miércoles, 6 de febrero de 2019

El Papa indica que para mediar en Venezuela tiene que pedirlo también Guaidó...



Ay, esa iglesia-estado y sus predicadores. Ay, esos intereses, por cierto,  los mismos que crucificaron a Jesús, que se colocaron en  el imperio con los emperadores, convirtiendo a los servidores, por amor, de los más necesitados especialmente, en pontífices y que ahora predican el evangelio en nombre de sus infinitos negocios, miedos, complicidades  e intereses. Ay, los equidistantes cuando está en juego la supervivencia de los más pobres y las ganancias inmensas de los más ricos...Ay, los que están convencidos de que ponerse de lado de las dictaduras en el nombre de Dios no es una ideología...sino una 'apostólica' manera de "salvar" el poder divino de las ordas de los miserables revolucionados por las ideologías que no son el catolicismo. 

Maduro varias veces ha pedido ayuda a este papa, confiando en que sea cierta su bondad y su empatía. Pobre Maduro. Con la iglesia hemos topado, es una frase de Don Quijote, nacida de la experiencia directa de Cervantes, el utor, que sabía por experiencia propia hasta dónde puede llegar esa institución, tan lejos de lo que  predica como cerca de la pederastia y la corrupción mafiosa en tantos aspectos. El propio Miguel de Cervantes, como inspector de hacienda en su época (el reinado de Felipe II) sufrió en sus carnes lo que significa "topar" con la iglesia, por un encontronazo con ella, tras el que acabó encarcelado durante años en Argamasilla de Alba, donde escribió esa obra maestra en la que mediante un relato espectacular y simbólico logró desnudar todos los santos del momento histórico y del futuro, hasta los de hoy. 
Estando Miguel revisando el pago de impuestos en Sevilla le tocó cobrar en sacos de trigo el impuesto de unos frailes del lugar y los frailes se negaron a pagar lo que debían al Estado, entonces Miguel, como era su obligación, los denunció por impago, a continuación, y entonces los frailes chorizos calumniaron a Miguel acusándole de robar los sacos que ellos habían pagado tan religiosamente. ¿Qué rey o autoridades de este mundo osarían poner en duda la honradez de los buenos frailes? Lo natural era que Cervantes fuese el ladrón, y aquellos santos varones , la inocencia personificada. Así que al pobre recaudador de impuestos le tocó pagar por el escaqueo frailuno en el nombre de dios...como suelen cometer todas sus fechorías, sin distinguir para nada pecado de delito, que para eso son maestros en enredarlo todo para salirse con la suya por los siglos de los siglos, nadar y guardar la ropa en seco. Para ellos lo mejor y lo más molón, es ir de conciliadores en abstracto, sin aterrizar en los problemas, -que luego son un marrón-, y no comprometerse jamás en concreto con los que tienen el futuro más negro y los bolsillos más vacíos. O sea, con los que para Jesús eran los bienaventurados. ¿Cómo?, muy fácil, colocando al mismo nivel en la balanza de "su" justicia a los agredidos y a los agresores, a las víctimas y a los verdugos, a los amos y a los esclavos, y se quedan tan a gusto y tan ecuánimes como siempre.

En realidad tienen muy claro lo que quieren, aunque predicando digan lo contrario: quieren seguir mandando en el mundo sin que parezca que mandan, que es la mejor manera de camelar a todos y hacerse eternos en el poder. No se desgastan porque no eligen, todo les sirve como asa y agarradero sempiterno. En este caso está claro que si el papa se preocupase más por Venezuela que por Wall Street, le iba a salir la jugada muy malamente de cara a su verdadero dios todopoderoso: el pastón y el poderío  cuyo "papa" actual y colega mandamás, es Trump. Y no es cosa de hacer frente a los conmilitones  del mismo bando. Sólo faltaría eso...
Así que no importa si se hace el paripé de colocar sicut conditio inter pares a Caperucita con la cestita, a la abuela, al lobo y al cazador. Es decir, los valores de Maduro y/o de Guaidó, cuando en el fondo uno ya viene decantado de casa y tiene clarísimo lo que quiere, porque ya lo ha demostrado sin duda en otras ocasiones similares y aun más dramáticas. 
Ah, pero hay que maquillarse y disfrazarse muy bien para la representación teatral, el toque escénico no puede fallar, entonces uno se viste de blanco, mira para arriba con aire de cuadro barroco, pone cara de bueno, voz dulce y acariciadora de abuelito inofensivo que solo quiere contar cuentos a los niños eternos de la familia devota, siempre crédulos, con tanta fe como docilidad y apechuguing, para lo que se tercie, aunque sea para ser abusados sexualmente, porque los interfectos están convencidos de que todo es voluntad de dios y yastá. Así que si todo es así ¿qué necesidad hay de reunirse para entenderse, si ya está todo decretado en esa voluntad divina e insondable, en la que la responsabilidad humana no tiene la menor incidencia ni relieve y solo es condenable lo que le lleva la contraria a sus montajes controladores de conciencias a distancia y proximidad, según convenga a la mayor gloria de sus tinglados, a los que han dado en llamar "obra de dios" (opus Dei)?¿Por qué va a ser responsable un buen católico  obediente, de nada serio y grave? Mejor salir por la tangente alegando imparcialidad en casos como el venezolano, aunque esa imparcialidad en determinados momentos sea una condena a muerte para los DDHH? ¿Qué son los DDHH ante los diez mandamientos? Una fruslería de nada. Lo que no es de "la Iglesia" no existe nada más que para incordiar y entrometerse en los grandes designios de su dios controlador de minucias pero  cómplice bendecidor de auténticas hecatombes, eso, sí, "sagradas". Todas sin excepción.

