domingo, 26 de febrero de 2023

No todo es lo que parece. Cuando no hay manera de parar disparates y pueda desarrollarse la armonía y el equilibrio entre opuestos, tan necesario e imprescindible en los conflctos de la "inteligencia" del corral y del establo, lo primero no es la destrucción que ya está en marcha, sino pararse para reflexionar y cambiar de dirección.

 

Leonardo Boff: la fuerza de los pequeños .

"Si esto se confirma, podremos conocer un armagedón ecológico" Boff: "Hemos pasado el punto crítico y estamos en un camino sin retorno"

Colapso de la tierra
Colapso de la tierra

No es que estemos yendo al encuentro del calentamiento global y del cambio climático. Es que estamos ya dentro. Rompimos la soportabilidad de la Tierra (planetary boundaries) que podrá llevar el sistema-vida al colapso. Hemos pasado el punto crítico y estamos en un camino sin retorno. El planeta Tierra está siendo súper explotado por la voracidad industrialista, que beneficia a una pequeña parte de la humanidad, ha excluido de la mesa de la comensalidad a las grandes mayorías y nos ha llevado a esta situación amenazadora. 

Grandes climatólogos y otros científicos, recogidos en el severo libro de Elizabeth Kolbert, Bajo un cielo blanco: la naturaleza del futuro (Crítica 2021) y La sexta extinción: una historia nada natural (Crítica 2016), se han vuelto clima-escépticos y resignados: aún con la ciencia y la tecnología estamos llegando con retraso. No hay cómo evitar la escalada del nuevo régimen climático. Solo podemos disminuir los efectos dañinos, hacer prevención y adaptarnos a él. Las consecuencias generales para la humanidad, de modo especial para los desvalidos, serán infernales.

Colapso de la tierra

Lo que se había concertado en 2015 en la COP de París de esforzarnos para para impedir que el calentamiento subiese 1,5 ºC hasta 2030 se ha frustrado. La gran mayoría, dominada por los lobbies de las grandes empresas de extracción de petróleo y de energía, no ha hecho los deberes. En la COP de Egipto en 2023 los tres países que más contaminan, Estados Unidos, India y China, ni siquiera se presentaron.

El informe del IPCC de febrero de 2022 advirtió: como se ha hecho muy poco, el calentamiento global subirá 1,5-2 grados ºC hacia 2027. Otros científicos tomando en cuenta la presencia del metano, que es 28 veces más dañino que el CO2, por el deshielo de los cascos polares y del permafrost, sugieren que este aumento de la temperatura nos llegará ya en 2025. De ser verdad, tenemos poco tiempo para prepararnos y para inventar estrategias de adaptación. ¿Cuál es el costo en términos de vidas humanas y de inversiones financieras? 

Los eventos extremos que han sucedido recientemente son señal de este cambio de régimen climático. En esta semana de carnaval de 2023, solo en 24 horas han llovido 686 mm en Bertioga y 627 mm en São Sebastião, ciudades marítimas en el norte del estado de São Paulo con consecuencias altamente desastrosas. 

Libro ecología

Simultáneamente un tifón furioso barrió Indonesia, matando a más de 800 personas. Las calles de agua de Venecia están secas.Recordemos los grandes incendios de 2022 que hubo en California, en toda Europa, inclusive en Siberia, Australia y la Amazonia. Se habla de la nueva era del piroceno (del fuego), como efecto del calentamiento global que ha calentado el suelo y las piedras. Las ramitas y hojas secas se prenden fuego y desencadenan grandes incendios. Si esto se confirma, podremos conocer un armagedón ecológico.

Por eso, nuestro futuro no es halagueño. El climatólogo Carlos Nobre ya advirtió en la COP 26 en Glasgow: “En esta década se decidirá el futuro de la humanidad”. Recordemos a los incrédulos del tiempo de Noé que anunciaba el diluvio y ellos continuaban con sus fiestas y bodas, hasta ser tragados por las aguas. Hoy hay un desconocimiento general de la amenazas que pesan sobre nuestro futuro. La mayoría de los jefes de estado no toman en serio tales cambios. Los CEOs de las grandes corporaciones no quieren ni saber de ello. Y si saben, se dan cuenta de que deberían cambiar sus formas de producción, pero temen perder sus negocios y ser tragados por otros más grandes si lo hicieran. Prefieren caminar despreocupadamente hacia la eventual fosa común en vez de cambiar de sistema. El “Titanic” se puede estar hundiendo, pero no les impide hacer sus negocios rentables. Y van a perecer como los otros al son de la música clásica. 

