miércoles, 25 de septiembre de 2024

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EOCNOMÍA

El peligro del dólar como moneda de reserva imperial

¿Cómo puede conseguir Estados Unidos que su moneda siga siendo tan utilizada y qué consecuencias tiene eso?
dolar

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Al acabar la II Guerra Mundial, Estados Unidos tenía un PIB que representaba la mitad del mundial, nueve veces mayor que el del Reino Unido que le seguía en magnitud, y disponía del 80% del oro existente en el mundo. En esas condiciones y cuando los demás países occidentales estaban prácticamente destruidos y sin liquidez, no le supuso ningún problema imponer al dólar como moneda de reserva internacional en la Conferencia de Bretton Woods de 1944.

Estados Unidos disponía de oro suficiente para respaldar a su moneda y se pudo comprometer a convertirla automáticamente en dicho metal cuando se le solicitara. Algo que, además, no le suponía dificultad ninguna puesto que los demás países demandaban constantemente préstamos en dólares para reconstruirse, lo que aumentaba sin cesar su cotización en los mercados.

Con el paso del tiempo, sin embargo, el resto de las economías comenzaron a despegar y a exportar sus bienes y servicios. Lógicamente, fueron reclamando que se les pagase en su respectiva moneda, de modo que la demanda del dólar comenzó a reducirse.

Paralelamente, las grandes multinacionales que operaban a escala internacional inundaban los mercados de la moneda estadounidense. Y, para colmo, las subidas en el precio del petróleo y de otras materias primas multiplicaban la oferta de dólares provenientes de los países productores. Finalmente, a todo eso se unía que la economía de Estados Unidos comenzaba a debilitarse, a causa de sus problemas internos, por la creciente competencia internacional y por el gasto asociado a las guerras de Corea y Vietnam.

El dólar se depreciaba y al presidente Nixon no le quedó más remedio que hacer oficial esa pérdida de cotización, primero devaluando su divisa y, poco después, en agosto de 1971 suspendiendo su convertibilidad en oro.

Una fuente ilimitada de crédito a cuenta de los demás

Desde el momento en que el dólar dejó de tener el respaldo del oro, se convirtió en un puro papel que se utilizaba en los intercambios por la confianza que pudiera tenerse en el buen uso que de él hiciera su emisor, la Reserva Federal de Estados Unidos. Una confianza que podría estar inicialmente justificada en la medida en que, incluso cuando se declaró la no convertibilidad, la economía estadounidense seguía siendo todavía la más fuerte y poderosa del mundo.

Las cosas, sin embargo, fueron cambiando.

Disponer de una moneda propia que los demás usan confiadamente es algo así como tener una fuente inagotable de crédito

Disponer de una moneda propia que los demás usan confiadamente es algo así como tener una fuente inagotable de crédito. El común de los países tenía que controlar la cantidad de moneda que emitiera. Si aumentaba la cantidad en circulación de su moneda sin disponer de demanda interna suficiente, sus precios se dispararían; y, si no tenían demanda externa, la cotización de su moneda se hundiría.

Estados Unidos no tenía que preocuparse de eso. Mientras los demás países utilizaran sus dólares, podía emitirlos sin límite alguno y, por tanto, endeudarse sin problema y comprar o invertir con ellos lo que deseara y donde quisiera hacerlo. Lo único que tenía que conseguir, por cualquier medio que fuese, era que siguieran usando su divisa.

Eso le ha permitido que su deuda pública haya pasado de representar el 34,5 % del PIB al comienzo de1971 al 121,6 % a finales de 2023. Y que la externa ha crecido incluso en mucha mayor proporción, pues sólo desde 2004 se ha multiplicado por cuatro.

Como dijo por entonces el general de Gaulle, lo que se había concedido a Estados Unidos era un «privilegio desorbitado».

Durante algunos años, como dije, ese privilegio pudo estar justificado por su potencia económica, pero ni siquiera eso fue suficiente.

El dólar requiere dominio imperialista y militarismo creciente

El uso del dólar ha ido disminuyendo ciertamente. Ha pasado de representar el 70% de las reservas totales de divisas hace 20 años al 58% actual, según el Fondo Monetario Internacional.

Sin embargo, su uso se corresponde cada vez menos con el peso efectivo que la economía estadounidense tiene en el comercio internacional: se utiliza para liquidar el 40% de las transacciones comerciales internacionales cuando a Estados Unidos sólo le corresponde un 10% de todas ellas.

Hoy día, el dólar es una moneda que se utiliza sin correspondencia con la fortaleza de la economía que la emite

Hoy día, el dólar es una moneda que se utiliza sin correspondencia con la fortaleza de la economía que la emite. Sobre todo, desde que otras hasta hace poco emergentes se han consolidado como auténticas fortalezas tecnológicas, industriales y comerciales, tal y como ocurre principalmente con la de China.

En 1970, el PIB estadounidense era unas once veces mayor que el de este último país, mientras que hoy lo es tan sólo 1,5. Y es sabido que China incluso adelanta a Estados Unidos en un buen número de indicadores y registros en los que muestran un avance económico extraordinario.

La pregunta que hay que preguntarse, entonces, es bastante elemental: ¿cómo puede conseguir Estados Unidos que su moneda siga siendo tan utilizada y qué consecuencias tiene eso?

La respuesta es sencilla.

Lo consigue, principalmente, controlando antidemocráticamente los organismos económicos internacionales y los centros de decisión global para que desde allí se impongan las políticas que garanticen el sometimiento y la asunción del dólar como medio de pago y reserva internacional. Los países que se salen de ese «consenso» lo pagan caro, como es bien sabido.

Cuando ese control no es suficiente, Estados Unidos recurre a la amenaza e incluso a la agresión militar o a las sanciones de todo tipo, aunque estas sean contrarias no sólo a la legislación internacional, sino a la suya interna.

Tratar de organizar al conjunto de las economías al son de los intereses de una potencia imperial como Estados Unidos sólo puede traer, tal y como la experiencia demuestra, desequilibrio y desorden.

El periodo de predominio del dólar como moneda si respaldo se corresponde con el de peor rendimiento de las economías occidentales

Los datos no dan lugar a dudas. El periodo de predominio del dólar como moneda si respaldo, se corresponde con el de peor rendimiento de las economías occidentales. Las economías han crecido menos, se ha generalizado la especulación, la deuda se ha multiplicado exageradamente, han aumentado la corrupción, el crimen financiero y las desigualdades; la globalización ha multiplicado la inseguridad, todo ello ha provocado un cambio climático que amenaza a la humanidad… y se ha producido el mayor número de crisis de la historia. Según una investigación publicada por el Fondo Monetario Internacional, de 1970 a 2017 se produjeron 461 (151 bancarias, 236 de divisas y 74 de deuda soberana).

Se cuenta que el entonces secretario del Tesoro estadounidense, John Connally, dijo a los ministros de economía de los demás países occidentales con quienes negociaba en 1971: “El dólar es nuestra moneda, pero es vuestro problema”.

Han tenido que pasar más de cincuenta años para que se aprecie cuánto había de verdad en esa afirmación y el daño general que produce el imperialismo monetario del dólar y para que se pongan en marcha proyectos de creación de monedas de reserva mucho más seguras y favorables para el bienestar y el equilibrio mundial, descentralizadas, con respaldo efectivo y orientadas a promover el desarrollo integral, multilateral y conjuntamente gobernado de las economías y los pueblos.

 

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Comentario del blog:

 

Aquí va un verdadero tratado práctico y denuncia comprobable de economía destroyer, en la que el mundo y el Planeta llevan más de un siglo en pleno naufragio anticivilizador, provocado por lo más absurdo, destructivo, ignorante e irresponsablemente suicida de una especie cada vez más máquina y menos humana. 

