domingo, 22 de diciembre de 2019

En efecto, querida Elisa, en este asunto donde la justicia como herramienta caciquil se reduce a puro eufemismo de trámites y apaños personales y grupales, Europa está significando para España la prueba del algodón, o sea, la evidencia de su fiasco TS fashion, pero eso no debería colocar en nuestra visión la misma venda que ha dejado ciega a la justicia aborigen. Europa tampoco es la panacea, sino un conjunto de identidades nacionalistas cuyo principal interés es el negocio, el mercado financiero y laboral, no el bien común ni la igualdad ni la fraternidad ni la libertad, que por supuesto depende de la pasta mucho más que de los DDHH. Europa se hace la sueca si la cosa no afecta al parné y si no, que se lo pregunten a Grecia y a Varoufakis y a todos los trabajadores/as de la propia UE; España está pagando ahora la hipoteca europea recibida en los ochenta y noventa,en plan fondos de cohesión, para convertirla en balneario , casino, drogadero, zona turística continental y especuladora de los centroeuropeos ricos pero sin playas ni palmeras en sus países; que se lo pregunten a los refugiadois abandonados a su suerte en el mar todos los díías del año, año tras año, a las puertas cerradas de la maravilla europea. Que se lo pregunten a las fábricas de armamento y a los ministerios que las venden para el extermino de seres humanos, con la excusa de evitar el paro a los europeos, como si no se pudiera frabricar otra cosa que ayude a la vida y no facilite el exterminio de los más pobres, sobre todos si están en el Tercer Mundo y no se ven. No, Elisa, hermana, Europa no es el salvavidas, al contrario, para los que huyen de la guerra y la muerte, es la soga al cuello, la devolución en caliente o el tiro de gracia del abandono en la cárcel de cualquier CIE. Haz una visita al Open Arms o al Aita Mari, o acércate a algún centro de acogida al migrante refugiado y te pondrás al día. Curiosamente la justicia europea, de esos crímenes de lesa humanidad en la misma onda que los de Hitler o los de Franco, no dice ni mu. Que la cínica desvergüenza esperpéntica de la justicia española no se convierta ahora en el botafumeiro del eurofariseismo, que es trambién de aupa. Si Europa fuese justa de verdad , España tal y como está, no estaría incluida en su organización, serían incompatibles como el agua y el aceite, ni podría acceder a ella sin cambiar de verdad en vez de andar eternamente en plan lavado de gato. ¿Seguro que "Europa nos protege y nos cuida"?, pues menos mal, porque mientras los países más ricos y con más recursos de la UE se organizaron de lujo por su cuenta, se negaron a la solidaridad con los más perjudicados, les importó un bledo que los bancos privados arruinasen los recursos públicos que no tenían práticamente deuda, como en el caso español, la UE cínicamente prefirió ser fiel a Wall Street antes que asumir la responsabilidad de mantener en pie su propia organización de países miembros, consintiendo que el déficit y la estafa del capital se apoderase de los pueblos sometidos a su dominación imperial, sin valorar el coste democrático que tendría es posicionamiento financiero-económico; creo que ese disparate es peor para España y Europa que los fallos del Supremo. La Justicia no debería se ajena a los abusos del poder económico del capital privado comprando poderes públicos, hasta el judicial si conviene al negocio, pero la Justicia con su venda en los ojos no sabe ni contesta ni en España ni en Europa. ¿Qué protección hemos tenido de la UE en medio del temporal de la crisis? Un sálvese quién pueda y un trato inhumano para las economías más modestas y dañadas.También Europa está tocada por el mismo síndrome de la venta del poder político y adminisrativo a las cloacas del dinero, aunque lo disimule mejor convertida en "proyecto europeo" y festivales de Eurovisión, pero ni todo el monte es orégano ni es oro todo lo que reluce





"Resulta difícil subvertir un Estado regido por el imperio de la ley sin abogados, o celebrar juicios farsa sin jueces"
Timothy Snyder. Sobre la tiranía

La culpa es de los jueces del Tribunal Supremo. Desde el principio, y llevamos avisándolo tiempo. No alcanzo a creer que yo pueda entender la dimensión de los problemas y ellos no. Llevo desde junio diciendo que la inmunidad de un cargo electo es sagrada. Que la inmunidad de los parlamentarios está dispuesta para protegerles del Ejecutivo y también del Judicial y que, por tanto, se escapa de la lógica democrática que este último pueda desposeerles de ellos de un plumazo. ¿Puede un juez o una norma administrativa local desposeer a un electo y a sus casi dos millones de votantes de sus derechos políticos en una democracia? Pues no. Eso es lo que dijimos y eso es lo que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dice ahora. Recuerden una cosa, ¡oh, grandes jueces y grandes fiscales de este país llamado España!: si han de adorar a algún becerro de oro, procuren que sea la democracia, la ley y los derechos fundamentales. Cualquier otra cosa es espuria. La patria, tal y como la consideran, sus carreras o el favor del público o de los políticos.