Si Trump invade Venzuela para colocar a Guaidó y certificar su autoproclama solo lo haría por el bien de los venezolanos, of course, pero si no lo hace así y es Maduro el que consigue apaciguar la tensión, dialogar en la ONU de verdad y no en plan autista forzoso, si USA y la UE recapacitan y admiten su ingerencia política pasando de los venezolanos como de la mierda, les piden perdón y se retiran del frente agresor con sus presiones, ingerencias y ganas de quedarse con el petróleo del vecino para seguir como sumos emperadores de la desigualdad y de la deshumanización depredadora de recursos, vidas y haciendas, entonces no  sería el triunfo de la "democracia", de la libertad y de los DDHH, sino un gravísimo error, un gesto de cobardía inadmisible y un caos tremendo para la cultura occidental. ¡Una humillación!
Por eso lo mejor es no elegir nada, por si acaso, y así apuntarse donde más convenga después del peor y más peligroso trago. La virtud está en el medio, así que si alguien se ahoga en un extremo, no se puede hacer nada sin dejar de ser virtuoso y quedar a la altura del betún con buenismos y tiquismiquis. Eso mismo pensó el apóstol Pedro cuando dijo a los soldados que no tenía ni idea de quién podría ser aquel rebelde nazareno detenido por las fuerzas del orden y juzgado por las autoridades. ¿Qué podía saber él de esos asuntos tan complejos...?Y encima, que Maduro no es Jesús, ni mucho menos, aunque él dejase dicho que lo que hacemos de bueno o de malo al prójimo se lo hacemos a Dios y que en la vida hay que elegir el camino y no dejar que el camino decida por nosotros...El camino se llama conciencia y en ella está esa fuerza que Jesús llamaba Espíritu. O sea, presencia de Dios sin fronteras, de un dios que nada tiene que ver con la mitología, que por eso rompe esquemas y es experiencia que transforma a los que no se dejan embaucar por el miedo, el poder y poseer sus apegos ansiosos, y así entre luz generosa y valiente con conciencia, crean de la nada aparente, a base de amor lúcido y, por ello, limpio y sano, la vida eterna...no en plan cyborg of Silicon Valley, sino asumiendo sin miedo el paso de un plano solo material  a otro fundamentalmente energético, un trance en el que es imposible participar cargados con la mochila del poder, el temor y los chanchullos ad hoc para mantener el estatus que nos manipula y engaña constantemente. El juego adictivo de lo que Jesús llamaba "el príncipe de este mundo", que como se ve cada vez con más claridad, tiene multitud de réplicas holográficas y caras cambiantes, para engañar mejor a la clientela, que cambia el alm,la conciencia,la autonomía y la libertad, por consumir y ser consumida en el mismo trueque. 

Ya no cabe seguir diciendo en plan pasota: "venga a nosotros tu reino", ya hemos crecido y el reino es la nueva concepción del mundo que necesitamos  y que responsablemente debemos construir entre todas y todos desde donde está cada una, sin exclusiones, ni religiones, ni dictaduras,  ni agresividad. Para ello, la iglesia católica tal y como anda de perdida y los poderes de este nivel de existencia, ya no sirven nada más que para agravar los problemas, no para aliviar y resolverlos, es más, si se resolvieran ¿cómo se enriquecerían y serían poderosos los de siempre? La realidad lo demuestra cada día con más evidencias: no les interesan las soluciones, sino crear problemas y conflictos de todo tipo, y cuánto más irresolubles, enrevesados y espectaculares, mucho mejor para sus empresas especializadas en el negocio. Han hecho de los problemas un sistema y del conflicto el gran chollo depredador, el motor de la máquina de un aparente avanzar, como lo harían unas ruedas de coche atrapadas en un barrizal inmenso, girando sobre sí mismas a toda velocidad pero sin poderse desplazar ni abandonar el lodo que las atrapa. Con el añadido de que ese lodo es la cloaca de las basuras que produce el propio motor.

