sábado, 24 de agosto de 2019

No todo en el Mediterráneo son Salvinis fachas y Sáncheces mutantes según sus coachs; Malta ha reaccionado acogiendo a los 356 náufragos sociales y climáticos del Ocean Viking. Europa se hará cargo de la reubicación en distintos países, como debe ser desde ya. Es posible que sin la desobedicencia civil del Open Arms, el apoyo de seis Comunidades Autónomas dispuestas a acoger,y de la conciencia empática de las bases sociales en España e Italia, dando la bienvenida, animando y aplaudiendo -benvenuti, benvenuti!!!- a los refugiados en el puerto de Lampedusa (no puedo evitar las lágrimas al recordar la escena que se ha publicado en la prensa italiana) , más la vergüenza adjunta de ambos gobiernos, este desembarco no se hubiese producido nunca. Los poderes políticos y económicos pueden frenarse y modificarse mediante una ciudadanía consciente, responsable, comprometida con la vida, la justicia y la igualdad, sin duda, más humana e inteligente que sus gobernantes. No lo olvidemos nunca


Las 356 personas rescatadas del Ocean Viking desembarcan en Malta

Las 356 personas que llevaban en el Mediterráneo 14 días desde el primer rescate han desembarcado este viernes por la noche en Malta. El Ocean Viking, Médicos Sin Fronteras (MSF) y Sos Mediterraneé, llegó al puerto después de que se les ofreciera un desembarco seguro en este país que reclamaban de forma urgente, ya que se comenzaban a agotar los víveres en el barco.
El desembarco se ha producido después de que el primer ministro maltés, Joseph Muscat, anunciara que se había producido un acuerdo para reubicar a las personas refugiadas, mujeres, hombres y niños de Eritrea, Etiopía, Guinea, Chad, Gambia, Costa de Marfil, Libia, Mali, Nigeria, Sudán y Sudán del Sur, en seis países miembros: Francia, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Portugal o Rumanía. "Ninguno se quedará en Malta", recalcó este viernes en un mensaje en su cuenta oficial en Twitter.
Las personas rescatadas, entre ellos un centenar de menores no acompañados, incluidos tres niños de menos de cinco años, fueron trasladados en una lancha de las Fuerzas Armadas de Malta hasta el puerto. El jueves tanto MSF como Sos Mediterranée alertaron de que solo les quedaban alimentos para cinco días más, aunque la mayor emergencia que se presentaba a bordo era "el rápido deterioro psicológico" de las personas a bordo.
Además de heridos de guerra o personas con afecciones crónicas como diabetes, el médico de MSF Luca Pigozzi, alertó de haber atendido a "víctimas de violencia sexual" y a personas que sufrieron "palizas brutales, descargas eléctricas, tortura...". "Uno de cada tres pacientes que veo son niños menores de 18 años. Todos han experimentado viajes de pesadilla antes de ser rescatados", narró.
"Muchos habían intentado huir de Libia más veces, pero fueron interceptados por la Guardia Costera libia apoyada por la UE y confinados de nuevo en centros de detención. Algunos son supervivientes de naufragios o bombardeos. Todos merecen seguridad. Como médico, no puedo aceptar su sufrimiento innecesario", denunciaba.

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