sábado, 11 de diciembre de 2021

A ti que estás sentado en tu sillón Brotes de olivo Palencia

  


Luz y fraternidad sin excepciones

en la casa global de todas y de todos,

que no es una creencia ni una idea

sino la realidad que nos sostiene,

una simple experiencia con manifestación

tan honda y plena, 

y a la vez tan rebelde y sin fronteras

que nos cambia y transforma 

para siempre.

Todo lo que buscabas te ha encontrado,

lo que echabas de menos es tu esencia,

el amor que soñabas es la vida

que brota de la fuente universal

y se reparte como lo hace la luz cada mañana,

sin permiso de las autoridades

ni código de barras, pasaporte, visado

y zarandajas. 

 Una revolución en los adentros

deja patas arriba los afueras 

sin que nadie se apunte la victoria

del cambio que ha brotado

como brotan las olas en el mar

o las hojas preciosas de ese árbol.  

 

Un caudal rebosante de nadie sabe qué

corre por las aceras y las plazas,

se reparte y regresa, como un latido enorme,

delicado como intenso y total,

que al volver al origen renovado

expande vida nueva sin elegir a quién.

Todos le importan, amados por igual

en lo particular y en lo común

que ya es el mismo canto sustancial.


Nada es intranscendente y todo es esencial

en ese amor sin bordes ni tapujos,

pero de otra manera.

Y ya solo te queda una seguridad:

nunca regresarás a lo que ayer no era

nada más que un fantasma 

fraguado en la inconsciencia. 

 

Ahora solo es ahora.

Y mañana será lo que ahora seas

si despiertas y fluyes,  si comprendes

más allá de razones somnolientas

cocidas y envasadas al vacío,

si amando te repartes con la luz y la sal

en la inmensa cocina de un presente infinito,

que muchos llaman "dios" o "buena suerte",

otros "felicidad", otros "rareza"...

Pero cuando estén mal, comiendo

con los cerdos las bellotas de cada batacazo

irán a rebuscar lo que no encuentran

y así hallarán de pronto en su interior,

amor y sacacorchos

para abrir la botella de sus almas

y ya no depender de lo que llega,

porque perdido el ego en la refriega,

porque en la nueva casa, en la trastienda, 

se manifiesta todo desde el Ser 

que integra lo que pasa en lo que Es.

Amor. Amor sin más. Así,de golpe

y sin remilgos.

Amor de la cabeza hasta los pies. 

Pueden llamarlo Dios, si eso ayuda a entender

lo incalculable. Lo mejor del asunto

es que lo suyo 

no consiste en pasar por los rincones solamente,

porque también se ajusta en el revés:

"eso" que nunca pasa y siempre está

es el mejor rincón con que contamos

que hace de espacio y tiempo, eternidad.

O no llamarle nada, pero dejarle hacer. 

Es la mejor terapia resiliente

que podemos tener.


Y tú, si estás dormid@ en tu sillón,

en una eterna siesta,

esperando que alguien venga a arreglar

 este marrón,

afina las antenas, abre el whifi

y ¡despierta, por favor! 

Si quieres que este mundo se espabile.

Si es que quieres salir de la prisión

en la que tu despiste te encadena

al mismo mogollón del destarife,

y convierte, además,

la vida del Planeta en imposible.



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