martes, 27 de agosto de 2019

Como ciudadana y lectora de prensa, debo confesar que la figura de Mónica Oltra da muchísimo material periodístico para reflexionar; invitarla a contar su vida, su camino integrador, su sensibilidad humana, su valentía, su lucidez y su compromiso concreto y puntual con la gestión de la vida en común, -que es mucho más que una sigla ideológica de partido-, aportarían a las y los lectoras un verdadero regalo para interiorizar y profundizar. Lástima que todo esté reducido en este caso, a la frívola anécdota acerca de la adicción a las series de sofá y picoteo (en todos los sentidos): el negocio que nos lava el cerebro en los huecos del ocio. Un tributo más al encefalograma plano del capitalismo mediático y su cacosistema que mueve el pastón in one way fashion y por ello da más dolor social, carencias, desigualdades, sudor y lágrimas, y gracias al cual se genera el argumentario que lo mantiene al mando del Titánic global mientras se hunde inexorablemente. Así nos van cambiando por dentro, aniquilando la profundidad y reduciéndola al pellizco de una anecdótica seriefilia perfectamente inútil y prescindible, pero maquillada de imperativa conditio sine qua non que da una pasta a muy pocos y explotación a mucho precariado.... Una lástima, estas oportunidades perdidas y plantas sin tiesto.¿Qué nos aporta y en qué nos ayuda conocer las preferencias televisivas de Oltra? ¿Qué aportaría, en cambio, que nos explicase cómo van en València la educación, la sanidad, las pensiones, la integración social, la regeneración de la vida rural als pobles abandonats y su relación inseparable con la epidemia de incendios forestales y el cambio climático, la violencia de género, los abusos habitacionales en nombre de un turismo feroz y terminator, los presupuestos autonómicos disponibles, etc, etc? La conciencia NUNCA se va de vacaciones ni necesita "distraerse", o sea, escapar de sí misma. Ains!


De series

'The night of', la serie que "bucea en la condición humana" para Mónica Oltra

  • Aunque esta miniserie de HBO ha hecho disfrutar mucho esta temporada a la portavoz de Compromís, su favorita siempre será Doctor en Alaska
  • En agosto, políticos, politólogos y periodistas comentan para infoLibre sus series favoritas... y aquellas otras que no han sido capaces de terminar

Publicada el 27/08/2019 
     
La vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra.
La vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra.
EFE
Mónica Oltra (Neuss, República Federal de Alemania, 1969) es abogada, portavoz de Compromís y vicepresidenta de la Generalitat Valenciana desde 2015. La también consejera de Igualdad y Política Inclusiva participa en De series, dentro de la revista Verano libre, en la que a lo largo de agosto políticos, politólogos y periodistas comentan las series que más y que menos les han gustado. La serie de la que más ha disfrutado esta temporada, y la que más le ha “impactado”, ha sido The night of.

Esta miniserie norteamericana, creada por Steven Zaillian y Richard Price, está basada en la ficción de televisión de la BBC Criminal Justice, que se emitió entre 2008 y 2009. Con sólo una temporada y ocho capítulos, la producción de HBO sigue la historia de Nasir Khan —interpretado por Riz Ahmed, galardonado con un Emmy por Mejor actor en miniserie—, un estudiante de ascendencia paquistaní, que, tras pasar la noche con una desconocida, amanece junto a su cadáver. A partir de ahí, será John Stone, su abogado, quien se encargará de defender su inocencia y se verá inmerso en un intrincado caso en el que Nasir se ha convertido en el único sospechoso.
The night of, que realiza un retrato notable de la burocracia y los procedimientos legales, ahonda en las implicaciones raciales y culturales de la justicia, mientras mantiene vivas tanto la expectación del espectador como el nivel de intriga propio de un thriller policial. La vicepresidenta de la Generalitat Valenciana declara sentir debilidad por este tipo de producciones: “Sobre abogados, investigación criminal… a mí las series de abogados siempre me han gustado mucho”. Sin embargo, fueron los personajes y su evolución lo más reseñable de la serie para Mónica Oltra: “En todo caso impacta sobre todo la evolución de los personajes, el retrato de cómo van evolucionando. Me parece que la serie se zambulle, bucea en la condición humana y en el lado más oscuro de las personas. Está muy bien construida en ese sentido”.

“Creo que todavía ninguna serie la ha superado. Era deliciosa”. Con estas palabras se refiere la portavoz de Compromís a Doctor en Alaska, su serie favorita de la historia. Esta producción estadounidense, emitida en la CBS, sigue la vida de Joel Fleischman, un joven y urbanita médico que se ve obligado a pasar varios años de su profesión en Cicely, un perdido y pequeño pueblo de Alaska. Será ahí donde Joel tendrá que aprender a vivir, y sobre todo a adaptarse, a sus excéntricos vecinos y ciudadanos. Estrenada en 1990, con seis temporadas y 110 capítulos esta ficción conquistó a Oltra por su emotividad, su humanidad y también su humor. Si la repusieran, “la volvería a ver sin duda”. “La serie es muy surrealista en los personajes y en lo que pasaba, pero es un retrato muy humano de un colectivo que vive en un pequeño pueblo y en el que se plantean las diferentes emociones, los diferentes problemas y relaciones que las personas construimos”. Además, la vicepresidenta recuerda con especial cariño a Maggie, una de sus protagonistas: “Es una mujer valiente, que aunque no parezca encajar, te das cuenta de que ese es su lugar en el mundo. Es piloto de avión, la que conecta aquello con el mundo, porque viven aislados. Una mujer feminista, valiente, progresista. Me gusta”.

Finalmente, Oltra, a quien le “satura tanta maldad”, confiesa haber dejado a medias dos grandes ficciones televisivas. House of cards es una de ellas. Protagonizada por Kevin Spacey y Robin Wright, las seis temporadas de esta producción de Netflix muestran el rostro menos humano de la política. En ella, poder y mentira a cualquier precio escriben un relato dramatizado de muchos de los tópicos de los que se alimenta la esfera pública estadounidense, donde ambición y manipulación juegan a costa del interés colectivo. La otra, que suele copar los rankings como una de las mejores series de la historia de la televisión, es Breaking bad. Esta producción, emitida en la cadena estadounidense AMC, sigue los pasos de Walter White, interpretado por Bryan Cranston, que, tras recibir la noticia de que tiene un cáncer de pulmón terminal, decide dar un giro a su vida y empezar a traficar con drogas para así liberar a su familia de cualquier carga económica.

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