Opinión
Que arda España que ya la repoblará Feijóo

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Me van a disculpar, pero es posible que esta mi primera columna de curso la escriba desde la rabia y la frustración de haber pasado buena parte de agosto a pocos kilómetros de los incendios de León y Ourense, en la zona de Os Ancares de la provincia de Lugo. Cielos grises, sol hemorragia, ceniza en el aire y mascarilla para asmáticas u otras dolientes crónicas, como esta plumilla; pero sobre todo, gente vomitando llanto y rabia, cuando no quemándose, asfixiándose y/o muriendo; animales carbonizados, sin pelo ni plumas ni piel, huyendo en carne viva; sin ojos ni pezuñas y aullando abrasados; castaños, pinos o encinas consumiendo en segundos lo que vivieron durante varias generaciones, el calor purulento día y noche… El terror, el vacío, la nada o la oscuridad, da lo mismo: ni siquiera una lengua como la castellana tiene palabras para definir tanta abrasión y tanto sufrimiento. El infierno de Dante es un parque temático al lado de estos fuegos incompasibles.
Menos mal que he vuelto a Madrid y Feijóo tenía un plan para toda España y para ejecutar desde la capital una y libre; porque desde que el Partido Popular copió a Vox la vanguardista idea de que el Estado autonómico, descentralizado, es tan ineficaz e inútil que hasta los propios presidentes del PP (la mayoría) son incapaces de gestionarlo, el futuro se ha descubierto de cenizas y vemos la luz de la verdadera gobernanza. Lo sabrá el presidente del PP, que mantuvo el poder en Galicia durante lustros y con mayoría absoluta y ni con ésas pudo evitar la catástrofe incendiaria de 2017, un año después de conseguir la tercera victoria. Entonces, pobrecito mío -y todo hay que contarlo, aunque sea falso-, los montes gallegos se vieron atacados por una horda de terroristas incendiarios que iban contra el propio Feijóo, al parecer, aunque tras tres años de investigaciones, la Fiscalía de Medio Ambiente (sí, la del hoy fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz) mandara entonces a la papelera de los conspiranoicos la teoría del Bin Laden pirómano. No había ni hay terroristas incendiarios, lo dicen los datos… salvo que a quienes dejan el territorio a su suerte para que se gestione solo, como los mercados y con idéntico resultado, les llames así, que todo puede ser y no escribo ningún disparate. Es verdad, la Xunta de Feijóo se gastó 77.000 euros en publicidad institucional para convencernos de que los terroristas del fuegos existen y no solo en la cabeza del hoy líder del PP español, el único posible a la vista de la catástrofe del Estado autonómico y con permiso de Ayuso. ¿Alguien echó la culpa de los incendios de 2017 en Galicia al Gobierno de España, en manos de Mariano Rajoy? Qué tontería: las competencias en prevención y extinción, como hoy, son de la Xunta, bien pegaditas al terreno como parece de sentidiño básico, pero entonces, Bin Laden con cerillas y hoy, Pedro Sánchez, que tanto monta.
Ahora que Feijóo es el líder de la oposición parlamentaria en el Congreso -y no gobierna porque no quiere- es cuando el gallego ha constatado que terroristas, también, pero que el Estado autonómico es el problema nuclear de esta España nuestra. Me explico: si la prevención y la extinción de incendios están descentralizadas y dependen de los Ejecutivos autonómicos; si éstos solicitarán apoyo al Gobierno central o declararán el nivel 1 de emergencia para darle la competencia plena al Estado central en caso de urgencia extrema,… ¿En qué lugar quedan los hoy mayoritariamente líderes territoriales del PP, esos perros del hortelano del siglo 21? El lugar en el que están: arietes de Vox, Ayuso y Feijóo, o viceversa, contra las autonomías y la descentralización. La ultraderecha manda.
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