domingo, 12 de febrero de 2023

Gracias, Ana Pardo de Vera, hermana y, gracias,i gualmente, a la república de Público! Estas reflexiones tuyas son, sin duda, imprescindibles, ayudan a ver más claro lo que hay y lo que no hay.

 

Los tres pies al gato | 'Se nos acaba la paciencia', por Ana Pardo de Vera

publicado el 10 de Febrero de 2023

Faltan veintiséis días para el 8 de marzo de 2023; el 8-M, Día Internacional de la Mujer, donde las mujeres y cada vez más hombres celebramos los avances del feminismo y reivindicamos todo aquello que nos falta para alcanzar la plena igualdad de derechos y oportunidades con los hombres.
¿Recuerdan todas las manifestaciones, los millones de mujeres que se llevan concentrando estos año, y lo que reclaman para ellas y para todas aquellas que no pueden estar por trabajo, por cuidados, por enfermedad o por lo que sea? Vamos a hacer un repaso, por si acaso.
Las mujeres nos manifestamos, sobre todo, para acabar con la aberración histórica que nos ha impedido disponer de nuestros cuerpos en libertad por culpa de un sistema de estructuras masculinas que ha normalizado -y España no es una excepción- durante siglos y más siglos embarazos no deseados, trata de mujeres, matrimonios forzados, maltrato machista, agresiones sexuales de todo tipo, vetos para el acceso al voto, al poder público y privado, robos de bebés, vientres deshumanizados de alquiler, acoso sistemático en los trabajos, en las calles, en los lugares de ocio o violencia institucional, entre otras muchas aberraciones.
Si sigue todo como está ahora, este año saldremos a la calle, si les soy sincera, en estado de profunda sorpresa y decepción porque esa ley por la que, años atrás, también salimos a la calle para pedir una protección integral (repito, integral) de las víctimas de violencia contra su libertad sexual, es decir, agredidas sexualmente sin su consentimiento, esa ley es el centro de una batalla campal, sin matices.
Salimos sorprendidas, diría que furiosas, al ver que lo que iba a ser el motivo fundamental de celebración este 8 de Marzo se ha convertido en un motivo de frustración.
En Público queremos mandar un mensaje muy claro a todos los partidos feministas que unas y otras hemos votado por considerarlos así; a todos, a los del Gobierno y a los del resto del arco parlamentario: esta ley no es suya, esta ley es nuestra; es de los millones de mujeres y hombres que han salido a la calle durante años a pedir el fin de la violencia judicial contra las mujeres que, como saben, acaban teniendo que ser ellas las que demuestren su inocencia. Esta ley es del “Hermana, yo sí te creo”, del “Hermana, no estás sola”, del “Hermana, solo sí es sí”.
Y como esta ley es nuestra, nosotras votamos a todos ustedes, partidos feministas, para que nos representen, y además, les pagamos para ello. Por eso, creo que estamos en posición de reclamarles que resuelvan todo esto de una vez y a ser posible, primero, antes del 8-M; segundo, con el menor sufrimiento posible para las mujeres agredidas y para las que desgraciadamente lo serán en un futuro; tercero, con el máximo apoyo a todas las víctimas que se sienten revictimizadas al ver que el sistema -porque es el sistema lo que hay que cambiar-, al ver que este sistema, digo, premia a su agresor, y cuarto, sin dar ni un argumento más a la derecha y a la ultra.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

 

Comentario del blogg 

Me pregunto por qué la paciencia tiene tan mala prensa en su doble significado: patientia en su origen latino significa, por supuesto en negativo, sufrimiento, servilismo, sumisión, pero en positivo significa constancia, serenidad, resiliencia, inteligencia para cambiar actitudes empecinadas, -cerradas sobre sí mismas y por ello, destinadas al fracaso-, mientras que las actitudes más abiertas capaces de crear nuevos espacios para el diálogo y la empatía obtienen resultados mucho mejores del mismo proceso "paciencil"...Y creo que la razón de esa relación desproporcionada entre lo que se sufre y lo que se aguanta, debe ser el porqué más que evidente de ese vínculo demoledor del que precisamente las mujeres venimos siendo durante toda la historia unas auténticas "expertas" por   obligación, ya insostenible y vergonzosa a estas alturas de la historia. 

