jueves, 14 de febrero de 2019

Y qué ha pasado...y por qué ha pasado lo que no debería haber pasado y por qué no ha pasado lo que una inmensa mayoría ciudadana querría que pasase...Lo peor no son las incidencias torpes o los fallos tan normales en los seres humanos, no, lo peor es cuando falla la base lúcida y se impone el sistem in falliure, sobran la falta de sentido y de orientación y esa superficialidad "lista y sagaz" para jugar a gobernar en plan quinielas y apuestas de salón y hemiciclo, tan parecido a ese hombre de casiino provinciano, "...una triste expresión que no es tristeza sino algo más ni menos que el vacío del mundo en la oquedad de su cabeza",que con tanto acierto profético retratan los versos de Antonio Machado. Las ilusiones sin más sustancia que hacer por hacer, son el veneno de la mente y de las emociones. Pero contamos, si queremos, claro, con el antídoto:el elixir de la conciencia, -en estos casos evidentemente missing a derecha y a izquierda- una fuente inextinguible de energía renovable, que aun no se reconoce como un derecho y un deber para desarrollar en privado y en colectivo ( no puede existir si falta en uno de esos dos planos) ni se tiene en cuenta y mucho menos se trabaja. Pero todo cambia, como canta Mercedes Sosa y todo puede mejorar aunque la costumbre del fiasco "normalizado"haga todo lo posible por impedirlo...Si queremos, podremos y nadi podrá impedir que la vida universal cumpla su misión más necesaria. Que no nos contamine el alma esa polución constante y sus vapores camuflados de "noticia" y de estropicio. De nosotras depende neutralizar el ataque constante del sin sentido y el fack world

  

                                       Qué pudo pasar

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