miércoles, 8 de marzo de 2023

Reflexiones de una mujer de la base social, un 8 de marzo en plena transición ya imprescindible desde un basurero político a una renovación de UCI social y personal

 En estos momentos vivimos en plena efervescencia celebrativa de todo lo que no funciona. El mundo visto desde las ondas comunicativas de la información constante no deja de amontonar en el inconsciente colectivo el revoltijo de unas realidades cada vez más propias de series televisivas y de entrevistas para el psiquiatra, que de conciencia dispuesta a comprender y a regenerar el percal. 

¿Puede haber un feminismo sano y libre de contaminaciones adjuntas, en un mundo enloquecido, en el que el enfrentamiento constante, "la lucha"perenne, la guerra en lo grande y en lo pequeño como aliciente, tienen el verdadero protagonismo del desajuste exponencial que padecemos, tod@s en mogollón, corriendo y gritando para estrellarnos día tras día, año tras año, contra el muro de siempre, sí ese muro que hay en Jerusalén y que se llama "de las lamentaciones" y que  en realidad no sirve para nada, ya que lamentarse y gritar solo es una forma de descargar emociones inútiles y de entretenernos en la contemplación de lo peor, para no salir nunca del vertedero que lo produce y lo alimenta?  

Me parece que celebrar el día de la mujer, en España que es lo que más cerca tenemos, tras una ruptura de las gestiones y del diálogo en el Gobierno "feminista", no es, precisamente, el momento de celebrar nada. Y menos aun, el día de la mujer, representado por un ministerio de Igualdad cuya representante ministerial está a años luz de ser una mujer capaz de pensar antes de hacer y de "poder" realizar algo que valga más optimismo transformador que la pena del dale que dale a la misma rueda del desastre.  Es cierto y más que evidente, que a Irene Montero le faltan hervores varios para responsabilizarse nada menos que de un ministerio tan sumamente difícil de gestionar. Seguramente, Manuela Carmena, Yolanda Díaz, una Carolina Bescansa que no se hubiese dado de baja en el pifostio podemita, o una Mónica Oltra, que el pp con sus habilidades y performances corruptas, no hubiese acosado y alejado de la gobernanza, no habrían dado lugar a un problemón tan absurdo como crear y poner en funcionamiento una ley del sí es sí sin haber revisado primero con todo detalle el panorama jurídico del propio Estado, pues sin conocer el territorio y con prisas, en una batalla constante como lo es la justicia española secuestrada desde siempre por el ppoder del cortijo ppatrio, se corre el riesgo seguro de pisar bombas enterradas en las trincheras de la puñetera "lucha", precisamente en una sociedad e instituciones como las españolas, que son histórica y genéticamente machistas porque no conocen algo que no lo sea. Eso para empezar. 

La segunda parte se centra en la falta absoluta de madurez, de capacidad y de luces para contemplar la humanísima condición del dicho latino: errare humanun est. Una pura evidencia. El ser humano aprende mucho más de los errores que de los aciertos. Para eso está la inteligencia de la humildad, que solo es aceptar las cosas como son, y no imponerlas como nos gustaría que fuesen o hubiesen sido, en este caso. 

Precisamente, porque los errores complican y ponen en evidencia lo que nos falta y tenemos que trabajarnos a todos los niveles y responsabilidades.  En especial sabiendo que de nuestros errores van a depender las desgracias de seres inocentes y vulnerables, -en este caso mujeres y niños- que no puede gestionar el Estado en el que viven y que encima, les pagan el sueldo que ellos jamás podrán ganar, a unos servidores públicos que no están ahí para lucirse con peroratas parlamentarias,  meter la pata hasta el cuello, y comprarse mansiones, sino para hacer posibles la justicia, la armonía y la inteligencia del Estado, no sus deficiencias y pasos en falso. Sobre todo porque esa falta de ética y sobra  de torpeza, consigue que para sacar adelante lo más justo y menos dañino, los socios de coalición tengan que aceptar el apoyo de quienes quieren echarlos para gobernar en su lugar...

