Gracias a conciencias de PAZ VERDE, o sea, GREENPEACE, podemos tener acceso a la verdadera información sobre la toxicidad convertida en sustancia de consumo "normal". Datos escalofriantes que no tienen ningún sentido en un mundo tan avanzado como para viajar por el espacio, mangonear la economía, fabricar drones para matar mejor, y vivir de crear problemas en vez solucionarlos. Para ese mundo suicida ni la salud ni la ecología ni la paz, ni la justicia ni hacer el bien son negocios rentables. Todo lo contrario, son la ruina de su demoledor sistem in failure. Para ese horror de horrores todo lo positivo, lo sano, lo sencillo, lo fácil, lo accesible, es lo peor de lo peor...Podríamos vivir en el cielo, en el paraíso de la apertura, de las manos tendidas, de la ayuda mutua, de facilitar las soluciones cooperando y sin cobrar dinero por ello, sino dano atención, cariño y escucha, compartiendo libremente lo que ya no necesitamos en vez de tirarlo a la basura...En Valencia hay dos equipos sociales que se ocupan de que haya familias que en vez de pedir limosna puedan vivir de revender ropa usada, muebles, electrodomésticos, libros, menaje de cocina, ropa de casa, cubos, vajillas, juguetes, bicicletas, cajas de herramientas...Es maravilloso poder comprarse un abrigo o un anorak de segunda mano por cinco euros, o un frigorífico por veinte y que ese modo de adquisición como sistema pueda dar trabajo y sueldo para vivir a familias marginadas y excluidas de la sociedad "normal", porque nadie les ayuda a sobrevivir con dignidad y amor de verdad. El consumismo dislocado acaba por ser un veneno letal en todos los sentidos, y un lavado de cerebros que mata por exceso , sin que se haya conseguido vivir de verdad, confundiendo el sueño y las ilusiones con la mentira sistémica, como en "La vida es sueño" de Calderón de la Barca, en "El Quijote" e Cervantes o en las democracias/trampantojo del siglo XXI...Hay que despertar cuanto antes. No dejemos para mañana el despertar de hoy, porfis, querida familia, pongámomos las pilas de la conciencia🙏🙏🙏🙏🙏!!!!! En Valencia tenemos a Greenpeace en la Calle Moro Zeit nº9, entre la calle de la Paz, y la calle de San Vicent. Y para compartir lo que ya no usamos y puede servir a los demás, y evitar basuras contaminantes, tenemos los contedores y los teléfonos de "La Casa Grande" y "El Rastrell". Ánimo, que todo lo bueno siempre es posible si así lo decidimos y lo compartimos.

 

Tu ropa no debería envenenarte. Pero Shein lo está haciendo

Recibidos

Celia, Greenpeace <info@email.greenpeace.es>

mié, 26 nov, 12:17 (hace 1 día)

	para mí

Hola, sol:   Hace unos días volvimos a hacer lo que algunas grandes marcas más temen: investigar. Y lo que encontramos en la ropa del gigante asiático de la fast fashion Shein es indignante.   Una de sus chaquetas impermeables comprada en España supera en 600 veces los niveles permitidos de PFAS. ¿PFAS? Son los llamados “químicos eternos”, sustancias que se acumulan en tu cuerpo, en el cuerpo de tus hijas e hijos, y en el planeta… para siempre.   Y no es solo una prenda. En un laboratorio independiente hemos analizado 56 artículos de Shein —incluyendo ropa infantil— y los resultados son demoledores:   18 prendas con sustancias peligrosas por encima de los límites legales. 7 chaquetas que juntas superan hasta 3.300 veces el máximo permitido de PFAS. 14 productos con ftalatos tóxicos; 6 de ellos hasta 100 veces más de lo permitido.   Lo que venden como “chollos” para Black Friday es, en realidad, una bomba química que llevamos puesta.   Y mientras tanto, Shein promete “investigar”, “retirar productos”, “cambiar procesos”… La misma mentira de siempre: tres años después de nuestra última investigación destapando el uso de químicos peligrosos en su ropa, seguimos encontrando incluso más contaminación.   Pero, ¿cómo es posible que Shein se salte la normativa europea que protege nuestra salud? Lo hacen evitando los controles en aduanas al enviar directamente al comprador o compradora. Así de fácil. Así de peligroso.   ¿Las consecuencias? Estas sustancias —que se liberan por medio del sudor, cuando los niños y niñas pequeños introducen los tejidos en la boca y a través de los lavados— pueden afectar al desarrollo infantil, la fertilidad, el sistema hormonal, el cerebro o el sistema nervioso.   Y cuando la ropa se desecha, el veneno continúa: contamina ríos, mares, ciudades y alimentos durante generaciones enteras.   Pero hay una forma real de parar esto, sol. Desde Greenpeace estamos trabajando para pedirle al Gobierno que ponga una ley para acabar con este tipo de moda ultrarrápida que envenena el planeta.   Con tu apoyo hoy, vamos a poder seguir haciendo lo que mejor se nos da: Destapar a gigantes como Shein a través de investigaciones de denuncia como esta. Impulsar leyes que frenen esta moda tóxica. Proteger tu salud, la de los más pequeños y la del planeta.

Gracias por defender un planeta libre de tóxicos, sol.

Celia Ojeda Responsable del área de biodiversidad en Greenpeace España

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