Imaginemos que Israel hubiese ganado el festival de Eurovisión
Necesitamos tu ayuda para seguir informando
Colabora con Nuevatribuna
Debo reconocer que no aprecio las puestas en escena del festival de Eurovisión. Se diría que lo de menos es la calidad artística de las canciones y cantantes a concurso. La letra y la música de cada tema o las cualidades de sus intérpretes parecen quedar eclipsadas por unas escenografías ensordecedoras que podrían animar bailongos discotequeros. Lejanos quedan aquellos tiempos en que los países mandaban a sus jóvenes promesas del mundo musical y se premiaban letras pegadizas fáciles de tararear. Pero los gustos evolucionan y algunos no logramos adaptarnos a esos cambios. A decir verdad, nunca he sido forofo del festival, pero cuesta no enterarse de cuanto le rodea y hay ciertas cosas que tienen una remarcada relevancia social. Baste recordar que Serrat no representó a España porque quiso cantar en catalán y fue Massiel quien ganó en 1968 con el célebre La, la, la. Por decirlo todo, aunque no la he visto, a mí me había hecho cierta gracia el elogio sueco de la sauna, dado que me gusta frecuentarla en Berlín.
La participación de Rusia está vetada desde que Putin decidió invadir Ucrania en 2022. Hay quien piensa que Israel debería recibir ese mismo trato por su despiadada ofensiva en Gaza, pero la financiación del festival no permite homologar ambos casos. Aunque no debería haberme sorprendido, reconozco que me ha impresionado el apoyo recibido por parte del voto popular. Ignoro si esas votaciones han reparado en los valores artísticos de la representación israelí o les ha cautivado algún pasaje de una letra que anuncia el propio título. Es una posibilidad. Otra sería que se haya decidido apoyar a Israel para combatir un presunto antisemitismo, pues así se califica cualquier observación que se limite a describir el trato recibido por la población civil de Gaza mediante bombardeos en escuelas y hospitales o el prohibir la entrada de ayuda humanitaria para paliar una horripilante hambruna infantil.
¿Está Israel en disposición de acoger un evento internacional como este donde casi ha ganado, pero librándose por los pelos de oficiar como siguiente sede?
Pasado un primer momento de perplejidad, lamenté que Israel no hubiese ganado gracias a ese voto popular. Imaginemos por un momento que lo hubiera hecho y fuera por tanto el país al que le tocase organizar la próxima edición del festival. ¿Acaso estaría en condiciones de oficiar como anfitrión? ¿Irían todas las delegaciones como todos los años o habría defecciones por uno u otro motivo? ¿Cuál sería la movilidad que tendrían los asistentes? ¿Qué medidas de seguridad se aplicarían? ¿Está Israel en disposición de acoger un evento internacional como este donde casi ha ganado, pero librándose por los pelos de oficiar como siguiente sede? Hubiera sido curioso conocer las reacciones a este contra-fáctico. Comoquiera que sea merece la pena reparar en las posibles motivaciones del voto popular, porque puede arrojar claves para comprender los tiempos que nos está tocando vivir, tan favorables para facinerosos que no muestran respecto alguno por las convenciones del derecho internacional sin rendir cuentas ante la justicia.
:::::::::::::::::::::::::::
P.D. del blog:
Esto es lo que ocurre cuando durante, más o menos, tres mil años, un pueblo mangoneado por el poder de lo inhumano disfrazado de divinidad, convierte el ego en religionismo hasta el punto de inventarse un dios de compraventa y de crucificar la manifestación humana del SER divino, cuando aterriza en este mundo para ayudarlo a evolucionar...ya sea en plan Sakiamuni, Jesús de Nazaret, Gandhi, Luther King, hermanos jesuítas en la Selva Amazónica en el siglo XVII como los de La Misión, o los cinco de El Salvador junto a Rutilio Grande y a Óscar Romero...Y eso sin contar a la familia anónima que siempre acompaña, muere en silencio desde la base social, mártires invisibles pero tan auténticos y reales como los más conocidos, como son todos y todas l@s que mueren a consecuencia de las injusticias, los conflictos, los abusos y las guerras "sotto voce". Por ejemplo, el pueblo palestino y todos los pueblos que acaban igual, pero sin que nadie sepa y denuncie las masacres, en lugares donde no hay conexión ni comunicación para el relato informativo.
En el caso que ahora afecta a todo el continente europeo nos queda una incógnita por descifrar: ¿Qué votos se han tenido en cuenta y cuáles no a la hora del recuento en Basilea? Nunca lo sabremos, en semejante y espeso sarao de locos secuestradores y marionetas secuestradas por un vacío y un chanchullo, que en vez de Eurovisión es cada vez más Euroficción. La fotocopia clavadita del infierno de Dante en La Divina Comedia, con el agravante de que ni siquiera el autor desparramado entre ninots, vaya acompañado de una conciencia como la de Virgilio, que, al menos, le ayude a distinguir el cielo del infierno y del purgatorio...Esto es lo que pasa cuando en vez de evolucionar se involuciona y en vez de volar como mirlos y gorriones, se repta por los suelos entre la basura como gusanos, con el agravante empoderador al revés, de la I.A. Todo un cuadro tan increíble como horripilante.
Sin embargo, aunque parezca que esto no tiene arreglo, sí lo tiene. El cielo existe, como Beatriz esperando a Dante en el Paraíso: nuestra conciencia unida a nuestras almas y al infinito e inagotable Amor, que nos crea y resucita a cada instante, más allá de tiempos y espacios, nos espera sin abandonarnos jamás, sólo tenemos que despertar y salir de la pesadilla, para terminar logrando que , como dice Dante rematando la historia:
"All'alta fantasía qui mancò possa;
Ma già volgeva il mio disío e il velle,
Si come rota que igualmente è mossa,
L'amor que move il sole e l'altre stelle"
El mejor final para el mejor principio...
No hay comentarios:
Publicar un comentario