sábado, 11 de marzo de 2023

Querida Ana, es cierto lo que dices en el video: estamos criando monstruos. ¿Qué ambiente, qué entorno y qué tipo de sociedad encuentran al llegar aquí estos "monstruos"? La monstruosidad no "cae del cielo", ni "sube del infierno", esa mostruosidad deshumanizadora de nuestra especie es el producto bruto interior y exterior, de un sistema que desde hace siglos viene produciendo monstruos "naturalmente". Ayer mismo otro monstruo mató en Hamburgo a un grupo de gente en una iglesia testiga de Jeovah...Putin lleva un año matando ucranian@s y Zelenski intentando matar rusos en el mismo plan respondiendo con la misma inteligencia que su agresor y todo ello, aplaudido y asistido por una UE alucinada y unos USA tan alucinantes como especuladores...Los bancos del Occidente y del Oriente, del Norte y del Sur, están drogados por la pastopatía, igual que las empresas millonarias, llevando a la ruina a quienes, paradójicamente, les hacen millonarios con su trabajo,sus carencias y su pobreza in crescendo...L@s niñ@s desde que nacen, crecen alimentad@s por monstruos y relatos empantallados espeluznantes; los bebés van en la sillita móvil o tablet en ristre, mientras sus padres dedican al móvil y al pantallismo más atención y tiempo que a ell@s...Una monstruosidad tras otra solo produce monstruos cada vez más irrecuperables si no hay un despertar y un cambio de trayectoria , y por ello, de valores y sustancia. Un verdadero nacimiento de conciencia. No queda otra si queremos salir de ésta.

 

Encierren a esos niños y tiren la llave | Ana Pardo de Vera

publicado el 10 de Marzo de 2023

"Esta semana hemos conocido un hecho terrible. Un hecho de esos que te estrellan contra la realidad en momentos en que las distracciones y los debates públicos son otros, muy acalorados y, probablemente, mucho menos importantes. Esta semana hemos sabido que una niña de once años ha sido violada a punta de navaja por seis menores de 18 años, alguno incluso de 14 años. La cría fue secuestrada en un centro comercial de Badalona, mientras paseaba sola mirando ropa, y obligada a encerrarse en el baño con sus seis violadores, que después del horrendo crimen cometido contra una niña la dejaron tirada como a un trapo. Y no solo ellos: un vigilante de seguridad del centro comercial al que la víctima trató de denunciar lo que había pasado le hizo caso omiso."

Ana Pardo de Vera

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Comentario del blogg:

Tal vez todo sería distinto si en vez de tanto videojuego letal para el equilibrio entre mente y emociones y tanto Harry Potter ilusorio, desde la escuela y en casa, se facilitara la lectura y los comentarios, por ejemplo,  sobre un libro magnífico, "Así me nació la conciencia" de Rigoberta Menchú, mujer y marginada por su etnia nativa guatemalteca y a pesar de ello y de todo el patriarcado en ristre, premio Nobel de la paz; una herramienta que ayudaría muchísimo a despertar a padres, madres e hij@s y por ello, a evitar que los monstruos  y sus víctimas sean posibles.  

Otro par de libros indispensables para educar a las nuevas generaciones son las novelas de Orwell: "Rebelión en la granja" y "1984", y "Un mundo feliz" de Aldous Huxley. Por no hablar de "El señor de los anillos", de J.R.R. Tolkien filológo y escritor británico, que escribió para instruir y ayudar a sus hijos a entender el mundo en que habían nacido, y llevarlo a casa, en relato del autor, no en el estruendo solo imaginero de las pelis, que solo relatan desde la cáscara de la cuestión y se dejan en el tintero las causas, los efectos y resultados, porque las pantallas están mucho más adecuadas al espectáculo y a  los efectos que a explicar con inteligencia suficiente las causas de los mismos. La emoción sin luces conscientes es solo instinto animalesco y la mente sin emotividad sana es robótica sin más. 

Esas tres opciones de lectura son una buena opción pedagógica y cultural que madres y padres deberían conocer y practicar, comentar y reflexionar en casa con sus hij@s, a la hora de ver estupideces en la TV que despistan mucho más que ayudan a crecer. Y así descubrir junto a los niñ@s, que los monstruos también son víctimas del mismo sistema enloquecido y estúpido que destroza seres vivos, en plan suicida y la posibilidad de ser humanidad verdadera, y no depredando los planetas en que esta especie nace y muere matando todo lo que pilla, al aplicar su animalidad robótica a lo que sólo llama "ciencia" porque aún no ha descubierto el valor de la preposición "con" junto a la "s" de "sapientia"=conocimiento esencial, que no es lo mismo que acumulación de datos e informes, sino la inteligencia verdadera que integra, une y al mismo tiempo analiza e intuye las razones para poder sintetizarlas en la práctica. 

No es lo mismo tener habilidades mentales en plan black&decker que ser inteligentes, (en latín el verbo  intellegere significa comprender razonando e intuyendo, es decir,  leer entre las cosas, entre todos, comprender sin excluir, cooperando, haciendo posible el entendimiento y la integración entre lo que somos y lo que hacemos, entre lo uno y lo múltiple), algo que es imposible cuando aun no se ha desarrollado la conciencia que es la cuna de la ética y de la comprensión más completa y profunda, sin necesidad de retruécanos, enredos e 'ilusiones'. 

La mente cuadriculada, invadida por los instintos y las emociones patológicas e incluso educada en ese berenjenal, no es parte de la inteligencia sino la atadura de impulsos primitivos que solo nacen de la egopatía connatural al instinto animal de supervivencia, cuando, y sobre todo,  ese instinto ya no es necesario para la supervivencia exclusivamente mecánica, porque la evolución va cambiando el ya elemental sistem in failure,  la gama de vibraciones que debemos superar, ya más perjudiciales que eficaces y necesarias, incluso para la supervivencia de la especie y de l@s individu@s, aunque los instintos básicos nos digan lo contrario. 

