lunes, 15 de agosto de 2022

Lamento que una vez más Mordor interfiera y no permita que pase al blog este magnífico artículo de Leonardo Boff en Religión Digital. Pero se puede leer entrando directamente desde el título del blog: la fuerza de los pequeños.

 

la fuerza de los pequeños 

Carta de Leonardo Boff a su padre 

Elogio del padre: “quien no vive para servir no sirve para vivir”

 

Religión Digital

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Vale la pena disfrutar de este regalo. 
Está claro que la conciencia, el alma, la sensibilidad y las tendencias básicas de nuestro carácter y de nuestro futuro, tienen unas raíces fundamentales en lo que hemos recibido desde pequeños, en lo que hemos visto, percibido y vivido al llegar a este mundo, en lo que nos rodea y nos empapa. En la pedagogía práctica (en griego paidós=niño, gogía=acompañamiento) que nos ayuda a despertar o nos incapacita para ello, según sean nuestras familias y ambiente alrededor, o ni lo uno ni lo otro: también nos puede dejar descolgad@s y a merced de que esa 'pedagogía' la ejerzan solo los instintos, los miedos, los complejos, las venganzas, el desequilibrio del azar y el vacío, la depresión y la locura...donde no se aprende a discernir ni a distinguir lo que nos ayuda a Ser de lo que nos deja en la nada constante del quererlo todo sin saber para qué, solo por el momentazo de "poder" y manipular lo que encontramos en el camino del existir sin Ser, aunque ese proceso íntimo acabe suicidando a sus ejecutantes. No hay efectos sin causas. Nunca lo olvidemos.
Hay una muerte material y otra energética. La primera solo es un cambio de domicilio, natural, cuando se agotan energías o es preciso una mutación para seguir avanzando, una muerte con resurrección, la vida plena no se extingue porque ya está integrada en el Espíritu Infinito, pero la otra posibilidad disponible  es la autoextinción elegida al negarse a descubrir los valores del alma, la conciencia y espíritu, el amor infinito y sin apegos dominantes ni esclavizantes, la base del bien común, de la paz y de la felicidad, que ya se manifiestan en este mismo plano de vida, y no solo enredando con las palabras, sino sobre todo liberando, comprendiendo, perdonando y creciendo, con el abono de nuestras intenciones, pensamientos, perspectivas y actos concretos, es decir viviendo conectad@s, sin ejercer interferencias desde las egopatías o idioteces, vegetando solo en el propio "yo", "mi", "me", "conmigo" y machacando o ignorando al resto de la humanidad si no da dinero, poder y glamour, 
 
 
El actual estado del Planeta y de nuestra especie puede explicarnos meridianamente las consecuencias y las causas y que cuando la destrucción toma el mando, la vida se agota, aunque puede suceder lo contrario: cuando la vida gestiona la realidad, la destrucción desaparece, para dejar paso a la evolución que Pierre Teilhard de Chardin explicó maravillosamente entre  El fenómeno humano y El medio divino.
Sin duda Leonardo Boff, según explica en este precioso artículo,  tuvo desde niño las referencias y el clima necesarios para Ser y no quedarse solo en "parecer, "desear " , "tener" o "poder". 
 
Gracias por compartirlo, querido hermano, como también hizo en su momento  Francisco de Asís!

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