miércoles, 28 de septiembre de 2022

La imaginación es el taller de la creación y de la creatividad, si desde casa no podemos quitar el hambre, ni pacificar el mundo, ni impedir ni deshacer las guerras y conflictos que jamás provocaríamos, ni curar las enfermedades del prójimo, ni detener y revertir el cambio climático, solo nos queda ahondar e inventar los mejores y más sanos proyectos con nuestra imaginación, un recurso que nadie podrá arrebatarnos, así que vamos a ello...Por nootr@s que no quede, querida familia global...Al menos cuando salgamos de este basurero mundial, no habremos colaborado en dejarlo peor de lo que lo encontramos...

 

¿Qué pasaría si nuestr@s herman@s rus@s y ucranian@s, de repente se plantasen pacíficamente y cantando en las calles de Rusia y de Ucrania como lo hicieron nuestr@s herman@s portugueses con "la revolución de los claveles", el 25 de abril de 1974, para acabar nada menos que con 50 añazos de dictadura a cargo del "militar salvador" de turno, Oliveira Salazar? El ejército portugués comprendió que era el pueblo el que ordena y se responsabiliza del bien común, la concordia y la fraternidad en las democracias y no los generales con los caciques que los mantienen y les pagan por el servicio prestado a sus intereses particulares, teatralmente "patrióticos" y realmente demoledores, que acaban siendo la esclavitud deshumanizada para el resto de la sociedad. Y sobre todo, el ejército lusitano logró comprender y experimentar que ellos también son parte natural y social del pueblo, no sus carceleros ni sus torturadores.

Europa entera se quedó alucinando con aquella ejemplar resolución portuguesa. Y no digamos nada lo que se removió en España, que estaba por entonces, y sin saberlo, en la recta final de su propio calvario dictatorial, pero solo en apariencia, obviamente, porque lo único que hizo posible el paso miedoso de los españoles para salir del horror ya convertido en normalidad fue la muerte natural del dictador, porque tal y como disfuncionamos, si no se hubiera muerto por su cuenta, aún estaríamos a sus maravillosas órdenes eternas...Como los chistes implacables aseguraban, imitando la voz aflautada del gerifalte number one, felicitando el año nuevo, que siempre resultaba ser el mismo aunque los números de las fechas cambiasen cada doce meses..."Año tres mil veinticinco de la Era Crishtiano imperial: Eshpañolesh todosh, una vez muerto diosh y ashumidos losh plenosh poderesh de la ppatria, entro en la intimidad de vueshtrosh hogaresh, para felicitarosh el año nuevo, que shiempre esh el mishmo...qué cashualidad...¿verdad?" 

España descubriría de repente lo fácil que era hacer un cambio de situación política cuando los pueblos desarrollan de común acuerdo lo mejor de sí mismos y se unen para bien y no para machacarse  mutuamente a causa de clases sociales destrozados por el egoísmo de unas y la desesperación de otras, o sea por la ceguera de ambas.  En Portugal también había problemas sociales, políticos y económicos muy graves, pero...había sin duda una sensibilidad y una conciencia que aquí brillaban y siguen brillando por su escasez e incluso por su ausencia. 

Ahora que el mundo está como está,  necesitamos más que nunca poner en marcha un espíritu colectivo y personal, al modo portugués. Así que recurramos a la imaginación y vayamos dando forma colectiva en nuestras mentes, garabatos, dibujos, palabras y canciones dedicadas a aquellas tierras y personas, a un cambio de iluminación en el alma colectiva de rusos, ucranianos, también de europeos y yankies mojados en el mismo caldo horripilante ya "tan natural" que está haciendo de la aberración y el acabóse, una costumbre cotidiana, como decir buenos días en una trinchera mortífera sadomasoquista. Imaginemos a millones de rusos saliendo a la calle en paz y que cuando las fuerzas de seguridad intentan apalearles e incluso matarlos, sacan unos caramelos y los reparten también entre los matarifes, lanzan flores y ramas de árboles al paso de los atacantes e incluso a los más pacíficos se les colocan en la boca de las armas, unas margaritas, unos geranios o unas flores de acebo, hojas de abeto,  mientras suena en el aire de la Plaza Roja y sus aledaños la versión traducida al ruso de "Grandola Vila Morena, terra da fraternidade..." No cuesta nada imaginar al mundo entero peqado a las pantallas, y flipando en colores y en perfumes naturales, animando y aplaudiendo a unos seres humanos capaces de ser ejemplares en sus mejores impulsos, rodeando a Putin y a Zelenski en Ucrania, sin odio ni rabia, para invitarles a dejar el poder que, verdaderamente, les viene grandísimo y como no saben qué hacer con él, está demostrado, sin duda en los dos bandos, lo utilizan como los niños destrozan los juguetes para ver cómo funcionan cómo están hechos por dentro hasta que los destripan. 

Así que, hále, querida familia humana y divina, más que ir al lío para empeorarlo, vamos a imaginar deshacerlo cuanto antes, aunque solo sea  inventando soluciones increíbles, hasta que igual puede que sean más posibles de lo esperable...Y desde luego, sí, es algo mucho mejor y más sano que quedarnos hechas puré delante de las pantallas y sus habitantes, adiestrados por Mordor en los pozos negros de la Tierra Media, -¿o más bien mediocre?- Recordemos como banda sonora de la buen memoria la canción: 

"Esposa del dinero, la mediocridad, confunde el fin con el medio, adormecida el alma, no se atreve a creer, no se atreve a crear, la mediocridad...De los mediocres será el reino de los miedos, de los mediocres, será el reino de los medios". 

No dejemos que esa evidencia nos condene para siempre a la mediovida del tramppantojo pperenne...Ains!!!

Y recordemos el lema de la generación del 68 (la mía y la de John Lenon): "La Imaginación al poder"; lo cierto es que entonces nos salió más bien tirando a chapuza, - a la vista está-, no estábamos entrenad@s para semejantes berenjenales, pero bueno, de todo se aprende, esperemos que podáis perdonarnos, todo puede corregirse si lo intentamos e insistimos, por algo la experiencia es la madre y la abuela de la ciencia, carinyets!

 

P.D.

Poner la otra mejilla, como nos recomendó Jesusito de nuestras vidas, no solo no es una tontería, es el único modo inteligente de dejar a los "enemigos" sin razones ni motivos para la enemistad, ni la hostilidad ni la agresión. Nunca olvidemos que dos no se pelean si uno de ellos no quiere pelear y solo responde a la provocación con escucha, fraternidad de verdad no selectiva y empatía.

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