Que la tercera potencia económica de la zona euro vuelva a ser la cuna del fascismo en su versión siglo XXI no lo vimos venir, dicen ahora. Y eso que Matteo Salvini, líder de la ultraderechista Liga italiana, ya fue vicepresidente y ministro del Interior procesado en un juicio de "pura propaganda" por el secuestro de más de 150 migrantes en un barco de la oenegé catalana Proactiva Open Arms, a los que no permitió desembarcar en las costas italianas, añadiendo con su xenofobia -la del fascismo- más sufrimiento al sufrimiento de estos seres humanos. Éste no fue el único frente judicial de Salvini, pero oigan, que ha vuelto.

No vimos venir el fascismo pese a que Silvio Berlusconi ya gobernó Italia a intervalos durante diez años pese a su corrupción rampante y, aunque se le daba por amortizado hace unos años, vuelve al ruedo con loas al imperialismo de Vladímir Putin. Tampoco vimos venir el nuevo fascismo por Italia, la cuna del fascismo del siglo XX, pese a que italianos e italianas llevan 65 gobiernos en 74 años, la derecha democrática no existe penas y la izquierda se retuerce aniquilándose a sí misma. Pues no lo vimos.

"No solo quería participar en las fiestas, quería tener el poder de hacerlas fracasar". Esta fea noche de domingo, yo también voy a citar a Paolo Sorrentino, o mejor, a su perfecto personaje Jep Gambardella (Toni Servillo), protagonista de La grande bellezza (2013), película imprescindible del cine italiano, y si me permiten, del cine y punto. La cita la he visto identificada en los últimos días con Matteo Renzi, con Berlusconi, con Beppe Grillo,... Con todos aquellos que contribuyeron a la inestabilidad política de Italia, así que la lista podría ser larga y no se salvaría ni uno, me temo.

Este domingo, no obstante, la frase toma otra dimensión, porque la ultraderechista líder de Fratelli d'Italia, Giorgia Meloni, ha hecho fracasar la fiesta de la democracia europea, esa comunidad de líderes políticos altísimamente cualificados/as, nos dicen, pero incapaces de independizarse de papá USA pese a las sobradísimas virtudes de la Unión. Y, ¡oh!, no vimos volver el fascismo a Italia, ¿cómo es posible?

Giorgia Meloni, el producto de la antipolítica italiana
Giorgia Meloni, el producto de la antipolítica italiana

Es posible porque los fascismos nacen, sobre todo, cuando la política se desentiende de sus responsabilidades y la antipolítica lo invade todo, metiendo el dedo en la llaga de las contradicciones de un sistema cobarde con los de siempre y girándolo, girándolo,... sobre la herida de quienes siempre pagan el pato de las crisis, las muchas y sucesivas crisis. Surgen cuando la memoria histórica -y en Italia nos llevan ventaja, imaginen qué papelón el de España- se asume como una cortesía y no como un compromiso diario con la democracia, la cultura, la educación y la justicia más elementales. Emergen cuando los ataques contra los derechos humanos se normalizan sin condenas tajantes y con contradicciones e intereses sonrojantes, por ejemplo, haciendo la vista gorda en Polonia porque Ucrania o en Marruecos porque los migrantes o en Emiratos Árabes porque el gas.

Todo lo que escribo en este momento de incertidumbre se ha dicho aquí, en las páginas de Público y de algunos otros medios (siempre escasos), en infinidad de ocasiones. Toca entonces disfrutar la fiesta fracasada con Meloni de invitada estelar, la decandencia virtuosa que tan bien muestra Sorrentino, y observar cómo empezamos a normalizar que a Italia la gobierne la ultraderecha, que es lo mismo que blanquear el fascismo. Nada nuevo.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

 

Comentario del blog:

 

Tal vez ya vaya siendo hora de distinguir esencialmente los significados y las diferencias semánticas entre conceptos tan básicos y determinantes para la misma vida de la especie y del planeta, como  política e ideologías. Es decir, aprender a discernir las diferencias entre tripas e inercias y/o lucidez responsable, humanitaria e inteligente, desde una antropología ética y  una ética antropológica. Del revés y del derecho. 

