Esto no es de ahora; hay gente como ell@s, desconocida, sin tiempo para andar en las redes pidiendo un like, que llevan toda la vida dándolo todo sin regatear: trabajando gratis en las prisiones, en la recuperación de la droga, en el cuidado de los enfermos, en la acogida y el refugio para migrantes, dando compañía y cobijo, atención y apoyo a los que peor están, siendo familia de toda la humanidad. Nunca se presentan a las elecciones, no tienen tiempo para "hacer política", construir humanidad/famila les tiene completamente ocupad@s. Sí que se puede, claro que sí, pero tenemos que despertar para poder comprender la intensidad del compromiso que tenemos con la familia humana que somos tod@s. Y que no solo se trata de que haya recursos para todos y todas, que es de una ética elemental, sino sobre todo de comprender que solo cambiando por dentro las conexiones y la mirada que nos vinculan a la vida, podremos cambiar el funcionamiento de la misma vida. Nosotr@s somos el milagro posible, pero los milagros no se hacen solos, necesitan manos, pies, mentes despiertas y corazones limpios, inteligentes y sanos y que la mejor palabra se haga carne cada día en la compasión, en la apertura a la diversidad de cada ser que encontramos, en la mano tendida, en la ayuda mutua, y en la alegría serena que nace naturalmente sin forzar nada, solo como resultado del modo de vida que se elige y se comparte con todos por igual, porque en cada ser humano vas descubriendo lo mismo que hay en ti...De eso se trata. Todo lo que se quede solo en trámites, números, oficinas, papeles, rituales y limosneo para "ser buenos" e "ir al cielo" no es el camino, sino apaños que no consiguen resolver el gran problema de nuestra especie: el vacío de sentido que las leyes, mandamientos y normas solas, sin alma ni conciencia en acción, no pueden llenar jamás. Sólo el amor, como canta Silvio Rodríguez, "alumbra lo que perdura y convierte el milagro en barro"
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