Los profetas de la lucidez, los que atan cabos, siguen ahí, tratando de iluminar las tinieblas que se han hecho "normalidad"para este (in)mundo en el colmo de la ceguera autoprovocada y autosostenida, para más inri!.
Incansables en el conocimiento, el sentido común y la sabiduría de lo inocultable, ahí están, ahí siguen hasta el último suspiro. Escucharles y entenderlos sería, por nuestra parte, un rasgo de inteligencia que salva vidas y regenera a nuestra especie, que en este tiempo del finiquito global tan currado y promovido por la misma humanidad, puede ser ante todo una UCI imprescindible para ese cambio de dirección ya al límite de lo posible.
No esperemos que las cosas cambien solas si nosotr@s nos negamos a tomar conciencia de la Consciencia Infinita -que nos permite ser y estar en este mundo o en cualquier otro-, para cambiar de orientación; incapaces de vernos por dentro repetimos las actitudes sociales, políticas, religiosas, culturales, como robots programados por un Gran Hermano empantallado y en/redado...sin a atar cabos entre nuestros pensamientos, palabras, actitudes, emociones, fijaciones, juicios, manías, acciones e inacciones con lo que sucede a nuestro alrededor y en nuestras propias existencias. No se trata de sentirse culpables, basta con hacerse responsables de la zona crítica personal e intransferible que nos facilita la ignorancia y el mirar para otro lado en lo que no atañe directamente a "lo nuestro", en no relacionar, por ejemplo, el consumismo loco con la contaminación y el agotamiento de recursos. Y esa misma tendencia a acumular, compitiendo para ello y para nutrir el ego implacable, devorando y acabando con todo lo material que nos mola, mientras sufrimos por dentro un constante ataque de avidez depredadora que no se sacia con nada y que cuanto más consigue más ansía, en todos los sentidos. Esa actitud devastadora está presente en todos los niveles sociales y conductuales, pues no tiene más exclusión que la voluntad de cada ser humano, cuando ha despertado. Cuando se empieza a crecer de verdad y no solo en centímetros o en acumulación de trastos egocéntricos.
Hay que ponerse las pilas y dejar de lado lo que no ayuda a crecer por dentro y solo se queda en la periferia del acontecer material.
Escuchar a Noam Chomsky en este video, seguramente puede ayudarnos muchísimo a interiorizar desde el momento histórico que estamos padeciendo y a dejar de lado los pesos muertos que son la losa final para nuestra especie.
Todo tiene solución, pero hay que detectar esa necesidad vital y ponerla en marcha a tiempo, tanto en el nivel personal como en el colectivo, pero no confiando todo a los poderes políticos, económicos e ideológicos que nos manipulan, como si la solución solo fuese cosa suya, sino haciéndonos cargo personal y colectivo de nuestro destino, de nuestra responsabilidad y de los derechos inseparables de los deberes humanos. Descubriendo que aquí nadie se va a "salvar" sol@, porque esa salvación ya es cosa de tod@s o no será posible.
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