domingo, 23 de noviembre de 2025

Aquí va este precioso regalo de nuestra amiga, hermana y doctora homeópata Nieves López. Tan lleno de ciencia como de conciencia, ternura y cariño. Medicina completa. Que lo disfrutéis y lo compartáis, para que el Bien Común siga siendo, cada día más, la casa de Tod@s y el Hospital más acogedor y eficaz de nuestra especie. Un abrazo homeopático para toda la Familia Humana🙌🙌🙌🙌😍😍😍😍🙏🙏🙏🙏!!!!!!!

 

Cada año nos sorprende el adelanto de  la instalación de la iluminación  navideña en  calles y comercios. Incluso, desde el mes de octubre, ya encontramos  productos típicos de la Navidad. Es un tiempo diferente que rompe con rutinas y crea expectación.

Sí, se aproximan las fiestas de Navidad, final de año y Reyes y quizá también me anticipo, pero me parece oportuno  compartir algunos pensamientos que me rondan  estos días.

Me gustaría dejar unas reflexiones,  sólo con una finalidad: conseguir unas fiestas en auténtica armonía y paz.

 Todos los años, desde semanas antes de las celebraciones navideñas, algunos pacientes  me hacen llegar su sentir ante los días que se aproximan.

Unos se entristecen y otros están felices

Así es, hay personas a quienes estas fechas les producen tristeza, generalmente porque echan de menos a los  seres queridos que ya no están y para ellos no tiene sentido tanta festividad.

El recuerdo de mesas llenas de familia en otro tiempo y el vacío actual les genera tanta pena que prefieren no celebrar ante el malestar que les provoca esa situación.

En cambio, a otros les encanta. Disfrutan ante la idea de juntarse con familia y amigos, celebrar, divertirse y agradecer la oportunidad de compartir ese presente que, en muchos casos, de no ser por la “excusa” de la Navidad, no tienen muchas mas ocasiones para encontrarse. Y eso es muy bonito.

Resentimientos no resueltos

Pero me encuentro con testimonios de personas que, en cuanto oyen hablar de fiestas navideñas, se enfadan, reviven resentires y afirman que no quieren sentarse a la mesa con algunos familiares porque guardan rencillas y rencores recientes o antiguos: confrontaciones no resueltas, malestar no compartido e incluso envidias no asumidas.

 Algunas veces consiguen apartarse de ese encuentro pero,  otras  muchas,  existe un compromiso socio-familiar tan fuerte que no se atreven a romperlo. Es entonces cuando estos eventos se convierten en un suplicio del que están deseando salir lo antes posible.

Al servicio de todos…

Sí,  esta circunstancia suelen ser manifestada mayoritariamente por mujeres, quienes  expresan su malestar porque cargan con toda la tarea de preparativos, organización, compras, cocinar y recoger para un numeroso grupo de comensales sin recibir, prácticamente, ninguna ayuda del resto de participantes.

Está claro que supone un  gran esfuerzo y  agradecerían colaboración y ayuda.

Es frecuente que sientan un conflicto entre la alegría de atender a la familia frente al cansancio que supone esta actividad. También es cierto que en muchos casos se resisten a pedir ayuda.  

Muchas de ellas afirman que no les compensa la reunión familiar con el trabajo  que les genera. Qué pena!

¿Qué síntomas expresan?

Estas situaciones, cuando no están bien integradas, provocan, además del trastorno emocional, importante malestar físico:

  • Dolor de cabeza.
  • Molestias digestivas.
  • Inapetencia.
  • Sensación de mareo.
  • Trastornos del sueño.
  • Contracturas musculares.

Equilibrio entre pensamiento, emoción y acción

Quiero aclarar que esto no sólo ocurre en las fiestas navideñas porque hay otrasmuchas ocasiones, a lo largo del año, donde aparece el conflicto entre lo que hacemos y lo que nos gustaría hacer. Entre lo que pensamos, sentimos o hacemos.

Incluso cuesta decidir, de forma consciente, con quién nos gustaría compartir nuestro tiempo y nos vemos arrastrados a hacer lo que no queremos.

Por eso, es interesante observar qué apoyo podemos ofrecer a nuestros pacientes ante esas situaciones.

¿Y cómo podemos ayudar?

Yo agradezco mucho la confianza de los pacientes cuando me lo cuentan porque siempre se puede acompañar.

En unos  casos compartiendo  la alegría que supone tener momentos muy bonitos en familia.

Y cuando refieren que lo pasan mal y están incómodos se puede hacer  un “reajuste emocional” con diferentes técnicas, facilitando la toma de conciencia. Además, podemos aportar herramientas para abordar el reconocimiento y manejo del enfado, la rabia, la tristeza y las diferentes emociones.

La aceptación, la tolerancia, el respeto y evitar juicios constituyen  el eje central de la reparación de conflictos.

Como decía al principio, experimentar el momento presente, agradecer todo aquello que vivimos, aceptar a los demás y ser capaz de retirarse de lo momentos incómodos, con cuidado y mucho respeto, son  buenas estrategias para llegar a un final agradable.

Homeopatía para emociones

Voy a hacer un breve repaso a los medicamentos  homeopáticos  que pueden ayudar en el manejo de esas emociones y sensaciones que hemos recorrido.

Si se resuelven esas experiencias podrán solucionarse los trastornos físicos.

  • IGNATIA AMARA Y NATRUM MURIATICUM son    importantes ante el vacío por pérdidas y duelos.
  • STAPHYSAGRIA cuando hay resentimiento, rencor,  enfado no expresado y se sienten ofendidos.
  • NUX VOMICA y CHAMOMILLA en pacientes con  expresiones de cólera y actitudes impulsivas.
  • LYCOPODIUM se recomienda a personas con baja autoestima y dificultad de relacionarse por rencor mantenido.
  • LACHESIS MUTUS, cuando la desconfianza se adueña del resto de emociones.
  • NITRICUM ACIDUM ayuda a tratar sentimientos de odio y deseo de venganza.

Se recomienda consultar con un médico homeópata, quien tras una cuidada historia clínica y de vida, recomendará el tratamiento adecuado, para intentar poner solución y ayudar ante situaciones futuras.

Una reflexión final

Sea cual sea el sabor que percibas,  siempre es bonito  vivir las relaciones humanas desde la serenidad, la paciencia, la armonía y el agradecimiento a la posibilidad que se nos brinda de  experimentar, con plenitud, el momento presente.

 Así os lo deseo a todos, que se abran  puertas y  mesas para que se sienten, cuantos mas mejor, durante  las fiestas y siempre.

Me gustaría conocer vuestra experiencia y agradeceré los comentarios que  queráis dejar. Muchas gracias.


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