De "localizado" a ejecutado: matan a tiros a un toro huido de un encierro en Romancos e intentan maquillar lo sucedido
Cinco días de búsqueda y un desenlace envuelto en opacidad vuelven a poner en el centro de la polémica los festejos taurinos por el campo de Guadalajara, cuyos defensores se declaran "orgullosos" de lo ocurrido.
GUADALAJARA.- Muerto a tiros, así ha terminado el toro bravo que desde el sábado ha mantenido en vilo a los vecinos de la localidad alcarreña de Romancos, dependiente de Brihuega, y los pueblos del entorno, después de que se le perdiera de vista durante un encierro por el campo.
Cinco días de 'huida' que acababan con la ejecución del animal, desconociéndose hasta el momento al autor o autores de los disparos, pues los integrantes del dispositivo de búsqueda, formado por vecinos y agentes de la Guardia Civil, habrían localizado fallecido al astado en una zona próxima al punto en el que se le avistó por última vez.
Un polémico desenlace al que se ha llegado después de que, horas antes, los ayuntamientos de Romancos y Brihuega alertaran a través de las redes sociales de que el animal se encontraba 'perdido' desde el sábado y se pidiera extremar la precaución en la zona, evitando paseos y la actividad deportiva en el campo.
Una alerta que se daba por finalizada a última hora del jueves, cuando anunciaban que el animal había sido "localizado", pero sin dar ninguna indicación respecto del fin que había tenido el animal.
"El mejor modo posible"
Final que hay quien considera que ha sido "el mejor modo posible" de terminar con "el problema". Así lo han manifestado desde la Asociación Taurina Romancos, que considera que es para sentirse "orgullosos" lo acaecido, así como "ejemplar" el comportamiento de los vecinos, que han contado con la colaboración de la Guardia Civil para llegar a este desenlace "con el deber cumplido, la seguridad garantizada y, por supuesto, con el espíritu taurino de Romancos más vivo que nunca".
Un "infortunio" más en el haber de los encierros de esta localidad, aunque defienden el trabajo conjunto de quienes por su veteranía aportan serenidad y aquellos que con energía "cuidan de sus tradiciones".
Y así, escudándose en el carácter "centenario" de los encierros por el campo, que consideran "parte esencial" de su identidad y patrimonio cultural -aunque ello implique tener suelto por el pueblo y sin localizar a un toro bravo durante cinco días-, dan por bueno acabar con él a tiros una vez que se le ha encontrado
Un hallazgo suavizado
Versión que se dulcificaba desde la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, desde la que aseguraban que el dispositivo de búsqueda activado para dar con el animal lo encontraró ya muerto, mientras que los ayuntamientos de Brihuega y Romancos apuntaban que ya no constituía "un peligro" para los vecinos.
Apenas unas horas antes, desde el Consistorio de Brihuega se había pedido extremar la precaución y se instaba a los ciudadanos a tener precaución hasta que se confirmara "la captura del animal".
Captura que finalmente no se producía, sino que se abatía al astado en pleno monte.




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