Nadie les pide que rindan pleitesía a eso. Ni dios, y ustedes no lo son. O sea, no son dios. No son el dios democrático ni el dios de los Ejércitos ni el dios de la razón de Estado. Solo les pedimos que apliquen la ley. No que la inventen o la reinventen o la reescriban o que nos salven. Solo que la apliquen con profesionalidad.
La cuestión es que los jueces del Tribunal Supremo, y algunos significativamente como Manuel Marchena o Pablo Llarena, han pensado que están en una pugna en la que deben salir triunfantes. Ellos y el Estado. No, señores, no. Ustedes no tienen que salvar España ni sus culos. Ustedes tienen que impartir justicia y usar su saber técnico para ello. Los resultados no son de su incumbencia. Cuando a un juez o a un fiscal se le pasa un día el plazo para prorrogar la prisión preventiva a los dos años, ¿saben lo que pasa? Que no tienen que pensar en si el tipo es malo como los hermanos Malasombra o no. No. Lo que tienen que hacer es dejarlo en libertad. Y así todo. Las formas, impuestas por el legislador, les atañen. No se trata de que ustedes las surfeen si no obtienen el resultado buscado. Por cierto ¿por qué buscan resultados? Ustedes no pueden tener intereses. No solo no pueden tener intereses personales, sino tampoco políticos. ¿Por qué tienen que fijarse una fecha para dictar sentencia porque luego hay elecciones? ¿Qué narices le importa a un juez todo eso? ¿O sí le importa? Si es así, díganlo de una vez. O sus carreras. ¿Qué narices tiene que ver todo esto con si quieren que les nombren aquí o allí o llegar a donde han planeado?
No dejen que les cuenten milongas. Todos los errores cometidos por el Tribunal Supremo en el asunto catalán tienen, entre otras cosas, un componente personal y otro narcisista. Los salvadores de la España Una y Grande. ¿Juraron en alguna parte eso o juraron respetar y hacer respetar las leyes?
El TJUE les ha dejado ahora con el culo al aire, Excelentísimos Señores de la la Sala Segunda del Tribunal Supremo. ¿Y saben por qué? Porque ustedes se están haciendo trampas al solitario desde el principio. Porque ustedes se han sentado en una partida de ajedrez con los abogados que defienden a los acusados catalanes, mientras que los fiscales del Tribunal Supremo se han constituido en fuerza de choque,como si su misión fuera darles las condiciones para el jaque mate. Sucede que esa no es su función. Puede que a Manuel Marchena le pueda su alma de fiscal, siempre lo fue hasta que lo hicieron juez por decisión política, pero no entiendo qué aire les ha dado a los otros. No, no es su función. No tienen que salvar nada ni retorcer el derecho para conseguir un objetivo. Simplemente tienen que aplicar la ley sin que les detenga lo que esto produzca. No, un juez que debe ordenar derruir urbanizaciones ilegales no puede pararse porque esto vaya a dejar en la calle a sus ocupantes. No, un juez que tenga que pronunciarse sobre las cláusulas suelono puede andar pensando en los sufrimientos de los bancos (aunque este Tribunal Supremo lo hizo, con gran vergüenza); no, un juez que cree que hay que preguntarle al TJUE sobre la inmunidad de un electo no puede mantenerlo en prisión y sentenciarlo.
