Desde Europa Laica nos llega este manifiesto y campaña unitaria para que la educación en nuestro país deje de ser propiedad privada de una religión que se ha constituído como única referencia de valores humanos, mediante una historia terrible de abusos y usurpación de la conciencia individual y colectiva. Dios no es patrimonio de nadie y nadie está en condiciones de suplantar esa experiencia evolutiva derivada de un proceso personal, absolutamente interna, voluntaria y libre. Los valores humanos no pueden ni deben estar en manos de ideologías, dogmas ni cultos ni intereses. Si hay Dios, está en el corazón, en la inteligencia y en los mejores sentimientos de la Humanidad cuando se materializan, nunca en el poder manipulador sino en el servir mutuamente cooperando en el bien común, no en la imposición de un credo sobre los demás, sino en todos los credos que no discriminan, ni marginan, ni condenan, ni matan tanto con guerras como de hambre, miseria y crueldad, pero que "salvan" si la gente se convierte a su tinglado y vende su alma al negocio de una 'salvación', que como diría Unamuno, vence pero nunca convence porque le falta la sal y el agua del espíritu, y eso no lo aporta un bautismo que te resbala cuando acabas de nacer y no tienes no idea de por qué has nacido ni de qué están haciendo contigo como si fueses un paquete postal. Ha llegado el tiempo de salir de la caverna de la entropía voluntaria y de encontrar la luz en las tinieblas, como propuso Jesús de Nazaret y olvidaron en muy poco tiempo sus lugartenientes de pacotilla, claro. La misma vida lo está dejando clarísimo: los imperios engendrados mano a mano por la bestia y la prostituta se caen hechos puré desde dentro de su propio caos. Sólo el pueblo que despierta y renace puede construir la nueva civilización, que ya no es una religión sino Vida imprescindible, compartida y constantemente renovada, en todos los planos posibles...Las misas no son rituales, ni "sacrificios", son un estado interno compartido, un ejercicio de atención constante entre los afueras y los adentros , un yoga conciliador que no se imponer, que nos nace y se aprende respirando el amor y la luz que somos y experimentamos, hasta cuando nos sale todo al revés y se abre una puerta que no habíamos descubierto hasta ese momento, que ninguna religión nos había explicado, fíjate qué cosas! Sí, religiones fuera de la escuela. Si ya no usamos el hacha de sílex sino el ordenador ni el carro para el transporte sino el tren, ¿por qué seguir usando hachas de sílex dogmáticas si ya podemos y estamos listos para descubrir en nosotros el aliento cósmico que los credos han pretendido secuestrar a tortazos y amenazas en plan supremacista? Las religiones son parte de la historia humana, como lo son las cruzadas , la inquisición, las persecuciones, los mártires y las "guerras santas", pero eso no las convierte en sagradas, sino en parte del penoso legado del tiempo errante que hay que conocer para poder superarlo y no seguir repitiéndolo siglo tras siglo, porque así se ha ido convirtiendo en tara social y antropológica, nos rompe como familia, nos encanija, nos deshumaniza, nos tara, nos enfenta y nos mata primero por dentro y luego, por fuera. Eso que llaman Dios, si de verdad es lo mejor de todo, no mata ni castiga, ni se venga de nadie. Dios (ese nombre tan frívolo y tieso no responde a su realidad, menos mal,) es la Vida y el Amor Esencial que la hace posible. Somos Nosotr@s cuando salimos del pozo negro de nuestros dogmatismos, fijaciones, miedos, chifladuras, castigos y premios con manipulaciones adjuntas y por fin, en el avión no contaminante y ecológico de la conciencia llegamos a Casa. Y allí están todos los que Son y Son todas las que están. No falta nadie. Y Tod@s son laic@s. Resulta que Dios era laico desde el principio, ¡qué planchazo!...Pero qué hermosísima y liberadora desilusión...Tanto ruido, tanta pompa y circunstancia, y resulta que las nueces eran otra cosa. ¡Qué alegría y qué descanso para tod@s, famila querida!