viernes, 10 de febrero de 2023

 

jueves, 9 de febrero de 2023

Reflexiones de la abuela, yaya, padrina, avia, avoa, amama, agüela, oma, grand-mère, grandmother, avó, avu, nonna, yadda, sabta, wàipó, бабуся, (babica), babushka, yo que sé...Con toda la humanidad como niet@s, todo es posible y abrazable

 

 Si nos paramos a pensar un poco tal vez podamos escuchar la voz del Planeta atando cabos entre nuestra forma de vida y su actual estado demoledor. Clima enloquecido, aluviones tremendos, sequías interminables, erupciones alucinantes, terremotos de locura como los que aún hacen temblar Turquía y Siria. Incendios como el de Chile o los de California o los de España, descongelación de los polos, con las graves consecuencias del aumento de las aguas marinas y del permafrost, el deterioro in crescendo de la Amazonia, el pulmón del Planeta, talado y comercializado por el capitalismo salvaje de Bolsonaro y sus "cristianos" desatados, cosidos al gran negocio global del exterminio de la especie y de la habitabilidad del Planeta.

 
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¿Cómo es posible que nuestra especie no ate cabos entre cómo vivimos, qué pensamos, qué ideamos, sentimos y hacemos o no, con lo que nos está ocurriendo? 
 
Tenemos un potencial energético con muchas capacidades que aun desconocemos. Hasta ahora nos hemos estado, y nos estamos, comportando como niños malcriados y caprichosos, con una inmadurez tan espeluznante como estúpida, pero metidos hasta el cuello en asuntos y realidades que requieren adultez y evolución verdadera de nuestra inteligencia completa, no utilizada egopáticamente por piezas sueltas, para poder comprender que ser inteligentes no solo se reduce al hecho de descubrir, utilizar y explotar lo descubierto como juguetes personales y juegos divertidos para hacerse millonarios en casquería contaminante, desde donde demostrar al mundo mundial lo listos y habilidosos que somos jugando a todo lo habido y por haber, sin pararnos a pensar jamás en las consecuencias de nuestras fantásticas habilidades. Y no solo en el plano inmediato y tangible de lo material, sino sobre todo en el plano de la intención, de la percepción de todo el proceso que conlleva cada paso que damos para cambiar realidades y crear fenómenos adecuados desde una ciencia, que sin conciencia es la mayor desgracia que nos afecta. Ahí tenemos el cuadro completito. Basta leer la prensa o ver las noticias.

El concepto latino  scientia no solo se refiere a "saber cosas" por acumulación de datos informativos y teóricos, lo que significa sapere, (en latín vulgar, porque en le clásico el verbo era scio, el origen semántico de scientia)  tener idea de que algo existe, sino sobre todo que ese concepto se refiere al hecho de conocer desde dentro de nosotros mismos la realidad que nos rodea. De ahí derivó el actual  término   conciencia, literalmente, consciencia (cum  scientia). O sea, que no nos basta con saber cosas, para poder comprender hay que conocer y radiografiar lo "sabido" desde una profunda sensibilidad psicoemocional, el hecho del mero y superficial saber. Añadiendo la consciencia o conciencia, al hecho de aprender y acumular datos en plan robots memorísticos. 
Hasta ahora esa forma de entendimiento imprescindible, más amplio y profundo, se ha considerado una nadería, fuera, a años luz, de la realidad comercial, especuladora  del trinke que nos maneja, y que paradójicamente solo es posible porque nosotros la ponemos en marcha, la inventamos, la convertimos en negocio  y luego cuando se desmadra somos incapaces de pararla, de modo que cuando nos come, cual monstruo devorador en plan Minotauro, no tenemos forma de salir del laberinto, porque nuestro "saber" en modo Frankenstein ya no da para más y el laberinto se ha convertido en nuestra única casa y en nuestra forma de vida cada vez más "lista" para la mecánica de sus escenografías  del aparentar, más tonta y discapaz  para la vida verdadera. Lo que ha producido nuestra 'sabiduría' se ha apoderado de nuestra energía, e incluso esa energía ya imprescindible para nuestra forma de vida(¡?) depende de nuestro  invento fatal, ya que hemos pasado de ser sus creadores, canalizadores  y gestores a ser sus rehenes y sus víctimas. En fin, el Minotauro en su salsa. 

