paso de sangre, generar coágulos y poner en peligro la oxigenación cerebral. Evitar maniobras arriesgadas, optar por masajes ligeros en la parte alta de la espalda y usar siempre el cinturón de seguridad en vehículos forman parte de las medidas recomendadas.

10. Dormir bien

  • El sueño de calidad es clave para consolidar recuerdos y limpiar residuos cerebrales (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • El sueño de calidad permite consolidar recuerdos y limpiar residuos celulares cerebrales. Ajustar rutinas, bloquear la luz exterior si se necesita dormir de día, o recurrir a recursos como la meditación en caso de ansiedad, favorecen la recuperación nocturna. Llevar un registro de los hábitos de sueño ayuda a identificar posibles obstáculos y buscar soluciones dirigidas a lograr un descanso reparador.

Por último, compartir esta reflexión de Sócrates:

"Si alguien busca la salud, pregúntale si está dispuesto a evitar en el futuro las causas de la enfermedad; en caso contrario, abstente de ayudarle”.

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