Eso no significa que absolutamente todas las mujeres estén en ese caso. Deberíamos reconocer que hay bastantes excepciones, por desgracia, cuyo machismo feminizado pone los pelos como escarpias. Conviene no olvidar que todo machista y maltratador tiene una madre y que estamos en siglo XXI, con medios incontables de información para saber los porqués de lo que nos sucede, sacar conclusiones y asumir lo que necesitamos replantear y regenerar y lo que nunca más deberemos repetir, dando lugar a una sociedad donde desde pequeños se pueda distinguir a un maltratador de una persona emocionalmente sana y normal.  

El quid de la cuestión es saber elegir entre las dos opciones semánticas del concepto No es lo mismo ser pacientes desde la inteligencia y la conciencia que serlo desde el mero aguante sufridor impuesto por un ambiente familiar y social deplorable. Este conocimiento debe incluirse en la educación y en el intercambio vital de la convivencia. Cuanto más éticamente evolucionada está una sociedad, el aspecto positivo de la paciencia va desplazando al negativo de un modo natural. No es el caso español, obviamente. Y debemos asumirlo a la hora de responder a la barbarie del machismo, para no acabar contagiadas y engullidas por él en un verdadero callejón sin salida como lo está siendo el deficiente planteamiento de la ley del sí es sí. Un conflicto que si hay capacidad y humildad suficiente para asumir las consecuencias de los errores, que son humanos y a los que tod@s estamos expuest@s, se solucionará sin malos rollos y con lo mejor para todos antes que con victorias y derrotas entre distintos "ismos" combatientes, olvidando que por encima de salirse con la suya cada grupo, está el acuerdo político que haga posible el bien común, el bien de tod@s y no solo el de un@s cuant@s, sobre todo cuando las consecuencias, son desastrosa y exponencialmente indiscutibles, hasta acabar dando la impresión a la sociedad, -que votará o se abstendrá dentro de nada-,  de que no hay madurez suficiente para gobernar si no hay una dictadura de por medio que se imponga, mande y dé la vuelta a las leyes, solo según su criterio. Es decir, hacer lo mismo que hace el pp cuando no gobierna y debe aceptar el criterio del Gobierno que gobierna, o por lo menos, lo intenta. Eso juegos perversos también son hijos del machismo más salvaje y estúpido. Las mujeres liberadas de tanto yugo y flechas heredadas deberían ver el panorama y evitar caer en sus ciénagas.

La realidad del machismo es terrorífica y atroz, sin duda alguna. Pero,precisamente como mujeres conscientes y despiertas, también nos beneficia y nos ayuda a ser más equilibradas que ese machismo que nos viene anulando y torturando ex illo tempore. La reivindicación de nuestro género, de nuestros derechos y de nuestra dignidad, no debe ser otra violencia rabiosa más, añadida a la basura del establo machista, sino un camino nuevo que desarrollar. ¿Tiene sentido que mujeres despiertas y comprometidas con la construcción de una nueva sociedad formen  parte de tribunales y sentencias que se rigen por leyes machistas tan ricamente y que no permiten la igualdad en el mismo cumplimiento de la Justicia? ¿Tiene sentido que haya mujeres ejecutivas en bancos y empresas dedicadas a la explotación y a la esclavitud laboral, que viven del fraude como lo más normal? ¿Tiene sentido que una mujer que de verdad pretende un mundo mejor, acepte ser ministra de Defensa con todo lo que eso significa, a la hora de participar en guerras y destrucción, en vez de procurar paz y entendimiento entre los seres humanos? ¿Tiene sentido que haya mujeres dedicadas a utilizar la prostitución como empresarias "madames", a la misma altura que los chulos, utilizando el chantaje y el abuso de las esclavas, siempre procedentes de la pobreza y la emigración? Para el feminismo el hecho de llegar a ministras, banqueras y empresarias en este sistema de desajustes y carencias éticas descomunales, será un triunfo de nuestro género, pero para nuestro género en realidad es pura y dura involución. Y para la humanidad un gran fallo social. 

