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Carlos Mazón comparece esta tarde
ante la comisión de investigación del parlamento valenciano sobre la
gestión de la dana. Tendrá que responder las preguntas de la oposición.
Solicitó voluntariamente su comparecencia hace justo una semana, después
de dimitir, y todavía me estoy preguntando para qué, con qué intención
táctica, porque solo se me ocurren escenarios de los que sale mal
parado. No puede ser que piense que será la manera de transmitir que no
oculta nada, y lavar su imagen y empezar de cero, porque las comisiones
de investigación parlamentarias han servido para eso un total de 0 veces
en la historia.
De
hecho, se van acumulando cada vez más preguntas para Mazón. Están las
clásicas ya: ¿Dónde estaba mientras la gente se ahogaba? ¿Por qué justo
en el peor momento estuvo completamente desaparecido? ¿Por qué apareció
en el Cecopi cambiado de ropa? ¿Por qué no enseña la factura de El
Ventorro, si la pagó el PP y era una comida de trabajo? ¿Por qué tras
salir del restaurante tampoco tuvo prisa y estuvo de paseo “sin prisa” y “charlando”
con Vilaplana hacia el parking? Pero hay preguntas nuevas, que surgen
de un detalle de la declaración judicial de Vilaplana que acabamos de
conocer: Mazón “whatsappeaba” durante esa tarde con ella. ¿Con quién? ¿estaba tomando decisiones? ¿tienen esos mensajes interés político… o judicial?
Lo que también se retoma hoy es el juicio contra el fiscal general del Estado (aquí tienes el podcast sobre la intensísima primera semana, por si te lo perdiste el viernes). En esta segunda semana,
comparecen más periodistas que aseguran haber tenido el correo antes de
que el fiscal lo tuviera y por tanto pudiera filtrarlo. Las
declaraciones se cerrarán con la declaración del propio García Ortiz y
los alegatos finales.
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