No faltan científicos y sabios que nos advierten, mostrando la conexión entre los desastres en São Paulo y las inundaciones del año pasado en Minas Gerais, Bahía y Pernambuco y el cambio de régimen climático. Quien lo hizo claramente por la televisión es uno de nuestros mejores científicos, Antonio Nobre.

Decimos con razón que la Tierra es nuestra madre, pues nos da todo lo que necesitamos. Pero como todas las madres puede darnos serias lecciones para que aprendamos a tratarla como madre, cosa que no hemos hecho durante siglos. El coronavirus ha sido una de esas señales, hasta ahora mal comprendida, por lo que nuestro mejor científico, Miguel Nicolelis, nos alerta siempre: el virus está ahí y puede dar lugar a  variantes peligrosas. Tenemos que estar vigilantes. Pero seguimos como si nada hubiese sucedido, como se nota en el carnaval actual, dando por supuesto de que ya hemos vuelto a la antigua normalidad. Esta es nuestra mayor ilusión, pues el nuevo régimen climático será inexorable. Vendrá con nuevos virus, bacterias y enfermedades. Se cobrará muchas vidas y nos forzará a cambiar nuestros modos de vida y de consumo. 

Pachamama
Pachamama

Los nuevos gobernantes de las naciones (los nuestros inclusive) deben considerar en sus proyectos esta nueva realidad: la Tierra ya no es la misma. No podemos hacer las mismas cosas que antes. En caso contrario, conoceremos desastre tras desastre y frustraciones en lo que emprendamos. 

La Tierra-madre se nos presenta como algo enigmático. En los últimos 570 millones de años ocurrieron 15 grandes extinciones masivas. Dos de ellas eliminaron el 50% de las especies de la Tierra y reorganizaron totalmente los ecosistemas. Muchos científicos (cf. Peter Ward, La evolución del ser humano ha llegado a su fin: extinciones masivas y preservación de la biodiversidad, 1977) aseguran que eso ocurrió por un lento e inexorable cambio climático (p.XVII). ¿No estaremos actualmente en una situación semejante, esta vez por el descuido de poderosos grupos humanos? En su hambre de enriquecimiento han agotado los bienes y servicios naturales, volviéndose así el Satán de la Tierra. 

Generalmente eran inmensos asteroides los que producían tales desastres. «Este asteroide -comenta Ward- se llama homo sapiens. Todas las especies evolucionan hasta extinguirse. La extinción es el fin de la evolución» (P.XIX). ¿No será que ha llegado nuestro turno? 

Nos comportamos de forma tan depredadora con nuestra Madre Tierra que es posible que ella no nos quiera más aquí. Así las otras especies no se verían amenazadas y seguirían su curso evolutivo. No es imposible que, después de miles de años, surja un ser más evolucionado que pueda aportar el espíritu y construir un modo de vida más amigable con todos los seres y con la Tierra.

De continuar como está, nuestra situación puede llevarnos al encuentro de lo peor. La Tierra seguirá girando alrededor del sol, con todo su esplendor, pero sin nosotros.

Colapso de la tierra

*Leonardo Boff ha escrito con Jürgen Moltmann, ¿Hay esperanza para la creación amenazada?, Vozes 2014.  

 Traducción de MªJosé Gavito Mestásiendilano

:::::::::::::::::::::::::::::::::

Comentario del blogg

Como muy bien advirtió Teresa de Ávila hace siglos, "esta vida es una mala noche en una mala posada". Y sin duda ,lo confirma el hecho inevitable de que nadie se libra del encuentro con "la morte corporale che da lei nessun che vive può scappre", nos recordó Francesco d'Assisi en su Cantico delle Creature. 