Es fundamental que se tenga claro desde la escuela elemental, desde casa, desde el barrio, qué es la política en una democracia, el trabajo con la inteligencia social que somos tod@s junt@s; un ejemplo práctico: la política equivale a los planos, arquitectura, albañilería, fontanería, carpintería y electricidad, para construir y poner en marcha un edificio, e ideologías puede equipararse a las inmobiliarias que se dedican a especular a lo bestia para vender la construcción que ellas no son capaces de realizar, pero que les venden a quienes necesitan una vivienda o una oficina, a cambio de un precio bastante más alto del que seguramente, cobrarían los constructores y entrampando durante años a los compradores por medio de hipotecas, con las que también los bancos se forran. Es decir, que la ideología tiene un papel muy parecido psicoemocionalmente, a la intermediación comercial y especuladora, con las necesidades de la ciudadanía. Por eso seguramente bastantes medios de comunicación se han escandalizado de que Yolanda Díaz y Alberto Garzón, ministra de Trabajo y ministro de Consumo,  se hayan implicado directa y personalmente en el tema de los abusos tanto en el Consumo alimenticio como en la Cesta de la Compra, cuando precisamente en esa proximidad del conocimiento práctico y realizador consiste la política. Pero ideológicamente, esas actitudes responsables dejan en bolas el ideologismo, que es precisamente de lo que la ideologitis mediática ha acusado a esos "comunistas". El ideologismo es tan miserable como ridículo. Sin duda. El colmo de la torpeza es criticar las mejores soluciones que a la torpeza y a la miseria jamás se les pasan por la imaginación. Es algo así como salvar a alguien de ahogarse y acusar al salvavidas de ser rojo o ser azul, verde, amarillo, naranja o morado, blanco o negro. En fin...Pero, claro, hay que ganarse el chusco y si las empresas mediáticas pagan y dan trabajo, pues eso es lo que hay en el reino de ideologilandia...Ains!!!

1) Política es el sistema compartido y cooperador necesario para construir el bien común desde la cooperación -y no desde la agresividad y la perversión sistémica y tantas veces, podrida,- que eligen los pueblos libres para determinar la caja de herramientas necesarias con las que  gestionar sus necesidades colectivas e individuales, inseparables de los derechos y los deberes individuales y sociales. El origen de la palabra deriva del término griego polis= lugar habitado por un conjunto de personas, oi politoi=los ciudadanos. Seres humanos que se unen para compartir espacios, habitáculos, cultivos, habilidades, necesidades, enseñanza, religiones o tradiciones, diversidad, culturas, filosofía para vivir, arte, deporte, creatividad, comercio e intercambio, y con la capacidad de poder elegir cómo  hacer lo necesario mediante un sistema nuevo, lejos de los imperios y sus tiranías, a ese sistema integrador desde la base y no aplastante desde el poder absoluto de la monos/arjía (el poder de uno solo) Un conjunto que llamaron politeia (ciudadanía, habitantes de la polis) , que se elegía mediante el voto personal y directo. Es decir, que la politeia griega es el equivalente a la societas latina. Al sistema social de los pueblos civilizados y capaces de autogobernarse, de darse a sí mismos y crear si es necesario, las normas, conocimientos y recursos para hacer la vida habitable, justa, armónica, humana y ética, un término, que en principio solo significaba "hábito o costumbre", y que desde Aristóteles adquirió un sentido más profundo, añadiendo cualidades para ser mejores personas a base de aprender conviviendo, unos de otros, "mejorando lo presente", podríamos añadir. Fue Aristóteles quien, desde la experiencia y la pedagogía, diseñó específicamente una orientación para el pueblo Ética para Eudemo, y otra para quien gobierne al pueblo, Ética para Nicómaco. Eudemo =buen pueblo; Nicómaco=el que vence en el combate de la elección. 

Es una lástima que nuestra especie se vuelque en adquirir innumerables conocimientos mecánicos y autómatas y no aprenda antes y al mismo tiempo a pensar ya trabajar más allá de lo inmediato, de lo pasajero y de lo que solo favorece la idiothía, lo solamente propio y egocéntrico, sin tener en cuenta la armonía y el equilibrio con el entorno social y biológico imprescindibles para la propia existencia y para el propio sentido y valor de la misma vida. La política es exactamente esa imprescindible conditio sine qua non. Una condición fundamental, básica, para la convivencia, el conocimiento y la cooperación de los seres humanos en privado y en comunidad. Por ello es imprescindible separarla cuanto antes de las ideologías y su toxicidad, para no acabar destrozad@s por lo que en realidad nos ayuda a construirnos. 

Además contamos con otro ingrediente que siempre va pegado como un parásito psicoemocional a la inteligencia ética, sana y necesaria de la política

2) La ideología. Es sin duda el lado oscuro y el lodazal subterráneo más repulsivo y peligroso escondido y fermentando en los sótanos de la política. El vampiro que se alimenta emocionalmente de ella y de la ciudadanía. Se justifica a sí misma en las democracias por medio de la ruidosa y demagógica 'libertad de opinión' manipulada hasta las trancas, que defiende a capa y espada, pero que cuando triunfa, en cualquiera de sus modalidades, lo primero que hace es acabar con la arjía del demos, es decir, con los derechos cívicos y el poder del pueblo para cambiar votando de bando en bando hasta  acabar asqueado, despreciando la política y absteniéndose en las urnas,al ver lo sresultados entre el constante boicot y la perenne toxicidad ideológica y refrendando lo peor,  ''porque en la política todos son iguales". Y ahí llega el éxito del marrón manipulador: la abstención de la conciencia missing a favor de la debacle.  Es el modo más eficaz y depravado de acabar con la misma democracia que les ha facilitado apoderarse de todo. Recordar los procesos trepadores de Hitler, de  Mussolini, Stalin, Reagan, Bush, Trump, la acojonada "devoción" caudillista de la España destrozada, por el mismo que teóricamente la iba a "salvar"...Recuerdo a mis padres superfachas devotos, escuchando cada noche por lo bajini, La BBC, Radio París y hasta La Pirenaica, "para poder saber de verdad lo que pasa en España y nunca nos cuentan ni en el NODO ni en los diarios de RNE". 

Para comprender este tinglado y su envoltorio de apariencias en el que estamos inmers@s, recurramos una vez más a la etimología del término: ideología es la síntesis de dos conceptos griegos a) idea y b) logía. Y el significado es respectivamente a) índole, modo de ser, apariencia, forma distintiva, clase, aspecto. b) lo que se opina, se dice y se discursea acerca de algo (logos=palabra). Nada de sustancia, ni de conocimiento, ni de capacidad de percepción ni de principios éticos, que solo se consideran pegatinas de la misma "logía" empleada como barniz y maquillaje, pero en realidad inexistente a la hora de la verdad. O sea, una puerta abierta totalmente a la manipulación en vivo y en directo. La ideología es la acequia mental y expendedora natural por la que discurren las aguas que alimentan el terreno de las actitudes humanas. Es cierto que en realidad disponemos de un libre albedrío para elegir  qué acequia preferimos utilizar, pero no es nada fácil que consigamos un agua  lo más limpia posible de toxicidades y basuras, ya que nacemos en un mundo contaminado "normalmente". Hay que andar y elegir con equilibrio y unos valores previos, que casi nunca conocemos ni funcionan, obviamente,  desde la autonomía ética de la conciencia, puesto que nacemos y crecemos en ámbitos casi siempre ya manipulados instintivamente por el inconsciente colectivo y las tripas sociales, religadas al poder y dependientes de sus trapisondas, y en todos los aspectos tan proclives a hacer negocio y a sacar tajada de todo lo que pillan. Una "cualidad" que se ha reconocido global y técnicamente como "inteligencia".Tomayá.  O sea, la actitud "normal" del ser humano en estos rollos, es la del golum o golem, en El señor de los anillos: ¡Mi tesooorooo!!!! Por eso es tan difícil para the sistem in failure descubrir el montaje del que él mismo forma parte y con el que al mismo tiempo se autofagocita. O sea solo ha llegado a descubrir que lo que le engorda y lo enriquece, lo deja  humanamente k.o. y lo mata.  Y esa es la "normalidad". Gran parte de la especie se ha identificado con su propia debacle como única vía de existencia y disfrute carpe diem fashion, desconociendo y olvidando que lleva dentro una esencia que que ni se imagina y de la que depende el sentido y la plenitud de su vida. Es ese plano del Ser cuya ausencia consciente provoca las depresiones y los desequilibrios psicoemocionales y tantas veces hasta somatizados en enfermedades orgánicas. 

Para no perder el Norte, o para recuperarlo, sería muy buena idea que al menos una vez a la semana diésemos un repasito a películas como la primera de "Matrix" de las hermanas Wachowski, que en su día tuvieron que presentarse como "brothers", y no como las "sisters" que en realidad se sentían y reconocían,  para poder ser aceptadas en Hollywood. También a "Las Nueve Revelaciones", de James Redfield, a "Horizontes Perdidos" de Franz Capra y a "The Mission" de Roland Joffé, "Gandhi" de Richard Attenborough o "La lengua de las mariposas" de José Luis Cuerda. Relatos de una realidad crudísima, más que evidente, que nunca deberíamos dejar a un lado para engancharnos mecánicamente y letalmente a la banalidad del mal, que diría Hannah Arendt, como droga que mata gota a gota sin parar y sin que se note ni se conozca previamente su estrategia, porque es el envoltorio animal en que nos encontramos al llegar a este plano del existir, sin que nadie nos explique y nos demuestre que la Vida es otra cosa que merece la pena ir descubriendo y regenerando en este mundo. Y que cuando alguien ha llegado a este estado de sumisión mecánica y "tradicional" para ayudar a ver, a renacer, a resucitar, se le ha torturado y asesinado para que nada cambie, pero, afortunadamente hay Vida más allá de la "movida" y sus máscaras diversas. Y lo mejor de todo es que esa Vida es la semilla feliz y renovadora que todas y todos (hasta lo más "malos y malas") llevamos en nuestro interior. Es la puerta que se puede abrir para cenar junt@s, en la Casa Común de la Vida,  la fiesta inicial del Apocalipsis, -etimológicamente Revelación, no catástrofe, xd!- o sea, el camino de la liberación evolutiva emergiendo del manicomio global gracias al despertar de la especie.

 😉😉🤩🥰🥰👍👍🙏🙏👌🏿👌🏾👌🏽👌🏽👌🏼👌🌿🍀🍁🌻🌲🌵🌼🌾🍃👨‍👩‍👦‍👦👨‍👩‍👧‍👧🙌🏿🙌🏻🙌🏽🙌🏼🙌🏼🙌🏾😇😇😇😇

Ahora pasemos lista a hechos y circunstancias consentidas que hemos ido contemplando y padeciendo durante años, y que han ido haciendo posible lo que hay. Recordemos que lo primero que hizo el pp al llegar al Poder Ejecutivo y Legislativo, fue remodelar las leyes a su conveniencia, y acabar con el equilibrio del Poder Judicial, invadiéndolo sin el menor escrúpulo, hasta el punto de que ahora mismo es imposible renovar los tribunales, como el Constitucional o el Supremo, a cuyos integrantes  ellos impusieron "democráticamente", aprovechando la mayoría de votos. La ética desaparece cuando los  medios se convierten en fines y los fines teóricos en medios prácticos. Es el fin de la democracia y de toda verdadera libertad responsable, justicia, igualdad y fraternidad, es hasta el fin de los mismos principios espirituales de cualquier camino sano, que esos mismos esbirros de Mordor, cacarean tantísimo en sus eventos ppoppulares y devotos.  La ideología nunca se basa en el equilibrio y ni en el discernimiento, se basa en el fanatismo, en el pataleo, en las revanchas,en los piques,en  las envidias, la calumnia si es necesario,  en provocar el descrédito del eterno "enemigo" ideológico, cuyo odio lanza a la publicidad, como eterno contrincante "político", cuando esos manejos, de políticos no tienen nada. Sino todo lo contrario, son los flecos no saneados de regímenes ancestrales, dictatoriales, de compraventa de intereses y cargos, mucho más propios de la Baja Edad Media y sus feudalismos monárquicos, que de cualquier democracia medianamente sana del siglo XXI. La ideología es fanática y mucho más "religiosa" y ancestral que laica y humanizada. La ideología no se ocupa de los seres humanos sino de objetivos que faciliten sistemas de manipulación para apoderarse del poder, valga la constante y demostradísima redundancia. 

La política es el conjunto de recursos sociales,económicos, legislativos, jurídicos, sociales, imprescindibles para gestionar la convivencia de la humanidad, la organización de territorios y servicios. Necesitamos vías y caminos para atravesar la vida y el tiempo en el espacio de este planeta. Necesitamos servicios para mantener la salud, la vivienda, el trabajo humanizado, la comunicación, la enseñanza, la producción de objetos, ropa, libros, muebles, cultura, la alimentación, asistencia urgente en caso de inundaciones, incendios, sequías, cuidados, ciencia decente, pensiones, convivencia, respeto a la dignidad de cada ser humano y también comprender que la libertad personal no es infinita y que desemboca, como el río de la vida,  donde comienzan los derechos y deberes de los demás...En el Bien Común. 

El verdadero disparate es que las ideologías se hayan llegado a identificar con las soluciones necesarias y ese trasvase de responsabilidades teóricas y demagógicas se haya convertido en un armazón aparente, de realidades que nada tienen que ver con ideas abstractas ni dislexias devoradoras de la dignidad, derechos y deberes de la ciudadanía terrestre, ya globalmente sierva esclavizada del poder y del dinero, disfrazados de patriotismos, religiones, bancos, paraísos fiscales, negocios tóxicos,  puertas giratorias y hasta de delitos justificados por leyes mucho más ideológicas apañadas, que verdaderamente sanas y  políticas. 

Rompamos el maleficio, que podemos hacerlo votando lo más humanitario y decente, huyendo de las cloacas ideológicas y olvidando la abstención. Recuperemos al elfo y a la elfa que tod@s llevamos dentro, una vez a salvo de lo peorcito de nosotr@s mism@s y de cada marronaco mediáticovoltaico que pulula en el imperio de la trola ambulante. A ningún ser despierto se le ocurre abstenerse de votar para que acaben l@s orc@s monstruosos dirigiendo ministerios, vicepresidencias y presidencias, mientras Mordor se lo lleva crudo a sus paraísos del siempre igual. Como acaba de pasar en Italia. 

Cuando las barbas del vecino veas afeitar, no dejes que las tuyas se te enreden y quítatelas ya, antes de que te pelen por la puerta de atrás, pues ahí lo  estamos viendo: esos orcos barberos que enlodan y destrozan, que en vez de echar de menos, echas siempre de más...

Más política, querid@s, y menos ideologías a la carta demencial  😍😍🤗🤗👏👏👏