lunes, 5 de agosto de 2019

¿Qué pinta la izquierda en este mundo y por qué en España no encuentra su lugar en la gestión del estado?



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Le empezaron a llamar izquierda para distinguirla del programa convencional y rutinario, siempre a la derecha de un dios todopoderoso, patriarcal y machista, que lo tenía todo atado y bien atado, que no tuvo el menor reparo en jugar con Abraham, Moisés, los faraones, los zigurats y las pirámides, como si fuese el Monopoly en la Guerra de las Galaxias, y ya puestos a todoposeer, para encarnarse como hombre normalito, hasta a violar espiritualmente, por supuesto, a una adolescente judía. Un dios militarizado, con testosterona para dar y repartir, que mientras promete que los pacíficos poseerán la tierra delega sus métodos pacifistas en invasiones, cruzadas, guerras de religión, sacros imperios armados hasta los dientes e inquisiciones asesinas, reyes muy católicos,  eso sí, siempre "según su santa voluntad" para dejar muy claro que sin violencia divina y guerras de por medio no hay tu tía, que los humanos, inexplicablemente, a su imagen y semejanza salen ranas y no hay manera de hacerles aceptar una divinidad filial si no es "por la gracia de Dios y su caudillo", elegido y colocado a su diestra como delegado plenipotenciario. Si eso es dios, el ateísmo es la respuesta más sana y divina a tal burrada. 
Y claro, la izquierda es esa parte de humanidad honesta y sin miedo, siempre maltratada y aperreada por la divinidad que concede el poder, la ambición y la más refinada barbarie camuflada de lagarterana y cantando la rosa del azafrán, que se ha plantado y comprendido que ser gobernados por decretos leyes de dioses haciendo experimentos estilo Frankenstein no son aptos para partir el bacalao de una creación seria ni para solucionar los conflictos que esa divinidad va creando por donde pasa llevándoselo crudo, poniendo orden y dinastías a cañonazos, cloacas y santos oficios  y dejando delegaciones suyas con unas leyes grabadas en piedra, en búnkeres, campos de exterminio, en curias a puerta cerrada, bancos del espíritu santo, o en discos duros, según los signos de los tiempos, una divinidad que es listísima y no le hace ascos a nada por cruel y repugnante que sea, como por ejemplo pretender "salvar el mundo" que ella misma ha creado y dirigido, haciendo que el hijo engendrado en la adolescente judía, fuese destrozado por los poderes absolutos que tanto le molan y tan al pie de la letra cumplen su voluntad, en la tierra como en el cielo, o sea con artillería terrestre o con misiles y bombas de trayectoria celestial.  Ante ese panorama la humanidad hasta ahora ha ido tomando posiciones sociales y espirituales según le va en la feria. O sea, según sus luces y según su experiencia, determinada por la clase social y educativa en que le toque nacer, como si fuese la lotería. Ese  sector social del sufrimiento provocado por la banda derecha divina se ha dado en llamar izquierda revolucionaria, rebelde y perversa. A quién se lo ocurre pretender que lo que para dios es zurdo y torpe, pueda ser apto para funcionar en un mundo diestro por naturaleza y decisión de dios. Un dios, que en realidad no ha logrado ser ambidiestro ni aceptar esa condición que le permitiría ser un dios verdaderamente hábil y omnisciente y no en íntimo conflicto con su propia mitad izquierda.
Afortunadamente la historia humana va dejando datos y crónicas de suficiente calado como para descubrir entre sus líneas que la verdad no es un conjunto de dogmas intocables ni de recetas mágicas en plan Harry Potter, ni inteligencia artificial robótica, sino la realización práctica y consciente que escriben a dos manos la vida y la evolución siempre inteligente de los seres que la habitan y le dan sentido mientras se descubren como individuos comunitarios tan capaces de crear y mejorar lo creado, como de destruir y devastar lo más importante que tienen: su conciencia, su alma, su inteligencia creadora y su libre albedrío usándolo para destrozarse en vez de alcanzar niveles energéticos de inteligencia colectiva que interactúa con la individual y mediante esa fusión,  crear estados vitales y organizados con fluidez a la altura de su esencia en constante evolución, desarrollando eutropía (eu=bueno, tropía=estado/lugar) y resiliencia (aguante creativo y canalizador de recursos compartibles) como factores imprescindibles para la claridad mental y la praxis ética natural en esos planos nuevos e imprescindibles, también,  cuando se agotan los planos solamente materiales a la vieja usanza.  En ese punto estamos y ése es el sentido ontológico y pragmático de "la izquierda".
