viernes, 24 de febrero de 2023

Doble ración torreslopezca, un artículo didáctico, y desde el microscopio reflexivo analizando la realidad enferma de nuestra especie, desde las honduras de la conciencia.¡Gracias, Torres López y República de Público!👍👍👍👍🤗🤗🤗🤗🙏🙏🙏🙏

 

La tramoya

El año en el que la palabra Paz desapareció del diccionario

Los soldados ucranianos se van después de participar en un desfile militar que marca el primer aniversario del inicio de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, frente a la Catedral de Santa Sofía. Foto: Kay Nietfeld/dpa
Los soldados ucranianos se van después de participar en un desfile militar que marca el primer aniversario del inicio de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, frente a la Catedral de Santa Sofía. Foto: Kay Nietfeld/dpa

"La guerra es la paz; la libertad es la esclavitud; la ignorancia es la fuerza»" (1984, George Orwell)

Lo que me parece más destacable de este último año de invasión de Ucrania y de guerra es que los responsables políticos de las grandes potencias hayan hecho suya una de las tres consignas que se encontraban escritas en la fachada del Ministerio de la Verdad de la novela 1984 de George Orwell: "La guerra es la paz".

No lo digo yo, ni lo digo retóricamente. En un reportaje publicado en Financial Times el pasado día 3 se decía que una gran parte del público alemán ha comenzado a comprender que "el pacifismo no siempre equivale a la paz".

Lo mismo ha ocurrido cuando alguien tan increíblemente transustanciado en esta coyuntura como el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, decía a la opinión pública que la censura de medios de comunicación que no defienden su posición es la forma de garantizar la libertad de expresión, dando así por cierto que los que defienden la suya ni mienten, ni manipulan.

Como escribió Eduardo Galeano en Patas arriba, "el arte de engañar al prójimo, que los estafadores practican cazando incautos por las calles, llega a lo sublime cuando algunos políticos de éxito ejercitan su talento".

Incluso dejando a un lado que la invasión tuvo antecedentes que no es honesto olvidar (las provocaciones de Ucrania, la estrategia engañosa, agresiva y amenazadora de la OTAN, los actos terroristas previos...) y asumiendo al mismo tiempo que constituye un acto criminal injustificable, porque lo es cualquier violación de la integridad de un Estado soberano, lo cierto y lamentable es que las grandes potencias no han ofrecido otra alternativa como solución que la escalada militar. Y, además, que esta escalada no ha producido más efecto que el que cabía esperar: prolongación y endurecimiento de la guerra, sufrimiento en aumento y, eso sí, incremento del negocio armamentístico.

El ex primer ministro israelí Naftali Bennett lo reconoció hace unos días al desvelar que Estados Unidos y sus aliados occidentales "bloquearon" sus esfuerzos de mediación entre Rusia y Ucrania para poner fin a la guerra en marzo de 2022.

Los dirigentes de las potencias occidentales no han manifestado en ninguna ocasión que la negociación y el diálogo, la apuesta por la paz, sean el camino. Han asumido, por el contrario, la estrategia de Publio Flavio Vegecio: si quieres la paz, prepara la guerra. Una alternativa reaccionaria, mutuamente destructiva y falsa porque, como ha dicho con toda la razón Federico Mayor Zaragoza, lo que hay que preparar si se quiere la paz no es la guerra, sino la palabra.

La apuesta por la escalada militar por parte de Estados Unidos e Inglaterra es incluso comprensible. Dada su historia de doble moral, no engañan a nadie.

El Reino Unido ha planeado o ejecutado más de 40 intentos de destituir gobiernos extranjeros en 27 países desde el final de la Segunda Guerra Mundial, llevando a cabo intervenciones militares encubiertas o abiertas y asesinatos. Y Estados Unidos ha realizado 392 intervenciones militares desde su fundación en 1776, la mitad de ellas entre 1950 y 2019 y la cuarta parte una vez acabada la Guerra Fría.

