Hola, sol:
Activistas de Greenpeace han desplegado una
pancarta gigante de 20 metros en la plaza de San Marcos, en Venecia,
junto al grupo británico 'Todos odian a Elon' (Everybody hates Elon). En ella, puede verse una imagen del magnate Jeff Bezos riéndose con el mensaje: “Si puedes alquilar Venecia para tu boda, también puedes pagar más impuestos”.
El objetivo de esta acción es demostrar que
vivimos en un sistema fallido que permite a los multimillonarios no
pagar los impuestos que les corresponden mientras que todos los demás
nos ahogamos con nuestras facturas.
Lo hacemos con motivo de la boda de Jeff
Bezos este fin de semana, un extravagante evento que costará decenas de
millones en Venecia —ciudad que literalmente se está hundiendo bajo la
crisis climática— y mientras el Banco Mundial calcula que el 44% de la
población mundial sobrevive con menos de 6,85 dólares al día.
Bezos y su lista de invitados beben champán
mientras el planeta arde. Según van aterrizando los 90 aviones privados
que se esperan en Venecia para la boda, los incendios forestales arrasan
Croacia, Grecia y Austria, entre otros países.
Los ultrarricos como Bezos se enriquecen en
un sistema basado en la injusticia, su fortuna se crea y crece gracias a
lagunas fiscales, colegueo con los líderes políticos y la
explotación de sus trabajadores y el planeta. Mientras tanto, el resto
de las personas tenemos que vivir con falta de financiación para
escuelas, hospitales o la lucha contra el cambio climático.
Nos dicen que “no hay dinero” para financiar
la acción climática, los servicios públicos o una transición justa
hacia las energías renovables pero, ¿cómo puede ser eso cierto mientras
los ultrarricos amasan fortunas de miles de millones?
Esta acción de Greenpeace y su viralidad muestran cómo cada vez la gente está más harta. Es hora de que los ultrarricos paguen impuestos y ayuden a construir un mundo más justo.
No estamos hablando de impuestos para los propietarios de pequeños
negocios, son impuestos para los multimillonarios como Jeff Bezos, Elon
Musk o Mark Zuckerberg que, en términos relativos, pagan menos impuestos
que profesionales de la enfermería o la educación. Incluso un impuesto
modesto sobre los más ricos podría recaudar miles de millones. El dinero
está ahí, lo que falta es voluntad política.
Mañana arranca en Sevilla la Cumbre de la
ONU sobre la Financiación para el Desarrollo, que reunirá a gobiernos de
todo el mundo y es una oportunidad única para reformular los sistemas
financieros globales de forma que sean justos. El 1% más rico no debería escribir las reglas para el resto del mundo.
Con tu firma, vamos a exigir a los gobiernos
que pongan freno a esta impunidad: que cobren impuestos justos a
quienes más tienen y usen esos recursos para proteger el medio ambiente y
garantizar una vida digna para todas las personas.
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