Magnífico y urgente diálogo tan necesario como terapéutico, en un tiempo lleno de choques entre lo ya insostenible y lo tecnológicamente imprevisto, entre lo que se ha ido aprendiendo desde fuera en formas, modos, creencias e ideas, y lo que aún no se ha descubierto dentro de nuestro propio SER: el equilibrio imprescindible de la LUZ. La meditación no es un rito, ni una tarea, ni una costumbre, es sencillamente, la respiración y el alimento de nuestra propia SupraConciencia, donde todo y tod@s, está tan humana como divinamente conectado. La única experiencia individual, colectiva e integradora que puede salvar a este mundo de lo peor de sí mismo, o sea, de su autodestrucción. ¿Cómo estaríamos ahora si quienes sólo respiran miedos, manipulaciones, odios, violencia, chanchullos, miserias pintadas de éxitos y egopolios, intereses financieros y falsamente políticos, montando guerras por todas partes para exterminar a su familia humana a la que consideran enemiga si no tiene la misma cultura, ni la misma nacionalidad, ni la misma etnia o religión que ellos, y para colmo no es millonaria ni terraplanista ni antivacunas, ni consciente del cambio climático que su forma de vida está produciendo, ni judía ni musulmana, ni católica/romana, ni ortodoxa, ni protestante, ni yanky ni millonaria... Y de pronto descubriesen en su interior, nada menos que la experiencia de Buda, la de LaoTse y la Jesús de Nazaret, de Gandhi, de Nelson Mandela, de Francisco y Clara de Asís..., que, por cierto, jamás de los jamases fundaron ni impusieron ninguna religión?
"Pensa, pensa, Salvatore" Como dejó escrito Umberto Eco en "El nombre de la Rosa" o lo de George Orwell en "1984" , o ""2001 Odisea en el espacio" de Stanly Kubrik, para echar un cable al despertar y que luego la pseudohumanidad cuesta abajo y sin frenos, no diga que no la habían avisado...En fin...Ains!!!!
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