Pero ¿cómo ha podido la Unión Europea dejarse llevar a una estrategia que hipoteca, quien sabe si para siempre, el anhelo de paz y seguridad que le dio origen y que descarga sobre ella sus mayores costes y perjuicios? ¿Cómo puede olvidar el pueblo alemán su compromiso del "Nunca más" y aceptar que su economía se militarice? ¿Cómo pueden aceptar los dirigentes europeos como buenos socios y aliados a quienes sabotean con un acto terrorista la infraestructura de su principal potencia? ¿Dónde está su dignidad cuando se ponen sin más al servicio de quienes no tuvieron pudor alguno a la hora de manifestar sus intenciones: "Que se joda la Unión Europea", le dijo la secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos para Asuntos Europeos, Victoria Nuland, al embajador de ese país en Ucrania, en febrero de 2014.

Estados Unidos ha jugado con inteligencia sus cartas desde hace años haciendo prácticamente inevitable que Rusia interviniese contra Ucrania porque su resultado sería lo que buscaba y necesita para fortalecerse en su enfrentamiento con China, el debilitamiento económico de Europa. La propia Angela Merkel lo ha reconocido al señalar que los acuerdos de Minsk sólo se proponían darle tiempo a Ucrania para que se armase frente a lo que se iba a producir. Lo mismo que hizo el francés François Hollande al afirmar que el mérito de esos acuerdos fue "haber dado esta oportunidad (fortalecer su posición militar) al ejército ucraniano".

Lo que han logrado los dirigentes europeos al renunciar a la paz y el diálogo como estrategia y optar por la militarización de su política -además de contribuir a acrecentar el dolor de Ucrania y del pueblo ruso- es condenar a Europa a la dependencia económica, militar, tecnológica y energética de Estados Unidos. Quién sabe lo que ha podido influir más, si el chantaje personal, la incompetencia, o la presión y el poder de quienes sólo piensan en vender armas y en hacer negocio para después reconstruir lo que previamente han destruido.

Paralelamente a todo ello se silencia y ridiculiza a quienes pensamos que es ilusorio creer que hoy día se puede vencer militarmente a una potencia nuclear sin provocar un holocausto, y que no es verdad que la escalada militar sea la única posibilidad de revertir la situación. O que una cosa es reconocer que Rusia cometió un acto criminal invadiendo Ucrania y otra que esté obligada a soportar, al mismo lado de sus fronteras, una amenaza de agresión que ninguna otra nación con dignidad estaría dispuesta a consentir.

Ha pasado un año de lo peor, pero no del problema. Es imprescindible reclamar el alto al fuego y la puesta en marcha de acciones diplomáticas que permitan llegar a acuerdos que pongan fin al conflicto. No podemos rendirnos ante quienes se empeñan en acabar para siempre con la palabra y la práctica de la paz.  Como dijo Erasmo de Rotterdam, la paz más desventajosa (más imperfecta, diría ahora mi recordado amigo Francisco Muñoz), es mejor que la guerra más justa.

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Comentario del blogg: 

Un breve comentario a propósito de esta afirmación en negrita:

" Estados Unidos ha jugado con inteligencia sus cartas desde hace años haciendo prácticamente inevitable que Rusia interviniese contra Ucrania porque su resultado sería lo que buscaba y necesita para fortalecerse en su enfrentamiento con China, el debilitamiento económico de Europa. La propia Angela Merkel lo ha reconocido al señalar que los acuerdos de Minsk sólo se proponían darle tiempo a Ucrania para que se armase frente a lo que se iba a producir. Lo mismo que hizo el francés François Hollande al afirmar que el mérito de esos acuerdos fue "haber dado esta oportunidad (fortalecer su posición militar) al ejército ucraniano"."

