domingo, 15 de marzo de 2020

¿Qué te puedo decir?


Hermana, hermano, ¿qué podría decirte
en este ahora que tú no hayas sentido
y hasta reconocido antes que yo
si te has parado un poco para echar un vistazo
que vaya desde dentro alrededor?

Deja que te recuerde algunos rasgos
de lo que compartimos desde siempre.
Somos un pack inmenso de luz y trayectorias
de círculos cuadrados y puntos suspensivos,
de ruido y paradojas, de silencios de plomo
como bisutería de una naturaleza al borde del final
y altares dedicados a dioses con Alzeihmer,
a la espera de un algo que consiga llenar
ese pozo sin fondo de las chispas fugaces

Parecemos millones, distraídos, dispersas,
sembrados por el mundo a golpes del azar,
y sin tener muy claros la causa ni el porqué,
atados por el miedo a lo desconocido
y sin embargo ansiosos y expectantes
de no se sabe qué.Unos le  llaman magia,
otros creencia, también ideología y otros
lo llaman fe. Otros cultura a secas,
otros organigrama,otros negocio,
menestra de algoritmos 'a la cyborg'
para  clubs exclusivos de poder y manejos
pero cuando se llega al borde de la sima
nadie se encuentra a salvo, todos pueden caer.

Un virus coronado en el trono del lodo
-quién sabe de su cuánto, de su cómo
razones y porqués-,
le ha dado de repente un vuelco a la cazuela
donde siempre se cuecen mano a mano
mejunje y paripé. 
Si la vida está en juego, hasta la democracia
se diluye en videoconferencia
cual soufflè.
El estado de siempre se empodera
y pone a cada mando en su lugar,
para que el miedo vuelva a ser como es debido,
el faro inagotable
que alumbre entre la noche más oscura
el peligro mortal que no se ve,
pero que se imagina y se presiente,
cualquiera puede ser el elegido,
la víctima sin nombre ni apellido
solo con la etiqueta de la cifra,
uno más y uno menos,
y que la vida espere a ver qué pasa
entre salas de urgencia y las alarmas

Lo del corona virus es un golpe de estado
en plan global. No sabemos siquiera
quien lo ha dado,
si la Naturaleza enrabietada, harta de tanta mierda
o serán los de siempre
para ensayar otro tipo de guerra innovadora,
más rentable, más chachi y más original

Venga de donde venga este destrozo,
puede que solo sea la excusa de la vida
para darnos un toque de atención,
y para recordarnos que hay que hacer los deberes
sanamente
sin dar el esquinazo a nuestra especie
con la Naturaleza en caída libre
y el mundo convertido en un marrón
de mares a la greña y cinco continentes
al borde irracional de la extinción...

Lo sabes y lo sé. Lo hemos 'sabido'
desde que inauguramos esta Era,
desde que hicimos nuestra la creación
hace milenios
sin contar con las demás especies
si no era para caza y comilonas
para abrigos de piel, experimentos
y joyas de marfil,oro y diamantes,
petroleo y emiratos,
y cabezas de ciervo en el despacho,
esclavos de reventa, mujeres sometidas
al comercio del cuerpo y del harapo
unas en la miseria, otras forradas
pero todas y todos sin vida y sin amor
hipotecados en el banco mortal
de la morralla

Tanta putrefacción organizada,
sin bordes ni fronteras
tenía que reventar al por mayor.
¿Será que la avaricia rompe el saco
y que se han rebelado la esclava
y el esclavo del señor?

Ya sea realidad o pantomima
vestida de letal envergadura
el mensaje persiste y no varía:
hay que cambiar ya mismo de programa,
con virus o sin él ya es imposible
que le llamemos vida a esta basura
y que de nada sirvan los bossones de Higgs
ni viajes espaciales
si se ha sido incapaz de acabar con la injusticia,
con el dengue, con la guerra y el hambre,
con el crimen en todas sus variantes,
soñando a la deriva enloquecida
con encontrar un planeta adecuado
donde seguir matando y destruyendo
como siempre,
llevando en la maleta idéntico equipaje
empaquetado, con el que repetir el mismo cuento.

A ver si la lección de tal desastre
nos hace despertar de tan mal sueño














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