martes, 6 de junio de 2023

Cuando hablar de Homeopatía es hablar de conciencia y de amor al prójimo, el alma, la inteligencia real y la luz intensifican su energía dentro y fuera del Ser humano, haciendo que de verdad la humanidad se ponga las pilas del espíritu y siga adelante, superando los golpes, los fracasos, las decepciones y tantas veces los juicios negativos sobre los demás, sin chispa de empatía ni de escucha; afortunadamente los verdaderos médicos, en particular los de atención primaria,sobre todo, son especiallistas en humanidad, escucha, acompañamiento y cuidados verdaderamente intensivos, a la hora de amar, como ama el espíritu, al mismo tiempo que nos sana y nos equilibra con su luz inagotable, aún en medio de los peores apagones, así nos nace la esperanza de cada día, lo que llaman "fe" se cosecha como experiencia transformadora, inspirante y sonante, y lo que llaman "caridad" asume su sentido etimológico de la caritas/caritatis latina: amor fraterno, compasivo, empático, sin apegos ansiosos de dominio ni de control manipulador sobre nada ni nadie, muy lejos, también, del "amor/oris" que en su origen semiótico era simple deseo emocional de poseer algo o a alguien y de ser lo mismo amos que siervos, de ahí la manía de ser "esclav@s del señor", una barbaridad que nuestro Origen y Destino, -al que llaman "dios"por mera tradición heriditaria- jamás exigiría a nadie. En nuestra cultura el despiste total ha conseguirdo que a los significados se les haya ido dando la vuelta y resulta que el 'amor 'se aplica sobre todo al eros del deseo y la "caritas" sólo a las limosnas de los católicos.Con esos desbarajustes, nos perdemos por el camino, como los hermanos de Pulgarcito, incapaces de volver a casa, porque las migas de pan que se dejaban como rastro para el retorno, se las han comido los pájaros o se las han llevado las hormigas...valga la metáfora...En esas estamos. Nuestro maestro, amigo y hermano, el Dr. José Ignacio Torres, lo descubre cada día en la consulta, mediante su conciencia despierta de cuidador y ángel custodio, como lo son todos y todas l@s médic@s que han hecho de la Medicina un verdadero camino luminoso, y no sólo una profesión con la que ganarse la vida, porque ya la tienen ganada cuando aman con la banda sonora de la Caritas verdadera: el sentimiento más alto y noble que el ser humano puede experimentar, repartiendo, como los antiguos griegos la 'eujaristía', la buena gracia, literalmente, como forma de vida y no sólo como un ritual para comprarse los billetes de un más allá, que sin solucionar ni orientar cada día y a cada instante, nuestro paso por el más acá, no tiene futuro alguno...Muchas gracias, José Ignacio, por conservar las alas y la bata blanca del alma, que inspiran tu voto tan responsable como necesario.. Bendiciones homeopáticas para toda la familia humana!

 

La insoportable responsabilidad del ser médico

Mientras me dirijo al colegio electoral en esta jornada dominical en la que la lluvia es tan protagonista como la democracia me viene a la mente el título de la novela de Milan Kundera. Y pienso en ella justo ahora cuando estamos en plena Feria del Libro de Madrid y el parque de El Retiro[…]

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