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Resulta difícil calificar de "inteligencia" esa forma yanky de entender las relaciones con el resto del mundo. Puede calificarse de picaresca indecente, de ausencia de conciencia personal y colectiva, de carencia total de principios verdaderamente éticos, imprescindibles para poder convivir en buena armonía y equilibrio en el mismo planeta sin provocar efectos secundarios demoledores. Si los EEUU fuesen inteligentes de verdad no provocarían ni facilitarían jamás la violencia rentable como beneficio económico, ni crearían crisis económicas bestiales ni guerras civiles que dividan a los pueblos y obliguen a las víctimas a invertir en armamento que es una de sus más potentes fuentes de "beneficios". No, definitivamente, no se puede seguir llamando "inteligencia" al uso de la mente y de la voluntad deshumanizadas para destruir la vida de los seres humanos y del mismo planeta que nos acoge y nos permite vivir, respirar, hidratarnos,asearnos y comer, hay que ser verdaderos cenutrios para pensar y estar convencidos de que se van a librar de las consecuencias terribles de sus conductas, ellos también necesitan aire, oxígeno, H2O, trigo, patatas, leche, huevos, mantequilla, cereales, azúcares, café, carne, pescado...y sobre todo mano de obra esclava que les sirva y les abastezca...Los robots son una creación humana, las máquinas también, y se desgastan y se rompen si no hay técnicos que los reparen y los fabriquen...¿Qué harán los cuatro gatos millonarios forrados, ignorantes y estúpidos, cuando no quede nada ni nadie que les haga de felpudo, de esclavo y de bienpagá, porque ellos mismos los habrán exterminado sin caer en la cuenta de que eran ellos y ellas l@s que hacían posible su prosperidad? ¿Qué sucederá cuando el único menú disponible sea el dinero en modo timo bitcoin y no quede humanidad ni planeta disponibles para seguir destrozando a saco?  

Si los USA fuesen de verdad inteligentes ya habrían descubierto que siempre, siempre, lo mismo que se siembra se recoge. Y que esa cosecha es la única que nunca falla. ¿Inteligencia, sí? ¿De verdad? ...Ainssss!

Pero no olvidemos que combatirles no ayudará a mejorar el mundo sino a fortalecerles en su empeño depredador, solo desobedeciendo pacíficamente a su  sistem in failure, o sea, viviendo con sencillez, sin querer ser millonarios por arte de timos de la estampita global, sino cultivando la tierra, aprendiendo a tejer, cuidando el planeta y haciendo de esas tareas el nuevo sistema de vida, regresando a la España vaciada, acogiendo emigrantes, reconstruyendo  y reciclando, evitando el derroche y la histeria consumista, cooperando entre tod@s para crear soluciones en lo próximo sin tener que recurrir a lo lejano, practicando autoconsumo compartido en todo lo que sea posible, por ejemplo, descubriendo los trabajos premonitorios que llevan tantos años currando quienes desde mediados del siglko pasado viven en las comunidades del Arca de Lanza del Vasto, que nacieron en Europa de la mano orientadora de Gandhi, en España queda una en La Longuera (Albacete), en Francia La Borie Noble, la Fleyssière y puede que alguna más, ellas y quienes aprendan a vivir con la misma disposición, serán la humanidad resistente y alternativa. Se basan en la paz de la noviolencia, en los valores de las Bienaventuranzas, pero sin que sea necesario tener una religión, basta con ser conscientes de la fraternidad y de sus valores. En ellas la igualdad es total, se vive del propio trabajo compartido, sin jefes ni jefas. Todo es cooperación en libertad solidaria. se trabaja desde la transparencia y la comunicación directa.

No me siento bien si critico situaciones y no propongo iniciativas que puedan mejorar lo criticado; aquí va lo que he podido encontrar en internet, como referencia más próxima a las Comunidades del Arca de Lanza del Vasto ( no la de Jean Vannier que  es una organización posterior y diferente). Estoy segura de que si alguien tiene la idea de visitar el lugar y a sus habitantes disfrutará de un encuentro y de una realidad tan hermosa, sencilla, abierta y reconfortante que nunca la olvidará.


Y ahora, más: La Longuera...Casi ná...

La Longuera reorienta su brújula

A.M.

La finca, ubicada en plena Sierra del Segura, fue icono en las décadas de los 80 y 90 de la convivencia en común, la no violencia y la producción de alimentos ecológicos

Casa principal de La Longuera, donde se distribuyen las casas, cocina, biblioteca, salas multiusos y otros espacios comunes. - Foto: Cedida

Desde la década de los 80, La Longuera (Elche de la Sierra-Letur) siempre ha sido referente del ecologismo, el pacifismo, la no violencia y el anticapitalismo, todo ello bajo el paraguas del desarrollo integral de la persona. Pero los tiempos y las cosas han cambiado, hasta en aquel grupo de jóvenes antisistema desencantados con la transición, que creían en lo colectivo y en un mundo mejor. Ahora, subrayando al pie de página aquellos ideales que les movieron a dejar sus casas, sus trabajos y empezar una nueva vida en comunidad, los genuinos miembros de la asociación Paz y Trabajo, propietaria de La Longuera, están trabajando en reorientar su brújula, reescribir su camino, su filosofía, y abundar en nuevos modelos que lleven al pueblo a conseguir su soberanía energética, alimentaria, social y económica, siempre con respeto al medio natural y llevando como única bandera la justicia social.