En esa capacidad de intuir y comprender evolutiva y lúcidamente lo que nos sucede, se diferencia un ser humano evolucionado de un leopardo, de un tigre, de un león, de un lobo, de un asno, de un tiburón, de un toro de lidia o de un gallo de pelea y amo machista del gallinero...Sí, el machismo es ante todo un instinto animal salvaje e imparable que hace del macho y su fuerza bruta el amo de las hembras del corral o del establo o de la dehesa...¿Cómo llamar humanamente a eso inteligencia y sin reconocerlo como un mero instinto automáta, deshumanizado por completo, por más que las novelas, teatro, cine y relatos varios lo hayan ido pintando durante tanto tiempo como lo más natural en nuestra naturaleza más primitiva y corta de luces? Ains!!! 

Una cosa es relatar pedagógicamente lo que pasa, como hicieron Pérez Galdós o Calderón de La Barca, Cervantes, Shakespeare, Molière, Tolstoi, Dostoiesvsky o Albert Camus,  y otra, es convertir en leyenda demoledora y digna de admiración una etapa evolutiva de los seres humanos, que es sólo una reminiscencia tóxica y demoledora cuando se admira y se trata de mantener en el candelero, como algo digno de devoción y hasta un relicario de virtudes y tradiciones dignas de admiración y hasta de culto. 

La enseñanza  y la educación (en latín, educere=educar significa "acompañar" como guía en el camino, para encontrar la mejor vía y no perderse) debería ocuparse de  explicar que no es nada heroico morir ni matar en una guerra por mucho que se vendan como maravillas la fama, el heroísmo(¡!) y la "virtud"(¿?) de semejantes burradas, ni ser torturadores a sueldo de los estados, ni matar mejor que otros para vencer algo, ni se es mejor cuando se ganan galones y  batallas por haber sido quien menos compasión y humanidad tiene y más "dureza"  demuestra, quien menos escrúpulos muestra y mejor finge lo que no tiene, por muy valioso y considerado que resulte y mucho que triunfe...en fin...Hay que acabar con esa colección de barbaridades elevadas a lo admirable y al mismo tiempo, horrible.

Educar no es solo lavar el cerebro  y entrenar loros que repiten lo que leen y lo que oyen, sino ayudar a despertar mostrando realidades, enseñando a pensar y a discernir,  y no solo a base de leyendas históricas seguramente escritas e ideadas para crear ídolos y falsos héroes, que hasta ahora, con sus ejemplos demoledores, solo han conseguido estancar y obstruir la verdadera evolución de la especie. 

Y así hemos llegado a este laberinto sin más vuelta atrás que el nuevo nacimiento de la especie. O sea, la Navidad que acontece cada día. La misma que Jesús de Nazaret nos dejó clarísima en las Bienventuranzas. Y Sidharta Shakiamuni, seis siglos antes, en el ejemplo búdico y sin vuelta atrás  de su propia trasformación o los sufis, que partiendo de El Corán, cambiaron las cadenas de la creencia por las alas de la integración sin ataduras, descubriendo que la verdadera vida es una danza cósmica imparable que nos integra en el Infinito desde la caducidad cuantitativa del tiempo a la esencia cualitativa del Amor sin límites. Las religiones informan y deforman pero el Espíritu reconduce, despierta y sostiene la vida como milagro cotidiano y camino infinito. Y todo desde dentro reflejado en el fuera, mediante el amor fraterno, que una vez despiert@s, jamás se duerme como antaño nos cuenta la historia en sus relatos ya en el camino de la superación y el fin de tanto absurdo ya en proceso final...

No nos quedemos atrapad@s solo en lo que sucede y nos cuentan, atemos cabos entre lo que vemos y las causas de lo que vemos, disfrutamos y/o padecemos, para  ello, despertemos ya mismo y  eduquemos en valores y conciencia a las nuevas generaciones, dando ejemplo personal de lo que queremos enseñarles y deben descubrir en vez de solo amaestrarlas en el plan que ha venido siendo "la normalidad" a que hemos llegado, llamando educación al pastoreo de rebaños escolares desde la infancia, para que nunca crezcan, despierten, maduren, elijan libremente y al mismo tiempo dejen el redil de la eterna dormición, asumiendo que libertad es hacer posible, no lo que nos da la gana embrutecida, sino lo mejor que somos y ayuda a mejorar nuestro entorno, por supuesto,  sin hacer daño a nadie ni destruir la libertad de l@s demás. 

El derecho a la libertad, para ser de verdad un derecho y no una salvajada o una ilusión perecedera, tiene que ir acompañado del deber de construir el bien común con nuestros semejantes: derecho y deber inseparables, para todas y todos. Si desde pequeñ@s encontramos esa estructura vital que ilumina en vez de cegar mentes, emociones y conductas imitando el pasado atroz en vez de superarlo con optimismo y esperanza, seguro que así los monstruos desaparecen mayoritariamente de este mundo, sin que nadie tenga que matarlos, encerrarlos ni castigarlos. Sencillamente la causa produtora de esos efectos monstruosos, instalados en el inconsciente colectivo de nuestra herencia machacona, gafe  y obtusa, ya no existirá. Se acabará lo cutre y pondremos en marcha la luz y la energía de una vida a estrenar, sin cadenas ni maldiciones hereditarias, por fin y por principio. Amén y aleluya! Es decir, s'acabó el marrón, así sea y vamos palante!

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