Es evidente que la presunta inmortalidad para las especies que pueblan el Planeta en un universo en cambio temporal permanente, es imposible, mientras los seres vivos solo biológicamente no vayan desarrollando otros planos evolutivos ontológicos en su interior que les permitan reconocerse y conectar con otros niveles más evolucionados del Ser. No tiene sentido alguno una superviviencia nada menos que "eterna" para elementos que solo pueden vivir depredando y destrozando todo lo que encuentran. 

Tal vez la humanidad podría progresar y salir de ese callejón sin salida que llama "vida", sin comprender ni intuir que no puede ser muy duradera y mucho menos eterna, mientras su evolución se limite solo a depredar, mangonear, alienarse con sus propios enredos, como lo es montar revoluciones a la inversa: o sea, involuciones autodestructivas, convencidos de que es el la única salida del maremagnum en que la especie se retuerce destrozando todo lo que pilla, sin pararse a ver, sin  atar cabos entre su conducta personal y global y los resultados de su involución exponencial. ¿Puede cambiar este panorama? No y sí. 

Al paso que va el desastre, no. Pero si una masa crítica de conciencia humana va despertando, la vibración energética del Planeta será contagiosa exponencialmente, - en Hechos de los Apóstoles, así se narra la presencia del Espíritu en Pentecostés, donde cada extranjero  se expresaba en su lengua y todos entendían todo, como si el lenguaje fuese un solo idioma,- o como cuando se pone sal en el borde una sopa sosa, y el sabor se extiende a todo el contenido, y lo mismo puede cambiar también de lo superficial cuántico a lo nuclear cualitativo, o sea, de la materia machacada al espíritu regenerador, a la resurrección experimentable en planos transformadores más evolucionados y terapéuticos, abandonando el estado actual de ruptura, destrozo y 'fisión atómica' para la biología como para la mente y las emociones, y así  integrarse en el nuevo proceso de fusión, imprescindible para seguir vivos en planos más sutiles e inteligentes, menos bestias y elementales. O sea, menos animales y más humanos. Menos materia condenada al agotamiento y a la extinción y más espíritu sin limitaciones ni cadenas instintivas y mentales, que es la frecuencia actual de la mayor parte de la especie humana, ya de un modo colectivo que no ha querido educarse ni ejercitarse en valores, estados y energías con más futuro, una vez superadas las ataduras del tiempo y del espacio. 

¿Cómo curaba Jesús de Nazaret y curan hoy en día las terapias psicoemocionales? Pues, con el perdón y consciencia por delante, para sí mism@s y para tod@s: se cura lo psicoemocional que es cosa de alma y conciencia y la consecuencia inmediata es la curación de todas las averías corporales. Globalmente es lo mismo. 

El despertar de la conciencia humana es imprescindible para que la conciencia del Planeta a la que también llaman "madre Tierra" o Gaia, nos perdone, porque nuestra sanación depende de la suya y viceversa. La Tierra es parte de la inteligencia energética de la vida. Somos un todo repartido en niveles, de lo elemental a lo infinito. Pasando por diferentes estados evolutivos, obviamente. Los conflictos son trampas y ataduras de lo que se niega a sanarse y a cambiar, solo porque teme desaparecer, es decir, ego puro y duro, que ata desde el miedo a la rabia, a la violencia, al odio, a las ganancias, a la autoimportancia, al paripé, al placer mal entendido como atadura 'necesaria', o sea, apego ansioso sin más, y sin sentido, si sabemos que la muerte acaba por despegar todos los pegamentos imaginable mientras estemos atados a planos tan elementales del existir y tan lejos del Ser. Por ello, para este mundo tal y como va, morirse no es salir de este plano tarambana e integrarnos en la luz fundamental, 'sino un castigo' que priva a la humanidad de seguir padeciendo todo lo que no quiere entender ni solucionar desde su propia conciencia, ignorando que la base del equilibrio y de la armonía para nosotros y para el mundo que nos rodea, no es depender de lo que nos pasa, sino de cómo asumimos y de lo que hacemos con lo que nos pasa. Un proceso que no depende de lo que nos digan o nos impongan, sino de lo que decidimos hacer desde nuestra conciencia y no solo desde el miedo, la costumbre o los dogmas impuestos por miedo al castigo y al error. Que el miedo no nos paralice nunca. Que solo nos serenen y nos gradúen la vista la prudencia, la humildad y el amor fraterno.