La historia de La Longuera se remonta a los años 80, cuando un grupo de amigos residentes en Murcia decidieron iniciar una convivencia común bajo un mismo techo. Apunto de cerrar una operación de compra en Villaverde de Guadalimar, encontraron La Longuera, una finca abandonada de más de 300 hectáreas que había sido ocupada años antes por un cura. El precio fue de 17 millones de pesetas. En aquellos tiempos y aún sin saberlo, los futuros inquilinos de La Longuera no lograron todo el montante e iniciaron lo que hoy se conocen como crowdfunding: buscaron mil amigos que aportaran 1.000 pesetas cada mes durante cinco. Al final lograron 2,5 millones de las antiguas rubias, consiguiendo posteriormente el resto por aportación particular.

A la firma de las escrituras fue cuando se constituyó la asociación Paz y Trabajo, titular desde entonces de este cortijo compuesto por dos fincas, una ubicada en Elche de la Sierra -que se conoce como La Longuera- y otra en Letur -Los Bancalicos-.

En paralelo a los trabajos que se llevaron a cabo para recuperar la casa y espacios comunes, los miembros de la comunidad de La Longuera -que no dejaron indiferente a nadie-, se dedicaron a buscar modelos de convivencia hasta que dieron con la comunidad de El Arca, dirigida por Lanza del Vasto, poeta y activista de la no violencia.

La estancia de este italiano en La Longuera y su muerte en este lugar en 1981 supuso un punto de inflexión para la comunidad, pues llegó a convertirse en un icono del pacifismo, la no violencia y el ecologismo, hasta tal punto de que esta fama les superó y les negó la posibilidad de caminar a un ritmo más lento hacia un modelo consensuado por todos los cohabitantes del cortijo.

En sus primeros 10 años, La Longuera llegó a contar con 27 personas viviendo en comunidad, más las que estaban en proceso de integración y las que pasaban por allí de visita.

Hoy son dos las familias que viven en esta finca, aunque todos los miembros de la asociación Paz y Trabajo está implicados, de una u otra forma, en la reconstrucción de la vida asociativa de La Longuera. Juan Segarra y Alfred Ferrís, junto con sus parejas, conviven en esta maravilla de la naturaleza. Admiten que en los últimos años ha habido poca actividad en La Longuera, apenas unos cursos de verano y un campamento con el que logran financiar los pocos gastos de mantenimiento e impuestos que genera la propiedad.

Están trabajando para actualizar «el sentido de lo colectivo» y para entender «por qué seguimos manteniendo esta finca».

Retos complejos. En su cuaderno de bitácora lleva tiempo señalado en rojo retos complejos, pero no imposibles, como el apoyo mutuo, el decrecimiento, la justicia social, el anticapitalismo, la huella ecológica, los grupos de consumo, la cooperativa integral, la moneda social... Recuerdan que después de que la transición no cubriera las expectativas de muchos ciudadanos españoles, La Longuera se convirtió en referente de la objeción de conciencia, de la no violencia, de la alternativa de una vida diferente y ajena al capitalismo y al consumismo exacerbado, de la ecología..., hoy en día términos y modelos más asentados en la sociedad y conocidos de una forma más popular. Ahora soplan otros vientos que nos traen nuevas inquietudes a las que hay que dar nuevas respuestas, sobre todo porque en la sociedad ya se están palpando los límites de modelos que se encuentran en un callejón sin salida, especialmente el energético y el alimentario. «Intuimos que hay cosas que deben orientarse de otra manera y habrá que ver hacia dónde», explica Juan Segarra.

En La Longuera no quieren ocultarse de las realidades actuales: un millón de niños que mueren de hambre, mil millones de personas que se encuentran bajo el umbral de la pobreza, la más que posible decadencia del petróleo, el deterioro social a nivel político y administrativo, problemas ambientales, en definitiva, «inquietudes y preocupaciones que tenemos que entender que están ocurriendo y a las que debemos dar respuestas». Segarra pone como ejemplo aquellas reivindicaciones añejas que realizaban las asociaciones ecologistas serias y que ahora cobran pleno sentido. Sin embargo, parece que la lección no se ha aprendido y todavía seguimos mirando hacia otro lado ante problemas tan evidentes como el agotamiento de la energía para lo que «no se toman medidas».

«Tenemos que sentarnos, posicionarnos y reflexionar; en los años 80 compramos esta finca y no lo hicimos para venir de vacaciones; tenemos que buscarle un sentido estratégico con modelos que den respuesta a todas las incógnitas y problemas que ya están ocurriendo hoy».

 

 MÁS DETALLES SOBRE EL ARCA PARA DISFRUTAR

 Actualmente la antigua Comunidad del Arca  fabrica pan que semanalmente vende a distancia; un pan integral de calidad extraordinaria que se puede adquirir en herbolarios y tiendas de productos naturales, en las provincias de València, Murcia y Albacete. El horno-panadería se llama Rincón del Segura, que es el rio que riega los terrenos que producen el trigo, la avena, lo mismo que el arroz. Con un respeto total a la Naturaleza.En verano se organizan campamentos para que quien quiera pueda disfrutar de la experiencia de vida que proporciona la alquimia entre  la noviolencia y el autoconsumo, la ecología como práctica vital desde los años sesenta hasta hoy y el bienestar que  produce descubrir en vivo y en directo lo bien que se vive sin televisón, ni ruidos de fondo que no sean el viento, las aguas del río o el canto de los pájaros, el de los grillos y las cigarras.Aquí abajo queda el testimonio de quienes llevan adelante un proyecto tan magistral como necesario, como próximo y capaz de sostener económicamente la vida de las familias que se dedican a construir el bien común. Se puede cambiar la orientación del progreso con valores eternos que beneficia a tod@s, repartidos en caminos nuevos. Ahí os dejo la info, por si queréis comprobar in situ realidades que verdaderamente son geniales, sin más esfectos secundarios que un bienestar, buen trabajar, un buen aportar salud y  un buen convivir que  no hacen ruido ni contamina ni molesta. Otro día hablaremos de la sección comunitaria de Letur, muy cerca de la Longuera, especializada en lácteos, con unos yogures increíbles y un alma colectiva a la misma altura...A veces en la España vaciada se puede encontrar  un tesoro sin fronteras.




 DEL GRANO AL PAN

HISTORIA DE UN MOLINO

 

 La fertilidad de la tierra
E l proyecto harinero podríamos remontarlo a ladécada de los 80, cuando un grupo de amigos –si-guiendo la corriente pacifista que entonces des-pertaba en Europa, de vida en la naturaleza y re-torno a una sociedad sencilla y alejada del consumismo–decidieron instalarse en un lugar apartado y tranquilo aorillas del Río Segura, en una finca llamada La Longuera;eligieron para su experiencia de vida comunitaria cami-nar en la dirección de la no violencia de Gandhi y Lanzadel Vasto.

Desde el comienzo cultivaron en ecológico arroz y trigo. Primero para su autoconsumo, después para vender en mer-cados y ferias alternativas alimentos muy básicos –arroz,pan, bizcocho– elaborados con “harina integral” algo que por entonces todavía producía rechazo, por asociarlo conaquel legendario y pésimo “pan negro” de la postguerra.

Su labor panadera coincidía con la de dar a conocer las ventajas y beneficios no sólo de los productos ecológicos,sino también del pan de harina integral –molida con moli-no de piedras– y levadura madre natural. Como pioneros,el esfuerzo fue duro y constante. Pero el tiempo les ha dado la razón y ahora se empieza a reconocer los males que pue-de causar una dieta a base de alimentos refinados, así comolos inconvenientes de algunas harinas mal elaboradas o procedentes de trigos de baja calidad, diseñados para gran-des producciones con dosis elevadas de abonos de síntesis.. . . . . . . . . . . . . . . . .Texto:Rosa Barasoain

Fotografías: Fernando López
 

“Haz para los demás el mismo alimento que haces para ti”. Este podría ser el lema, desde susinicios, de un grupo de agricultores-panaderos en la aldea de Villares (Albacete). José LuisSánchez, en nombre de todos ellos, es quien nos ayuda a comprender las diferentes cualidades de la harina según se muela de una forma u otra, por qué se esmeran en obtener buenas harinas de trigo y otros cereales ecológicos y cómo en esta búsqueda de lo auténtico y sencillo llegaron a recuperar un molino muy especial, de principios del siglo XX, con el que obtienen harinas a la medida de sus necesidades.