Cómo acierta nuestro hermano Torres López, desde Nueva Tribuna, al hacer la descripción y el análisis de una realidad cada vez más evidente y disparatada, más desequilibrada y loca. Hay que dejar a un lado el manicomio de los imperios depredadores en modo  sistem in failure, y empezar a vivir en lo que Somos para evitar el suicidio de lo que nunca puede ni podrá SER, por más que intenten terminar con todo los amos del corral terrícola, controlando constantemente el monopolio de los egos enfermos de sí mismos hasta desaparecer mientras surge y se produce la estructura disipativa necesaria para el cambio, y el punto de bifurcación, que explica la segunda ley de la Termodinámica, aclarando que, al mismo tiempo que crecen el desorden el caos y la entropía en el universo, al mismo tiempo se observa que muchos aspectos de la Vida crecen y se va haciendo cada vez más armónicos y ordenados; fue Ilya Prigogine, premio Nobel de Física quien descubrió el estado evolutivo, material y energético, que llamó "sistemas abiertos", cada vez más ordenados y menos aleatorios, capaces de intercambiar energía y materia con su entorno. Puede ser una flor que mejora y crece, un sistema humano que consigue armonizarse y avanzar a mucho mejor transformando lo peor en soluciones sanas -como la basura en abono, la enfermedad en salud y los problemas en soluciones justas y buenas, por ejemplo- o una sociedad que consigue estructurarse desde la luz, las buenas vibraciones, la armonía y el trabajo común, sin violencia ni mentiras como lo más 'natural e inteligente'...Una humanidad que evoluciona intercambiando constantemente energía en diversos niveles y planos con el entorno que la alimenta, la sostiene y la hace posible...De ese modo puede crecer y transformarse cada día en sistemas más complejos, inteligentes, sencillo, accesibles y completos, porque es capaz de transformarse, es decir, que puede 'disipar entropía', de ese modo la entropía, crece mientras las estructuras disipativas deshacen sus efectos secundarios...Desaparece la batalla constante y agotadora, para dar paso a la sanación, al equilibrio y aparece la capacidad natural para adaptare a las fluctuaciones del entorno, sin las cuales sería imposible el intercambio entre crecimiento sano y entropía como desgaste "natural"...

Cuando el desgaste es agotador e insostenible, se llega al punto de bifurcación, en el que la misma Vida da un giro total y elige entre desmoronarse y desaparecer disolviéndose para terminar con lo ya  tan insoportable como insostenible, o se reorganiza totalmente de nuevo, pero en un nivel superior de conciencia natural. Ya no es una evolución temporal ni un cambio ad hoc , sino una nueva creación constante que supone una comprensión tan científica como humana del mundo, expandida en el sistema abierto, cualquiera que sea y donde quiera que se encuentre, tanto la energía que mueve y calma nuestras células como la que está repartida en nuestros tejidos, sistemas, aparatos, glándulas, órganos y funciones, como en los reinos de la Naturaleza, en los planetas, en las galaxias, y, por supuesto,  como en el proceso creciente de la conciencia humana unida a la mente, a las emociones, al pensamiento, a los sentimientos y a inteligencia ya omnipresente en la misma vida. 

Es evidente que ya nos toca dar el giro copernicano a nuestra temporalidad confundida y agotada, pero con un giro y un mundo completamente nuevos como posibilidad para iniciar nuestro nuevo paso al frente en soledad acompañada, como en compañía personal individuada...Sin olvidar que -aunque lo parezca- no dependemos de lo que nos sucede, sino que lo determinante, válido y definitivo es solamente "como entendemos, acogemos y gestionamos lo que nos pasa". 

De nosotr@s depende que el imperio del dólar nos aplaste o nos ayude lúcidamente a liberarnos de él, abriendo los ojos a la realidad y cerrando la puerta a la peor invasión: la del miedo unido a la falta de conciencia que nos impiden acceder a y desmontar las cadenas del ego que nos impiden descubrir al cambio definitivo y disfrutar la libertad infinita del Nosotr@s resucitado y regenerado en nuevas dimensiones y descubrimientos inimaginables. Y todo ello como consecuencia en la salida de la caverna oscura y tenebrosa de Platón, y mediante el  liberador vuelo en la luz, al salir del cautiverio maquineto a la libertad consciente, y por ello del infierno desalmado y suicida a la felicidad de un cielo y de una tierra a estrenar cada día! Vamos, La Divina Commedia tal cual:

All'alta fantasia qui mancó possa. E il mio disio e il velle,

Si come rota ch'igualmente  è mossa

L'amor che muove il sole e l'altre stelle.

 ¡Qué ojo el de ese Dante!

La ciencia con conciencia y con alma (gemelas inseparables) siempre da en el clavo. Muchas gracias, Torres López y Nueva Tribuna por tener siempre las puertas abiertas a todo lo mejor...Y por compartirlo!

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