En este momento el mundo entero está agotándose a causa de los abusos constantes del modelo diestro del dios más asumido: afán de poder absoluto, militar, tecnológico, ideológico, comercial y económico, consumo enloquecido en una proporción geométrica ya fuera de control,desquiciada, que se ha hecho necesidad sin serlo y con un pronóstico mortal de necesidad, es decir: adicción, con el resultado de una mutación en plan enfermedad degenerativa. Un cáncer social y económico, que para colmo es contagioso. ¿De verdad un Dios omnisciente y todopoderoso, controlador del tiempo, de la vida y de  todo, no sabía lo que estaba haciendo al crearnos  y potenciar su jerarquía como modelo para sus criaturas? Si no lo sabía y se lanzó a las bravas a ver qué pasaba con nosotros, es un irresponsable de tomo y lomo, que se merece cualquier cosa menos devotos, adoradores e imitadores. Pero si de verdad lo sabe todo, puede con su omnipotencia parar este dislate y nunca lo ha hecho, es un monstruo. Un sádico. Un Dark Vader desquiciado. Un Mordor sin frenos, que depende de la energía que le regalan nuestros sufrimientos y al que la derecha sirve y contempla como modelo.
Vino Jesús de Nazaret, explicó lo que era Dios de verdad: el espíritu que somos todos formando un Pentecostés energético en la misma onda espiritual, el puzle cósmico del amor que realiza y cambia cualquier cosa que sea necesario mejorar, por eso curaba y no condenaba a nadie por delincuente que hubiese sido y malvisto que estuviese en la sociedad. Es el buen samaritano pobre, el marginado social y religioso-la izquierda- quien salva la vida del asaltado, robado y abandonado en el camino, no el letrado (político) ni el sacerdote (religioso),la derecha.
Una vez en situación pasemos al momento presente. ¿Qué hacer en esta encrucijada? ¿Considerar al Psoe como derecha y combatirlo, para quitarle el poder, entrando así en el juego combativo de esa misma derecha que tanto daño hace a la humanidad en todos los aspectos? ¿Necesitamos ahora más guerras devastadoras dentro del mismo sector que desea defender a los más abandonados y débiles sociales? No. Las guerras son estrategias destructivas, ya sean con armas o con intenciones y tramas degradantes. La izquierda debe superar esa tentación que además de inútil para lo bueno es madrina de honor de lo peor. 
¿Qué ha pasado en Valencia y en Portugal para que los gobiernos de izquierdas se hayan hecho una realidad ejemplar? Que la izquierda ha entendido su función en un mundo descompuesto por la derecha y con el que irremisiblemente hay que entenderse antes de pretender cambiarlo, para evitar la debacle social.  Para ello, la izquierda necesita dos fuentes  nutritivas de energía y conciencia: la que se instala en el municipalismo pedagógico iluminando la cotidianidad del día día, posibilitando la participación ciudadana, la solución consensuada de los problemas concretos, el funcionamiento asambleario, la solidaridad intermuncipal con los pueblos vecinos y limítrofes de demarcaciones provincias distintas. El pueblo educándose vis a vis, codo con codo, conviviendo y participando en la construcción del bien común práctico y  sin fronteras (Zamora, Cádiz, Valencia, Burjassot, Paiporta, Picanya o Marinaleda, son ejemplos al alcance de la mano, que el podemismo y el psoe deberían valorar mucho más que los sillones en el Ejecutivo) 
Es decir, plantear una estrategia de doble calado:
Trabajo estatal centrado en el Ejecutivo, que deberá aportar al mundo derechil del capitalismo, su rodaje socialdemócrata más el apoyo de las bases territoriales municipalistas, que se encargan de implementar métodos para afrontar los cambios directos, en el urbanismo, la economía de pueblo y de barrio, en la agricultura, la ecología, la vivienda, la reconversión ética y ecológica del turismo y del comercio, la repoblación de la España vacía por migrantes y jóvenes empresarios con miras mas inteligentes que el simple forring instanténeo, el tráfico y el medioambiente y las energías renovables, el cuidado de los más frágiles, el fin de  la marginación social como plaga derivada del capitalismo más atroz, aptos para una vida digna y más autónoma, donde la vivienda recupere su utilidad al servicio del bien común y no sea único patrimonio del bolsillo privado. 