El cambio es ya. Y no va a cambiarnos nadie si no lo hacemos nosotros, implementando lo que nos falta y dejando atrás lo que nos entorpece y nos sobra. ¿Qué pasaría si en USA una mayoría ciudadana dejase de obedecer a Trump y empezase solidaria y organizadamente a compartir entre sí lo necesario hasta lograr el fin del desastre? Eso hizo la India y logró la libertad; podrían haber despreciado a Gandhi, reírse de él, y ahora serían aun propiedad de Inglaterra, pero se lo tomaron  en serio. Pues ese mismo problema es el de Venezuela, solo que allí no está Gandhi sino Maduro por un lado y por otro el sicario de Trump, un psicópata del poder autobombeado, sin sentido del ridículo, apoyado por otros elementos más ciegos que los topos en medio de sus complejos de poderosos, bajando a toda leche, por el tobogán del fin del mundo conocido. Dejemos que se estrellen solos, no con nuestra cooperación.

Nosotras tenemos que arreglar el día a día de lo que nos rodea y necesita un tratamiento humanitario y simbiótico, resiliente, de urgencias inmediatas desde hoy con vistas a mañana. Todos los tratamientos justos logran hacer un tejido sano y regenerado. Por ahí va la cosa, que no nos vengan con milongas paralizantes que nos distraigan sin parar.

Siendo activistas libres y sanas del bien común, conscientes, justas, generosas, lúcidas, grandes de alma y de conciencia, reflexivas y positivas, también ayudamos ya a Venezuela y al mundo entero, aunque aparentemente no lo parezca.Estaremos produciendo un aire renovado y limpio para respirar mejor mientras crecemos en espíritu y en verdad, en vida abundante, mucho más grata, igualitaria y feliz.

Para terminar aquí dejo este toque iluminador de Aristóteles, sobre las bases de la ética como origen del bienestar social y personal. ¡A disfrutarlo!

"Llegamos a las virtudes si primero las hemos ejercitado. Lo mismo que las artes: lo que hay que hacer tras el aprendizaje, eso lo aprendemos haciéndolo, por ejemplo, uno se hace constructor construyendo y citarista, tocando la cítara. Pues lo mismo, de esta manera solo nos podemos hacer justos realizando acciones justas, lúcidas y valientes. 
Los buenos legisladores hacen buenos a sus conciudadanos constituyendo su gobierno con buenas normas para cumplir cívicamente que se convierten en uso y costumbre. Ésa debe ser la voluntad de todo legislador y cuando eso no se cumple, el legislador fracasa. En esto reside la diferencia entre una buena y una mala constitución."
"...Toda virtud se origina como consecuencia de una práctica de las mismas acciones virtuosas, que no deben provocar ni exceso ni defecto, sino equilibrio, como lo vemos en el terreno de la salud y el vigor del cuerpo: los ejercicios gimnásticos excesivos o deficientes nos debilitan igualmente.Igual que la alimentación en exceso o defecto. Lo mismo sucede con las virtudes, como la valentía o la templanza, quien lo rehúye todo, tiene miedo y no aguanta nada, se debilita, se hace cobarde y vulnerable; o el que es imprudente y se enfrenta a todo irreflexivamente, es temerario y torpe. El que se vuelca en el placer sin control de sí mismo, se convierte en adicto y desgraciado, mientras quien rehúye ser feliz y pasarlo bien, se convierte en insensible, tosco e insoportable. Por tanto, exceso y defecto nos quitan el equilibrio de la moderación que es la templanza, mientras que ésta se conserva por la mesura, justa y grata medida" 

"...Por causa del placer desmedido cometemos acciones malas e injustas, y por causa del dolor nos abstenemos de realizar acciones virtuosas. Por tanto, como dice Platón, debemos ser educados desde la niñez, de manera que sepamos elegir cómo alegrarnos y cómo afrontar el dolor sin destruirnos ni causar males a otros, pues ésta es la recta educación." 

Ética para Nicómaco (libro II, apartado 3)

No hay comentarios: