domingo, 25 de mayo de 2025

Menudo domingo nos está regalando nuestra Casa Común e Infinita! Leed atentamente la sugerencia de nuestro hermano Manuel Pozo Domene, desde Religión Digital, servidor de parroquia tan humano como espiritual, en el municipio de Níjar. Su experiencia es la nuestra, así que pongámonos en marcha para que en vez de la tristeza y el desaliento, sean la esperanza y la creatividad solidarias, el alimento común e individual de nuestras almas, conciencias y voluntades. Que la paz se convierta en el motor infalible del Amor sin fronteras: uniendo el dolor y las soluciones para ambos frentes; Israel también es víctima de Netanjahu, el pueblo judío en la base social, pobre y olvidado, sufre por la misma causa que el pueblo árabe. No es la guerra ni el dinero ni el poder lo que saluciona los problemas más graves, sino la conciencia despierta de la humanidad. Vamos a ello: unamos en nuestros corazones, pensamientos, expresiones y peticiones a los Estados, para que se exija a Israel, a Hamas y a todos los elementos que apoyan sólo a uno de ellos, que no proporcionen más armamento ni justificación de la violencia, sino ayuda humanitaria con la exigencia de un acuerdo y de una responsabilidad humana, que construya la PAZ, sin remilgos ni miserias añadidas. Menos biblias y coranes de memorieta y más amor, compasión, justicia verdadera y apertura de almas, mentes, voluntades y conciencias en la práctica, que son los ladrillos y andamios para construir entre tod@s la verdadera Casa Común del Planeta. Por mi parte, hoy mismo empezaré a fabricar la pancarta que colgaré en la barandilla de la terraza de casa. Muchas gracias, hermano Manuel, por tu precioso aporte, una bendita sugerencia,sin duda alguna! En los cables infinitos del taller del Bien Común Divino y Humano, absolutamente TODO, está conectado. No es sólo fe, sobre todo, es EXPERIENCIA jesusera, en vivo y en directo.

 

"Hagamos un ejercicio de inteligencia social" Nosotros, ¿qué podemos hacer por Gaza e Israel? Una propuesta

Paz
Paz

¿Qué podemos hacer nosotros, simples ciudadanos de a pie, ante este drama que sabemos que acontece a 3600 kilómetros de España?

En las actuales condiciones, ¿cuánto tiempo más van a poder resistir los 2,1 millones de gazatíes que sobreviven prisioneros dentro de la Franja de Gaza?

Ante esta locura, ante esta negrura, ¿qué rayo de luz puedo ofrecer yo?

¿Qué podemos hacer nosotros, simples ciudadanos de a pie, ante este drama que sabemos que acontece a 3600 kilómetros de España? En las actuales condiciones, ¿cuánto tiempo más van a poder resistir los 2,1 millones de gazatíes que sobreviven prisioneros dentro de la Franja de Gaza?

Desde que tenemos memoria la mayoría de nosotros hemos conocido el conflicto palestino-israelí. Ahora, en este primer tercio del siglo XXI contemplamos cómo ha dado un salto cualitativo hacia la barbarie. A día de hoy ya es una catástrofe humanitaria, pero que puede alcanzar proporciones dantescas. Ante esta locura, ante esta negrura, ¿qué rayo de luz puedo ofrecer yo?

"Hagamos un ejercicio de inteligencia social, de generosidad, de lucidez. Todos vamos en la misma barca, y juntos, llegamos mucho más lejos"

A propósito de esta pregunta permíteme un homenaje agradecido que puede iluminar. En estos días nos acaban de dejar dos referentes morales, dos líderes: el Papa Francisco, y Pepe Mujica. Ambos nos regalaron una lección de amistad social: procedían de tradiciones culturales y religiosas muy distintas pero sus trayectorias vitales hicieron que se encontrasen, y de ahí brotó una amistad personal cimentada en los valores que compartían. Aprovechemos esta lección. Hagamos un ejercicio de inteligencia social, de generosidad, de lucidez. Todos vamos en la misma barca, y juntos, llegamos mucho más lejos.

¿Qué podemos hacer nosotros por Gaza, e Israel?, ¿quién puede parar esto? Y la primera respuesta nos señala a nosotros mismos, a la sociedad civil. Somos nosotros, cada uno y cada una, aquí, en todas las partes del mundo, los que podemos y debemos exigir que se detenga este genocidio.

Pero, ¿quién puede parar el actual baño de sangre? A esta segunda pregunta la única respuesta que encuentro es que es la propia sociedad israelí, si ésta así se lo exige mayoritariamente a su gobierno. Solo la propia sociedad israelí puede detener el actual genocidio.

Así pues, hagamos un ejercicio de ciudadanía con un signo permanente y significativo capaz de interrogar, concienciar, de expresar. Un signo que en los espacios cotidianos se vaya multiplicando por nuestros pueblos y ciudades y sobrepase las fronteras alcanzando las conciencias de toda la humanidad y de los actores principales de tanta barbarie.

Para la paz que, en este caso, anhelamos en Oriente Próximo el signo son dos banderas colgadas en nuestro balcón o fachada, juntas, la israelí y la palestina, ambas con un crespón negro en memoria de las víctimas de ambos pueblos. Con este gesto queremos trasladar a ambas sociedades este mensaje: “no estáis solos, estamos con vosotros; nos duele lo que os estáis haciendo; parad esta espiral de violencia y sufrimiento, esta siembra de odio; que cese la destrucción y muerte que provocan las armas; daos la oportunidad de un presente y un futuro mejores; todos sois necesarios; los únicos que sobran son los violentos y asesinos”.

"El signo son dos banderas colgadas en nuestro balcón o fachada, juntas, la israelí y la palestina. Con este gesto queremos trasladar a ambas sociedades este mensaje: Daos la oportunidad de un presente y un futuro mejores; todos sois necesarios; los únicos que sobran son los violentos y asesinos"

No es mucho lo que yo puedo hacer por vosotros, pero con este poquito desde mi casa, esto es lo mucho que quiero deciros: intentad, por favor, la paz.

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