Este lío tóxico y engañoso que nos lleva y nos trae no es nuevo en el vecindario sistémico solar, ya pasó en Marte, de cuyo escarmiento se ve que "los hijos de los dioses", como los llama la Biblia judeocristiana, no solo no aprendieron ni escarmentaron, es que vinieron a repetir el pifostio y a reproducirse en la Tierra para seguir lo mismo, subidos en sus carros de fuego y coleccionando dólmenes y pirámides, primero, y templos después, disfrazados de dioses cantamañanas, fecundando a "las hijas de los hombres" para reproducirse sin problemas y así pillar poder en plan imperio y sacerdocios adictos al poder for ever, así ha sido en todas las culturas, desde la antigüedad hasta hoy. 

¿Qué curioso,verdad? ¿Se trata de seguir en las mismas, ciegos y sordos, por los siglos de los siglos, de planeta en planeta para destrozarlos uno tras otro? Y así continuar la saga del exterminio sin que haya despertado la especie, y por eso el sopor se ha convertido en tecnología, "filosofía", "ciencia", "política", "imperios", todo ello sin conciencia, obviamente (con conciencia despierta todo ese montaje sobraría e incluso estorbaría) con el único objetivo desesperado e ilusorio de que el disparate de este sistem in failure, ¡sea eterno! Tomayá 😱😱😱😱  Inventándose "dioses" a imagen y semejanza del cuento chino, que justifican guerras genocidas y matanzas a lo bestia cargaditas de motivos y razones(¡?) y dejando la paz como papel higiénico para "los listos" del momento, hasta que les toque pagar factura por el negocio pazicida, que sin duda, se cobrará lo suyo cuando menos se lo esperen, puede ser a plazos como en la UE o los USA o Rusia, o al contado como en Ucrania/Rusia, Palestina, Siria, Kurdistán, Afganistán, etc...El caso es que la guerra lleve la voz cantante y completamente desafinada. 

Una buena solución para los defensores teóricos de la guerra, detractores del equilibrio y del diálogo, sería marcharse a EEUU y a Rusia. Una temporadita en Texas, en Los Ágeles, en Chicago o en Harlem o en Moscú o en San Petersburgo, para valorar en directo el genocidio que se está defendiendo en nombre de las víctimas ucranianas y rusas, sería una vacuna total antivirus bocazas y un aliciente importante para participar en el camino de la paz como la mejor respuesta del ser humano al peor y más cruel de sus inventos esperpénticos: la guerra justa. Oxímoron total. Pues una guerra solo es posible cuando y porque la justicia no existe.

Por ese motivo cada vez que aparece en este mundo un Shidarta, un Jesús, un Luther King o un Gandhi, un Rutilio Grande, un Oscar Romero, o una comunidad tan peligrosa para el sistem como los Jesuitas de Paraguay, liberadores de esclavos indígenas en el siglo XVII  y liquidados por España, Portugal y el Vaticano animando el percal, o como los de la UCA en el Salvador en el siglo XX, se les liquida sin compasión lo antes posible, para que no se despierte nadie y cambie el panorama... y que así lo de Marte tenga una continuidad, al menos en la oscuridad y en el vacío de la nada en otro planeta, como la pobre  Tierra, mucho más muerto que vivo a manos de sus suicidas e ignorantes habitantes explotadores, y en ese plan destroyer, e igualmente, con fecha de caducidad, que para colmo no pueden vivir sin ella, mientras  imaginan una vida eterna en plan zombis a la greña...Es el colmo de la estulticia pseudofilosófica a la que hasta los muy conscientes "Titiriteros de Binéfar" le han dedicado una canción ad hoc, que viene como anillo al dedo a los creadores y vendedores del del sistem in failure y su finiquito pintado de azul, con su camisita y su canesú! Y ya que la cosa va de colores, menudo marrón!

 

No hay comentarios: