La conciliación de los opuestos. La realización del Tao. De las bienaventuranzas. La plenitud del Buda. Del bien común. La apoteosis de todo lo creado puesto en marcha entre tod@s para salir de las cavernas. El triunfo de la luz y la concordia sobre todos los conflictos y alucinaciones que, en plan "reinas de la noche", solo distraen, confunden y nos alejan de nuestra felicidad sin fronteras, imposible si no es compartida con nuestra auténtica familia: la nueva humanidad que entre tod@s estamos ya haciendo posible, pasito a paso, muchas veces sin saberlo siquiera, amando sin exclusiones, a cada ser en todas las circunstancias, y más aun en las peores y más difíciles. La Flauta Mágica. Qué master de profundidad sonora y qué momentazo mozartiano.
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