Opinión
No es el fiscal general, es Ayuso

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Alberto Núñez Feijóo ha titubeado al explicar las razones por las que no estará este viernes en el acto del apertura del año judicial, presidido por el rey. Primero alegó un problema de agenda porque ya se había comprometido con la presidenta madrileña a abrir el curso político de la Comunidad, que, como todo el mundo sabe, es un tema mucho más lucido para las instituciones que la apertura del año judicial, presencia del jefe de Estado incluida, dónde va a parar...
Horas después, el presidente del PP ya fue más claro: no va al acto de apertura del año judicial porque el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, tiene un papel protagonista que no le corresponde, según Feijóo, y cree que su ausencia en un acto al que acude un fiscal general procesado en una instrucción de lawfare de primero de juez es lo más democrático. Resulta curioso que, pasada solo una hora después de que el presidente del Partido Popular hiciera estas declaraciones, los vocales nombrados por el Partido Popular en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuya renovación fue bloqueada durante cinco años años por el Partido Popular, hicieran pública una declaración con los mismos argumentos del presidente del Partido Popular para pedir que García Ortiz no vaya al acto presidido por Felipe VI -sin duda, el cargo más democrático de todos los que acudan o se ausenten- y, de paso, que el ministro de Justicia, Félix Bolaños, tampoco (¿?).
Aquí la intención es cristalina: convencer al común de los mortales de que las instituciones controladas por el PP son las buenas, las democráticas y el Bien, en general, mientras que si la mayoría parlamentaria la representan los votos de una diversidad como la de España misma, la que existe ahora en el Congreso sustentando a un Gobierno de coalición, el Mal está entre nosotras. Lo del rey es atrezo, nada más; al fin y al cabo, Felipe VI ya gritó a los cuatro vientos en qué lugar se sitúa al recibir a OK Diario en sus aposentos con toda pompa y boato y hacerlo, justamente, cuando el periodismo atraviesa una crisis de legitimidad gracias a los ataques de la ultraderecha, los fabricantes de bulos, los pseudomedios o los sicarios de la información, como la citada web. Cada uno en su sitio, pues, porque no es una cuestión de democracia sino de lo que Vox y el PP de Ayuso consideran Lo Correcto, como Trump, como Milei, como Abascal, Meloni, Orban, Putin, Bukele o Netanyahu. Ahí encontrarán siempre a Feijóo.
¿Por qué los jueces de nuestro país no protestan por que un fiscal general del Estado sea procesado tras una instrucción en el Supremo donde los indicios no merecen ni tal nombre, una operación de acoso y derribo creada y defendida con recursos públicos, desde el despacho de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, para defender con mentiras al novio de la jefa de ese Ejecutivo, Isabel Díaz Ayuso? Que García Ortiz vaya y hable en el acto de apertura del año judicial, mal; que su situación inédita sea consecuencia de un intento palmario de acabar con un Gobierno que disgusta a la élite togada y a la derecha fáctica, en cambio, no merece ni la más mínima mueca de disgusto por parte de los representantes del Poder Judicial en un Estado democrático, al revés: Feijóo, con Ayuso y el fiscal general, a la cárcel si es posible.
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