El trabajo ejecutivo de un Gobierno de izquierdas debe en realidad  estar apoyado por fuerza en las bases territoriales de comunidades comarcales y municipales. Ellas en realidad le dan la legitimidad, la auctoritas, el sentido político (de polis y politeia) y el permiso para actuar en su nombre en temas internacionales, en los asuntos más organizativos de los ministerios. Las bases en la izquierda deben ser al alma mater, cuando eso no sucede viene la debacle: la izquierda se rompe y deja paso al caciquismo corrupto de la derecha que desconoce y desprecia la participación, entonces los partidos como Podemos derivan hacia la copia de la misma llave derechil: la hegemonía centralista de todo el poder en un individuo determinado y en su camarilla íntima, que para colmo rompe la relación entre bases y ejecutivo. 
En Valencia como en Lisboa, esa relación se ha entendido muy bien desde el principio, por eso las bases sanas permiten un gobierno de corte socialista-demócrata con alma municipalista, (no en vano Ximo Puig ha sido alcalde-cocinero antes que presidente-fraile y sabe de qué va el asunto de poder servir, más que de poder joder) capaz de entenderse con una Europa más de derechas que de izquierdas sin liarla parada, o con un poder pepero como el de Rajoy, sin causar conflictos ni socavones insalvables e ir reconstruyendo con inteligencia prudente la Comunidad Valenciana y el Estado portugués, en cada caso. No es casualidad ni chiripa. Se llama inteligencia, que, por cierto, es inseparable de la humildad y la transparencia.
La izquierda tiene una misión universal y particular mucho más importante que convertirse en conflicto permanente cuando ella es parte imprescindible de la mejor solución, conflicto que por cierto ya existe sin ayuda 'roja': se llama capitalismo egoísta guerrero y destroyer de vida y de conciencias. No es malo el capital -toda riqueza limpia y lícita que se comparta y se convierta en bien común , es buenísima si no se ha conseguido a base de cargarse la vida y el Planeta-,  la patología es atarse a él como a una droga y dejar que nos domine y gobierne hasta deshumanizarnos y dar por bueno cualquier medio que nos haga ricos,  poderosos y triunfadores al precio que sea, aunque así nos destruya por dentro y por fuera, como individuos y como sociedad. Ese sistema calculador y a la vez, cabeza de chorlito de la humanidad más atrasada evolutivamente es un peligro manifiesto para el propio Planeta, por eso, la izquierda no debe bajo ningún concepto adoptar posturas tan poco inteligentes y chulescas como viene haciendo en España con una torpeza similar al trifas, pero con más ínfulas politólogas.
El equilibrio del mundo en este tiempo depende por la vía  izquierda, de la capacidad de visión y de acción sabia, no beligerante, sino constructiva, firme en ética y dialogante en dinámica  de lo que falta en vez de disfuncionar como demoledora de lo que sobra y ya se está cayendo solo, y más aun: a la izquierda inteligente los cascotes del destro-derribo pueden servirle como material reciclable para la reconstrucción, el Planeta ya no puede permitirse tanto detritus a la deriva por esos estercoleros de la globalización y con el plus añadido de que la derecha salvaje no debe ser destruida sino instruída en valores que hagan posible la vida para todas y todos, no solo para una minoría cerrada a la realidad que ella misma ha deformado y maltratado desde la noche de los tiempos. Para ello la izquierda debe superar el instinto cainita, contagiado por la mente reptiliana de la derecha que desde siempre ha gobernado el mundo con distintos disfraces imperiales, de competir, guerrear, agredir y demoler a sus propios miembros, olvidando que ese  poder obsesivo  solo es la trampa de una victoria  pírrica, y no potestad lúcida que hace posible comprender y actuar en común, quitar barreras sociales y cognitivas, por medio del ejemplo de los hechos -más que por arengas mediáticas y sofismas sin fuste real-,  lo que hace posible el cambio verdadero, ese que no tiene vuelta atrás porque ha logrado cambiar la esencia humana, conciencias e inteligencias, métodos y herramientas para un tiempo-revelación, más allá de instintos, emociones y alienación ilusoria al servicio ciego de los mismos intereses que nos hunden como especie y como habitantes del Planeta Tierra, hijos de la Madre Naturaleza y por ello, hermanos entre sí.

Hacen falta Valencias y Portugales por todas partes. No nos jodais más, porfa, lo vuestro está muerto y no tiene salida, Pablo y Pedro... por ese orden, según han decantado las urnas y los votos el índice de peligrosidad de cada uno.

Quien crea desde la izquierda que a base de imponerse y forzar hegemonías va a resolver algo en vez de hundir las mejores posibilidades a que se puede aspirar y cerrar todas las puertas además de humillar a y abusar de la ciudadanía sin respetar las opciones electorales, no está capacitado para la tarea de gobierno ni para compartirlo en coalición en un momento histórico como el que estamos viviendo y haría bien retirándose y dejando paso a personas y grupos más aptos, menos fanáticos y menos dictadores, como al anticapitalismo, a los Verdes y a los restos del 15M. No se está defendiendo al pueblo, sino la figura de un capitoste que se arrima al sol que más calienta y que por permenecer a la cabeza de algo que mande es capaz de lo peor para todo el estado. Con él será imposible gobernar nada, y lo sabe, y esa será la venganza de su ego inconmesurable y seductor de devociones ilusas: si no puedo mandar en todo haré lo imposible por demostrar el error de los votantes al no elegirme a MI. Hay un reducto comunista dogmático en Podemos que de IU no tiene nada. No es lo mismo una unidad asamblearia de criterios de izquierda que mejoran las circunstancias sociales de la comunidad humana, que un enrocamiento sectario en dogmas leninistas y fracasados (basta mirar a Rusia y a China para comprender) inaplicables en el siglo XXI. Pensar que el comunismo y el marxismo son como la biblia para los fanáticos religiosos, significa no haber comprendido la dialéctica marxista aunque se envuelvan en hoces y martillos. El marxismo original no está cerrado en sí mismo, sino abierto al fluido de la historia, es inseparable del bien común, y por ello jamás hundiría a un pueblo para salvar unas siglas.

P.D.
 Prensa de izquierdas imaginarias y en la cuerda floja: cuanto más hinchas el globo de Podemos y más pierdes la visión de la realidad, más gordo será su estallido final, lo estás alimentando. No estás ayudando a resolver el problemón de España, lo estás potenciando y agravando. Lo más injusto es que lo acabarán pagando los de siempre: los que más y con más urgencia necesitan que este episodio demencial e injustísimo se acabe cuanto antes y no vuelva a repetirse, sí, esa "gente" a la que de boquilla defendéis tanto y en la realidad usáis para perpetuaros en la falacia de un poder que no tenéis ni vais a tener, gracias a vuestras artes clarividentes.
No queremos una coalición con quienes solo quieren esa coalición para impedir que se gobierne si no se les deja gobernar y llevar la batuta a tutiplén. No os amparéis en vendernos la cabra del presunto bien de un pueblo cuya voluntad no sois capaces de respetar. Podemitas y fanáticos del pasado de las kátorgas zaristas de Lenin no pueden hacer algo mejor, está quedando niquelao desde Vista Alegre I. Así que, si nos queréis irse, porfis. Si queda algo de la IU decente, que lo diga y salga del merder para ayudar y si no, el desastre hará su proceso e IU pasará a la historia de la mano de Pudimos...hacerlo mejor, pero nos deslumbró el poderío y el glamour de Galapagar Manor y nos quedamos enganchados a la noria hasta que se acabó el agua, aunque nosotros seguimos dando vueltas en seco con la esperanza de que San Vladimir Illich nos hiciera un milagro de los suyos, pero no cayó esa breva, en su lugar cayó UP, no sabemos como sucedió, fue una sorpresa, como dicen en Italia en estos casos, dalle stelle alle stalle en un plisplás o sicut transit gloria mundi, eso sí,  con las peores consecuencias para las familias más necesitadas y precarias.Ains!
Ah, y por favor dejad ya  de autodenominaros izquierda, no la degradéis más, porque la izquierda de verdad no es así de torpe, narcisa, irresponsable, pija y cegata.


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