viernes, 6 de mayo de 2022

Gracias, Pablo Romero y República de Público, por la información, las aclaraciones y el orden de factores, para que el producto sea el adecuado a las entendederas del personal; en medio del caos total se agradecen muchísimo la claridad y síntesis de la inteligencia 👍👍👍👍👍😍😍😍😍😍


Espionaje al móvil de Pedro Sánchez: así funcionan el CNI y Presidencia

El Gobierno se ha encontrado con un problema político de crecientes dimensiones, el escándalo del espionaje de Pegasus a los móviles de Pedro Sánchez y de varios ministros, que enfrenta a dos de las carteras más poderosas: Presidencia y Defensa. Sólo cabe una versión; lo demás será 'secreto'.

Imagen del edificio del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en Madrid.
Imagen del edificio del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en Madrid. Archivo

Los escándalos del uso del sistema espía israelí Pegasus han levantado una enorme polvareda política desde la publicación hace dos semanas del llamado 'Catalangate', el espionaje a políticos, activistas y abogados catalanistas. De forma sorpresiva e inédita, el Gobierno reconoció el pasado lunes que el móvil del presidente Pedro Sánchez había sufrido hace un año dos intrusiones con robo de más de 2 GB de datos.

En el anuncio, el ministro de Presidencia y anterior directo del Gabinete del presidente, Félix Bolaños, aseguró entonces que este agujero de seguridad en el teléfono de Sánchez había sido detectado pocos días antes, pese a que los ataques tuvieron lugar en mayo de 2021. 

La crispación se ha instalado enseguida entre los responsables políticos de todos los partidos, se ha abierto una brecha en el gobierno de coalición e incluso en el seno socialista del Ejecutivo chocan dos versiones opuestas, en fondo y en formas

Una de las cuestiones clave que incendian la mesa del Consejo de Ministros es determinar sobre quién recae la responsabilidad de no haber evitado el ciberespionaje, a pesar de que Pegasus es un sistema diseñado precisamente para ser indetectable.

Veamos pues cuáles son las competencias del CNI (Ministerio de Defensa) y de Presidencia del Gobierno en materia de protección de las comunicaciones -de los móviles, en este caso- de Pedro Sánchez. Así funcionan ambos organismos públicos, y así son sus competencias y sus límites según la legislación vigente:

Centro Nacional de Inteligencia (CNI)

Qué es: Heredero del antiguo CESID (Centro Superior de Información de la Defensa), la estructura del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) está descrita en su propia ley, (Ley 11/2002, de 6 de mayo, reguladora del Centro Nacional de Inteligencia), de modo que funciona como "una Dirección, cuyo titular tiene rango de Secretario de Estado", cuenta con una Secretaría General y, según indica la citada ley, puede albergar "otras unidades que se determinen mediante reglamento". La directora actual es, de momento, Paz Esteban, nombrada oficialmente el 30 de enero de 2020 a propuesta de Margarita Robles.

Dónde está: El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) es el núcleo de la inteligencia española, algo así como 'nuestra CIA'. Su sede está en la Avenida Padre Huidobro de Madrid y es visible desde la autopista A6. Dentro de ese edificio de tres brazos se controla y elabora la información que proporcionan agentes y analistas especialmente seleccionados en un proceso abierto a cualquier español.

Qué hace: Su labor está claramente recogida en la normativa mencionada. Fundamentalmente, se dedica a recoger información y convierten en algo útil para que el Gobierno pueda tomar decisiones. Puede actuar dentro y fuera del territorio nacional. Y sus objetivos a cumplir los tiene que dictar el Gobierno mediante la Directiva de Inteligencia anual, cuyo contenido es secreto (artículo 3). Cuenta con una plantilla de unas 3.000 personas.

En su artículo 4 b), la norma también especifica que el CNI tiene que "prevenir, detectar y posibilitar la neutralización de aquellas actividades de servicios extranjeros, grupos o personas que pongan en riesgo, amenacen o atenten contra el ordenamiento constitucional, los derechos y libertades de los ciudadanos españoles [...]", entre otros.


El CNI alberga el Centro Criptológico Nacional (CCN), que cuenta con un Real Decreto propio en el que se concretan sus funciones: velar por "la seguridad de los sistemas de las tecnologías de la información de la Administración", especialmente cuando la información que se maneja es clasificada. No obstante, esta norma no obliga al CCN a rechazar ataques, sino que su labor es sobre todo preventiva (Emitir alertas, prestar formación, certificar tecnologías para las administraciones públicas o adquirir tecnología de seguridad, entre otras tareas). 

A quién responde: Orgánicamente siempre ha sido parte del Ministerio de Defensa excepto durante el periodo entre 2011 y 2018, que pasó a depender directamente de Presidencia con Soraya Sáez de Santamaría. Su propia normativa establece que es la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos de Inteligencia, el que tiene que "coordinar las acciones del CNI, de los servicios de información de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y los órganos de la Administración civil y militar" (artículo 6). El CNI está, por tanto, a las órdenes del Ejecutivo. 

Además, está sometido a dos tipos de control: uno es el presupuestario, tanto desde el Congreso, especialmente en lo que respecta a los fondos reservados, como desde la Intervención General del Estado. El otro es judicial -aunque mínimo- y requiere que un magistrado concreto del Tribunal Supremo autorice previamente la adopción de medidas que afecten a la inviolabilidad del domicilio y al secreto de las comunicaciones. Así lo establece la Ley Orgánica 2/2002, de 6 de mayo, reguladora del control judicial previo del Centro Nacional de Inteligencia.

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