 Del grano al pan, historia de un molino
Panadería Rincón del Segura
La Fertilidad Nº 33 9/6/08 17:39 Página 16

El oficio perdido de molinero
 
Recuerda José Luis que tanto en la agricultura como en la molienda les fueron de muchísima ayuda los conocimientos que les aportaban personas de edad de los pueblos cercanos: “algunos de estos saberes tradicionales se habíancasi perdido; especialmente en lo que se refiere a la molienda con molinos de piedra. Generalmente eran molinos hidráulicos, movidos por la fuerza del agua; hoy la mayoría están derruidos, por la despoblación de la zona y porque eran propios de una época en la cual el medio rural estaba es-tructurado de otra manera, con pequeñas fincas familiares y se molía el cereal para el autoconsumo principalmente.”
En los comienzos llevaban a moler sus cereales a unode estos antiguos molinos, dentro del pueblo de Letur.
Sus propietarios y moradores Antonio y Práxedes, campesinos y molineros, fueron de gran ayuda. Al aumentar la producción, el esfuerzo llegó a ser tan grande, que no les quedó otra que montar su propio molino de piedras en
La Longuera. 
Estaba movido por motor, y en su instalación les ayudaron un maestro molinero de Jijona y su ayudante. Su sueño era montar una panadería ecológica
desde los cimientos, reagrupando las instalaciones de almacenaje, molinería y panadería en un solo local. El grupo que inició el tema agrícola panadero (que no el comunitario), estaba formado por José Antonio y Teresa, Miguel, Rosa y José Luis.
 
Molino y panadería unidos
La ocasión les vino gracias a Amador Martínez, de Hellín, que había montado molinos de agua con su padre y les habló de la posibilidad de adquirir maquinaria antigua de una fábrica de harinas que iba a ser demolida en Quintanar del Rey (Cuenca). Recuerda José Luis que de allí sacaron “dos camiones de máquinas y útiles de molinería.
Lo restauramos pacientemente en un local alquilado en la aldea de Villares, en tanto construíamos la nueva panadería, que hoy está en marcha en Elche de la Sierracon el nombre de Rincón del Segura y en la que trabajamos 14 personas”.
 
Esta labor les llevó tres años, pero les permitió adaptarlo a sus gustos y necesidades. “Es una maquinaria de mediados del siglo XX, de construcción artesanal en madera de pino y de haya, es práctica, bonita y sencilla a la vez,
lo que nos permite ocuparnos de su cuidado y mantenimiento. Aparte de que la estética de la madera le da un aire muy especial”.
 
Por qué moler con piedras
 
Los más de veinte años de práctica e investigación en conseguir la mejor harina para elaborar su pan, les ha llevado a un buen conocimiento del oficio. Comenta José Luis que su interés por los molinos de piedra no es sólo
por romanticismo. “El molino de cilindros se inventó para hacer una harina lo más blanca posible y con la menor
presencia del germen, en cambio en el molino de piedra se obtienen harinas más ricas en minerales y vitaminas pro-cedentes del germen y la capa de aleurona, que es la que envuelve el grano a continuación de las cubiertas o salvado, porque aunque luego sean cernidas para retirar el salvado, el grano se muele completo, sin desgerminar, con locual la harina queda impregnada por el germen durante la
molienda. También elegimos moler con molino de piedras porque se acoplan mejor al trabajo artesano para pequeñas cantidades, es más fácil el mantenimiento por el propio molinero y proporciona unas harinas mejor adaptadas
para la fermentación con levadura madre natural.”
Dentro de esta especie de tambores, llamados guardapolvos, están las dos piedras de moler
El corazón del molino son las piedras. Colocación de la que gira o volandera sobre la piedra solera sujeta al bancal

Panadería Rincón del Segura


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