¿Esto tiene arreglo? Eso depende de nosotr@s. ¿Dependen de nosotr@s las catástrofes naturales? Pues, visto lo visto y sufrido lo insufrible para tantos seres humanos demolidos por el sistem in failure, se diría que sí. Aunque parezca una locura hacer esa afirmación. Fundamentalmente la cosa deriva de cómo elegimos personal y colectivamente lo que llega a nuestras vidas en tiempo y espacio, y de la energía que ponemos a funcionar, y desde qué niveles de percepción y conciencia lo hacemos.  
Lo que llega a nuestras vidas depende también del estado energético, racionalemotivo, anímico y cuántico-metaverso/espiritual, del que también procedemos,  que además permitamos que nos alimente, nos ilumine y nos indique la vía adecuada, con aprendizaje y prácticas conscientes diarias, como en un laboratorio universal, pero más abierto a las posibilidades sorprendentes que a las "leyes" funcionales, cerradas en sí mismas y tajantes, que en este plano cutrecillo y tan dependiente de causas y efectos, en que vivimos llevan la voz cantante, y por cierto, mucho más desafinada de lo que debería estar para que la energía cósmica en que nos movemos y existimos se haga presente también materilizando las ondas energéticas necesarias para la transformación de la materia en energía y de la energía en la materia según sea necesario en cada situación. Queda claro que la materia no es posible sin que la energía se "cuaje" y le dé forma, sustancia y existencia fenoménica. En cambio la energía no precisa materia para Ser. Por eso puede manifestarse como sea necesario. Es el corazón del noúmeno kantiano y el motor ontológico de toda fenomenología vital y universal. Todo influye en todo. Y todo en este estado del Ser expandido como origen diluido en la elementalidad del mero existir, estar y parecer, cambia sin parar. Todo fluye. Todo cambia. Y sin embargo todo es estable y equilibrado en su esencia. Todo es la misma sustancia en proceso transformador constante. Acertó de plano Heráclito de Éfeso hace más de dos milenios. 
La eternidad no es un muermo pasmado, ni la muerte un final, somos también resurrección consciente y mutante si así lo deseamos y lo trabajamos en el día a día inmersos en la luz que nutre y cuida de nosotr@s sin manipularnos ni dominarnos. Los cadáveres no resucitan, lo hace la energía infinita que nos da vida y nos sostiene, lo hace la inteligencia luminosa de la luz que nutre  lo que llamamos "la creación". Esa energía es la que nos cura, la que nos transforma, es el constante oficio del Amor al que se ha llamado "dios" desde siempre, pero es mucho más.

¿Cómo son ahora mismo el pensamiento y las emociones de la humanidad, mayoritariamente? ¿En cuántos lugares del Planeta hay suficiente serenidad, paz, cooperación, acogida, igualdad de derechos y deberes, compasión, responsabilidad, generosidad y apertura para reconocer los propios fallos sin hacer una tragedia, y perdón constante hacia los errores de nuestros herman@s como hacia los nuestros y luz regeneradora para repartir en la oscuridad de la desesperación? 
Pues ese es el combustible que hace posible la calidad de vida que necesitamos para esta nueva etapa evolutiva. 
 
Lo mismo que estamos haciendo con los tóxicos materiales para destruir la atmósfera e intoxicar la tierra y el agua, dando lugar a enfermedades y pandemias imprevisibles, que cambian de bicho como de camiseta, que ahora no existen y mañana arrasan, las guerras sin parar, a base de violencia, en las que el plan  consiste en ponerse de acuerdo para matar mejor y con más solvencia, en una carencia total de sentimientos sanos, inundación de emociones perversas, fijación obsesiva a base de series y películas donde todo es destrucción, engaños, abusos, odios, venganzas, ataques violentos, robos, atracos, crímenes, genocidios, traiciones, fraudes y mierda para dar y repartir, estamos infectando y desequilibrando a marchas forzadas el funcionamiento geodinámico de nuestra casa compartida, que de momento no tenemos otra: la madre Tierra. 
La basura siempre es basura, da igual en qué estado la repartamos: sólido, líquido, gaseoso, mental, emocional. Los pésimos estados anímicos, mentales, emocionales. conductuales, privados y escondidos o públicos y comunes, igualmente contaminan todo, entristecen la biología terráquea lo mismo que la humana, animal o vegetal. Cada vez hay más enfermedades psíquicas y mentales, que los fármacos no pueden curar, mientras destruyen el organismo humano.