Es que no hace falta tener tantos galones como ustedes. Si preguntan a un tribunal que les es superior, y el TJUE es superior y eso forma parte del ordenamiento jurídico español mal que les pese a los fachas, deben ESPERAR a obtener esa respuesta. La cuestión PREjudicial es PRE, o sea, que es anterior a que ustedes puedan operar. La trampa de hacerlo en una pieza separada y no en la principal, me van a perdonar, pero es una trampa de colegiales. Yo entiendo que haya compañeros de tribunales y profanos que les aplaudan la gracieta pero es que ustedes, Excelentísimos, no están para hacer gracietas. Ustedes entendieron que había dudas respecto a la inmunidad de Oriol Junqueras y por eso preguntaron –y debían, su pecado no es preguntar sino pasar de la respuesta– y su obligación era ser consecuentes con ello. Ni plazos, ni sacar la sentencia en la fecha prevista por si me tienen que nombrar, ni porras en vinagre. Lo siento, Señoría, si se convierte en otro magistrado 2, al que le jorobaron por ser consecuente. Si la consecuencia, la honestidad y la dignidad te perjudican, te lo tragas. Eso hace la gente con valores.
Uno de sus fallos ha sido haberse querido convertir en tahúres porque pensaban que los abogados de la defensa y los acusados se la estaban jugando así. Fíjense que ni siquiera estoy hablando de la espuria acusación ficcional presentada por el fallecido Maza. No, les hablo de lo que sigue. Puigdemont y los otros se fueron –no se fugaron sino que se fueron, antes de que nadie les persiguiera, porque Maza se largó de la lengua y les avisó vía El Mundo antes de presentar querella ninguna– y a ustedes les pareció un truqui de la baruqui. Ni siquiera se lo discuto. Saben perfectamente que está en la mano de un abogado defensor intentar usar todos los resquicios del sistema para preservar a su patrocinado. ¡Ahhh, pero ustedes no son defensores, sino que son jueces! A ustedes no les compete sentarse en la mesa del ajedrez como si estuvieran jugando una partida con ellos. ¡Que no! ¡Que ese puesto en todo caso será de la Fiscalía y no suyo! Y no se podrán quejar de que la Fiscalía del Tribunal Supremo, porque la FGE está desaparecida y en coma, no lo haya jugado a tope. Entonces ¿qué hace el Excelentísimo Llarena ensayando tácticas ridículas e inadmisibles como el quita y pongo de euroórdenes? Dignidad, excelentísimos señores, y profesionalidad. ¿Qué hace la Sala presentando una cuestión PREjudicial para la que pide un procedimiento de urgencia, sentenciando sin esperar porque tiene un calendario, interesado, que cumplir?
Miren, señores magistrados, en este país es lo más sencillo bailarles el agua y hacerles el rendivú, sin eso habría más periodistas señalándoles, pero eso en Luxemburgo no juega. Tampoco debería jugar en el Tribunal Constitucional. Están demasiado acostumbrados a que los inventos y las jugarretas se las certifiquen por mera conveniencia política de la espuria razón de Estado. Pero está Europa y eso nos salva. Está Europa e impide que ustedes se conviertan en un poder sin control que campe sobre los otros poderes y eso sin refrendo democrático.
Europa nos salva.
Europa nos protege.
Por eso van a activar el artículo de expulsión de la Unión Europea para evitar que los regímenes autoritarios de Hungría o Polonia domestiquen al judicial a su imagen.
Por eso van a evitar que ustedes se crean el Cid y pretendan arreglar con un uso no alternativo sino indiferente del Derecho lo que creen necesario.
¡Bendito salvavidas europeo! Solo los fascistas quieren matarlo...

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