No, no es el momento de imponer una ley que perjudica a las víctimas y favorece a los verdugos, tal y como están las leyes españolas, conducidas por un Poder Judicial que ha estado años enteros sin renovarse, gracias al mismo sistema leguleyo que hace compatible el sí es sí, con la liberación de los que van machacando sexualmente al prójimo, sobre todo si  se es prójima o se está indefens@s por ser niñ@s, pues también hay hombres que sufren violaciones machistas. El engranaje ético y legislativo de esa gestión necesita unos especialistas políticos responsables, con una madurez psicoemocional adecuada y una lucidez suficiente para relacionar causas y efectos, y al mismo tiempo una capacidad de visión de conjunto que supere la emocionalidad adolescente de adult@s inmaduros, con la serenidad de la adultez. ,

Resulta que esas deficiencias no computadas por la ministra de Igualdad y quienes la apoyan, más por estrategia de partido que por razones éticas y jurídicas, son las que de verdad dejan a Podemos cada vez más al margen de ser tomados en serio a la hora de votar y a la hora de darles participación directa en la gobernanza del Estado. Es lo que tiene "mantenella y no enmendalla", más por cabezonería erróneamente "feminista" que por razonamiento. Esa cabezonería obcecada, no favorece para nada al propio feminismo, produce todo lo contrario, percepciones y actitudes de este tipo: 'las mujeres a la hora de gobernar son un desastre, que con tal de salirse con la suya son capaces de hundir el primer gobierno de coalición que ha habido en este país" "¿Será sensato que Yolanda Díaz lidere "Sumar" y que luego nos salga por la tangente, como la Montero?" Sí, este tipo de conclusión pueden sacar erróneamente los votantes...Y desde luego, estoy segura que con Yolanda Díaz al cargo de la Igualdad, jamás habríamos llegado a este carajal sin más salida que una dimisión a tiempo, que ya debería haberse producido con las primeras excarcelaciones de los delincuentes por abusos, malos tratos, amenazas y violaciones, algo que no es moco de pavo ni cartílago de gamba, sobre todo si se está a cargo de una institución estatal a cuya altura responsable, evidentemente, no hay capacidad de estar. 

La moraleja de esta fábula, tristemente hecha realidad, es que dimitir nunca es tan perjudicial para nada ni para nadie, como no hacerlo cuando el poder que es servicio, se convierte, por error de alguien o de un grupo, en un caos y en un derrumbamiento que aplasta sobre todo la credibilidad y la valoración de quienes lo han provocado o simplemente son compañer@ de acción y compromiso, seguramente, sin querer ni haberlo previsto...precisamente por eso, la dimisión personal es la mejor y  la única solución positiva, también para Podemos, como grupo político. Dimitir no significa un desdoro ni un reconocimiento de la mierda propia, sino la capacidad ética responsable de reconocer los propios errores, lo que es una gran virtud y una inteligencia adecuada para confiar en alguien.  

Lo justo y sano no es aprovechar el 8 de Marzo para crear más agujeros negros en el panorama social y político, sino el momento adecuado para que Irene Montero pida perdón y dimita, como mujer inteligente, responsable y consciente de las consecuencias de sus decisiones precipitadas y por ello, erróneas. Y que también el Psoe reconozca su error al no haber revisado a fondo la propuesta de Igualdad antes de aprobar el caos en Consejo de Ministros y que esa ley comenzase a aplicarse inmediatamente y luego tener que andar corriendo para que no se haga papilla el propio gobierno de coalición algo que a Montero se ve que le importa un comino, con tal de salirse con la suya. 

Queridas feministas, si de verdad queréis que esto cambie no os empachéis de ego en género femenino, porque el ego es igualmente tóxico y letal para el equilibrio y la salud de mujeres y hombres, jóven@s, adult@s y abuel@s. El ego, parafraseando  aquella canción de Gigliola Cinquetti que ganó en Eurovisión hace la tira de años non ha mai  l'età per amare. Es el más torpe, cegato y peor de los asesores e inspiradores que se pueda imaginar. 

Precisamente las mujeres tenemos el don fértil y maternal de comprender y prever, de ser más lúcidas que innecesariamente batalladoras, y por eso cuando nos alejamos de la clarividencia para ser guerreras entrar en batallas como los tíos menos inteligentes pero súper fanfarrones y bocazas,  entramos en la misma onda destroyer. Una cosa es no consentir que nos hagan daño, que es un deber y un derecho, y otra es convertirnos en lo peor que tiene el género masculino para sentirnos iguales...Por ejemplo, en especuladoras, en banqueras chorizas, en empresarias explotadoras, en corruptas y sacamantecas. Esa "igualdad" egópata nos aniquila humanamente y también nos convierte en víctimas ¡de nosotras mismas! Exactamente, como los tíos menos capacitados y más perdidos. No seamos iguales en lo peor, porfis!

Feliz 8 de Marzo, y que su luz y belleza, inteligencia, salud y equilibrio se compartan en la humanidad  cada día de la semana, del mes, del año, del siglo...Abrazos y besos para toda la familia universal...!


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