¿Por qué antiguamente los campesinos y tribus ancestrales hacían procesiones, ritos  y ofrendas al cielo o las montañas o los bosques, ríos y mares, para obtener comida, buenas cosechas, lluvias, salud y felicidad? ¿Porque había dioses amos del cotarro a los que,según la cultura del momento,  les encantaba ser adorados y tenidos como máximos poderes por los ignorantes asustados y dependientes de sus poderíos? ¿Eran solamente supersticiones? No. Más bien estaban cósmica y emocionalmente más cerca de Tesla y de Einstein que de la economía del siglo XXI. Más cerca de Jesús de Nazaret que de la OTAN, del Kemlin, del Pentágono o de la Plaza de Tiannamen.
Simplemente porque la armonía, la danza, la música, la confraternidad de la fiesta y el gozo de sentirse parte de la vida planetaria junto a los elementos, a la luz y al universo visible, hacían posible y facilitaban que también la Tierra mantuviese su equilibrio con más facilidad, armonía y hasta más seguridad. La Naturaleza tiene alma también y un tipo de conciencia especial, no como el humano, pero a veces, más inteligente y más responsable, a su manera, naturalmente. 
En medio de esos flashes, de repente aparecía la oscuridad, el poder de la violencia, los instintos convertidos en derecho de pernada, la confusión y el miedo, las peleas, los conflictos, el odio y la guerra, con la muerte de por medio. Más perdidos que el alambre para cierrar del pan de molde, se recurría a "los dioses" para que pusieran orden en el caos, y como no estaban físicamente disponibles, se fueron inventando religiones, cuyos funcionarios representasen el poder y la autoridad de las divinidades siempre intangibles, pero tan necesarias, que si no existiesen habría que inventarlas. Por esa razón, cada vez que un ser humano aparecía con más lucidez,inteligencia sana, virtudes naturales desconocidas para la mayoría social, se les consideraba una aparición de "los dioses" para los más despiertos y un peligro público para los más dormidos. Por eso solían matarlos. Más que nada por miedo a que con sus aportaciones extraordinarias, se cargasen sus imperios y montajes convertidos en su "normalidad". En realidad esos seres fueron y son la manifestación más directa del Amor Infinito que es nuestro origen. El servicio generoso y constante que nada tiene que ver con el poder de los "señores" y divinidades varias, que se nutren de la eterna esclavitud mayoritaria, en diversos formatos sociales, económicos, culturales, ideológicos y religiosos,  que mantienen  el mundo como un juego de marionetas con fecha de caducidad del formato. Eso que llaman "dios", no es real, sino parte de una representación teatral: al haberla convertido en sistema, se ha ido retrasando el despertar evolutivo de la especie, que ahora ha llegado al límite de sus viejas posibilidades y se ve obligada a un cambio de todo si quiere seguir viva en este tipo de universo. Hay muchos más.

Todo el conjunto de vida en constante regeneración en mil maneras es el Amor Infinito. Nada está oculto ni escondido en su luz. Nada le es indiferente y cuanto  más abierta, sana y acogedora sea la conciencia humana, más y mejor funciona y funcionará todo el conjunto geobiológico que habitamos y nos acoge, con una generosidad que no se merece semejantes malos tratos por parte de una especie que no sabe por donde anda si no encuentra dinero, vacuidad antojadiza y poder sin alma ni conciencia por el camino hacia la nada de nada, que es la vida reducida a un sinsentido acelerado exponencialmente y sin pies no cabeza, en el que sobra el caos y falta la capacidad para evitarlo y sustituirlo pro la felicidad y la plenitud. 
  
Tal vez por todas esas razones desconocidas pero flotando en el día a día, en Siria y en Turquía, los creyentes religiosos se preguntan en estos momentos dónde está Dios. Y tienen razón al preguntárselo, desde el lado de la fe religiosa, si Dios fuese lo que les/nos han contado esto no tendría sentido alguno, para quienes creen en esa divinidad heredada y cultural, dedicada a premiar a los buenos y castigar a los malos, solo que también sería muy acertado preguntarnos dónde estamos los seres humanos como especie en evolución, y qué hacemos con las prácticas que nos enseñaron  en nuestras culturas e inocularon como  una póliza de seguros celestiales que a la hora de la verdad les deja tirados. La póliza es un timo. La seguridad la llevamos dentro y hay que sacarla y transformarla en convivencia que alimenta y ayuda, cambia y regenera más allá de tiempos y espacios. Somos gotas en el océano del Amor. Átomos de su cuerpo infinito. Piezas del puzle. Cada una distinta y sin embargo una unidad preciosa. Que le llamen como quieran.
 
Sólo dentro de cada uno y una encontraremos respuestas a preguntas tan desoladoras. Y solo dentro de nosotr@s brillará el faro de la esperanza, reflejada en el Nosotr@s  en medio de la noche más oscura, justo cuando toquemos fondo y parezca que no hay nada que encontrar. Entonces se habrá desprendido la costra vieja que nos impedía avanzar y empezaremos a descubrir la Vida sin tapujos ni lavados de cerebro. Así va llegando el diseño de la Nueva Tierra para Tod@s, donde nadie pregunta quién eres ni de dónde vienes, porque todos ya intuimos y experimentamos que somos hij@s de la paz y de la vida auténtica y habitamos la misma Casa Infinita: el paraíso del Bien Común. Del que nosotr@s somos  cooperativamente l@s arquitect@s, delineantes, maestr@s de obras y albañil@s. La inteligencia del Amor sin fronteras es la materia prima del proyecto cósmico. Si nos enredamos en la banalidad del mal, creyendo que es fortuna, caché, negocio y basura camuflada de glamour, durante siglos y años, luego pasa lo que pasa...Pero, desde la luz interna, contagiosa y compartida, aún es posible el cambiazo. Basta con despertar de la pesadilla convertida en "ilusiones" y sueños disparatados. Si queremos, podremos. 
Respirando Vida, Vida se engendra, Vida se gesta, Vida se trae al mundo. De sorpresa en sorpresa, de lo mínimo a lo cósmico y viceversa. Ánimo, familia querida!

                  Debemos hacer lo necesario para vivír en paz | Cristal y Colores
 
 
 

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