sábado, 18 de diciembre de 2021

Hace algún tiempo se me ocurrió esta canción. Quizás leyéndola en voz alta o poniéndole música, ya sea en plan balada, jazz, indi, flolk, rap o canto espontáneo, ¡qué se yo!, pueda ayudarnos a propagar ondas sanas a la hora de entender las diferencias lingüísticas entre nosotras y disolver venenos manipuladores que nos rompen convivencia y humanidad. Cuando escuches noticias chungas aprende a distinguirlas de "la normalidad", coloca sobre ellas tu lenguaje y envía mentalmente luz transformadora a los autores de la debacle viejuna. Cuando no se te ocurra nada, usa esta composición y tararéala con tu música espontánea...Si tú cambias y no te contagias de negatividad machacante, ya será un logro genial, porque habrá alguien más en este mundo capaz de mejorar el percal en sí mism@ y en su entorno. ¡No lo dudes! Los verdaderos derechos de autor son los del espíritu, tampoco lo dudes. O si quieres dúdalo, pero que la duda no te paralice, ni te deje K.O. porfis!

 

HABLANDO CLARO

Las palabras son milagros

en el wifi universal,

son la entrada y la salida

del Planeta Humanidad

en el libro de la vida. 

Son el tesoro constante

que nos puede enriquecer

o que nos puede arruinar

usándolo del revés.

La palabra es medicina

cuando brota de la luz

o el veneno más cruel

si nace en la oscuridad.

Y de nosotros depende

elegir forma y sentido,

altura, profundidad,

esperanza o desespero,

un te odio o un te quiero,

rechazo o fraternidad


Estribillo:

Esta es la canción

que rima la "pe" 

con la  palabra,

la "q" con el queso, 

la "d" con el día,

la "b" con el beso. 

 

La palabra

es pensamiento sonoro,

arcilla del corazón,

la conciencia es la alfarera

que le da forma a los platos

y a la vajilla completa

en la mesa del amor 

donde acabar con el hambre,

con el odio y el rencor 

donde ya no queda sitio

para el rechazo violento

y el menú más valorado

se cocina al fuego lento

con agua de entendimiento,

 aceite de compasión,

finas hierbas de talento,

inteligencia fresquita,

igualdad de guarnición

con derechos en su tinta 

y deberes al pilpil.

Un menú sin concertinas

dispuesto para el reparto

y que nunca deja fuera

a quien más lo necesita.

 

Estribillo. 


Las palabras tienen letras,

cada letra su lugar

para que tenga sentido

la maravilla de hablar

en idiomas diferentes

y así poder descubrir,

compartir  y disfrutar

las aguas de cada fuente

entre leer y escribir,

cultivando diferencias

y cosechar la alegría

que brota del convivir

en amor y compañía


Estribillo.



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