Crónica impecable de las Hispanias más "puras" y "fetén", con personajes en los que no se distingue la realidad de la ficción. Una familia Alcántara de manual. No se sabe si los protagonistas eran así antes de la serie, o la interpretación tan longeva de la serie habrá impulsado y hecho posible una metamorfosis en sus personalidades. Lo cierto es que tras las declaraciones de Arias y los escaqueos fiscales a dúo del ejemplar matrimonio escénico, no nos aclaramos, si fue primero el huevo del pifostio serial o la gallina del forring office...Algo ha quedado muy claro en medio de tanta calima cuentista y zarrapastrosa a la hora de la verdad: más vale que no nos lo contéis, para que la garrulez y el cinismo no sigan siendo paradigmas honorables de la Hispania, que según lo contado y comprobado sigue siendo la misma que la vieja Roma bautizó, a caballo entre lo híspidus y lo panicus, con tanto acierto como mala sombra. Ay, esa Roma, tan usurpadora y tan gafe como profética...Calladita habría estado mucho más guapa. Ains!!!!

 

'Cuéntame' por qué acabó

• La cadena pública emite este jueves el último capítulo de la serie más longeva y aplaudida de su historia, con una audiencia récord que ha ido decreciendo una temporada tras otra

• Nacida en 2001 y con más de cuatrocientos capítulos, se convirtió en todo un fenómeno social al mezclar la historia entre 1968 y 1994 con las peripecias de una familia representativa de la España de la época

• Una explosivas declaraciones de su protagonista, Imanol Arias, que arremetió contra TVE y sus trabajadores, han enturbiado el final de la serie 
  

  Jaime Olmo 

  InfoLibre 

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  Clikando en el nombre del autor, encontraréis el artículo completo, que os informará estupendamente sobre el tema; una buena ocasión para darle un repasito a la "ppatria" que hemos heredado, para ayudar a cambiarla, claro, no para aplaudirle y reirle las puñeteras gracias que nunca ha tenido. Por eso estamos como estamos, querida familia...Ni los Alcántara son la sociedad que queremos y necesitamos, ni Sagrillas es La Mancha, ni San Genaro es Madrid, ni el tiempo que perdemos viendo series zafias, pringosas y llenas de tópicos ensimismados, tragando como sumideros lo que nos echen,  no nos lo va devolver la vida para emplearlo en mejores e inteligentes asuntos. La serie más necesaria y urgente para poner en marcha es el bien común, la humanidad que somos y que no necesitamos que nos remastericen  con ideas y ocurrencias que basadas ilusoriamente en "la realidad" que nos destroza, nos alienan y encadenan a  ella para que solo seamos consumidores ente la pantalla global del Gran Hermano...Arias lo deja clarísimo al reclamar el sustento de la publicidad en los medios públicos de comunicación como tve, para poder tener éxito y seguir a tope en el forring office del cuentacuentos sin fin. Y todo para seguir siendo el paradigma ppatrio, hortera, mediocre y funesto, para el sostenimiento eterno del  "Hombre de casino provinciano" al que Machado dedicó un certero rapapolvo poetico y Serrat una canción...que no tienen desperdicio. 

  Pregunta fundamental: ¿Cuál es la función de una tv y de una radio públicas?¿Crear borreguismo consumista o fomentar inteligencia y valores que construyan una sociedad participativa, sana, más inteligente y sostenible? ¿Nos ha ayudado a ese nivel "Cuentame" a lo largo de 21 años o solo ha sido la ecografía de lo mismo de siempre, repiténdose más que una olla podrida? Pensad, pensad, bendit@s!
  

  Solo despertando se acaban las pesadillas, hermanas y hermanos! A la mentira que se agota y se acaba, puente de oro. Estamos social y personalmente hart@s de comer bazofia y de tenerla que pagar a precio de exquisitez. La solución es nuestra: lo que no se frecuenta y se repite obscenamente en las pantallas no es negocio. Por ejemplo, mucho mejor "Las claves" de Javier Ruiz, en la 1, la noche del viernes o los documentales de la 2, en 'La noche temática', en tve, por ejemplo, que los cuéntames en diversas versiones y empresas del forring publicitario, que nos ofrece el panorama de la adormidera globalizada, para que nada cambie y todo sea como siempre, tan familiar, que ya es parte nuestra, asumida y programada. El numerito de Arias, en los medios, despotricando y saltando histérico como el mejor Antonio Alcántara, es una muestra de los daños colaterales que resultan de hacer de la ficción un sambenito conductual, sin siquiera ser conscientes del marrón. 
  

  Si se elige basura como menú de nada servirá quejarse cuando la sirvan en la mesa.O peor aún, cuando no se pueda digerir tras habérsela zampado. Ainsss!