Este nuevo libro de Varoufakis tampoco tiene desperdicio y es más que recomendable, sobre todo ahora que estamos en un punto que puede ser de no retorno en varios sentidos. Más necesitados que nunca de datos verdaderos y reflexión serena. Mentes y corazones como los del bagaje psicoemocional y científico del autor, son cada vez más imprescindibles para despertar conciencias y ponerse en marcha sin prepotencia y con la humildad de los sabios. Y si lo acompañamos de cualquier obra de Emilio Lledó, J.L. Sampedro, Hessel, Hanna Arendt, Foucault, Laval, Dardot y Camus, por ejemplo, podremos ir enriqueciendo el mapa de nuestra conciencia personal y colectiva. Además de ser un verdadero disfrute. Lo que más nos nutre se convierte en deleite con el roce diario.
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