viernes, 17 de febrero de 2023

Bravo, Echenique, ahí le has dado! Es el afecto y el cariño personalizado lo que más necesitamos todos los seres vivos, y la especie humana muy especialmente, porque sin amor nos deshumnanizamos, como también sucede confundiendo sexo con amor auténtico, que equivale a confundir amor con hambre, con sed o con la necesidad de dormir, ducharse o ir al retrete. Hacer del sexo y del género el objetivo primordial de la vida humana es un error brutal y de consecuencias fatales que produce trastornos, complejos, patologías, obsesiones y demencias. Hitchcock lo escenificó muy bien en "Psicosis" .

 

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, durante una rueda de prensa a 14 de febrero de 2023

Público 

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Comentario del blogg:

Es evidente que el sexo es la única vía que la biología animal tiene para reproducirse, como tiene los intestinos para digerir alimentos, alojar bacterias necesarias y evacuar residuos, los riñones para evacuar los líquidos, el aparato respiratorio para respirar, el corazón como motor para vivir y el cerebro estructura para pensar, percibir, moverse, comprender y poner en conexión todos los órganos y sistemas  corporales. Los ovarios, las trompas, los úteros, las vaginas,las vulvas, los testículos, las próstatas o los penes solo tienen como objetivo las funciones fisiológicas excretoras y la reproducción humana y no están ahí para provocar una obsexión ni una dependencia tarada en los usuarios o usuarias de la sexomanía. Un estado patológico que se ha "normalizado" desde la antigüedad, haciendo una droga de un recurso natural para reproducirse, lo que nos ha llevado a barbaridades como los harenes, las poligamias, el negocio repugnante y degradante de la prostitución en hombres y mujeres o  el tráfico de úteros y el mercadillo de espermas; es el recolmo de lo más bestia y loco, poner precio al uso y abuso del propio cuerpo, reproducción incluida, y por si faltaba algún detalle "civilizado", pues convertir una grave deficiencia educativa, afectiva y traumática, en un "derecho" protegido por el Estado, si las condiciones físicas de los adictos y obsexos, no permiten el uso de la prostitución como desahogo del trastorno sexodependiente enloquecido; todo ello en un plano conductual vergonzante y desalmado que es la causa básica de los malos tratos y de la violencia machista. 
 
Es verdaderamente increíble que ni la psiquiatría ni las leyes, ni los parlamentos ni la pedagogía tengan en cuenta ese factor fundamental y completamente visible y sufrible, a la hora de repartir y establecer derechos y deberes, dejando en manos de la inercia y "lo de siempre" nada menos que la evolución de los instintos confundidos de nuestra especie, que lo mismo que la violencia, la crueldad, los desequilibrios y las patologías, deben ir sanando, ajustándose a la realidad evolutiva y transformarse por fin en salud psicoemocional y equilibrio mental. 
 
El sexo en sí mismo  no es un "derecho" ni un "deber" para nadie, es un conjunto de órganos reproductores y sus funciones en masculino y en femenino cuya finalidad  es facilitar la reproducción de cada especie animal con   lo que la  humanidad tiene un problema gordo de ajuste y de equilibrio, ya que en vez de asumir la sexualidad como lo que es, el recurso directo para nacer en este plano de la existencia, la ha colocado en el centro de sus placeres, placeres mecánicos que nada tienen que ver con la felicidad ni la armonía, sino con la producción hormonal de oxitocina, estrógenos, testosterona,   y la mecánica de los rituales ad hoc. De tal modo que si una persona no se siente atraída por el sexo a lo bestia y es más feliz con el delicado y sereno afecto de la inteligencia, la escucha y la integración del sentimiento en las relaciones y no necesita restregones, zarandeos, sobeteos forzados, ni besos retorcidos lengua en ristre, ni sentirse poseída ni poseedora de ni por nadie, se le considere "impotente", "frígid@", "rarísim@" e incompetente sexual, vamos, un desecho que l@s deja al margen de la "normalidad", esa que hace sufrir porque el "amor" es así: caprichoso, volandero e incontenible, como una borrachera o un colocón de película, que luego se pasa y es como si no hubiese ocurrido, desde el orgasmo a la nada, desde el cajero automático al prostíbulo, del revolcón al confesionario o al mostrador del puticlub. Un asquito mucho más que un premio o un regalo encantador.
 
En serio, ¿se puede creer que eso es vida? ¿Se puede esperar que los humanos nacidos de semejante berenjenal seamos medianamente normales? ¿No será necesaria una toma de conciencia serena y libre de tapujos que desde niños nos vaya aclarando paulatinamente, de donde proceden nuestras tendencias bárbaras que de la reproducción han saltado a la autodrogadicción, hasta comercializada y cómo reconocerlas sanamente para canalizarlas en cauces más civilizados, equilibrados y felices?  

Después de los miles de años que llevamos con este marrón a cuestas, ya deberíamos ir atando cabos que nos vayan aclarando los porqués de nuestra  problemática sexoincomprensible, que confunde amor con instintos primarios propios de Atapuerca con sentimientos y responsabilidad afectiva y amorosa , que en la mayoría de los casos brilla por su ausencia, si ya partimos de la base completamente loca de que "quien bien te quiere te hará llorar"... Cuando ni siquiera hemos llegado a comprender ni nadie nos ha explicado jamás que no es lo mismo "querer" que amar, (querer es solo desear, pero  amar es fundirse conscientemente con la luz de la vida que nos hace ser con tod@s), y entender que incluso morir crucificado por amar no es una maravilla digna de adoración, en realidad es una barbaridad terrible y cruel, que jamás se debe adorar ni considerar un bien para nadie, si ello implica la destrucción, la crueldad y la muerte para alguien, que además es lo mejor que ha pasado por este mundo. Adorar el daño y la maldad causantes de la salvación es también la causa que justifica e, inconscientemente, da valor al mal causado. El amor de Jesús nos habría salvado igualmente si no se le hubiese torturado y asesinado.
Jesús nos salvó resucitando porque así demostró y contagió el Amor Infinito que le habitaba, demostrando que ni lo más horrible puede hacerlo desaparecer, pero ni mucho menos significa que el disparate de la crucifixión sea necesario en el amor. Todo lo contrario. La crucifixión, los malos tratos, los asesinatos de mujeres y de hombres, por "amor" son auténticas aberraciones que ninguna "voluntad divina" podría desear jamás. 
No hay que adorar la cruz, sino la Vida y la energía del Amor Infinito que en el fondo tod@s somos, y que cuando tomamos conciencia de ello, impide que haya sufrimiento en lugar de Amor y felicidad. 
 
Qué lúcido y qué despierto, querido Pablo Echenique al no querer entrar en el juego retrógrado y absurdo de una sexualidad degradante, sin alma ni conciencia, como si fuese un kiosko de chuches a costa del Estado, para más inri!

 
 

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