Mujeres conscientes y lúcidas jamás harán de la rabia y del derecho a cambiar los lastres machistas, un sistema reivindicador de lo que ataca y nos convierte en lo que no somos: violentas y absurdas, como los machos desquiciados que ni siquiera han alcanzado el nivel de verdaderos hombres. La miseria de la crueldad y de la venganza como costumbre social propia de "valientes", acaba por nublar el entendimiento y convertirnos en aquello que pretendemos erradicar, con todo el derecho, sí, pero sin olvidar el deber que acompaña a todo derecho basado en la inteligencia y en la conciencia que deberíamos ir desarrollando a lo largo de la vida mediante una pedagogía vital y un aprendizaje diario, que se descubre día a día en casa, en la escuela, en la calle, en los juegos, en los hábitos diarios y no en las pantallas ni en las series ni en los videojuegos ni en las redes sociales que nos pescan como si fuésemos merluzas y besugos. 

Si ese nivel humano no se alcanza será imposible que nuestra especie supere las taras que nos impiden evolucionar en vez de involucionar. Ningún "ismo", por bueno que sea nos va a sacar del pozo negro en el que nuestra especie flota, agarrándose a los pedruscos de alrededor y muy lejos de subir hasta la boca del agujero para respirar de verdad, ya que ese pozo se nutre de rutinas y automatismos, también ideológicos, religiosos, culturales, festivaleros. verbeneros, depredadores de todo lo que pillan etc...No consintamos que nuestro género humano, ante todo, acabe inmerso en él y una vez ahogado, solo sea un zombi como el machismo lo es. 

Tenemos que superar este reto imprescindible, como mujeres y como hombres, o no habrá un presente sano y digno ni un futuro deseable para nadie. Los "ismos" son un invento nuestro, de la parte menos humana y evolucionada de la especie, que solo sirve para catalogar, separar y enfrentar, ya es hora de que dejemos de fabricarlo. En él, precisamente, se basan la derecha y la ultra idem para hacerse presentes. Lo de divide y vencerás va por ahí: por crear bandos opuestos y "vencer", lo que lejos de ser un acierto, es un fracaso, porque los "vencedores"enferman de soberbia que los deja ciegos ante la realidad  y los "vencidos" son pasto del rencor, de los complejos y de las revanchas. Nuestra sociedad en ese plan no saldrá jamás del agujero negro, que por otra parte, ella misma ha convertido en sistema. Así que,  menos rabias y más luces. Menos "ismos" y más conciencia es la clave y la vacuna ante el  peor de los virus: la idiothía, como decían los griegos: la idiotez, en castellano, que no es ser tontos, sino vivir mirándose solo a sí mismos y mismas sin ver más allá de lo inmediato,sin más, en plan traca. En semejantes condiciones y en ese plan no puede haber aciertos a la hora de vivir de cara  a la evolución. al verdadero progreso  y a la misma vida, puesto que todo se reduce al aquí y al ahora que mola mazo, si nos salimos con la nuestra, y "triunfamos" sobre l@s mindundis que nos llevan la contraria solo para mandar más, lo que luego pase, que lo arreglen los que vengan detrás, nosotr@s con ganar la partida de este dominó obstinado, sin pies ni cabeza, ya estamos content@s. Es lo que pasa cuando sobran "ismos", cuando el poder y el afán de ser algo para muchos alguienes posibles votantes, sin tener en cuenta la realidad que se destroza en el proceso, ocupa el lugar del servir, -síntoma de machismo postergado- pero  faltan luces y conciencia para reconocerlos y desactivarlos...o sea,  más  machismo en su salsa, aparentemente descafeinado, pero de cafeína hasta las cejas o el sujetador.  Ninguna democracia en sus cabales merece algo así.

Así nos va.

No hay comentarios: