La dimisión obligada de Mónca Oltra por presiones e incapacidad del entorno para entender la realidad política y social en que vegetamos es un signo inequívoco del caos social, político y ético en que estamos inmers@s.
Imaginemos que mañana un familiar o pariente de Ximo Puig atracase un banco o lo pillasen abusando de una chiquilla y la policía lo detuviese, como corresponde. Siendo Puig el mejor presidente, en todos los aspectos, que hasta ahora ha tenido la Comunidad Valenciana, ¿sería justo, equilibrado y necesario para el bien común, que el President dimitiera por semejante cosa? Esa actitud de denuncia tendría lógica si el o la delincuente, hubiesen sido el President en el caso hipotético o la Vicepresidenta en el caso real. Sería el mismo pueblo el que saldría a la calle a exigir la dimisión. Pero no es así, sino que se trata de un desgraciado suceso, en el que la propia Mónica Oltra seguramente sufrió un verdadero trauma al comprobar qué clase de elemento tenía como marido, lo que no tiene sentido alguno es forzarla a dimitir por un delito que ella jamás cometería ni pasaría por alto y que seguramente ella habría denunciado de haberlo presenciado o conocido por medio de fuentes creíbles.
Por otra parte está el foco del que procede la noticia, para poner en cuestión la intencionalidad de semejante denuncia y de qué calaña moral pocede: el pp y sus eternas cloacas gestionadas por un elemento radical de ultraderecha lleno de odio, que ya se había significado yendo a acosar a Oltra hasta en la puerta de su casa, algo por lo que nadie de acusó de nada.
En el supuesto de que el imputado fuese el President, ¿Qué puede hacer más daño social, una noticia escandalosa que en realidad no afecta para nada a la integridad moral del President o que el President tuviese que abandonar sus funciones y sus tareas diarias por medio de la que la Comunidad funciona mucho mejor que cuando la gobernaban los mismos que piden su dimisión? ¿Qué resolución es más ética y justa, 1) dimitir sin tener nada que ver con el hecho delictivo, solo por ser pariente de un depravado, y perjudicar a todo el sistema de gobierno, o 2) simplemente, reprobar, juzgar y penalizar al delincuente por el delito cometido y hacer que se le juzgue y condene como corresponda, sin cargar a su excópnyuge con el marrón? ¿Qué culpa tiene la familia de que un garbanzo negro, adulto y consciente de lo que hace, sea un delincuente, un atracador o un violador de menores sin que nadie lo haya sabido hasta que lo han pillado con las manos en la masa? ¿Por qué tiene que pagar la factura, la esposa, que además es también su víctima o cualquier pariente por el hecho de ser un personaje público?
Es más que evidente, cristalino, que el pp y la ultraderecha amoral y sin escrúpulos, como en España lleva demostrando desde siempre, ha manipulado el asunto para enfrentar a la sociedad, romper acuerdos sensatos y constructivos de gobierno, calumniando, sembrando zizaña, maldades y basura como ya es habitual, tal vez porque no sabe comportarse de otro modo, ni dialogar, ni explicar razonablemente sus críticas o sus propuestas, ni mucho menos, trabajar en común por el bien de toda la sociedad sea del color que sea. Ante esa discapacidad, en vez de superarla y aprender lo que desconoce, lo que hace es dinamitar el entendimiento, el respeto, la escucha y la inteligencia. En vez de eliminar obstáculos, los colecciona y los usa para agredir. Entiende la política como una guerra y no como el servicio sano y limpio que merece la colectividad humana.
Sabiendo lo buena gente que es Ximo Puig cuesta bastante comprender esa actitud en el caso de Mónica Oltra en una tesitura semejante. Y que los valores humanos empáticos y justos se coloquen como felpudo de los intereses políticos de partido, sobre todo en un Estado, como el español, donde la Justicia es un conjunto de títeres guiñolescos de la derecha que todo lo compra y lo vende, desde el trono a las cloacas, sin el más mínimo escrúpulo. Como un Judas profesionalizado.
Sin embargo, la ciudadanía prefiere, seguro, mucho más a una buena persona en el Gobierno, que a un político muy hábil, muy perfecto y exigente, pero sin humanidad, para eso ya están en funciones los trampantojos de la oposición. Creo que una vez más al Psoe valenciano le ha sobrado "hispanidad", però l'ha mancat saviesa, un poquet mès de seny, trellat i humanitat, sí, tambè humanitat.
Esto resuena a algo muy antiguo, como la condena de Sócrates por el gobierno ateniense obligado a beberse la cicuta para morir, acusado de pervertir a la juventud por enseñarla a pensar..., pero esta vez en modo Botànic fashion; parece que en demasiadas cosas seguimos estando en el siglo V-IV a.d.C. Ains!!!!!
Nosotr@s elegimos; no siempre el qué ni el cuánto, pero siempre podemos elegir, si queremos, cómo asumir y vivir cada qué y cada cuánto...
P.D.
Esta deplorable situación en crecimiento tan exponencialmente destructivo, me lleva cada vez con más motivos a considerar que nuestra evolución como especie posiblemente nos esté llevando a revisar por verdadera necesidad y urgencia, las vías tradicionales de percepción, de mentalidad, de clasificación y de actitudes con que nuestro mundo lleva milenios funcionando en una especie de callejón sin salida, de laberinto sin fin, repitiendo sin parar los mismos paradigmas y sambenitos, sin tener en cuenta lo que significa empeñarse obstinadamente en utilizar la misma talla de ropa y el mismo número de calzado, aunque ni la talla corporal ni el pie tengan el mismo tamaño toda la vida.
Creo que hemos llegado a un nivel evolutivo en el que nuestra propia supervivencia equilibrada e inteligente está empezando a depender mucho más de nuestro grado y necesidad de conciencia despierta que del dinero, del glamour, delas ideologías, de las creencias heredadas o mediáticamente inoculadas, de la especulación, de los triunfos y del poder.
Por ejemplo, hasta ahora el concepto de "la lucha" ha venido siendo una especie de "virtud" absolutamente recomendable y propia de los, supuestamente, mejores y más "valientes". Pero, ¿qué se ha conseguido en realidad con la lucha como referente y herramienta fundamental para conseguir cualquier cosa? Objetivos muy pobres y decepcionantes. Intereses solo materiales, siempre a favor de los que ganan y sobre todo de los que además, mandan, controlan o son familia, afines y amiguetes de los que mandan. Manejo total de asuntos instintivos, mentales y emocionales convertidos por inercia, en necesidad imperiosa, que aparentando ser un logro de libertad, igualdad, o progreso y bien estar, o privilegios intocables y chanchullos al por mayor, realmente nos esclavizan, se nos imponen por lo bajini como si fuera "lo normal", hasta que la ola convertida en marejada se apodera de todo y lo arrastra con ella hacia donde los poderes de siempre tienen su territorio psicoemocional, en el que para ganar hay que "luchar" y hundir a los que molestan, incordian, o simplemente no producen los resultados sociales, económicos o estratégicos que interesan a determinados colectivos, que como equipos de fútbol con sus hulligans de cerebros lavados, mueven multitudes en todos los sentidos, mucho más con gritos, insultos, amenazas, trampas y bellaquerías, que con los goles. Uno de los mayores obstáculos para el desarrollo más sano e inteligente de la humanidad, es "la lucha" como objetivo, como élan vital, como panacea militante, esfuerzo honorable, como desfile y acuartelamiento de rabias, venganzas, batallas, odios en conserva, hasta como derecho, deber y justificación legal y legítima de lo injustificable, de lo cruel, de lo miserable,de lo podrido. La lucha ya nos ha caducado como 'valor' y 'virtud'. Porque la lucha es guerra. Y la guerra, como la lucha, mata. Rompe a la humanidad entre "vencedores"y "vencidos", "buenos y malos" como absolutos irreconciliables, se carga la igualdad de posibilidades, de todas, hasta biológicas y medioambientales. La lucha destroza de raíz la fraternidad que predica la misma política que la fomenta en teoría.
Un mundo roto y despedazado por conflictos y odios no tiene ningún futuro, sobre todo si lo que en teoría nos une solo son intereses, opiniones y comidas de tarro ideológico que seguramente ni siquiera son cosa nuestra, sino impuesta desde el eco del barullo y la manipulación que lo utiliza, nada que ver con el día a día de la fraternidad natural que palpas a tu lado en cada ser humano con el que te cruzas, que miras y te mira, que respira al unísono con el mismo aire, sostenidos por la misma tierra, cobijados por el mismo cielo, acariciados o zarandeados por el mismo viento, agobiados por la misma ola de calor o de frío, empapados por la misma lluvia o envueltos en la misma niebla, golpeados por las mismas crisis del abuso del pastón, del poder y su sierva la política desprovista de alma y conciencia desde la noche de los tiempos. Porque en este sentido la humanidad no ha empeorado, solo ha aumentado el número de integrantes.
No, no hay "malos" como ha dicho Mónica Oltra, ni "buenos" tampoco, solo hay equilibrio y desequilibrios, errores y aciertos, ciegos y videntes, abierto y cerrado, luz y oscuridad con sombras y penumbras de por medio. No estamos aquí para edificar y adorar absolutos y regodearnos con ellos, sino para remediarlos y humanizarlos antes de que sea demasiado tarde. Sin errores no se puede crecer ni mejorar en un mundo donde como dijo Heráclito de Éfeso, todo fluye y ningún elemento o ser vivo sabe si mañana va a estar aquí todavía. Nuestra especie, también. Y lleva milenios sin fluir, atascada y presa en los vericuetos de lo más resultón, sin ver lo que está oculto tras la mascletá quita y pon de cada día. Afortunadamente en este formato y en este plan nunca seremos inmortales, porque eso sí que sería el acabose de todo lo demás. Mientras estemos divididos y juzgando y condenando ni hacer más fluido y sano el camino de vuelta a la Vida, que incluye a nuestra familia humana e infinita, no podremos trascender, si no somos capaces de comprender que el único ascensor de que disponemos para comunicar el sótano con la azotea, somos cada un@ convertid@ y autorreconocid@ en el Nosotr@s metauniversal, no en el metaverso venido a más de las pantallas.
Si la izquierda y la derecha de este planeta no superan el déficit de alma y conciencia, mucho me temo que el zipizape constante entre "los malos" y "los buenos", no nos permita superar el agujero negro que nosotr@s mism@s llevamos excavando por inercia y automatismos desde hace milenios. Hay que entender los principios y los finales de ciclo y no querer hacer eterno lo que tiene fecha de caducidad por su propia naturaleza. Un niño con diez años no puede dormir en un portabebés ni un anciano de cien años puede ganar una carrera con medalla de oro en una olimpiada. Eso mismo le pasa a la humanidad; tiene que dejar atrás la comodidad de seguir entendiendo lo viejo como si fuese lo nuevo y viceversa. Solo la conciencia nos ayuda a ver y a añadir la "s", para abrirla al conocimiento, convertirla en consciencia, no a base de teorías e hipótesis imaginativas, sino aplicada en la praxis diaria mirada desde la luz y no desde las tinieblas ni as calimas. Y la luz, que nunca se apaga, aunque las eléctricas se empeñen arruinar a todos con el timo de su negocio, viene y nace de dentro. Cuantos más seres humanos lo vayan descubriendo, menos tendremos que gastar en esa contaminación usurera, perfectamente superable con autoconsumo fotovoltaico y eólico, como lo es el espíritu, por eso mismo, tan sano y libre de tóxicos.
La luz empezará a hacer efecto en el mundo cuando ya no necesitemos usar "bueno" y "malo" para calificar a nuestros semejantes y a nosotr@s mism@s, entonces habremos asimilado, engendrado y parido los tres conceptos de la regeneración personal y social: libertad, igualdad y fraternidad, otro modo de describir y vivir las bienaventuranzas de hace 2000 años. Nosotr@s decidimos que se pueda o no - y la decisión nunca es solo nuestra, afecta y "contagia" a tod@s y al planeta.
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